miércoles, 18 de abril de 2018

POR QUÉ DIOS PERMITE LA POLIGAMIA





¿POR QUÉ DIOS PERMITE LA POLIGAMIA?
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Puede que te sorprenda saber que Dios permite la poligamia, pero es así; por lo tanto no nos debe extrañar que un tercio de la población mundial sea polígama. Ésta es legal en África, Medio Oriente y Asia y es más prevalente en las comunidades musulmanas y mormonas. Aunque en Estados Unidos está prohibida, al menos la mitad de la población de Colorado City  y Hildale la practican.

Los defensores de la poligamia afirman que la monogamia no está funcionando, lo dicen las tasas de divorcio que son más altas en los países que no se permite la poligamia.  

Génesis 4:19 Y Lamec tomó para sí dos mujeres; el nombre de la una fue Ada, y el nombre de la otra, Zila.

El primer polígamo que menciona la biblia es Lamec, tataranieto de Caín, el cual tomó para sí dos mujeres.

Génesis 16:3 Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su marido.

A ruego de Sara, la cual era estéril, Abraham tomó a Agar su sierva como esposa para tener un hijo con ella, este es Ismael.

Jacob tuvo 4 esposas, Esaú 3, Caleb  3 esposas  y 2 concubinas, Gedeón "muchas" esposas, David 8 esposas más 10 concubinas. Pero el record mundial lo tiene el Rey Salomón, el cual tuvo 700 esposas y 300 concubinas.

Obviamente, Dios usó para sus buenos propósitos a tales hombres, a pesar de su poligamia. Dios no prohibió la poligamia, más bien la permitió y dentro de la ley Mosaica fue regulada de alguna manera.

Antes de que  se diera la Ley Mosaica, Jacob se casó con las hermanas Lea y Raquel, aunque esa no era su intención original. Y podemos leer en la Biblia los muchos problemas que esto le ocasionó debido a la rivalidad entre esas hermanas. 

Levítico 20:10 Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.

En la ley de Moisés se castiga el adulterio, pero no se castiga la poligamia. Y es que la poligamia no es  adulterio, ya que el adulterio se comete cuando un hombre tiene relaciones sexuales con una mujer que tiene marido, pero si el hombre tiene relaciones sexuales con una mujer que no tiene marido, a la cual puede convertir en su esposa, eso no es adulterio.

Deuteronomio 21:15 Si un hombre tuviere dos mujeres, la una amada y la otra aborrecida, y la amada y la aborrecida le hubieren dado hijos, y el hijo primogénito fuere de la aborrecida; 21:16 en el día que hiciere heredar a sus hijos lo que tuviere, no podrá dar el derecho de primogenitura al hijo de la amada con preferencia al hijo de la aborrecida, que es el primogénito; 21:17 mas al hijo de la aborrecida reconocerá como primogénito, para darle el doble de lo que correspondiere a cada uno de los demás; porque él es el principio de su vigor, y suyo es el derecho de la primogenitura.

Dios reconoce que un hombre podría tener varias esposas, amar a una y aborrecer a otra y se adelanta a la situación regulando las herencias para que el hijo o los hijos de la no amada no se vean perjudicados.

Éxodo 21:7 Y cuando alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá ella como suelen salir los siervos. 21:8 Si no agradare a su señor, por lo cual no la tomó por esposa, se le permitirá que se rescate, y no la podrá vender a pueblo extraño cuando la desechare. 21:9 Mas si la hubiere desposado con su hijo, hará con ella según la costumbre de las hijas. 21:10 Si tomare para él otra mujer, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el deber conyugal. 21:11 Y si ninguna de estas tres cosas hiciere, ella saldrá de gracia, sin dinero.

Y aquí hay una regulación en la Ley Mosaica concerniente al matrimonio polígamo. En la antigüedad y en los lugares primitivos actuales, las hijas eran y son consideradas como las posesiones de sus padres. 

Recuerde que Jacob sirvió a Labán siete años dos veces para adquirir sus esposas Lea y Raquel.  De tal manera que un hombre podía vender a su hija como esclava y el que la adquiría podía casarse con ella o darla por esposa a uno de sus hijos.

Tal vez una manera astuta de obtener una esposa más barata, era adquirirla como esclava, luego él comprador podía devolverla a su padre para que le reembolse el precio original, lo que obviamente también indicaba que se estaba divorciando de ella. Si el comprador no la quiere por esposa, su padre podrá rescatarla, devolviendo el dinero, porque el comprador  no podrá venderla como esclava.

Eso sí, cuando el comprador tomaba a la esclava como esposa, debía otorgarle los mismos derechos que las otras esposas, éstos se resumen en vestirla, darle alimento y cumplir con ella el deber conyugal. Y cuando no cumpliere con su nueva esposa en una de estas tres cosas debería dejarla libre, es decir darle carta de divorcio, y el padre podría rescatarle sin pagar un centavo.

Aunque los "derechos de las mujeres" enumerados en ese pasaje están muy lejos de los derechos de las mujeres en muchas culturas progresistas, tal vez fueron algo revolucionarios para el mundo antiguo y serían revolucionarios en algunas partes del mundo menos civilizadas de la actualidad.

Tome nota que Dios requirió que el hombre que tomó a una esclava por esposa, no redujera los alimentos, la vestimenta o los derechos conyugales de la esposa original, y con respecto a ese tercer requisito, uno no puede evitar preguntarse ¿Cómo cumplió Salomón? Simplemente no pudo cumplir, y muchas de sus esposas quizás reclamaron el derecho al divorcio o le fueron infieles.

Esos pasajes no solo revelan algo sobre la tolerancia y regulación de la poligamia de Dios, sino también su tolerancia y regulación del divorcio  dentro de la poligamia, algo que Jesús dijo que estaba permitido debido a la "dureza de los corazones de los hombres" (Mateo 19: 8). 

En  La ley encontramos dos versiones de divorcio que ciertamente indican "dureza de corazón": 1) un hombre “encuentra algo indecente en su esposa entonces le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano a su padre, y la despedirá de su casa (Deuteronomio 24:1) y 2), un hombre toma una segunda mujer por esposa y consecuentemente la descuida al negar sus necesidades básicas, entonces igual le da carta de divorcio y la devuelve a su padre.

Dios mitiga el mal ocasionado por el incumplimiento de los deberes del esposo, prohibiéndole venderla a los extranjeros  como esclava y exigiéndole que se la devuelva a su padre sin un pago a cambio. 

¿Es la poligamia la voluntad de Dios? La poligamia no es ni será nunca la voluntad de Dios, lo sabemos porque Dios creó una mujer para Adán, no creó varias mujeres para él. 

La poligamia se da por la misma razón que se da el divorcio, por la dureza de los corazones de los hombres, pero Jesús dijo que al principio no fue así (Mateo 19:8), es decir el hombre comenzó a hacer su voluntad y dejó de hacer la voluntad de Dios, y Dios debió regular esa voluntad del hombre para evitar males mayores.

El  hombre casado que toma otra esposa, es en cierto modo comparable al hombre que se divorcia de su esposa, tiene un corazón endurecido y no le importa el daño que puede hacerle a su primera esposa al enviarle un  mensaje de que ella es insuficiente, y ella no puede evitar sentirse herida por el segundo matrimonio.

De hecho, el polígamo podría considerarse el ser más egoísta del mundo, solamente piensa en él y hace algo que no le gustaría que le hicieran. Y, en cierto sentido comete “adulterio continuamente contra ella”, porque la está “traicionando” a su vista y paciencia, y aun así, espera que ella permanezca fiel y continúe amándolo. 

Aunque el polígamo espera que su mujer le sea fiel, esto no es seguro, más bien debería despojarse de su egoísmo y divorciarse para darle la oportunidad a su primera esposa de encontrar un hombre que la ame de manera exclusiva, como ella se merece.

El polígamo se cree afortunado, pero en realidad es un tonto, cree que está ganando cosas positivas, pero no son positivas sino negativas, está hiriendo a una mujer que lo ama, poniéndola en competencia con sus afectos y bajándole su autoestima ¿Qué está ganando? El rencor, el desamor y el odio de su primera esposa e incitándola a la infidelidad.  Además está perdiendo algo que es mucho más valioso, a saber, la maravillosa bendición de una relación monógama.

Si eres pastor ¿Qué hacer con un hombre de tu congregación que tiene múltiples esposas? ¿Debes aceptar su poligamia o rechazarlo?

Debes apoyarte en la palabra de Dios. Pero el Nuevo Testamento parece callar al respecto, lo único que dice es que los que los polígamos están descalificados para ser líderes de la iglesia:

Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer” (1 Timoteo 3:2); y “los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas” (1 Timoteo 3:12). 

El matrimonio no está prohibido para los líderes espirituales, (como lo enseña la iglesia católica), lo que está prohibido es la poligamia. Más bien, “el prohibir  casarse es considerado por Dios como una doctrina de demonios y una apostasía del final de los tiempos” (1 Timoteo 4:1-3).

Y, el requisito de la monogamia no es exclusivo para los líderes de la iglesia, también lo es para los estadistas. En la Ley de Moisés, mucho antes de que Israel tuviera reyes, Dios dijo:

Cuando hayas entrado en la tierra que Jehová tu Dios te da, y tomes posesión de ella y la habites, y digas: Pondré un rey sobre mí, como todas las naciones que están en mis alrededores; ciertamente pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano. Pero él no aumentará para sí caballos, ni hará volver al pueblo a Egipto con el fin de aumentar caballos; porque Jehová os ha dicho: No volváis nunca por este camino.  Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe; ni plata ni oro amontonará para sí en abundancia” (Deuteronomio 17: 14-17).

No cabe la menor duda que el corazón del Rey Salomón se desvió totalmente, transgredió este mandamiento y terminó destruyendo su vida al alejarse de  Dios. Pero no solo su vida sino la de sus tantas mujeres. Y el pueblo terminó sufriendo también, porque Salomón lo cargó de impuestos para poder hacerle frente a las obligaciones económicas de sus tantos matrimonios y divorcios.

Pero volvamos a las restricciones maritales del Nuevo Testamento para los obispos y los diáconos. Tales restricciones no habrían sido necesarias si no hubiera polígamos en la iglesia ¿No es cierto?.

Es interesante que muchos pastores enseñan  que cuando se afirma que el obispo debe  ser de una sola mujer, se está dando a entender que “no debe tener matrimonios anteriores”, o sea que el obispo “haya sido divorciado”.

Pero eso no es así, si el apóstol Pablo, escritor de la epístola  hubiese querido decir eso, lo hubiera dicho así: “los obispos no pueden ser divorciados y vueltos a casar”. Sin embargo, eso no fue lo que dijo Pablo, lo que dijo es que los obispos “debían tener una única esposa y no varias”, aceptando la poligamia en la iglesia que era algo visible.

Entonces, a pesar del hecho de que Jesús murió por todos tus pecados y ahora eres una nueva creación en Cristo, no estás calificado para ser Pastor o diácono si eres polígamo, pero sí estás calificado para serlo si eres divorciado y vuelto a casar.

¿Por qué los líderes de la iglesia no pueden ser polígamos? En primer lugar, porque la poligamia no es un buen ejemplo a ser imitado por los cristianos, que nos debemos a una sola esposa. 

Además, si a un líder le cuesta gobernar bien su casa y a la vez a la iglesia, teniendo un solo matrimonio, imagine lo que puede pasar si tuviera varias esposas a la vez, su mente estaría distraída y su cuerpo agotado para cumplir debidamente con las obligaciones de la iglesia.

Históricamente, existe evidencia de que la poligamia se practicaba en el período del Nuevo Testamento tanto entre judíos como entre gentiles, a pesar de que la ley romana prohibía la poligamia para los ciudadanos romanos.

La mayoría de los pastores cristianos le piden a los polígamos que se divorcien de su segunda o tercera esposa y que permanezcan con la primera esposa ¿Es esto correcto? Claro que no, todas son esposas con iguales derechos y deberes, y debe considerarse la difícil situación de los hijos, la cual de por sí ya es difícil en una familia polígama.

Si eres pastor, lo correcto es que hagas tuyas las palabras de Pablo: “Cada uno en el estado en que fue llamado, en él se quede” (1 Corintios 7:20). 

En mi humilde opinión, esto no solo refleja la actitud de Pablo, que permitió a los polígamos en la iglesia a pesar de que promovió la monogamia como el ideal, sino también lo que se enseña en la Ley de Moisés, una ley que Pablo dijo que: “era santa, y el mandamiento santo, justo y bueno" (Romanos 7:12).  Además ¿Qué hacer con los huevos revueltos?

Deuteronomio 25:5 Cuando hermanos habitaren juntos, y muriere alguno de ellos, y no tuviere hijo, la mujer del muerto no se casará fuera con hombre extraño; su cuñado se llegará a ella, y la tomará por su mujer, y hará con ella parentesco. 25:6 Y el primogénito que ella diere a luz sucederá en el nombre de su hermano muerto, para que el nombre de éste no sea borrado de Israel. 25:7 Y si el hombre no quisiere tomar a su cuñada, irá entonces su cuñada a la puerta, a los ancianos, y dirá: Mi cuñado no quiere suscitar nombre en Israel a su hermano; no quiere emparentar conmigo. 25:8 Entonces los ancianos de aquella ciudad lo harán venir, y hablarán con él; y si él se levantare y dijere: No quiero tomarla, 25:9 se acercará entonces su cuñada a él delante de los ancianos, y le quitará el calzado del pie, y le escupirá en el rostro, y hablará y dirá: Así será hecho al varón que no quiere edificar la casa de su hermano.

Que Dios permitiera la poligamia, fue en primer lugar para amparar a las mujeres viudas. Un hombre ya casado podía tomar a la viuda de su hermano fallecido como segunda esposa, y parece que solo se aplicó cuando los hermanos vivían juntos y el hermano fallecido no tenía hijo. Si el cuñado la desechaba, otro pariente podría tomarla como esposa, como sucedió entre Ruth y Booz.

Además, las estadísticas muestran que aproximadamente el 50:5% de la población mundial son mujeres, representando los hombres el 49.5%. Asumiendo los mismos porcentajes en tiempos antiguos, y multiplicándolos por millones de gente, habría decenas de miles de mujeres más que de hombres.

A ello, recordemos que en tiempos antiguos la guerra era especialmente brutal, con un increíble alto porcentaje de fatalidades. Esto habría resultado en un porcentaje aún mayor de mujeres respecto a los hombres.

Y  debido a las sociedades patriarcales, era casi imposible para una mujer soltera mantenerse por ella misma. Generalmente las mujeres carecían de educación y preparación, dependían de sus padres, hermanos y esposos para su provisión y protección y cuando éstos morían,  estaban expuestas a la prostitución y a la esclavitud.

Es significativo que la diferencia entre el número de mujeres y hombres habría dejado a muchas, muchas mujeres en una situación de desamparo, así que parece que Dios permitió la poligamia para proteger a la mujer y proveer un esposo para aquella que no pudiera encontrar un esposo de otra manera.

Un hombre tomaría varias esposas y serviría como el proveedor y protector de todas ellas. Mientras que definitivamente no es lo ideal vivir en una casa con poligamia, era mucho mejor que la prostitución, la esclavitud y el morir de hambre.

Concluimos entonces que la poligamia no es la voluntad de Dios, no, no lo fue, no lo es ni lo será nunca, lo sabemos porque Dios creó una mujer para Adán, no creó varias mujeres para él, como ya lo dijimos. 

Pero, Dios lo permitió la poligamia para encontrar una solución a la mujer sola y desamparada, reflejando con ello su gran misericordia, razón misma por la cual permitió el divorcio.


1 comentario:

  1. Wow, es bueno estar de vuelta con mi ex nuevamente, gracias Dr. Ekpen por la ayuda, solo quiero hacerle saber que está leyendo esta publicación en caso de que tenga problemas con su amante y se esté divorciando y usted no quiere el divorcio, el Dr. Ekpen es la respuesta a su problema. O ya se está divorciando y todavía quiere que él / ella contacte al Dr. Ekpen, el lanzador de hechizos ahora (ekpentemple@gmail.com) y se alegrará de haberlo hecho.

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