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En Isaías
44:6, Jehová dice que “fuera
de él no hay Dios”. Él no hace esta afirmación como jactancia,
sino para advertirnos de no caer en la locura y el peligro de ver
algunas imágenes como dioses que pueden conceder favores. Es una
locura porque atenta contra la
cordura, es algo que no tiene sentido, y es un peligro porque nos traen maldición y nos lleva a la condenación eterna.
Isaías
44:9 Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más
precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su
confusión, de que los ídolos no ven ni entienden.
Dios describe la formación de imágenes para
adorar como una vanidad sin sentido. “Lo más precioso de ellas no es de ninguna utilidad” o sea que no
traen ningún beneficio, y los mismos formadores de imágenes son testigos de que esas imágenes no ven ni entienden, son imágenes inútiles.
Isaías 44:10
¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho?
44:11 He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices
mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y
serán avergonzados a una.
Son los mismos hombres lo que le dan forma a esas
imágenes que no son de ningún provecho, ha dicho Dios. ¿Cómo puede un hombre
hacer un dios? Todos ellos se juntarán y al final de los tiempos serán
avergonzados.
Isaías
44:12 El herrero toma la tenaza, trabaja en las ascuas, le da forma con los
martillos, y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre, y
le faltan las fuerzas; no bebe agua, y se desmaya.
El pasaje describe al herrero que derrite el
metal, lo pone en un molde para hacer un ídolo con él, y en el proceso se
cansa. Entonces nos muestra qué cosa más ridícula es que el hombre haga un dios que no tiene poder para darle fuerzas,
incluso mientras lo está haciendo.
Isaías 44:13
El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los
cepillos, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de
hombre hermoso, para tenerlo en casa. 44:14 Corta cedros, y toma ciprés y
encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta pino, que se críe con
la lluvia. 44:15 De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos
para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios,
y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él. 44:16 Parte del
leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se
sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! me he calentado, he visto el fuego;
44:17 y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo
adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi Dios eres tú.
Después describe a un carpintero que toma madera
de un ciprés, madera que le sirve para encender un horno y cocer panes. O toma
esa misma madera para hacer un fuego y preparar un asado, o para calentarse. Y
de la madera sobrante talla la figura de dios ante la cual se postra y le ruega
diciendo que lo libre porque es su dios. ¿No es ilógico y ridículo? Más que ilógico y
ridículo, es una locura porque esa imagen es inútil.
Tal vez tú digas, yo no caigo en eso, yo no hago
dioses. Claro que no porque no eres alfarero ni carpintero, pero te inclinas
ante las imágenes que han hecho otros, las adoras y les haces peticiones. Caes
en la misma locura y en la misma insensatez.
Éxodo 20:4
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni
abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 20:5 No te inclinarás
a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que
visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen, 20:6 y hago misericordia a millares, a los
que me aman y guardan mis mandamientos.
La palabra de Dios es clara: “no te harás ninguna imagen para inclinarte
ante ella y honrarla”. El problema
no está en las imágenes, el problema está
en las personas que creen que esas imágenes son dioses, entonces se inclinan
ante ellas para darles honra. ¡Que tremenda locura! Dios prohíbe tajantemente que nos inclinamos
ante las imágenes y las honremos ya sea
prendiéndoles velitas, besándolas o haciéndoles peticiones de cosas que
solamente Dios puede conceder, porque esas
imágenes son inútiles.
El honrar imágenes es un aborrecimiento hacia
Dios, es darle la espalda y el lugar de Dios a una imagen inútil que no puede
hacer nada por ti. Y nadie aborrece a
Dios sin que reciba su castigo. Si tú
aborreces a Dios, inclinándote ante las imágenes para darles honra, él visitará la maldad sobre tus hijos,
sobre tus nietos y sobre tus biznietos ¿Qué es lo que eso significa? Que sus
vidas estarán llenas de maldad.
Romanos
1:21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le
dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio
corazón fue entenebrecido. 1:22 Profesando ser sabios, se hicieron necios, 1:23
y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre
corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
El hombre conoce a Dios a través de la creación, pero en lugar
de darle gloria y gracias a Dios, se ha envanecido en sus razonamientos y su
corazón se ha entenebrecido, cree que es
sabio pero es un necio que ha cambiado la gloria del único Dios
incorruptible por las imágenes corruptibles e inútiles para darles las gracias
y la gloria a ellas.
Romanos
1:28 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una
mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; 1:29 estando atestados de
toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia,
homicidios, contiendas, engaños y malignidades; 1:30 murmuradores, detractores,
aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males,
desobedientes a los padres, 1:31 necios, desleales, sin afecto natural,
implacables, sin misericordia;
Si tú cambias a Dios por las imágenes, entonces
Dios llena a tus descendientes de toda maldad, los llena de injusticia, de
fornicación, de perversidad, de envidia, de homicidios, de contiendas y todas
cosas malas. Y a ti te condenará por
toda la eternidad, porque ningún idólatra tiene herencia en el reino de
Dios (Gálatas 5:19-21) ¿Es lo qué
quieres? ¿Quién te fascinó para no obedecer a la verdad?
Isaías
44:18 No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su
corazón para no entender. 44:19 No discurre para consigo, no tiene sentido ni
entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas
cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me
postraré delante de un tronco de árbol? 44:20 De ceniza se alimenta; su corazón
engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?
Los que se inclinan ante las imágenes para
darles honra, no ven, porque sus ojos espirituales están cerrados para ver la
verdad, y su corazón está cerrado para
entender. No hay entendimiento para
darse cuenta que el dios ante el cual se inclinan es un pedazo de la misma
madera con la cual quemaron fuego y asaron carne. Es una imagen inútil.
¿Te
inclinarías ante un árbol? ¿Le harías peticiones a un árbol? Es posible que
me digas que no estás loco para hacer eso. Sin embargo, eso es lo que haces
cuando te inclinas ante una imagen de madera, porque esa imagen es parte del
árbol. Los que se inclinan ante las imágenes han sido engañados en sus
corazones por el diablo para que no
libren sus almas ¿No entiendes que la imagen que tienes en tu mano no puede
hacer nada por ti? Es totalmente inútil.
Salmo
115:4 Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres. 115:5
Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; 115:6 Orejas tienen, mas
no oyen; Tienen narices, mas no huelen;
115:7 Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su
garganta. 115:8 Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que
confía en ellos.
La palabra de Dios dice que las imágenes aunque sean de plata y de oro,
aunque tengan boca no hablan, aunque tengan ojos no ven, aunque tengan orejas
no oyen, aunque tengan narices no huelen, y aunque tengan manos no palpan, porque no tienen vida. E igual a ellas son los que las hacen y los que
confían en ellas. Tú puedes estar muy vivo, pero si confías en las imágenes no tienes vida eterna. Y es que una
imagen no puede escucharte, no puede hacerte ningún milagro, no puede
bendecirte. Una imagen es un pedazo de madera o un pedazo de metal ¿Cómo es
posible que te inclines ante ese pedazo de madera o de metal y le des honra?
¿Por qué lo haces? La respuesta es una: “Lo
haces porque tus padres te enseñaron a hacerlo”. No es algo que aprendiste
de la Biblia, es una tradición y no
ves nada de malo en ella, pero Dios ha dicho que las tradiciones invalidan sus mandamientos (Mateo 15:6).
Mateo 5:8
Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. 15:9 Pues en
vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.
Dios ha dicho que lo honran de la boca para
afuera, porque sus corazones están lejos de él, pues en vano lo honran,
siguiendo mandamientos de hombres.
Éxodo
20:3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Dios ha dictado un decreto, el cual prohíbe
tajantemente que tengamos dioses ajenos. Un dios ajeno es aquel, que ocupa el lugar de Dios, es aquel que ocupa
la confianza de Dios.
En tus adentros debes estar diciendo que no
tiene dioses ajenos, pero, si le haces una petición a una imagen de Mahoma, a
una imagen de Buda, a una imagen del arcángel San Gabriel, a una imagen del Dr.
Moreno Cañas, a una imagen de la virgen María, o a una imagen de cualquier
santo católico, estás dándole el lugar de Dios a cualquiera de esas imágenes,
porque estás confiando en ellas y no en Dios, estás creyendo que ellas te harán el milagro y entonces eres un idólatra
insensato porque ninguna imagen puede hacer nada por ti, pues
son inútiles.
ES LO QUE
LA IMAGEN REPRESENTA
El argumento de muchos, es que no le piden a la
imagen, sino que le piden a lo que la imagen representa. Entonces están
afirmando que le están dando el lugar de Dios a lo que la imagen representa, ya
sea a Mahoma, a Buda, a María o a cualquiera de los santos católicos, están
confiando en lo que la imagen representa, porque creen que lo que representa a
esa imagen los escucha y les hará el milagro.
No sean insensatos, nadie puede hacerte un
milagro, al menos que sea Dios, porque no hay otros dioses ¿Sabes porque Dios no se deja ver? Para
que no hagan imagen alguna de él:
Deuteronomio
4:15 Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día
que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; 4:16 para que no os
corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de
varón o hembra, 4:17 figura de animal alguno que está en la tierra, figura de
ave alguna alada que vuele por el aire, 4:18 figura de ningún animal que se
arrastre sobre la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la
tierra. 4:19 No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y
las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a
ellos y les sirvas; porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos
debajo de todos los cielos.
Dios no se ha dejado ver para que no hagamos
imagen alguna de él y nos corrompamos y
hagamos figura alguna de varón, de hembra, de animal o de alqo que se parezca a
Dios, y nos inclinemos ante esa imagen para servirle.
Para Dios el honrar imágenes, inclusive una
imagen de él mismo, nos impulsa a inclinarnos ante esa imagen y servirle. Si
Dios no quiere que se haga imagen alguna de él, menos quiere que se haga imagen
de un santo católico o de la virgen María. ¿No te queda claro?
El otro argumento para los defensores de la
idolatría, es que no son los santos católicos ni la madre de Jesús, los que hacen los milagros sino Dios, que los
santos católicos y María son simples intermediarios.
Voy a preguntar: ¿Por qué existen tantos santos y tantas vírgenes? La respuesta es
una: Porque les han atribuido milagros.
Uno de los requisitos para que el Vaticano santifique a un muerto, es que le
atribuyan un milagro. Sin el milagro no hay santo ¿Por qué la iglesia católica
ha declarado santo al Papa Juan Pablo segundo? Porque le atribuyeron un milagro
que supuestamente le hizo a una costarricense. Si no fuera por ese milagro, no lo declararían santo, así que no te
engañes.
Si le haces peticiones a María o a un muerto que
el Vaticano ha declarado como santo, es porque esperas una respuesta de María o
de ese supuesto santo.
Buda, Mahoma, María y cualquiera de los santos
católicos no son intermediarios, son tratados como dioses que supuestamente
conceden milagros.
Es triste decirlo, pero los muertos no pueden hacer
milagros, Ni siquiera pueden oírte. ¿De dónde sacan esas fantasías? Del mentiroso Vaticano. Sus
espíritus están en un lugar que Dios tiene preparado para ellos esperando el
juicio y no son omnipresentes, no
podrían escucharte a ti en Costa Rica y a otra persona en Holanda, eso solo lo
puede hacer el único Dios verdadero. Mira lo que dice la escritura en cuanto a
comunicarse con los muertos:
Deuteronomio
18:10 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique
adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, 18:11 ni encantador, ni
adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. 18:12 Porque es abominación
para con Jehová cualquiera que hace estas cosas.
Levítico
20:27 Y el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a
la adivinación, ha de morir; serán apedreados; su sangre será sobre ellos.
Entre las cosas que son abominación para Dios,
se menciona el consultar o evocar a los muertos. La abominación es tan grande,
que en la ley de Moisés eso se castigaba con la muerte.
Y es que cuando una persona le hace una petición
a un muerto, lo está evocando, lo está consultando y con ello trayendo maldición sobre su vida. Cualquiera que evoca a
un “santo católico” lo está haciendo
a un muerto, no a un vivo y eso es abominación para Jehová. ¿Quién declara
santos a los muertos y los convierte en dioses? El Vaticano, no es Dios el que
hace semejante cosa, porque Dios prohíbe tajantemente esa práctica.
El Vaticano se ha especializado en crear dioses
ajenos delante de Dios. Nosotros no
tenemos que obedecer una religión o la palabra del hombre, únicamente debemos
obediencia a Dios y su palabra.
EN CUANTO
A LA INTERMEDIACIÓN
El otro argumento de los idólatras, es que María
y nos santos son intermediarios ante Dios, pero Dios no acepta ningún intermediario que no sea
Cristo:
1 Timoteo
2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre, 2:6 el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo
cual se dio testimonio a su debido tiempo.
La palabra de Dios es muy clara, ella dice que
solo hay un mediador entre Dios y los hombres y éste es Jesucristo hombre, el
cual se dio a sí mismo en rescate por todos los hombres. ¿Por qué le pides a un
santo o a una virgen? ¿Acaso murieron por ti?
Juan 14:13
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea
glorificado en el Hijo. 14:14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
Jesús dijo que todo lo que pidiéramos al Padre
en su nombre, él lo concedería, para que el Padre fuese glorificado. Jesús no
dijo que pidiéramos a Mahoma, a San José o San Pancracio, lo que dijo fue que
le pidiéramos al Padre y no en nuestro
nombre, porque no somos nada, lo que dijo que fue le pidiéramos en su nombre,
en el precioso nombre de Jesús, para poder ser escuchados. La palabra de Dios
dice que solo hay un intermediario entre Dios y los hombres. Pero qué dice la
religión?
"Los
testigos que nos han precedido en el Reino,
especialmente los que la Iglesia reconoce como 'santos', participan en
la tradición viva de la oración, por el testimonio de sus vidas... Contemplan a
Dios, lo alaban y no dejan de cuidar de aquellos que han quedado en la
tierra... Su intercesión es su más alto servicio al plan de Dios. Podemos y
debemos rogarles que intercedan por nosotros y por el mundo entero" (Catecismo católico, numeral 2683).
La religión contradice la palabra de Dios y
afirma que los santos son intermediarios ante Dios. Como podrás ver eso es doctrina
de demonios porque contradice totalmente la palabra de Dios.
La pregunta es, ¿por qué tienen que orar a otra
persona, cuando el Dios del universo está en el cielo esperando oír oraciones
para darles respuesta? Supuestamente los llamados "santos" interceden ante el Padre por nosotros. Pero ya hemos
visto que Jesucristo es nuestro único intercesor.
"En
efecto, así como la unión entre los cristianos todavía en camino nos lleva más
cerca de Cristo, así la comunión con los santos nos une a Cristo" (Catecismo católico numeral 957).
Según la religión, orar a los santos acerca a
las personas a Cristo. Sin embargo, ya vimos que es todo lo contrario, que eso
es abominación para Dios. Las reglas están establecidas y nadie, absolutamente
nadie puede cambiarlas.
Si bien es cierto, que la Biblia manda que
oremos unos por otros, lo que significa que cualquiera puede pedir un favor a
Dios para otra persona, también es cierto, que ese favor debemos pedirlo al
Padre en el nombre de Jesús y no a un
muerto que no nos puede escuchar.
Cuando le pides a otro que no sea el Padre, le
quitas la gloria al Padre, para otorgársela a ese otro. Al hacer esto, el Padre
no te concede el milagro.
Escuchamos a diario decir, que la Virgen o los
santos concedieron este o aquel milagro ¿Y cómo lo saben? ¿Cómo lo comprueban?
Ellos no hacen milagros, si lo hicieran, la palabra de Dios se contradeciría
porque dice que hay un solo Dios
verdadero que puede hacer milagros, solamente un Dios que creó los cielos y
la tierra y no muchos dioses.
Por otro lado, toma en cuenta, que el diablo tiene poder para concederte
algunas cosas, con la intención que desvíes la adoración que le debes a Dios
hacia un supuesto santo. De esta manera te conviertes en idólatra y te pierdes.
Jesús vino a darnos vida, pero el diablo vino a tratar de quitárnosla (Juan 10:10).
Satanás es capaz de hacer sanidades, de hacer
que descienda fuego del cielo para engañar a las personas. Es capaz de darle
vida a una imagen y hacer que hable (Apocalipsis
13:12-15). Así que no te extrañes si una imagen llora o emana sustancias
extrañas porque Satanás puede hacer hasta que hable. Dios lo permite para probarnos.
Isaías 2:8
Además su tierra está llena de ídolos, y se han arrodillado ante la obra de sus
manos y ante lo que fabricaron sus dedos. 2:9 Y se ha inclinado el hombre, y el
varón se ha humillado; por tanto, no los perdones. 2:10 Métete en la peña,
escóndete en el polvo, de la presencia temible de Jehová, y del resplandor de
su majestad. 2:11 La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia
de los hombres será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día. 2:12
Porque día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo,
sobre todo enaltecido, y será abatido.
Dios le dijo a Israel que su tierra estaba llena
de ídolos ante los cuales se arrodillaban y se humillaban y que ese pecado él
no lo perdona, que eso es altivez, eso es soberbia y que él vendría al final de
los tiempos sobre todo aquel idólatra enaltecido para abatirlo.
No solamente Israel estaba lleno de ídolos,
nuestro país y el mundo entero lo está. La idolatría está por todas partes y
muchas veces participamos de ella, sin siquiera
darnos cuenta.
Isaías 57:6
En las piedras lisas del valle está tu parte; ellas, ellas son tu suerte; y a
ellas derramaste libación, y ofreciste presente. ¿No habré de castigar estas
cosas? 57:7 Sobre el monte alto y empinado pusiste tu cama; allí también
subiste a hacer sacrificio.
57:8 Y
tras la puerta y el umbral pusiste tu recuerdo; porque a otro, y no a mí, te
descubriste, y subiste, y ensanchaste tu cama, e hiciste con ellos pacto;
amaste su cama dondequiera que la veías.
Muchos dicen que tienen imágenes de María y de
algunos santos católicos, no porque sean sus dioses, sino para acordarse de
ellos. “Es como tener una foto de
nuestros padres”, afirman. Eso está bien, pero nadie se inclina ante la
foto de sus padres para darles honra y hacerles peticiones.
Además Dios nos dice en su palabra, que tener
imágenes, es algo más que un recordatorio: es
un pacto. “¿No habré de castigar?”,
dice Dios, “a aquellos en que ponen su
fe en los ídolos, porque a otro recuerdan y no a mí. Hiciste pacto con ellos”.
Cuando las personas, tienen imágenes de santos
en sus dormitorios, están pactando con esas imágenes inútiles y con ello, atrayendo la ira de Dios. Dios quiere
que nos acordemos de él y no de otro.
Las imágenes inútiles lo único que hacen es traer maldición y condenación sobre aquellos
que se inclinan ante ellas y les dan honra. Ya lo sabes.
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