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En el libro del Apocalipsis se revelan los sucesos del fin de los tiempos. Ya hemos
visto los terribles sucesos que acontecerán cuando se abran siete sellos. Sin
embargo esas cosas no nos asombrarán porque son cosas que ya se están viviendo
y nos estamos acostumbrando a ellas.
Pero luego de la apertura de los sellos, Dios
ordenará que se toquen siete trompetas, y al sonido de cada una de ellas, esas
cosas se irán acrecentando. Y además Dios ordenará abrir “el abismo” ocasionando una
invasión de demonios dirigidos por Satanás, y la invasión será tan tremenda
que las personas buscarán la muerte sin poderla hallar:
LA PRIMERA
TROMPETA
Apocalipsis
8:7 El primer ángel tocó la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclados con
sangre, que fueron lanzados sobre la tierra; y la tercera parte de los árboles
se quemó, y se quemó toda la hierba verde.
Al tocar la primera trompeta, granizos y fuego
mezclados con sangre son enviados “sobre
la tierra, lo que hace que “la
tercera parte” de los árboles se queme. Imagine usted lo que es ver
granizos y fuego mezclados con sangre caer sobre los árboles y la hierba, es
una imagen aterradora.
Lo que se menciona, posiblemente sean sucesos
que se llevarán a cabo de manera literal, pero también conllevan un mensaje
espiritual. Por ejemplo, la palabra “tierra”
se usa en las Escrituras como un símbolo de Israel y los árboles como personas
(Salmo 1:3),
lo que nos
hace suponer que este castigo es
dirigido exclusivamente hacia la nación de Israel y sobre sus territorios, o
sea la hierba sobre la cual están
plantados los árboles, Y una tercera
parte de los habitantes de Israel morirán por esa causa.
LA SEGUNDA
TROMPETA
Apocalipsis
8:8 El segundo ángel tocó la trompeta, y como una gran montaña ardiendo en
fuego fue precipitada en el mar; y la tercera parte del mar se convirtió en
sangre. 8:9 Y murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban en el
mar, y la tercera parte de las naves fue destruida.
El juicio anunciado por la primera trompeta
ataca “la tierra”, pero éste otro juicio es sobre “el mar”. Se dice que un gran monte ardiendo es lanzado sobre el
mar y es posible que esté hablando de la explosión de un volcán, o tal vez se
trate de un meteorito que caiga del espacio. Sea como fuere, el mar se
convierte literalmente en sangre. Esta plaga acaba con muchas de las criaturas
vivas del mar, destruye los barcos y el comercio marítimo se ve reducido en un
tercio.
Así como en las escrituras, la tierra simboliza
a Israel, “el mar” se utiliza con
frecuencia como un símbolo de las
naciones gentiles, de tal manera que pareciera que este castigo se ejecutará sobre otros pueblos y no sobre
Israel.
LA TERCERA
TROMPETA
Apocalipsis
8:10 El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una
antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las
aguas. 8:11 Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las
aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas,
porque se hicieron amargas. Los hombres murieron a causa de esas aguas, porque
se hicieron amargas.
Seguidamente se revela que “una gran estrella” cae sobre “los
ríos y las fuentes de las aguas”, es
un cuerpo celeste que se hace pedazos al entrar en contacto con la atmósfera
como sucedió hace poco en Rusia y se esparce en los ríos y en los manantiales,
envenenándolos con su radiación.
Esto conlleva también un mensaje espiritual ya
que “los
ríos” simbolizan “masas de personas o, pueblos enteros”.
Lo que nos está revelando el apóstol Juan en el
Apocalipsis es que naciones enteras se
verán “envenenadas por una idea religiosa”. La mayoría de sus habitantes
se moverán en la misma dirección como lo hace un río.
Y esa “estrella” es “un ángel”. ya que el mismo libro de Apocalipsis nos revela que “las
estrellas” simbolizan “ángeles” (Apocalipsis 1:20).
Que la estrella “caiga”, nos habla de “un
ángel caído”, es quizás el mismo Satanás, quien utilizará las “fuentes de esas aguas”, que son los “líderes
espirituales” de los pueblos para envenenarlos con un evangelio
tergiversado (Gálatas 1:6-8) con el
propósito de que las personas no alcancen la salvación.
Recordemos que Satanás se disfraza como ángel de luz y sus ministros como ministros de
justicia (2 Corintios 11:14-15).
Desde ya Satanás está promoviendo “el
ecumenismo”, una sola religión y esa única religión es la que declarará que
el anticristo es el Mesías esperado que
merece nuestra adoración. La tercera parte de la población mundial morderá
el anzuelo y caerá en la trampa.
LA CUARTA
TROMPETA
Apocalipsis
8:12 El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, y
la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que se
oscureciese la tercera parte de ellos, y no hubiese luz en la tercera parte del
día, y asimismo de la noche. 8:13 Y miré, y oí a un ángel volar por en medio
del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, a
causa de los otros toques de trompeta que están para sonar los tres ángeles!
Al tocar la cuarta trompeta, el sol, la luna y
las estrellas perderán su resplandor en
una tercera parte para que no haya luz en una tercera parte del día y de la
noche. Esto podría ser literal, pero es
más espiritual que literal.
“El sol, la
luna y las estrellas” también simbolizan a
“Israel” (vea Génesis 37:9). El
oscurecimiento es posiblemente una imagen de la “ceguera espiritual” que
Dios decretó sobre este pueblo, ceguera que aumentará notablemente en aquellos
días (Romanos 11:8). Luego se dan tres ayes o símbolos de dolor
sobre lo que sigue a causa de los toques de las siguientes trompetas.
LA QUINTA
TROMPETA
Apocalipsis
9:1 El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la
tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo.
Al tocar la quinta trompeta, se nos ofrece la
imagen de “otra estrella” que cae del
cielo sobre la tierra, y que se le hace entrega de una llave, para que abra el “abismo”, lugar donde se “encuentran encarcelados, los ángeles, que no
guardaron su dignidad y abandonaron el cielo” (Judas 6). Esos ángeles son los que descendieron a la tierra y tomaron para sí mujeres de entre las hijas
de los hombres, les engendraron hijos (Génesis
6:2-4) y aumentaron la maldad.
El abismo es una parte del infierno, en la cual están
encarcelados los ángeles, aparte de los seres humanos. Y la estrella que abre
ese abismo es lógicamente un ángel enviado por Dios.
Apocalipsis
9:2 Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran
horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. 9:3 Y del humo
salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen poder los
escorpiones de la tierra. 9:4 Y se les mandó que no dañasen a la hierba de la
tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los hombres
que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes.
El ángel libera a esos ángeles caídos, los
cuales salen a atormentar a los gentiles, no así a los judíos porque
la hierba y “los árboles” (personas) de “la tierra” (Israel) no serán tocados.
Y no son todos los gentiles los que serán
atormentados, sino únicamente los que no han creído en Cristo, porque los que
han creído y han sido sellados con el
Espíritu Santo de la promesa (Efesios
1:13) tampoco podrán ser tocados, Dios no lo permitirá.
Apocalipsis
9:5 Y les fue dado, no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses;
y su tormento era como tormento de escorpión cuando hiere al hombre. 9:6 Y en
aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán
morir, pero la muerte huirá de ellos.
Los ángeles liberados no van a matar a nadie,
solamente van a atormentar mentalmente a
las personas por cinco meses. Esos
ángeles caídos son semejantes a langostas,
porque devorarán todo a su paso. Es
posible que esos cinco meses sean los de
“mayor posesión demoniaca” en la
historia de la humanidad.
Las
personas no podrán vivir ni en paz ni en libertad y será tan tremendo el
tormento que los hombres buscaran la muerte, pero no lo hallarán.
Además, es posible que las personas sean acusadas
en sus mentes de indignos, de pecadores y que ya no hay salvación para ellos, y
que sus obras no son suficientes. Es lo que hace la religión ya que el verdadero
evangelio nos enseña que todo es por
gracia, no por obras para que nadie se gloríe (Efesios 2:8-9).
Apocalipsis
9:7 El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la
guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro; sus caras eran como caras
humanas; 9:8 tenían cabello como cabello de mujer; sus dientes eran como de
leones
Se dice que los ángeles atormentadores también
son “semejantes a caballos preparados
para la guerra”. Esto es así porque su
propósito es llevar a la humanidad a la guerra, ya que sembrarán
en la mente de los gentiles, que hay que
exterminar a los judíos, tal y como lo hizo Hitler. Recordemos que ese hombre
envenenó a toda una nación contra el pueblo de Dios y ordenó matar a más de 40
millones de israelitas.
También se dice que las caras de esos ángeles son “como
humanas”. Lo que nos está diciendo
es ellos no atacarán directamente
sino que lo harán a través de los líderes
políticos y religiosos que tienen autoridad sobre el resto de la población.
Esto lo sabemos porque tienen coronas
y las coronas simbolizan poder y
autoridad.
También se nos dice que tienen “como cabello de mujer”, lo que nos revela que estos líderes
usarán una propaganda tan seductora y
atractiva como lo es el cabello femenino.
Primero vendrán
las acusaciones y luego ofrecerán una
salida, esa salida atractiva de salvación y de progreso estará en el anticristo y en el nuevo orden mundial.
Por último se dice que los ángeles tienen “como dientes
de león”, lo que significa que el “nuevo
orden mundial” no será una democracia, sino un gobierno cruel y dictatorial que producirá terror
en sus habitantes, como sucede
actualmente en Cuba, en Venezuela y en
otros países.
Apocalipsis
9:9 tenían corazas como corazas de hierro; el ruido de sus alas era como el
estruendo de muchos carros de caballos corriendo a la batalla; 9:10 tenían
colas como de escorpiones, y también aguijones; y en sus colas tenían poder
para dañar a los hombres durante cinco meses. 9:11 Y tienen por rey sobre ellos
al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión.
También se nos dice, que tienen “como corazas de
hierro”, lo que significa que estos líderes son insensibles en sus corazones. Hacen ruido, como el estruendo de
muchos carros de caballos. No dice que son carros de caballos, sino que su estruendo lo es como el de muchos
carros de caballo, que van a la batalla, porque son miles de líderes, los que serán influenciados por estos seres. NO
hay duda de que serán los cinco meses de
mayor influencia y posesión
demoniaca de la historia.
A continuación se nos dice que este ataque
es dirigido personalmente, por el ángel
del abismo, cuyo nombre es Abadón o
Apolión, términos que significan “destructor”
y hacen referencia mismísimo Satanás.
Todo este relato es una imagen, de la
intromisión de las fuerzas demoníacas, sobre la tierra, bajo el liderazgo del
anticristo, que también estará poseído por Satanás.
LA SEXTA
TROMPETA
Apocalipsis
9:12 El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después de esto. 9:13 El
sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los cuatro cuernos del
altar de oro que estaba delante de Dios, 9:14 diciendo al sexto ángel que tenía
la trompeta: Desata a los cuatro ángeles
que están atados junto al gran río Eufrates.
9:15 Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para
la hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. 9:16
Y el número de los ejércitos de los jinetes era doscientos millones. Yo oí su
número.
Cuando se toca la sexta trompeta, cuatro poderosos ángeles caídos son
desatados con el fin de provocar una guerra que acabe con una tercera parte de
la población que queda. Será una guerra mundial, con la participación de doscientos millones de soldados.
Se nos dice que estos ángeles, han estado atados
por siglos, junto al río Eúfrates (en
Irak), país que siempre ha estado poseído por demonios. Fue allí donde
Satanás tentó a Adán y Eva y los hizo caer. Pareciera que Satanás siempre ha
tenido allí su trono; recordemos que Irak es la antigua Babilonia, cuna de la
apostasía.
En este país mueren personas todos los días, atentados
aquí, atentados allá. Lo cierto es que cuatro demonios muy poderosos, posibles
príncipes demoniacos serán sueltos y saldrán a incitar a los personas para la
guerra.
Apocalipsis
9:17 Así vi en visión los caballos y a sus jinetes, los cuales tenían corazas
de fuego, de zafiro y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como
cabezas de leones; y de su boca salían fuego, humo y azufre. 9:18 Por estas
tres plagas fue muerta la tercera parte de los hombres; por el fuego, el humo y
el azufre que salían de su boca.
Juan relató lo que vio, adaptado a su época.
Dice, que los caballos y sus jinetes tenían corazas
de fuego, de zafiro y
azufre. Posiblemente son vehículos de guerra, con los colores de su país.
Agrega, que las
cabezas de los caballos eran como de leones y de su sus bocas sale fuego, humo
y azufre. Esas bocas son cañones y morteros, e incluso misiles
nucleares, que matan por medio del fuego, de la radiación y
de los gases venenosos.
Además dice que el poder de los caballos estaba en sus bocas y en su colas como de serpiente, lo que es posiblemente una
descripción de los helicópteros modernos y de sus cañoneras, que tienen un
rotor en la cola, donde se encuentran además situadas las metralletas y los
lanza misiles e incluso puede que sea una imagen, de vehículos de guerra que
aún no conocemos.
Se dice que estos matarán una tercera parte de la humanidad que ha logrado sobrevivir hasta el momento, más millones de gentes. Lo que se relata es una gran campaña militar, que se produce como resultado de esa influencia demoniaca.
Apocalipsis
9:20 Y los otros hombres que no fueron muertos
con estas plagas, ni aun así se
arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y
a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales
no pueden ver, ni oír, ni andar.
Note usted, que las personas están tan
influenciadas por Satanás y sus demonios, que aún después de ver tantas cosas, en lugar
de arrepentirse, continúan adorando imágenes de dioses falsos, los cuales no
pueden ver, oír ni andar.
El
MISTERIO DE DIOS
Apocalipsis
10:1 Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el
arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como
columnas de fuego. 10:2 Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie
derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra; 10:3 y clamó a gran voz,
como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces.
10:4 Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir;
pero oí una voz del cielo que me decía:
Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas.
Después de esas cosas, aparece un ángel muy
poderoso, envuelto en una nube y con un
librito en la mano. La nube, se relaciona con la nación de Israel y el ángel
con Jesús. Recordemos que cuando el pueblo de Israel marchaba por el
desierto, luego que
Moisés los sacó
de Egipto, iba precedido por una nube de día y por una
columna de fuego de noche, y esa columna era nuestro Señor Jesús envuelto en
una nube, (1 Corintios 10:1-3), de
tal manera que este poderoso ángel es nuestro Señor Jesucristo.
El arco
iris sobre su cabeza es un símbolo de que Dios es fiel a su pacto (Génesis 9:11- 17), como sabemos el arco iris simboliza el pacto de
Dios.
Vemos entonces, que Jesús pone un pie sobre la
tierra y otro sobre el mar, lo que simboliza que la salvación de Jesús y su autoridad, es tanto para el pueblo de Israel
(la tierra), como para los gentiles (el mar).
Entonces siete truenos salen de Jesús y estos
siete truenos significan que Dios está
hablando a través de él (Salmo 29: 3-9).
Juan se dispuso a escribir sus palabras, pero se le dice que selle esas
palabras y no las escriba. Este es el misterio de Dios,
las únicas palabras de Jesús, que no han sido reveladas.
Apocalipsis
10:5 Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano
al cielo, 10:6 y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el
cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y
el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más, 10:7 sino que
en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la
trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos
los profetas.
Jesús jura
por Dios Padre, que se acabó el tiempo
y que al sonar la última trompeta, el misterio de Dios será consumado como Dios
lo anunció a través de los profetas, en especial a través del profeta Daniel,
como ya lo hemos visto. No es de
sorprender que este anuncio tuviese un extraño efecto sobre Juan:
Apocalipsis
10:8 La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve y toma el
librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y
sobre la tierra. 10:9 Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él
me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce
como la miel. 10:10 Entonces tomé el librito
de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel,
pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre. 10:11 Y él me dijo: Es necesario
que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.
Juan se come el librito que contiene la profecía,
lo que simboliza que la palabra de Dios ha
sido creída y asimilada por él. Podemos notar que esa palabra es dulce al principio porque tiene como fin
evitar el castigo de Dios. Toda
profecía ha sido eso, una advertencia de Dios para evitarnos el mal, lo que es
dulce, Pero la profecía se vuelve amarga
para los que no quieren oír (Ezequiel 3:1-7), porque refleja el
enorme castiga que se avecina.
El libro del Apocalipsis es un libro dulce para
aquellos que se librarán del castigo, pero será un trago amargo para aquellos
que ignoren la advertencia de Dios y reciban ese castigo. De la sétima trompeta
hablaremos en la siguiente entrega.
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