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¿Cómo es el infierno? ¿Existe realmente? ¿Dónde
queda? ¿Quiénes va allí? Aquí te daremos las respuestas, respuestas necesarias
porque muchas personas tienen la idea de que el infierno no existe, que sólo es
un invento de las religiones para manipularlas. Esas personas dicen: “Dios es amor, Dios es bueno y no va a crear
un lugar como el infierno ni va a enviar a nadie a ese lugar por toda la
eternidad”. ¿Tienen razón estas personas? Claro que no, las Santas
Escrituras, si bien es cierto, nos revelan que Dios es un dios de amor, también
nos revelan que Dios es fuego consumidor
(Hebreos 12:9), y esa es la razón por la cual hay un infierno.
El diablo quiere que creas que no hay infierno,
para que no te intereses en tu salvación. Lo otro que quiere que creas, es que
cuando estés en el lecho de muerte, puedes negociar con Dios diciéndole que “aceptan a Jesús como su salvador”, para
que te permita ingresar al cielo.
No te dejes engañar, no podemos pensar lo que queramos,
nuestros pensamientos no son los pensamientos de Dios (Isaías 55:8), tampoco son la verdad. Por eso el apóstol Pablo nos
sugiere en 1 Corintios 4:6 a no pensar más allá de lo que está escrito,
debemos conformarnos a la palabra de Dios, porque solo ella contiene toda la
verdad. Y la palabra de Dios nos dice que el infierno es tan real como el
cielo, tan real como la tierra, y ocupa más de setenta pasajes para hacértelo
saber.
Mateo
10:28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed
más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
Nuestro Señor Jesús dijo que le tuviéramos temor
a aquel (a Dios) que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. Si
Jesús dijo que hay infierno, eso no se discute, porque Jesús es el “verbo
divino”, Jesús es “la palabra de Dios”, Jesús
es “el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6).
La palabra de Dios enseña que “los
que no se conformen a las palabras de
Jesús y enseñen que otra cosa, son personas envanecidas que no saben nada, son
personas necias, corruptas de entendimiento, privadas de la verdad de los
cuales debemos apartarnos (1 Timoteo 6:3-5). De tal manera que si
Jesús dijo que hay infierno, entonces lo hay, el que enseñe otra cosa no sabe
nada.
Marcos 9:43
Si tu mano te fuere ocasión de caer, córtala; mejor te es entrar en la vida
manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser
apagado, 9:44 donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
En este otro pasaje podemos ver que Jesús dijo
que era mejor entrar manco a la vida eterna, que con ambas manos al infierno.
Jesús no pudo ser más claro y afirmó que el infierno era un lugar real en donde el fuego nunca de apaga
y el gusano nunca muere.
¿ADÓNDE
QUEDA?
Apocalipsis
9:1 El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la
tierra; y se le dio la llave del pozo del abismo. 9:2 Y abrió el pozo del
abismo, y subió humo del pozo como humo de un gran horno; y se oscureció el sol
y el aire por el humo del pozo. 9:3 Y del humo salieron langostas sobre la
tierra; y se les dio poder, como tienen poder los escorpiones de la tierra.
En el libro del Apocalipsis se dice, que al
tocar la 5 trompeta, un ángel (la
estrella) descenderá del cielo a la tierra y abrirá el pozo del abismo o
infierno para liberar a los demonios encarcelados. Si el ángel desciende a la tierra es porque el infierno se encuentra en nuestro planeta. Ahora, vea usted la revelación sorprendente
que hizo Jesús cuando le pidieron señales acerca de la resurrección:
Mateo
12:40 Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres
noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y
tres noches.
Jesús dijo que él estaría tres días y tres
noches en el corazón de la tierra y no se refería a que estaría enterrado
porque Jesús no fue enterrado bajo tierra. Lo que quiso decir es que mientras
su cuerpo permaneciera en la tumba durante tres días, su espíritu viajaría al
corazón de la tierra.
Efesios
4:8 Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dio
dones a los hombres. 4:9 Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había
descendido primero a las partes más bajas de la tierra?
En la epístola a los efesios, el apóstol Pablo
dice que Jesús ascendió a los cielos, pero antes había descendido a las partes
más bajas de la tierra, lo que sucedió
mientras estuvo muerto. Ahora veamos lo que dijo el apóstol Pedro:
1 Pedro
Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los
injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero
vivificado en espíritu; 3:19 en el cual también fue y predicó a los espíritus
encarcelados, 3:20 los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez
esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el
arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.
El apóstol Pedro nos revela que al morir, el
espíritu de Jesús estuvo en el infierno, predicando a los espíritus de todos aquellos
que murieron en el diluvio sin la oportunidad de conocer el evangelio.
No hay la menor duda, las escrituras son
coincidentes, Jesús estuvo en el infierno y éste se encuentra en el corazón de
la tierra. ¿Y dónde queda el corazón de
la tierra?
Según los científicos, la tierra se compone de
varias capas; la primera capa es la corteza
terrestre; la segunda capa es el manto
superior; la tercera capa es el manto
inferior y la cuarta capa es el núcleo,
el cual se encuentra en el corazón de la tierra.
Según los científicos ese núcleo se ubica a unos
6.370 kilómetros de profundidad y
está compuesto de hierro líquido cuya temperatura es de aproximadamente 6.000 grados centígrados. El sol tiene
una temperatura de 5.600 grados centígrados, de tal manera que el núcleo de la
tierra es más caliente que el sol.
En la década de los 80’, unos geólogos
soviéticos hicieron una excavación en un lugar llamado Siberia en Rusia; en cierto momento el taladro daba vueltas a toda velocidad como si no
hubiera nada que taladrar; los científicos entendieron que había un hueco o
vacío. Pero eso no es nada, los aparatos especiales que utilizaban en su
trabajo, señalaban una temperatura de
más de 1.000 grados. Y para colmo de males, ellos comenzaron a escuchar sonidos horrorosos de personas,
quejándose y pidiendo auxilio.
Los científicos creyeron que los aparatos se
habían dañado, entonces los cambiaron por otros, y con los otros se siguieron
escuchando los mismos sonidos. Los geólogos se espantaron y abandonaron el
proyecto, convencidos de que habían encontrado una puerta al infierno.
Sucedió también en 1977, que unos científicos
norteamericanos estuvieron en el mar en Galapos, a una profundidad de 4.000
metros, y encontraron fumarolas negras
muy calientes con temperaturas tan altas que podían fundir el plomo, y que
contenían grandes concentraciones de azufre.
Lo más asombroso es que descubrieron unos gusanos
gigantes que sobreviven en esas condiciones. Los gusanos fueron bautizados
con el nombre de gusanos Riftias. Es
posible que este tipo de gusanos habiten en el infierno y que los científicos
estuvieron muy cerca del mismo. Recordemos
que Jesús dijo que en el infierno “el gusano de ellos no muere, y el fuego
nunca se apaga” (Marcos 9:44), posiblemente Jesús se estaba refiriendo
a los gusanos riftias, que pueden
subsistir en esas condiciones extremas.
Algunos pasajes de la Biblia sugieren que en las
profundidades del mar existe alguna entrada al infierno. Es posible también, que los volcanes tengan
alguna comunicación con el infierno.
¿CÓMO ES
EL INFIERNO?
Jesús dijo que el infierno es un lugar en donde el fuego nunca se apaga y donde los gusanos no mueren. Según los
científicos el núcleo de la tierra, ubicado en el corazón de la misma, arde noche y día, allí el fuego nunca se
apaga y en esas profundidades habitan gusanos que no mueren con el fuego.
Podemos ver que la ciencia coincide con Jesús en el sentido que hay un lugar en
el corazón de la tierra en donde el fuego nunca se apaga y los gusanos no
mueren. Ese lugar es el núcleo de la tierra y en ese núcleo, de acuerdo a las
palabras de Jesús, tiene que estar ubicado el infierno.
Lucas
16:22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de
Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. 16:23 Y en el Hades alzó sus
ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
16:24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y
envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua;
porque estoy atormentado en esta llama.
Fue precisamente nuestro Señor Jesús, el que
mencionó la historia del hombre rico y el mendigo. Algunas personas piensan que
Jesús hablaba en sentido figurado, que uso una parábola o ilustración, pero Jesús
no dijo que fuera una parábola, sino que lo contó como un hecho real, tan real
que dio el nombre del mendigo.
En ese pasaje se mencionan tres cosas
importantes: 1) El hombre rico
estaba plenamente consciente en el
infierno, 2) era capaz de sentir tal como sentía
mientras estaba vivo, tan cierto es que percibía el dolor y 3) tenía
sed y era atormentado en medio del fuego.
Jesús mencionó que Abraham lo escuchaba, también dio su nombre, para que nos
percatemos de que la historia es verdadera.
De hecho, el hombre rico todavía es capaz de sentir todo el dolor y el tormento
del infierno, porque de acuerdo con la Biblia el hombre rico aún continúa allí,
en este preciso momento, y jamás saldrá.
Este hombre dijo: “Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje
la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en
esta llama".
Póngase por un momento en el lugar de ese
hombre; atormentado en un fuego, con dolor,
llanto y crujir de dientes (Mateo
13:41,42).
El infierno es un lugar sin luz, un
lugar de eterna oscuridad (Judas 1:13). Lo único que alumbra allí
son las llamas de fuego que nunca se apagan, y los gusanos que no se mueren
estarán en los cuerpos de los que están allí. Pero, lo más aterrador del infierno es no hay esperanza, de allí no se puede
salir nunca.
Mateo
25:41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al
fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
Dios creó el infierno para enviar allí a Satanás
y a todos los ángeles que se sublevaron con él. Aunque a algunas personas les
pueda costar trabajo admitirlo, Dios creó todas las cosas, incluyendo el
infierno:
Apocalipsis 4:11 Señor, digno eres de
recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por
tu voluntad existen y fueron creadas.
El infierno no estaba destinado para los seres
humanos, sino únicamente para el diablo y sus ángeles. Pero, recordemos que Dios les dijo a
Adán y a Eva que si comían del fruto del
árbol de la ciencia del bien y del mal, entonces morirían. Pero apareció Satanás
y le dijo a Eva, que no morirían, que Dios sino que se convertirían en dioses (Génesis 3:5). Eva le creyó al diablo,
entonces comió y luego dio de comer a su
marido. El gran pecado de ellos fue la incredulidad, ellos le creyeron al
diablo y no a Dios.
A partir de ese momento, el infierno abrió sus
puertas para todos aquellos incrédulos, es como si Dios dijera: “le creen al diablo y no a mí, entonces vayan
a vivir al lugar que he preparado para él y sus ángeles”.
Al infierno no van las personas porque sean más malas
que otras, ni al cielo van las que sean más buenas que otras. Al
infierno van las personas que no le creen a Dios y al cielo van las
personas que sí le creen.
Jesús murió para pagar por el pecado de Adán y
de todos los hombres, pero para obtener ese perdón que el Señor nos ha
regalado, debemos creer en él.
La incredulidad nos envía al infierno, el creer
nos envía al cielo. Eso sí, Jesús dijo que además de creer debemos bautizarnos (Marcos
16:16). ¿Por qué? Para deshacernos de la naturaleza pecaminosa en que se
convirtió la naturaleza del hombre (Colosenses
2:11-12, Romanos 6:3-5)
El diablo te quiere en el infierno. A Eva le
dijo: “no morirás si comes del fruto
prohibido”. A ti te dice “mentira que
necesitas bautizarte”. Eva le creyó al diablo. ¿A quién le crees tú? Yo le
creo a Jesús.
EL LAGO DE
FUEGO
El infierno es un lugar temporal en donde van
todos los que no le creen a Jesús. Allí todos reciben el mismo castigo, todos
son atormentados de la misma manera porque no
han sido juzgados.
Apocalipsis
20:12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros
fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y
fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros,
según sus obras. 20:13 Y el mar entregó los muertos que había en él; y la
muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados
cada uno según sus obras. 20:14 Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago
de fuego. Esta es la muerte segunda. 20:15 Y el que no se halló inscrito en el
libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.
Al final de los tiempos y luego de que Cristo
haya gobernado por un milenio en la tierra, los que estén en el infierno serán
resucitados. Dios les devolverá sus cuerpos
para juzgarlos y “los libros serán abiertos y el otro libro
fue abierto”.
Los libros contienen los pecados que estas
personas cometieron mientras estuvieron en la tierra. El otro libro es el libro de la vida. Si una persona creyó
y se bautizó, su nombre fue inscrito en el libro de la vida y el libro que
contiene sus pecados fue destruido. Pero si la persona no creyó, su nombre no
se encuentra inscrito en el libro de la vida; entonces será juzgada por todos
los pecados que se encuentran en su libro personal y será enviada al lago de
fuego que arde con azufre por toda la
eternidad. Allí será el lloro y el crujir de dientes.
Así como habrá una nueva tierra y un nuevo
cielo, también habrá un nuevo infierno, ese nuevo infierno es el LAGO DE FUEGO que arde con azufre. La
Biblia no dice en qué lugar queda el lago de fuego ni la diferencia con el
infierno, pero que será peor que estar en el infierno, lo será y eso ya es
mucho.
El lago de fuego y azufre no es un lugar donde
la gente muere y listo, no, la palabra de Dios es clara, dice que después de
ser lanzados en el lago de fuego, serán atormentados
de día y de noche por los siglos de los siglos (Apocalipsis 20:10), o sea por
toda la eternidad.
Querido lector, lo del infierno no es una
invención en la mente del hombre, el infierno es un lugar real, un lugar
horroroso y de tormento, lo dice la palabra de Dios y yo lo creo. El diablo te
dirá a través de las sectas religiosas que no hay infierno, que tampoco existió
Cristo, el diablo negara todo lo que dice la palabra de Dios, lo hizo con Adán
y Eva y lo hará contigo. Tú tienes que elegir si le crees al diablo o le crees
a Dios.
Este estudio no es para condenación, es para
salvación, Cristo sufrió el injusto castigo, azotado, abofeteado, despreciado,
desechado, angustiado y afligido; fue molido por nuestros pecados, el castigo
de nuestra paz fue sobre El (Isaías 53). Jesús fue crucificado, todo eso lo sufrió para que todo aquel que crea no se pierda más tenga vida eterna (Juan 3:15).
Hechos
22:16 Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus
pecados, invocando su nombre.
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