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Además, la Biblia declara que Dios es glorificado mediante el Señor Jesucristo. En el Nuevo Testamento, el nombre "Jesús" aparece 943 veces. El nombre "Cristo" aparece 533 veces, mientras que las palabras "Señor Jesús" aparecen 115 veces. Los primeros cuatro libros del Nuevo Testamento relatan el nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesús, y en el resto del Nuevo Testamento, Jesús siempre es el tema central.
El apóstol Pablo señala
que “el que predique un evangelio
diferente al evangelio de Cristo es un anatema” (Gálatas 1:8). Sin embargo, por siglos se ha estado predicando otro
evangelio, no que haya otro evangelio, sino que han pervertido el verdadero
evangelio de Cristo (Gálatas 1:7).
Despójate de todo
prejuicio y de toda religiosidad y pídele al Señor que te permita ver la
verdad. Yo, por mi parte, hago mías las palabras del Pablo: “Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres,
o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los
hombres, no sería siervo de Cristo” (Gálatas
1:10).
El verdadero evangelio
revela que “todos pecamos y estamos destituidos de la gloria de Dios”. (Romanos 3:23). Revela que necesitamos
ser redimidos para poder salvarnos de la condenación. Esa redención exigía el derramamiento de sangre, porque sin
derramamiento de sangre no hay perdón de pecados (Hebreos 9:22). Entonces, el hijo unigénito de Dios se despojó de su
deidad (Filipenses 2:6-8) y se hizo hombre para morir por todos los
pecadores y poder redimirnos.
Es sumamente importante
que entendamos que el verdadero evangelio señala que Jesús es
el Cristo, palabra que quiere decir
“Ungido” y proviene del griego
“Chrestos”, que a su vez proviene de la
palabra hebrea “Masia”, que traducida es “Mesías”. El Mesías es Salvador enviado
por Dios y anunciado por los profetas.
NO hay otro Mesías, no
hay otro salvador aparte de Jesús, fue Jesús
y no otro, el que derramó su sangre en la cruz por todos nuestros
pecados, y solamente para él es toda la gloria. No obstante, esta verdad ha sido pervertida a través de un
nuevo evangelio, que nos presenta una nueva salvadora:
LA
SALVADORA
Este nuevo evangelio se encuentra
detallado en el “catecismo católico”,
su autor, lógicamente, es el Vaticano, y dice en su numeral 494 lo siguiente: “Por su obediencia (María) fue
causa de la salvación propia y de la de todo el género humano”.
Este evangelio afirma
que María, la madre terrenal de
Jesús es “la causa de su propia salvación
y la de todo el género humano”. En
otras palabras, que María es la causante de su salvación y la de todos los
pecadores; esto implica que no es Jesús sino María “la Mesías” enviada por Dios. Más adelante, en su numeral 969 dice:
"En
efecto, con su asunción a los cielos, (María) no abandonó su misión salvadora,
sino que continúa procurándonos con su múltiple intercesión los dones de la
salvación eterna..."
Ese numeral dice que “María fue ascendida a los cielos y allí
continúa intercediendo por la salvación
de los que siguen en la tierra”. De acuerdo con esas declaraciones,
pareciera que María no necesitó de un
salvador, que ella misma es su propia
salvadora y gracias a ella nosotros obtenemos la salvación.
¿Será acaso que María es
la hija unigénita de Dios? ¿Será que María derramó su sangre en la Cruz para
salvarse a sí misma y salvarnos a nosotros? Esta es una de las herejías más
grandes que ha proclamado una religión.
A nadie le cabe la menor
duda de que María fue una mujer
especial, “bendita entre todas las
mujeres”, pero decir que se salvó a
sí misma y es causa de la salvación de los demás, es algo que solamente puede
venir de una mente reprobada. ¿En qué lugar de la Biblia dice semejante cosa?
SIN
PECADO
Este nuevo evangelio va
más allá, dice en el numeral 508 lo siguiente:
"Ella, 'llena de gracia', es 'el fruto
excelente de la redención'; desde el primer instante de su concepción, fue
totalmente preservada de la mancha del pecado original y permaneció pura de
todo pecado personal a lo largo de toda su vida".
El nuevo evangelio afirma: 1)
que María nació sin pecado original y
2) que nunca pecó durante toda su vida. En cuanto al primer punto, tenemos
que decir que nadie nace con pecado,
en Ezequiel 18:20 leemos que “el alma que pecare, esa morirá; el hijo no
llevará el pecado del padre”. El pecado
original no existe porque el pecado no se hereda, lo que se hereda es la naturaleza pecaminosa.
En cuanto al segundo
punto, tenemos que decir que María sí
pecó durante su vida, algún pecadillo tuvo que cometer, porque el verdadero
evangelio dice claramente lo siguiente:
Romanos
3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 3:24
siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es
en Cristo Jesús.
El verdadero evangelio dice
que “todos pecaron”, por lo tanto pecó
Adán, pecó Noé, pecó Abraham, pecó Jacob, pecó David, pecó Moisés, pecó Pablo,
pecaron todos los apóstoles, pecó José y pecó María. La escritura no dice que “todos pecaron excepto María”, lo que
dice es que todos pecaron y eso la
incluye a ella.
Lucas
1:46 Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; 1:47 Y mi espíritu se
regocija en Dios mi Salvador. 1:48 Porque ha mirado la bajeza de su sierva;
Fíjese que la misma
María no dice que es la salvadora, por el contrario, ella dice que es una
sierva que necesita un salvador por su
bajeza. No existe un solo versículo en la Biblia que diga que María no
pecó. Lo que la Biblia enseña es que fue Jesús y no María “el que no conoció pecado"
(2
Corintios 5:21). Decir otra cosa es contradecir la palabra de Dios y hacer
mentiroso al Espíritu Santo que es su autor intelectual.
María
no tuvo ninguna participación en el proceso de salvación. María fue un instrumento de Dios para poder llevar a cabo la
redención. Dios necesitaba de una mujer para que Jesús fuese encarnado y María
fue la escogida.
Dios escogió a María, por su fe y su obediencia, no porque estuviera
libre de pecado. Antes que Jesús naciera, un ángel le anunció a María que su
hijo sería el Salvador:
Mateo
1:21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su
pueblo de sus pecados
Si María no hubiese
tenido fe, si no hubiese creído que Jesús era el hijo de Dios, no hubiera
servido para el propósito de Dios. Pero
ella creyó que había sido engendrada del Espíritu Santo y que ese niño que
habría de nacer era el hijo de Dios que venía a morir por nuestra salvación. Y
estuvo dispuesta a ser ese instrumento que Dios necesitaba.
Y era necesario
que la mujer escogida tuviera un esposo con la misma fe y obediencia. Si
José hubiese sido un hombre sin fe, si no hubiera creído que María estaba
embarazada del Espíritu Santo, es posible que hubiese pedido que la condenaran a
morir lapidada (de acuerdo con la ley). Un
ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo:
“José, hijo de David, no temas
recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu
Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a
su pueblo de sus pecados” (Mateo
1:19-21).
José también creyó y obedeció aceptando el embarazo de
María. Dios necesitó de una mujer de fe, pero también necesitó de un gran varón lleno de fe como José. Ellos fueron instrumentos de Dios para llevar a cabo
su plan de salvación, pero nada más; y ambos están en el cielo disfrutando de
la gloria de Dios, gracias a su fe y obediencia.
Hechos
4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo,
dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
El apóstol Pedro, a quien el catolicismo romano
señala como el primer “Papa” declaró que “en
ninguno otro hay salvación”, sino solamente en Jesús. Pedro no mencionó a María para nada. Ninguno de los doce apóstoles
de Jesús, ni siquiera Pablo hizo mención de ella en sus epístolas. Para ellos,
María era una sierva más.
De hecho, cuando a María
el ángel le anunció su embarazo, ella dijo: “He aquí la sierva del Señor;
hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1:26-38). La misma María reconoció que era una sierva más, ella
nunca se glorificó, ella nunca se exaltó, ella sabía que era un instrumento y debe estar lamentándose del mal uso que
hacen de su nombre.
El catolicismo romano ha
levantado una “redentora” que ocupe el lugar de “Jesús” o que sea co-redentora
con él. De igual manera ha levantado una “diosa” que ocupe el lugar del “Padre
Celestial” o que sea tan diosa como él, en clara violación al primer mandamiento
de la ley que dice: “no tendrás otros dioses delante de mí”
(Éxodo 20:3)”.
¿Quién está detrás de
todo esto? El maligno, el primero
que se rebeló contra Dios y que usa estas falsas doctrinas para que usted
también se rebele. El maligno mueve los hilos en el catolicismo romano, pero no
solo allí, también lo hace en todas
denominaciones evangélicas.
VIRGEN
PERPETUA
El numeral 509 de este nuevo evangelio dice:
"La
liturgia de la Iglesia celebra a María como la 'Aeiparthenos', 'la
siempre-virgen” y en el numeral 510
se afirma: "María 'fue Virgen al
concebir a su Hijo, Virgen durante el embarazo, Virgen en el parto, Virgen
después del parto, Virgen siempre”.
Como vemos, este falso
evangelio dice que María fue virgen al concebir, siguió virgen después del
parto y continúo virgen para siempre. Es claro, que María perdió la virginidad
en el parto, además, hay más versículos bíblicos que contradicen esa afirmación
de virgen perpetua:
Mateo
1:25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito; y le puso
por nombre JESÚS.
Mateo enfatiza que José
“no conoció” a María hasta después que dio a luz a su hijo
primogénito. El término utilizado aquí es “ginosko”
que significa “conocer”, en el
sentido de tener intimidad y se aplicaba a las relaciones íntimas entre
esposos.
Además, Mateo se siente
precisado a aclarar que Jesús era el hijo
primogénito de María. El término usado aquí es “prototokos”, que significa el primer hijo nacido dentro de una
familia. Si María no tuvo más hijos, Mateo debió decir que Jesús era el unigénito,
sin embargo Mateo dice que es el primogénito, dando a entender que María tuvo
más hijos, lo que confirma en el siguiente pasaje:
Mateo
13:53 Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábolas, se fue de allí. 13:54
Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que
se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos
milagros? 13:55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre
María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? 13:56 ¿No están todas sus
hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?
En este relato se dice
claramente que Jesús es hijo del
carpintero, que María es su madre,
que sus hermanos son Jacobo, José, Simón y Judas. Además menciona que Jesús
tenía hermanas pero no da los nombres. En Marcos
6:3 también se confirma lo de los hermanos de Jesús.
Juan
2:12 Después de esto descendieron a Capernaum, él, su madre, sus hermanos y sus
discípulos; y estuvieron allí no muchos días.
El apóstol Juan relata
que después de las bodas de Caná, el Señor Jesús se fue a Capernaum con su
madre, sus hermanos, y sus discípulos.
Como vemos, Mateo,
Marcos y Juan, que conocieron muy bien a Jesús y a sus familiares, dejan
constancia de que Jesús tuvo más hermanos y María más hijos. Sin embargo, el
falso evangelio dice: en su numeral 500
lo siguiente:
La
Iglesia siempre ha entendido estos pasajes como no referidos a otros hijos de
la Virgen María; en efecto, Santiago y José hermanos de Jesús son los hijos de
una María discípula de Cristo.
¿Otra María? Tanto
Mateo, como Lucas y Juan hablan claramente de que la María que mencionan es la madre de Jesús. ¿Por qué razón se
tergiversa la verdad? Pareciera que el hecho de tener hijos es un impedimento
para elevar a María al grado de diosa. Suponemos
que esa diosa, además de estar libre de todo pecado, tiene que ser “virgen” ¿O será que consideran que es
pecado concebir hijos dentro del matrimonio?
SUJETA
A VENERACIÓN
El numeral 971 del nuevo y falso evangelio dice:
“Todas las generaciones me llamarán
bienaventurada" (Lc 1, 48): "La piedad de la Iglesia hacia la
Santísima Virgen es un elemento intrínseco del culto cristiano" (MC 56).
La Santísima Virgen "es honrada con razón por la Iglesia con un culto
especial. Y, en efecto, desde los tiempos más antiguos, se venera a la
Santísima Virgen con el título de `Madre de Dios', bajo cuya protección se
acogen los fieles suplicantes en todos sus peligros y necesidades...”
El falso evangelio pide
que exaltemos a María, que le demos culto, que la honremos y la veneremos como la “Madre de Dios”, y que ella siempre nos
protege.
Lo primero que tenemos
que decir es que María no es la madre de
Dios. La Biblia nos enseña que Dios
no tiene principio ni fin, que Dios es el alfa y el omega (Apocalipsis 1:8), lo que significa que
no existió nada ni nadie antes que él; María
fue creada por Dios y no puede ser su madre.
Juan
1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
La Biblia también enseña
que en el principio de la creación,
Jesús (el Verbo) estaba con Dios, así
que María tampoco puede ser la madre de
Jesús porque Jesús existía antes que María.
A
Jesús lo engendró el Espíritu Santo y no necesitó el semen de José ni el
óvulo de María. Simplemente, Jesús fue depositado en el vientre de María. Ella
fue algo así como una madre sustituta.
Si consultas con un
médico, sabrás que la sangre de la madre sustituta no se mezcla con la del niño
que es puesto en su vientre. Por lo tanto, Jesús nunca tuvo la sangre de María.
Y no podía tenerla, porque la sangre de María era impura, como la de cualquier
otro ser humano. María fue la madre
sustituta de Jesús, eso es todo.
Jesús nunca exaltó a
María, nunca le dio un lugar más allá del instrumento que ella fue. Cierto día
cuando María pidió ver a Jesús, él se refirió a su madre de esta manera:
¿Quién es mi madre, y quiénes son mis
hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y
mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en
los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre". (Mateo 12:48-50)
Jesús no dijo: "Dejen entrar a esta mujer que merece
veneración", más bien respondió que cualquiera que obedezca la Palabra
de Dios, es igual a María y rehusó exaltarla.
En otra ocasión, “una
mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre
que te trajo, y los senos que mamaste. Y él dijo: Antes bienaventurados los que
oyen la palabra de Dios, y la guardan". (Lucas 11:27-28).
Como vemos una mujer
quiso exaltar a María, ella dijo que era bienaventurada, pero Jesús reaccionó
diciendo que bienaventurados son los que oyen la palabra de Dios y la guardan,
rehusándose a esa exaltación. El numeral
966 del falso evangelio dice lo siguiente:
"Finalmente, la Virgen Inmaculada,
preservada inmune de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su
vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial y
enaltecida por Dios como Reina del universo”.
No existe nada en la
palabra de Dios que sugiera que María fue ascendida a la gloria celestial y
menos enaltecida como reina del universo ¿Creen ustedes que los apóstoles iban
a omitir suceso tan extraordinario?
Lo que la palabra de
Dios enseña es que Jesús fue ascendido a los cielos (Lucas 24:51), que fue declarado hijo de Dios con poder (Romanos 1:4,) y que todas las cosas fueron sujetas bajo sus
pies (Efesios 1:22); también enseña
que Jesús es el rey de reyes y Señor de
señores (Apocalipsis 17:14). La
Biblia nunca enseña que María es la reina del universo. Esa es una doctrina
pagana que es condenada por la palabra de Dios.
Los
hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres amasan la
masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a dioses ajenos,
para provocarme a ira 7:19
¿Me provocarán ellos a ira? dice Jehová. ¿No obran más bien ellos mismos su
propia confusión? Jeremías 7:18-19.
La adoración a esa falsa
reina del cielo era una tradición de hombres que les había sido transmitida por
sus antepasados:
"Ciertamente pondremos por obra toda palabra
que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo,
derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros reyes
y nuestros príncipes..." (Jeremías
44:17)
Dios no quiere reinas
que compitan con él. La reina del cielo era una tradición pagana que Dios
aborrecía y castigaba. Fue Pio XII,
un “papa” católico el que ordenó seguir con esa tradición, actualizándola y
dándole el nombre de María a esa
diosa falsa. Que molesta debe estar María que su nombre sea blasfemado de esa
manera.
¿Quién debe ser
exaltado? Aunque el falso evangelio insiste en exaltar a María, la Biblia enseña
que solamente debemos exaltar al Dios Todopoderoso:
Salmo
57: exaltado seas sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra sea tu
gloria.
1
Crónicas
29:11 Tuyo, oh Jehová, es el reino, y tú
eres excelso sobre todos.
Salmo
18:46 Enaltecido sea el Dios de mi salvación".
Isaías
33:5 Será exaltado Jehová, el cual mora en las alturas.
Además, la Biblia declara que Dios es glorificado mediante el Señor Jesucristo. En el Nuevo Testamento, el nombre "Jesús" aparece 943 veces. El nombre "Cristo" aparece 533 veces, mientras que las palabras "Señor Jesús" aparecen 115 veces. Los primeros cuatro libros del Nuevo Testamento relatan el nacimiento, vida, muerte y resurrección de Jesús, y en el resto del Nuevo Testamento, Jesús siempre es el tema central.
María, por el
contrario, es mencionada muy pocas veces en la Palabra de Dios, y nunca se le
describe como reina:
Apocalipsis
5:12 El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la
sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
1
Pedro 4:11 para que en todo sea Dios
glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los
siglos de los siglos. Amén".
Hechos
5:31 A éste (Cristo), Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador,
para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.
Vea usted que mientras
que el verdadero evangelio exalta a Jesucristo, el falso evangelio lo
menosprecia para exaltar a María. Este
falso evangelio afirma que el Señor elevó a María a la posición de "reina
del universo". Sin embargo, la
Biblia proclama que adorar a la "reina del cielo"
provoca a ira a Dios.
¿Por qué el Vaticano ha
publicado un evangelio tergiversado? la respuestas es que el Vaticano no
obedece a Dios sino al enemigo de Dios. El diablo siempre ha querido ocupar el
trono de Dios para ser adorado. Cuando tentó a Jesús le ofreció todos los reino
del mundo con tal que lo adorara (Mateo
4:8-9). Detrás de cada dios falso, detrás
de cada imagen está el enemigo de Dios. Dios no quiere que tengamos dioses
falsos, no quiere que le rindamos culto a ninguna imagen, él quiere todo el
culto y toda la adoración para él. Dios ha dicho:
No
tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza
de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas
debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy
Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los
hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago
misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos. (Éxodo 20:3-6)
A pesar de que la
prohibición de tener otros dioses y de venerar imágenes es clara por parte de
Dios, el falso evangelio en su numeral
1192 ordena que se "veneren" imágenes de María, de los santos
católicos y de los ángeles:
"Las
imágenes sagradas, presentes en nuestras iglesias y en nuestras casas, están
destinadas a despertar y alimentar nuestra fe en el Misterio de Cristo. A
través del icono de Cristo y de sus obras de salvación, es a El a quien
adoramos. A través de las sagradas imágenes de la Santísima Madre de Dios, de
los ángeles y de los santos, veneramos a quienes en ellas son representados”
Venerar una imagen es
inclinarse ante ella y rendirle honra. Y eso es lo que prohíbe Dios en el
segundo mandamiento, mandamiento por cierto que fue eliminado en el falso
evangelio. NO hay excusa para inclinarse
ante las imágenes ni darles honra. Hay muchos versículos bíblicos que hablan
acerca de esta prohibición, pero voy a limitarme a dos de ellos:
Deuteronomio
4:14 Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día
que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; 4:16 para que no os
corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de
varón o hembra,
¿Por qué Dios no se deja
ver? Para que no hagan imagen alguna de Él y se corrompan al inclinarse y darle
honra. Si Dios no quiere que se haga imagen alguna de él para venerarle, menos
quiere que se haga imagen de María o de santo algo, menos de los ángeles. El numeral 1161 del falso evangelio dice:
"Siguiendo
la enseñanza divinamente inspirada de nuestros santos Padres y la tradición de
la Iglesia católica (pues reconocemos ser del Espíritu Santo que habita en
ella), definimos con toda exactitud y cuidado que las venerables y santas
imágenes, como también la imagen de la preciosa y vivificante cruz, tanto las
pintadas como las de mosaico u otra materia conveniente, se expongan en las
santas iglesias de Dios, en los vasos sagrados y ornamentos, en las paredes y
en cuadros, en las casas y en los caminos: tanto las imágenes de nuestro Señor
Dios y Salvador Jesucristo, como las de nuestra Señora inmaculada la santa Madre
de Dios, de los santos ángeles y de todos los santos y justos"
Vea usted que el falso
evangelio acepta que esa práctica de venerar imágenes no está en la palabra de Dios, sino que es una tradición que
provino de los "santos Padres".
Se espera que usted crea que esos santos Padres fueron "divinamente
inspirados" para quebrantar la Palabra de Dios. ¿Puede usted aceptar
esto? El salmista nos enseña aún más
acerca de este tema:
Salmos
135:15-18 Los ídolos de las naciones son plata y oro, obra de manos de hombres.
Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; tienen orejas, y no oyen;
tampoco hay aliento en sus bocas. Semejantes a ellos son los que los hacen, y
todos los que en ellos confían.
En otras palabras, así
como el ídolo es sordo y mudo, de igual manera todos los que hacen ídolos o
confían en ellos carecen de entendimiento.
INTERCESORA
El falso evangelio en su
numeral 969 afirma que se debe rezar
a María, porque ella es abogada, auxiliadora, socorrista y mediadora:
Por
eso la Santísima Virgen es invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada,
Auxiliadora, Socorro, Mediadora.
Pero eso no es lo que
enseña la palabra de Dios, ella enseña que tenemos
un abogado y este abogado es Cristo y
no María (1 Juan 2:1)
Hebreos
13:6 De manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no
temeré lo que me pueda hacer el hombre.
La biblia también declara
que es Jesús nuestro ayudador y no María. No existe un solo versículo en toda
la Biblia que diga que María es nuestra abogada o nuestra ayudadora o
socorrista ni mediadora.
1
Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y
un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.
La Biblia dice
claramente que solamente hay un mediador
entre Dios y los hombres y ese mediador no es María, ese mediador es
nuestro Señor Jesucristo. Las
Escrituras indican con absoluta claridad la identidad del verdadero intercesor:
Cristo
es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la
diestra de Dios, el que también intercede por nosotros" Romanos 8:34
La Biblia revela que si
alguno desea llegar al Padre, debe hacerlo por medio de Jesucristo:
"Porque
por medio de él (Cristo) los unos y los otros tenemos entrada por un mismo
Espíritu al Padre". Efesios
2:18
La Biblia es precisa en
sus enseñanzas. Ella en seña que Jesús es el único Abogado, Auxiliador,
Mediador e Intercesor ante el Padre. Sin
embargo, el falso evangelio le arrebata esos cuatro títulos y se los asigna a
María. ¿Por qué? Ya lo dijimos, es lo
que el enemigo de Dios quiere.
Podríamos profundizar
más en el tema, pero creo que hay pruebas suficientes para reconocer el
evangelio del Vaticano como un evangelio falso, un evangelio que adultera el
verdadero evangelio de Cristo.
¿Rechazará usted la
Palabra de Dios para dar la gloria a María? ¿O rechazará las tradiciones de los
hombres para dar la gloria a Jesucristo? Eso depende de usted, yo solamente le
mostré la verdad del evangelio de Cristo y
la falsedad del evangelio de María.
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