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Enoc, hijo de Jared y padre
de Matusalén, cuyo nombre significa "el
iniciado", fue un patriarca anti diluviano que “viajó por el espacio en un palacio de cristal transparente.” Moisés
menciona a Enoc como sétimo en la
descendencia de Adán y afirma que “no
murió sino que fue arrebatado por Dios” (Génesis 5:24). Moisés no
dice nada más sobre la vida de este importante personaje bíblico, la cual, ha
sido rodeada de un halo de misterio. Pero, Enoc nos dejó un libro, escrito por él mismo, en el cual cuenta de su primera abducción y de las revelaciones
que recibió de Dios.
Y es que según el libro, Enoc
fue abducido dos veces, la primera
para ser revelado de todo lo que había que suceder, pero fue devuelto a la
tierra para que diera testimonio de todo ello. Y al año siguiente fue
nuevamente abducido para siempre, fue rescatado
por Dios para que no viera muerte (Hebreos
11:5) en la gran tribulación pre-diluviana que se acercaba y que se relata
en el mismo libro:
Enoc 81:5 Esos siete santos me llevaron y me colocaron sobre la tierra frente al
portón de mi
casa y me dijeron: "Da
a conocer todo a Matusalén
tu hijo; enseña a todos
sus hijos que ningún ser
de carne es
justo ante el Señor,
porque Él es su Creador. 6 "Te dejaremos un año al lado de tu hijo hasta que des tus
instrucciones, para que
enseñes a tus hijos, escribir
para ellos lo que has visto y
lo testifiques a todos tus hijos;
luego, en el segundo año se te separará de ellos.
Algunos afirman que Enoc no
pudo escribir el libro porque en esa época no existía la escritura, pero Enoc
mismo afirma que fue enseñado a escribir por los ángeles, quienes le llamaban “el escribiente” (Enoc 12:3) y fue comisionado
para que escribiera todo lo que había visto. Es lógico pensar que Enoc
debió enseñar a sus hijos la escritura.
El “libro de Enoc” no entró en
el canon de libros bíblicos por decisión eclesiástica, porque según el
Vaticano, el libro "No fue revelado
por Dios". Otros estudiosos afirman que el libro ha sido “manoseado y adulterado”.
Sin embargo, el libro de Enoc es
parte del canon de la Biblia de la
Iglesia ortodoxa etíope quien ha conservado por cientos de años los textos
originales. También está incluido en la Biblia Septuaginta y sus textos fueron
utilizados por los cuatro evangelistas: Mateo,
Marcos, Lucas y Juan, además por los apóstoles Judas, Pedro y Pablo.
El apóstol Judas dice
literalmente: “De éstos también
profetizó Enoc, séptimo desde Adán” (Judas
14), reconociendo a Enoc como el primer “profeta de Dios”.
No es que los textos de Enoc
coincidan con muchos textos del “Nuevo Testamento”, sino que muchos textos del nuevo Testamento coinciden
con los del Libro de Enoc o son copia de ellos.
Algunos importantes teólogos
católicos, como Justino Mártir, Atenágoras; Tatiano; Irineo, Obispo de Lyon; Clemente
de Alejandría; Tertuliano; Lactantio; Metodio de Filipo, Minucius Felix;
Comodiano y Prisciliano, también se apoyan en muchos de sus escritos en el
libro de Enoc.
Lo cierto es que el libro de
Enoc “no contradice en nada a los libros de la Biblia”, sino que “revela detalles que no se encuentran en
ellos”, detalles tan
sorprendentes y únicos, que bien pudiera
ser la causa por la que el libro fue desechado del canon bíblico.
Yo no puedo afirmar que el
libro de Enoc fue revelado por Dios, pero tampoco puedo afirmar lo contrario, y
si los apóstoles de Cristo usaron sus textos, es un indicativo de que “no es un libro que nos pueda extraviar de la
verdad”. Luego de estudiarlo, cada quien tenga su propio concepto.
LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO
Los capítulos 1 al 5 del libro de Enoc, son palabras de bendición dirigidas
a los justos que serán rescatados de la gran tribulación del final de los
tiempos:
Enoc 1:1 Palabras de bendición con las
que
bendijo Enoc a los elegidos
justos que vivirán
en el día de la tribulación, cuando serán rechazados
todos los malvados e impíos,
mientras los justos serán salvados. 2 Enoc, hombre justo
a quien le fue revelada
una visión del Santo
y del cielo pronunció
su oráculo y dijo: la visión del
Santo de los cielos me fue revelada
y oí todas las palabras
de los Vigilantes y de los Santos y
porque las escuché he aprendido todo de ellos y
he comprendido que no hablaré para esta generación sino para una lejana que está por venir.
Note usted que Enoc no empieza
su libro dirigiéndose a sus contemporáneos, sino a la generación que “estará por venir”, generación que en
parte será salvada de la gran “tribulación”
o de la ira de Dios (Romanos 6:9), y en parte sufrirá las
calamidades de esa tribulación que finalizará con la segunda venida de Cristo,
tal y como lo profetizó Enoc, quien dejó claro que lo que escribió le fue
revelado por Dios a través de los “vigilantes”,
o sea, a través de los “ángeles de Dios”.
Enoc 1:3 Es acerca de los elegidos que hablo y a causa de ellos que
pronuncio mi oráculo: el Único Gran Santo vendrá desde su morada 4 El Dios
eterno andará sobre la tierra, sobre el monte Sinaí aparecerá con su gran
ejército y surgirá en la fuerza de su poder desde los altos de los cielos. 5 Y
todos los Vigilantes temblarán y serán castigados en lugares secretos y todas
las extremidades de la tierra se resquebrajarán y el temor y un gran temblor se
apoderarán de ellos hasta los confines de la tierra. 6 La altas montañas se
resquebrajarán y derrumbarán y las colinas se rebajarán y fundirán, como la
cera ante la llama. 7 Y la tierra se dividirá y todo lo que está sobre la
tierra perecerá y habrá un juicio sobre todos. 8 Pero con los justos Él hará la
paz y protegerá a los elegidos y sobre ellos recaerá la clemencia y todos ellos
pertenecerán a Dios, serán dichosos y benditos, los ayudará a todos y para
ellos brillará la luz de Dios. 9 Mirad que Él viene con una multitud de sus
santos, para ejecutar el juicio sobre todos y aniquilará a los impíos y
castigará a toda carne por todas sus obras impías, las cuales ellos han
perversamente cometido y de todas las palabras altaneras y duras que los
malvados pecadores han hablado contra Él.
Como mencionamos, el mensaje
de bendición es para los elegidos, o
sea para los que han aceptado el llamado de salvación ofrecido por Dios a
través de Cristo.
Según Enoc, el Gran Santo,
nuestro Señor Jesús vendrá a la tierra,
aparecerá en el cielo con su gran ejército tal y como lo confirmaron el apóstol
Judas (Judas 14:15) y el apóstol
Juan (Apocalipsis 19:11,14). La
diferencia es que Enoc nos dice el lugar por el que aparecerá Jesús, dice que
lo hará sobre el monte Sinaí.
En ese momento, las montañas
se resquebrajarán, las colinas se fundirán y la tierra se dividirá por un
tremendo terremoto, causando mucha
muerte y destrucción. Además, Jesús aniquilará a todos los impíos, tal y como
está profetizado en el libro del Apocalipsis, o sea que lo que el apóstol Juan
vio, ya Enoc lo había visto miles de años antes.
LOS GIGANTES
Enoc 3:1 Así sucedió, que cuando en aquellos días se multiplicaron los
hijos de los hombres, les nacieron hijas hermosas y bonitas; 2 y los
Vigilantes, hijos del cielo las vieron y las desearon, y se dijeron unos a
otros: "Vayamos y escojamos mujeres de entre las hijas de los hombres y
engendremos hijos".
Si los primeros capítulos del
libro de Enoc nos llevan al final de los tiempos, los capítulos 6 a 36 nos
devuelven a los primeros tiempos, nos llevan a la época anterior al diluvio. Allí
se nos cuenta que unos ángeles abandonaron el cielo para tener relaciones
sexuales con mujeres y engendrarles hijos, lo que coincide plenamente con lo
relatado por Moisés en Génesis 6:1-2.
Enoc 6:3 Entonces Shemihaza que era su
jefe, les dijo: "Temo que no queráis
cumplir con esta acción y sea yo el
único responsable de un gran pecado". 4 Pero ellos le respondieron: "Hagamos todos
un juramento
y comprometámonos todos bajo
un anatema a no retroceder
en
este proyecto hasta ejecutarlo realmente".
5 Entonces todos juraron
unidos y se comprometieron al respecto
los unos con los otros,
bajo anatema. 6 Y eran en total
doscientos los que descendieron sobre la cima del
monte que llamaron
"Hermon", porque sobre él habían
jurado y se habían comprometido
mutuamente bajo anatema.
La diferencia con el relato de
Moisés, es que Enoc da más detalles, dice que fueron 200 ángeles los que a espaldas de Dios, decidieron descender a la
tierra, y lo hicieron sobre la cima del monte
Hermón. Este monte de 2.814 metros
de altitud sirve como frontera entre Israel, el Líbano y Siria. En Israel es
llamado «los ojos de la Nación»
debido a su altitud, ya que por ser el pico más alto de Israel, les sirve
como el principal Sistema Estratégico de
Alerta Temprana. Este alto monte es para muchos estudiosos el lugar en que
Jesús se transfiguró (Mateo 17:1-8)
Enoc 7: 1 Todos y sus jefes tomaron para sí mujeres y cada uno escogió
entre todas y comenzaron a entrar en ellas y a contaminarse con ellas, a
enseñarles la brujería, la magia y el corte de raíces y a enseñarles sobre las
plantas. 2 Quedaron embarazadas de ellos y parieron gigantes de unos tres mil
codos de altura que nacieron sobre la tierra y conforme a su niñez crecieron; 3
y devoraban el trabajo de todos los hijos de los hombres hasta que los humanos
ya no lograban abastecerles. 4 Entonces, los gigantes se volvieron contra los
humanos para matarlos y devorarlos; 5 y empezaron a pecar contra todos los
pájaros del cielo y contra todas las bestias de la tierra, contra los reptiles
y contra los peces del mar y se devoraban los unos la carne de los otros y bebían
sangre. 6 Entonces la tierra acusó a los impíos por todo lo que se había hecho
en ella.
Tal y como lo confirma Moisés
en Génesis 6:4, de esa mezcla de los
ángeles con las mujeres nacieron gigantes (nephilim),
seres famosos que desataron la violencia sobre la tierra y pervirtieron a la
humanidad con la brujería, la magia y el
mal uso de las plantas, posiblemente haciendo de ellas venenos y drogas.
Hubo un momento en que los
humanos no podían mantener a los, gigantes, entonces éstos comenzaron a matarlos y devorarlos, la tierra
se volvió un infierno. Imagine usted a criaturas enormes que obligaban a los hombres a trabajar para
ellos, les quitaban las mujeres, y cuando ya no podían mantenerlos, entonces
los devoraban. Fue la primera gran
tribulación que sufrió la raza humana.
Enoc 8: 1 Y 'Asa'el enseñó a los hombres a fabricar espadas de hierro y
corazas de cobre y les mostró cómo se extrae y se trabaja el oro hasta dejarlo
listo y en lo que respecta a la plata a repujarla para brazaletes y otros adornos.
A las mujeres les enseñó sobre el antimonio, el maquillaje de los ojos, las
piedras preciosas y las tinturas 2 Y
entonces creció la mucho impiedad y ellos tomaron los caminos equivocados y
llegaron a corromperse en todas las formas. 3 Shemihaza enseñó encantamientos y
a cortar raíces; Hermoni a romper hechizos, brujería, magia y habilidades
afines; Baraq'el los signos de los rayos; Kokab'el los presagios de las
estrellas; Zeq'el los de los relámpagos; -'el enseñó los significados; Ar'taqof
enseñó las señales de la tierra; Shamsi'el los presagios del sol; y Sahari'el
los de la luna, y todos comenzaron a revelar secretos a sus esposas. 4 Como
parte de los hombres estaban siendo aniquilados, su grito subía hasta el cielo.
Dice Enoc que el ángel Azael
enseñó a los hombres a fabricar espadas
de cobre, también a extraer oro y
plata para hacer brazaletes y adornos, a las mujeres les enseñó el maquillaje, las piedras preciosas y las
tinturas. Pero no solo eso, otros ángeles les enseñaron a hacer encantamientos
y a romper esos hechizos, también les enseñaron
brujería, magia y cosas semejantes, así como el tarot y la astrología.
Esa es la explicación de que
civilizaciones tan antiguas tuvieran esos conocimientos. Es cierto, no hay
discusión, fuimos visitados por extraterrestres, como lo afirman los
estudiosos, pero no eran seres de otros planetas, eran ángeles del cielo que vinieron a convivir con los hombres. Eso
explica las grandes construcciones, las señales en los campos y hasta las
pirámides antiguas.
Enoc 10:1 Entonces el Altísimo, Grande y Santo habló y envió a Sariel
al hijo de Lamec. 2 Y le dijo: "Ve hacia Noé y dile en mi nombre,
'escóndete'; y revélale la consumación que viene, pues la tierra entera va a
perecer, un diluvio está por venir sobre toda la tierra y todo lo que se
encuentre sobre ella perecerá. 3 "En seguida enseña al Justo, al hijo de
Lamec, lo que debe hacer para preservar su alma para la vida y escapar
definitivamente, pues por él será sembrada una planta y serán establecidas
todas las generaciones". 4 Y además, el Señor le dijo a Rafael:
"Encadena a 'Asa'el de pies y manos, arrójalo en las tinieblas, abre el
desierto que está en Dudael y arrójalo en él.
Enseguida Dios envió al ángel
Sariel para que hablara con Noé, nieto de Enoc, a quien había escogido, para
que se preparara para el diluvio que habría de enviar sobre la tierra por causa
de los gigantes. Y ordenó al ángel Rafael que encadenara a Azael y que abriera
un hoyo el desierto de Dudael para arrojarlo en las tinieblas del abismo. Esto
nos confirma que el abismo se encuentra en el centro de la tierra. El desierto
de Dudael, que significa "caldero
de Dios" está situado al este de Jerusalén.
Enoc 10:11 Y a Miguel le dijo el Señor: ve y anuncia a Shemihaza y a
todos sus cómplices que se unieron con mujeres y se contaminaron con ellas en
su impureza, 12 ¡que sus hijos perecerán
y ellos verán la destrucción de sus queridos! Encadénalos durante setenta
generaciones en los valles de la tierra hasta el gran día de su juicio. 13
"En esos días se les llevará al abismo de fuego, a los tormentos y al
encierro en la prisión eterna”.
Luego Dios le ordenó al
arcángel Miguel que le comunicara a Shemihaza, ya los ángeles que se rebelaron
con él, que fueron sentenciados a ser encadenados por 70 generaciones en prisiones eternas (Judas 6), pero antes verían a sus hijos morir.
Enoc 12:6 "Y así como gozaron a causa de sus hijos ellos verán la
muerte de sus bien amados y llorarán por la pérdida de sus hijos y suplicarán
eternamente, pero no habrá para ellos misericordia ni paz".
Así como gozaron de sus hijos,
ahora los verán morir y suplicarán eternamente por ellos, pero no habrá ni
misericordia ni paz, los gigantes serían
arrastrados por el diluvio.
“Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he
creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del
cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia ante los
ojos de Jehová” (Génesis 6:7-8),
tal y como lo había profetizado Enoc.
Enoc 13:9 Cuando desperté fui a ellos. Todos estaban reunidos juntos y
sentados llorando, en la Fuente del Llanto que está entre el Líbano y Senir,
con los rostros cubiertos. 10 Conté delante de ellos todas las visiones que
había visto en sueños y me puse a hablar con palabras de justicia y de visión y
a reprender a los Vigilantes celestiales.
Dice Enoc, que él mismo fue
enviado a darles esa noticia a los ángeles sentenciados mientras éstos se
encontraban reunidos llorando en la fuente del llanto que se encuentra en el
Líbano.
Enoc 14:3 Vigilantes: yo escribí vuestra petición y en una visión se me
reveló que no será concedida nunca y que habrá juicio por decisión y decreto
contra vosotros, 4 que a partir de ahora no volveréis al cielo y por todas las
épocas no subiréis, 5 porque ha sido decretada la sentencia para encadenaros en las prisiones de la tierra por
toda la eternidad. 6 Pero antes veréis que todos vuestros seres queridos irán a
la destrucción con todos sus hijos y las riquezas de tus seres queridos y de
sus hijos no las disfrutaréis y ellos caerán en vuestra presencia por la espada
de destrucción. 7 Pues vuestra petición por ellos ni la petición por vosotros
serán concedidas. Continuaréis pidiendo y suplicando y mientras lloráis no
pronunciéis ni una palabra del texto que he escrito.
Los ángeles le pidieron a Enoc
que intercediera por ellos, pero Dios rechazó la petición, la sentencia estaba
decretada, serían encadenados pero antes verían la destrucción de sus seres
queridos y de sus riquezas, las que no disfrutarían.
EL ORIGEN DE LOS DEMONIOS
Enoc 15:11 "Y los espíritus de los gigantes, de los Nefilim, que
afligen, oprimen, invaden, combaten y destruyen sobre la tierra y causan
penalidades, ellos aunque no comen tienen hambre y sed y causan daños. 12
"estos espíritus se levantarán contra los hijos de los hombres y contra
las mujeres porque de ellos proceden.
Los espíritus de los gigantes que serían muertos en el diluvio, no
serían enviados al abismo, sino que vagarían en la tierra. Aunque no comen, tendrían hambre y sed, y se
levantarán contra los hombres porque de ellos proceden, afligiéndoles,
invadiéndoles, combatiéndoles, destruyéndolos y causándoles daños.
Aquí se nos da una revelación
muy interesante, es el origen de los
demonios, origen que no se encuentra en ningún lugar de los libros de la
Biblia.
La diferencia entre los ángeles caídos y los demonios, es que los
ángeles caídos tienen cuerpo y pueden tomar cualquier forma, mientras que los
demonios no tienen cuerpo, por eso ellos buscan introducirse en los cuerpos de
las personas o de los animales (Lucas
11:24. Marcos 5:12).
Cuando las personas dicen que
los asustan los fantasmas, que los muertos les hablan y cosas semejantes, no son ni fantasmas ni
muertos, son los espíritus de los
gigantes, ahora demonios, que
Dios los ha dejado vagando en la tierra, y ellos afligen, destruyen y le causan daños a los
hombres, y si es posible, los poseen.
Enoc 16:1 Después me llevaron a un sitio cuyos habitantes son como el fuego ardiente,
pero cuando desean aparecen
como humanos. 16:2 Me llevaron
a la casa de la tempestad,
sobre una montaña cuya cima tocaba el
cielo, 3 y vi
las mansiones de las luminarias
y los tesoros de las
estrellas y del trueno, en los
extremos del abismo donde están el
arco de fuego,
sus flechas y
carcaj, la espada de fuego y
todos los relámpagos.
¿Quiénes son esos habitantes
como fuego ardiente, pero cuando desean aparecen como humanos? Veamos algunos
versos de la Biblia:
Hebreos 1:7 Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles
espíritus, Y a sus ministros llama de
fuego.
Deuteronomio 4:12 y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego.
Hebreos 12:18 Porque no os habéis acercado al monte que se podía
palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad,
La Biblia presenta a los
ángeles y al mismo Dios como fuego
ardiente, son las luminarias que
habitan en la casa de la tempestad
que queda sobre una cima que toca el cielo, y sus habitaciones están llenas de
tesoros, según nos relata Enoc.
Esas luminarias o ángeles pueden tomar forma humana. Hay muchos
casos en la Biblia, en donde los ángeles aparecen con apariencia de hombres. Y
en algunos pasajes de la Biblia, los ángeles son comparados con las estrellas porque
son como el fuego ardiente.
No es extraño pensar que la
estrella que guiara a los reyes magos era en realidad un ángel. Muchas veces
vemos hacia el cielo estrellas que tienen un brillo diferente, tal vez más
intenso, quizás no sean estrellas sino ángeles que están vigilando y cumpliendo
su trabajo.
Enoc 16:4 Luego me llevaron hasta las
aguas de vida y hasta el
fuego del occidente,
el que recogió todas las puestas
de sol.
5 Llegué hasta un río de fuego cuyas
llamas corren como
agua y desemboca en el
gran mar que está al
lado del poniente; 6 vi
grandes ríos y
llegué a una gran oscuridad y hasta donde ningún ser carnal
camina; 7 vi las
montañas de las tinieblas
de invierno
y el sitio hacia donde
fluyen todas las aguas del abismo; 8 y vi la desembocadura de todos los ríos
de la tierra y la desembocadura del
abismo.
La majestuosidad de lo que vio
Enoc es imposible de visualizar, este prominente hombre de Dios se convirtió en
un viajero espacial que fue llevado de un lado a otro del universo.
Enoc vio lo que ningún
astronauta ha visto jamás. Es posible que lo que Enoc vio es lo que corresponde
al mundo espiritual paralelo al mundo natural, fue un austronauta de dos
mundos.
UNA VISION DEL ABISMO
Enoc 18: 11 Luego me fue
mostrado un profundo abismo entre columnas de fuego celeste, y vi en él
columnas de fuego que descendían al fondo y cuya altura y profundidad eran
inconmensurables; 12 y más allá de este abismo vi un sitio sobre el cual no se
extendía el firmamento, bajo el cual no había tampoco cimientos de la tierra;
sobre el que no había ni agua ni pájaros, sino que era un lugar desierto y
terrible. 13 Allí vi siete estrellas parecidas a grandes montañas, que ardían,
y cuando pregunté sobre esto, 14 El ángel me dijo: "Este sitio es el final
del cielo y de la tierra; ha llegado a ser la prisión de las estrellas y de los
poderes del cielo. 15 "Las estrellas que ruedan sobre el fuego son las que
han transgredido el mandamiento del Señor, desde el comienzo de su ascenso,
porque no han llegado a su debido tiempo;
Posteriormente Enoc fue
llevado a un profundo abismo, a un
lugar lleno de columnas de fuego,
desértico y terrible, donde no hay cimiento de la tierra, ni agua ni
pájaros, es el final del cielo y de la tierra, es el lugar de prisión de los ángeles caídos.
Enoc 19:1 Después Sariel me dijo: " Aquí estarán los Vigilantes
que se han conectado por su propia cuenta con mujeres. Sus espíritus asumiendo
muy diversas apariencias se han corrompido y han descarriado a los humanos para
que sacrifiquen a demonios y dioses, hasta el día del gran juicio, en que serán
juzgados y encontrarán su final.2 "En cuanto a sus mujeres, las que fueron
seducidas por los Vigilantes, se volverán sosegadas". 3 Yo Enoc, solo, he
visto la visión, el final de todas las cosas y ningún humano ha visto lo que yo
he visto.
Se dice que en ese lugar se
encuentran los ángeles que se mezclaron con las mujeres y se enfatiza, que
ellos pueden adquirir múltiples apariencias y se valen de ello para hacer que
la humanidad adore y haga sacrificios a falsos dioses y demonios.
Esos ángeles caídos pueden
tomar la apariencia de cualquier “santo”
o de “la virgen María” para que les
hagan imágenes y les rindan culto. Ellos mismos pueden hace aparecer imágenes
para que las adoren hasta el día del gran juicio. Es decir, detrás de cada imagen hay un ángel caído.
Enoc
22:1 Desde allí fui a otra parte, a
una montaña de roca dura; 2 había ahí cuatro pozos
profundos, anchos y muy lisos. Y dije: "¡Qué lisos son estos huecos
y qué profundos y oscuros se ven!". 3 En ese momento,
Rafael el Vigilante y el
Santo, que estaba conmigo,
me
respondió diciendo: "Estas cavidades han sido creadas
con el
siguiente propósito; que los espíritus de las almas
de los muertos
puedan reunirse y que todas
las almas de los hijos
de los hombres se reúnan ahí.
Así
pues esos son los pozos
que
les servirán de cárcel;
4 "Están hechos para tal cosa,
hasta el día en que sean juzgados
hasta momento del gran juicio que se les hará
el último día".
Enoc fue llevado a otra parte,
y allí había una montaña de roca dura y cuatro pozos profundos. Es el abismo o
Hades, en donde son enviados los
espíritus de los muertos y que les sirven de cárcel hasta que sean juzgados en
el juicio del gran trono blanco.
Enoc
22:5 Vi allí al espíritu
de un hombre muerto
acusando, y su lamento subía hasta el
cielo, gritando y acusando. 6 Entonces pregunté a Rafael el
Vigilante y el Santo, que estaba conmigo:
"¿De quién es
este espíritu que está acusando
que
se queja de tal
modo que sube hasta el
cielo gritando y acusando?". 7 Me respondió diciendo: "Este es
el espíritu que salió
de Abel, a quien su
hermano Caín asesinó; él
lo acusa hasta que su
semilla sea eliminada
de la faz de la tierra y su
semilla desaparezca del linaje de los hombres".
De pronto Enoc vio a un espíritu que se lamentaba, gritaba y acusaba,
era el espíritu de Abel que acusaba a su hermano Caín. Siempre hemos supuesto
que Caín está en el abismo pero no así Abel el justo. Sin embargo esto tiene una explicación:
Enoc 22:8 Entonces pregunté
observando todos los pozos: "¿Por qué están separados unos de otros?"
9 Me respondió diciendo: "Esos tres han sido hechos para que los espíritus
de los muertos puedan estar separados. Así una división ha sido hecha para los
espíritus de los justos, en la cual brota una fuente de agua viva.
El abismo era el lugar de los muertos y allí había divisiones para que
los espíritus estuvieran separados. En la primera división se encontraban los
espíritus de los justos, allí había una
fuente de agua viva y allí se encontraba también el espíritu de Abraham, según nos cuenta Jesús en el capítulo 16 de Lucas. A esta división, el Señor Jesús le llama “el seno de Abraham”, También se le llama
el Paraíso.
Enoc 22:10 "Y así ha sido
hecha ésta para los pecadores cuando mueren y son sepultados y no se ha
ejecutado juicio contra ellos en vida.11 "Aquí sus espíritus serán
colocados aparte, para esta gran pena, hasta el día del gran juicio y
castigados y atormentados para siempre quienes merecen tal retribución por sus
espíritus.
En la segunda división se encontraban los espíritus de los muertos que
no eran considerados justos, los cuales eran atormentados en una llama (Lucas
16:24) esperando el juicio ante el Gran Trono blanco (Apocalipsis 20:11-15).
Enoc 22:12 "Esta división ha
sido separada para quienes presentan su queja y denuncian su destrucción cuando
fueron asesinados en los días de los pecadores. 13 También ha sido hecha ésta
para los espíritus de los hombres que no fueron justos sino pecadores, para
todos los transgresores y los cómplices de la trasgresión; que en el día del
juicio serán afligidos fuera de allí, pero no serán resucitados desde
allí". 14 Entonces bendije al Señor de Majestad y dije: "Bendito sea
el juicio de justicia y bendito sea el Señor de Majestad y Justicia que es el Señor
del mundo".
La tercera división es también para los pecadores y para los que fueron
asesinados y denuncian su destrucción, dice Enoc. En la actualidad al abismo van únicamente los muertos que no están en
Cristo. Antes iban todos los muertos, porque Cristo no nos había justificado
y ningún pecador podía entrar al cielo.
Jesús le dijo a uno de los malhechores que murieron con él, que ese
mismo día lo vería en el Paraíso, refiriéndose al Seno de Abraham (una división
del abismo), que se encontraba frente al Hades (otra división del abismo), no
al cielo. El ladrón no podía ir al cielo
porque Jesús no había resucitado.
Pero una vez que Jesús fue resucitado, los que hemos creído y nos hemos
bautizado, hemos sido justificados en Cristo, y al morir vamos directamente al
cielo porque el paraíso o seno de Abraham está ahora en el cielo, esa división
del abismo ha sido quitada. En 2
Corintios 12:11 el apóstol Pablo dice que fue arrebatado al cielo y que
allí estaba el Paraíso.
Los que estaban en el seno de Abraham también fueron trasladados con
Abraham al nuevo Paraíso en el cielo.
1 Pedro 3:18 Porque también Cristo
padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para
llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en
espíritu; 3:19 en el cual también fue y predicó a los espíritus
encarcelados,
La palabra de Dios dice que cuando Cristo murió, su espíritu viajo al
abismo y le predicó a los espíritus encarcelados que posiblemente no habían
oído hablar de él, para que creyeran y
pudieran salir de ese encarcelamiento.
Parece increíble que alguien pudiese haber visto tantas cosas
increíbles, parece mentira que alguien pudiese ser enseñado acerca de esos
secretos de Dios, debe ser la razón por la cual el libro no fue contado entre
los libros de la Biblia, pero nadie puede negar su veracidad, y es un libro fascinante.
Yo quiero seguir leyendo acerca de Enoc
el astronauta de dos mundos. Si usted también está fascinado, entonces nos
vemos en la siguiente entrega.
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