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EL PROFETA DELINCUENTE
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Hubo un profeta falso. Desenmascararlo es arriesgar
la vida porque sus seguidores no responden con argumentos sino con bombas. Me
han consultado sobre él y debo contestar con la verdad sobre lo que fue su
vida, y con la verdad sobre lo que son sus enseñanzas religiosas, porque
nuestra misión siempre ha sido la defensa de la verdad. En este caso, estamos
hablando de Mahoma.
SU VIDA
Es cuestión de estudiar la historia para
saber que Mahoma fue un delincuente, un terrorista y un
pedófilo. Nació el 29 de abril del año 570
después de Cristo, en la Meca,
lo que hoy es Arabia Saudita, en una
familia muy pobre perteneciente a la tribu de Quraish.
Su padre Abdullah falleció antes de que él
naciera y su madre Amina falleció cuando tenía tan solo 8 años. Quedó huérfano siendo
niño y fue su tío Abu Talib el que se
encargó de su crianza. Su tía política lo humillaba y lo trataba muy mal, lo
que resultó que a los 20 años abandonara su casa, lleno de odio y de rencor.
Pasado un tiempo, consiguió formar una pandilla de delincuentes para
robarles a los ricos, pero además consiguió empleo en una empresa de La Meca
para que nadie sospechara.
Enamoró a su patrona Khadijah, una comerciante viuda muy adinerada de cuarenta años, con
la que contrajo matrimonio y con esta primera esposa tuvo una hija única de
nombre Fátima.
Con el matrimonio no solamente consiguió un
fuerte vínculo afectivo y de familia,
sino que ascendió socialmente, convirtiéndose en un respetable comerciante.
Al casarse con Khadijah y tener mucho dinero,
Mahoma cambió su estilo de vida. Ahora podía viajar a donde quisiera, manipular
influencias, y continuar ampliando su banda de delincuentes. Todo lo que era
inaccesible para él anteriormente, ahora lo tenía al alcance de la mano. Así
que hizo aún más grande su grupo de jóvenes delincuentes. Ahora incluso
llegaban muchos jóvenes por sí solos a pedirle trabajo, ya que Mahoma se
convirtió en un mafioso muy famoso y los contrataba para robar y asesinar.
Durante los asaltos, secuestraban mujeres y
pedían un rescate por ellas, de esa manera amasó una enorme fortuna.
Llegado un tiempo, no sólo robaban, ahora violaban a las mujeres y mataban a
todos los que se resistían. Hacían esclavas a sus mujeres y las llevaban con
ellos para torturarlas y violarlas. Fue el grupo mafioso más horrendo de esta
época.
De repente, Mahoma se dio cuenta de que la gente
le tenía mucho respeto a los religiosos judíos y cristianos, la gente les
seguía, y recibían mucho dinero por las donaciones religiosas.
Pensó que necesitaba ese respeto y esas
donaciones y le vino una gran idea. Él acostumbraba refugiarse en la cueva de Hira para encontrarse allí con
su banda de delincuentes. Entonces, decidió inventar que iba a la cueva a reflexionar, y que allí tuvo
encuentros con el ángel Gabriel, el
cual le hizo muchas revelaciones de parte de Dios. Esto sucedió en el año 610,
cuando tenía 40 años de Edad.
Entonces comenzó a predicar en las calles
argumentado ser un profeta como Jesús, pero mayor que Jesús, el mayor profeta de Dios para la humanidad,
tal y como lo creen sus seguidores.
En la meca había más de 360 imágenes de dioses
paganos y Mahoma tomó el control de la
meca y con 10.000 hombres destruyó todas las imágenes excepta una: la del dios luna y le cambió el nombre por Alá.
Proclamó que solamente hay un Dios Padre, no hay ni hijo ni Espíritu Santo. Según
él,
eso le fue revelado por el ángel Gabriel. Decidió crear una religión
llamada el Islam y con un dios de
nombre Alá. La palabra “Islam” significa “entrega” o “sumisión total”,
que según Mahoma, es la única manera de
complacer a Alá.
Los seguidores de esta falsa religión serían
llamados musulmanes, y según Mahoma,
el mundo habría sido hecho solamente para los musulmanes y que solamente ellos alcanzarían
la gloria.
Con ayuda de sus amigos escribió un libro que
llamó el Corán, el cual
supuestamente contiene todas las revelaciones que le llegaron de parte de Alá.
Allí estableció ritos; determinó reglas de cinco rezos diarios, el ayuno
durante el mes de Ramadán, y la visita obligatoria a la Meca una vez al año.
Con la excusa de rezar, construyó templos a los
que llamó mezquitas, que más bien
servían para planificar las masacres humanas que llamó “guerras santas”.
Los terroristas Islámicos del mundo moderno siguen
usando esa excusa para causar dolor, muerte y destrucción en todo el mundo.
Según Mahoma, es obligación de todo creyente participar
en las guerras santas en el nombre del Alá, para acabar con todo aquel que no
acepte su falso credo.
Aprovechando la influencia, y status social de
su esposa, Mahoma introdujo la nueva religión del Islam públicamente y se
declaró profeta. Cuando el pueblo de La Meca oyó acerca del Islam, Alá como
dios y Mahoma como profeta, al principio nadie le quiso escuchar ni creer. Pero
su esposa le ayudó a hacer llegar su mensaje a todo el pueblo y convencer a
muchos de ellos.
Además, los delincuentes que formaban parte del equipo
de Mahoma se convirtieron falsamente
al Islam para enseñar al pueblo que había una revolución religiosa, que Alá había
enviado su verdadero mensaje a este mundo, y que había elegido La Meca como su
hogar sagrado.
La mujer de Mahoma y su equipo sobornaban sutil y astutamente a los
pobres y mendigos para convertirlos al Islam, dándoles dinero, comida y otras
cosas de primera necesidad. Así Mahoma incrementó la cantidad de gente que
adoptaba su falsa fe. Luego le siguieron sus amigos y conocidos más cercanos.
Él actuaba como el falso profeta que era e
intentaba convencer a todo el mundo de que estaba recibiendo mensajes de Alá y
que venían los ángeles de Alá a verle. No lo podría hacer ni en su casa ni en
las calles porque, al hacerlo en los lugares públicos su engaño se descubriría.
Por eso eligió el lugar donde escondía su dinero de los robos: la Cueva de Hira.
La enseñanza de Mahoma tiene dos caras, por un lado que solamente hay un dios y ese dios es Alá,
y por otro lado, el que no lo acepte ese
dios y sus revelaciones debe morir.
Mahoma empezó a ser obstaculizado por las
comunidades cristianas y judías, que sabían que sus enseñanzas era falsas, que
no existía ningún Dios llamado Alá y que Mahoma era un profeta falso. Así que
Mahoma tuvo que utilizar la violencia, el terror y el poder de su mafia contra todos los que
pusieran obstáculos en su camino.
Mahoma envió su mensaje a la comunidad cristiana
y judía para que aceptaran el Islam, pero no tuvo éxito. Los judíos y
cristianos a pesar de tener miedo a Mahoma le rechazaron y le dijeron que ellos
tenían un dios que les salvaría. Entonces Mahoma manifestó:
“He sido ordenado por
Alá para luchar contra todos los Infieles hasta que se sometan a la realidad de
que no hay Dios pero sí Alá y que Mahoma es su mensajero. Sométanse y testifiquen que no hay Dios,
pero sí Alá y que Mahoma es el apóstol de Alá, antes de que pierdan la cabeza”.
Mahoma transmitió al mundo a través del Corán: “ordeno a los musulmanes luchar contra los
infieles hasta que éstos sean muertos o convertidos al Islam. Permitir a
personas de otras fe vivir e ignorar el Islam no es una opción”.
Los siguientes años fueron de barbarie y
violencia. Mahoma forzó a los cristianos y judíos a convertirse al islam a
punta de espada. Sus mujeres eran violadas por Mahoma y sus seguidores. Y sus
tierras eran capturadas. Muchos niños quedaron huérfanos y las chicas jóvenes
perdieron a sus novios.
La barbarie de Mahoma no distinguió entre
jóvenes, ancianos, o niños. Todos fueron víctimas de la espada de Mahoma.
Mujeres viudas, niños huérfanos, maltratos físicos y psicológicos.
Mahoma sumía en la misma situación que él
sufrió, sin padres, a otros niños árabes. Una parte de la población, con
profundo horror y sufrimiento, lloró el resto de sus vidas.
El éxito rotundo de su estrategia atrajo varios
grupos mafiosos de otros pueblos y países árabes, unos grupos de la ciudad
árabe de Medina le invitaron a ir y
negociar para agregarse al grupo de Mahoma.
A Mahoma le interesó esta oferta porque
necesitaba más mano de obra y alianzas políticas con varios grupos, para seguir
con el plan de ondear su bandera en todo el mundo.
Mahoma y sus alianzas mafiosas llegaron al
acuerdo de compartir el poder pero siempre y cuando gobernaran el mundo bajo de
la bandera de Mahoma. Y desde Medina empezaron una nueva historia.
La religión, que fue creada por Mahoma, estaba a
punto de ser expandida internacionalmente, con muchos planes de guerras,
violencia y acción militar islámica.
Mahoma y sus seguidores iniciaron la ofensiva
contra países pacíficos para imponer el Islam. Usando la fuerza, violencia,
eliminando a sus enemigos y obstáculos a su paso. Emprendió la Guerra Santa
contra el paganismo, el cristianismo y el judaísmo. Esta guerra cobró
incontables vidas en varias comunidades, ciudades y países.
Las guerras santas de Mahoma causaron la peor
masacre humana de la historia de nuestra humanidad. Empezó por Medina, pasando
por La Meca a todo el mundo árabe, conquistando muchos países y sometiéndolos
bajo su bandera, y llegando a los pies de casi todo el mundo.
El palacio de su vida estaba lleno de las
alegrías y lujo que construyó encima de los cadáveres de miles de víctimas
inocentes, y le hacía sentir como un dios que podía hacer bailar a todo el
mundo con un solo dedo.
Pasó de ser un huérfano pobre a convertirse en
ladrón, después en un mafioso asesino, luego un falso profeta y en un fanático del sexo.
En las guerras mataban a judíos y cristianos, y
las mujeres de estas víctimas las apresaba Mahoma. Era él quien elegía a las
mujeres más atractivas y las que sobraban se las daba a su equipo.
Estas mujeres pasaban a ser esclavas de Mahoma. Les hacía bailar, las forzaba a darle placer
sexual a punta de espada y, después de usarlas, las tiraba.
Las
mujeres
habían sido como un juguete para
Mahoma. No las valoraba ni respetaba. Para él las mujeres eran de usar y tirar.
Y era lo que enseñaba a todos los hombres que le seguían.
Es por eso que, hasta hoy, en el mundo islámico las mujeres no tienen los mismos derechos
y el mismo respeto que los hombres. Gracias
a Mahoma hoy día en el mundo islámico las mujeres están sometidas,
discriminadas y torturadas por los hombres.
Mahoma se casó muchas veces, divorciándose vez
tras vez para casarse con otra. El Corán y la historia nos dice que Mahoma se casó once veces, pero según los
indicios, Mahoma se casó muchas veces más. Se casó varias veces en un mes y
hasta en una semana.
Para no ser cuestionado, cada vez que se casaba
con una mujer decía a todo el mundo que Alá
se lo había ordenado. Para legalizar
el asunto, dijo que Alá le había revelado que los “hombres podían tener cuatro
esposas a la vez”.
De sus muchos matrimonios, el más cuestionable
fue el que tuvo con la hija de su mejor
amigo Abu Bakar, una niña de 6 años. También, en el nombre de
Alá, obligó a divorciarse a uno de sus hijos: Zaynab bint Khuzayma, para casarse con su nuera que le gustaba.
Mahoma tuvo relaciones sexuales con casi cualquiera
que se le antojaba, gracias a las “órdenes
que le venían de Alá”. Explotó sexualmente a las niñas menores y mantuvo
muchas esclavas e incontables esposas, justificándose siempre el ser obediente
a Alá.
Mahoma sentía un gran desprecio por las mujeres, porque a él le parecía que todas
las mujeres eran tan malas y crueles como su tía y en consecuencia veía a su tía en cada mujer. Es por eso que a
través de sus escritos y órdenes ha legado una vida muy difícil para las
mujeres. Por ejemplo, entre sus órdenes se expresa la discriminación de la
mujer en varias maneras.
Mahoma hizo tan fácil para los hombres destruir
la vida de sus mujeres, que un hombre en cualquier momento, sin ningún aviso,
preparación o un proceso legal puede divorciarse de su mujer en unos segundos,
tan sólo diciendo la palabra “Talaq“,
que significa divorcio, tres veces.
Pero la mujer no lo tiene tan fácil si quiere
divorciarse de su marido. Primero la sociedad islámica no le permite hacerlo y
si aun así ella quiere su libertad rebelándose, tiene que pasar por un largo y
penoso proceso. Pero luego por ser divorciada no tendrá el mismo respeto en la sociedad como antes.
Cualquier religión permite a los hombres y
mujeres rezar juntos a sus dioses bajo el mismo techo, pero Mahoma también
discriminó a las mujeres. No les está
permitido rezar en las mezquitas con los hombres. Esto porque según Mahoma
las mujeres son personas de segunda clase y no están tan cerca de Alá como lo
están los hombres. Es por eso que las mujeres rezan separadas de los hombres en
sus casas.
Mahoma no permitió que las mujeres entraran a
los cementerios. Tampoco pueden acercarse, hablar o hacer amistades con los
hombres que no sean parientes cercanos. Siempre deberán estar cubiertas,
tapando sus rostros y cuerpos enteros.
Mahoma no creía que las mujeres eran
inteligentes o que su palabra tuviera valor, es por eso que en las leyes
islámicas que inventó Mahoma, el testimonio
de una mujer no es válido. Por ejemplo si una mujer ha sido violada y ella
lo denuncia, ésta denuncia no será procesada hasta que no haya por lo menos un
hombre que le sirva de testigo. Aunque haya cien mujeres de testigos, ninguno
de sus testimonios será tomado en cuenta.
Al hacer todo eso Mahoma dejó a la mujer
condenada a sufrir por siempre. Y no pueden cambiar o mejorar la situación,
porque Mahoma a través del Corán dejó claro que no se permiten modificaciones.
También, a través del Corán, Mahoma prohibió a
los musulmanes hacer amistades o tener relaciones con los “Qafir”, aquellos que no profesan su misma religión.
Después de ganar las guerras Mahoma y su equipo
capturaban los edificios de las ciudades y los convertían en sus mezquitas, y
en ellas erguían los altos Minaretes, que según Mahoma eran las señales de
victoria del Islam. Las mezquitas no eran solamente un lugar para rezar, sino
la gran oficina de su conquista del mundo y los minaretes demostraban su poder.
Mahoma inventó su bandera Islámica con la imagen de una espada, lo que significa que todos deben someterse al Islam o morir.
La espada todavía existe en la bandera
nacional de Arabia Saudita, país donde
nació.
Mahoma nunca permitía nadie a oponerse a él.
Oponerse significaba perder la vida. Varias personas de su propio grupo que se
rebelaron contra él fueron asesinadas brutalmente por Mahoma. Y hasta el día de
hoy los musulmanes siguen la misma ideología. Según ellos, quien decida
abandonar o criticar el Islam, será castigado.
Después de lograr todos sus objetivos de ser
rico, poderoso y respetable, en el año 632 a la edad de 62 años, Mahoma murió. Pero antes de irse de
este mundo dejó tanto radicalismo y violencia en los corazones de los
musulmanes que nunca lo podremos quitar o cambiar.
Aunque Mahoma murió, sus seguidores, alianzas
políticas y equipo de delincuentes siguieron con todas las injusticias,
torturas y masacres que él les enseñó.
Desde entonces han extendido esta falsa religión
en todo el mundo y todavía siguen con su ideología de gobernar el mundo a
cualquier precio y de cualquier manera, tal como les enseñó Mahoma.
Y así, de generación en generación, el tiempo
pasó, y las nuevas generaciones de musulmanes, cegados por el fanatismo religioso, no se dan cuenta de que siguen una
religión erigida sobre las tumbas de muchos hombres inocentes, y que su
religión es un mar lleno de las lágrimas de incontables mujeres.
Continuaron venerando a Mahoma como el mensajero
de Alá, y al Islam como la religión que sus generaciones pasadas les legaron.
Ellos no quieren aceptar la verdadera historia, se niegan a aceptar la realidad
de que su profeta no era más que un ladrón, un asesino y un violador que
inventó falsos mensajes para lograr poder y satisfacer su ambición desmedida.
SUS FALSAS
ENSEÑAZAS
1. El islamismo enseña que Dios
es uno, es decir, que solamente hay un Padre, no hay ni hijo ni Espíritu Santo.
Falso: La palabra de Dios nos
indica claramente que hay un solo Dios en tres personas. En Génesis 1:26 dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen,
conforme a nuestra semejanza. Allí
vemos que Dios habla en plural y no en singular.
En Juan
10:30 Jesús dijo: Yo y el Padre uno
somos. En Juan 14:16 Jesús dijo:
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro
Consolador, para que esté con vosotros para siempre. Aquí se refiere al
Espíritu Santo que sería enviado a morar en los hombres.
Y más adelante, en clara referencia al Espíritu
Santo dijo: En aquel día vosotros
conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros (Juan
14:20).
Dios es uno, pero en tres personas. Es algo que
no podemos comprender claramente, pero tampoco podemos negarlo como lo hace
abiertamente el Islam.
2. El Islam declara que el nombre de Dios es Alá y que es el único
Dios verdadero.
Falso, no existe ningún dios
llamado Alá, el único Dios verdadero declaró que su nombre es YO SOY:
Éxodo 3:14
Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY.
Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.
Dios habló como Jehová, el Dios auto existente.
Él es el que provee, él es que sana, él es el que salva, él es el único creador
del universo, por eso declara “Yo soy”.
Salmo
83:18 Y conozcan que tu nombre es Jehová;
Otros versículos dicen que el nombre de Dios es Jehová. Esa palabra es una traducción
de la palabra hebrea יהוה (YHWH), que no tiene
vocales y significa el Eterno, el
que fue, el que es y será para siempre, o sea: YO SOY.
Han traducido la palabra como Jehová o como Yavé para que sea pronunciable.
3. El islamismo enseña que
Jesús fue un profeta, pero no fue el
hijo de Dios. Es decir, creen en Jesús pero no creen en Jesucristo. Y puntualizan
que Mahoma es el último de los profetas
y es superior a Jesús.
Falso: La biblia dice en 1
Juan 2:22-23: ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este
es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo,
tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.
Con base en este versículo nos queda claro que Mahoma era un anticristo, que tenía el
espíritu del anticristo porque negaba que Jesús es el Cristo, por lo tanto
todas sus enseñanzas son doctrinas de
demonios, son enseñanzas que vienen del diablo.
Para determinar lo falso que era, Mahoma dijo
que él era superior a Jesucristo ¿Quién puede ser superior a Jesucristo? Solamente
el Padre. ¿Qué fue, que Mahoma murió por los pecados de la humanidad?
4. La falsa doctrina del
islamismo enseña que los soldados muertos en las “guerras santas” tienen un
lugar seguro en el cielo. Las guerras Santas, que de santas no tienen nada, son
para expandir la fe. El que muere en ellas tiene el cielo ganado. Y también
enseñan que los que no se someten al islamismo irán al infierno.
Falso: Jesús nos trajo su
evangelio y lo trajo en santa paz. Las guerras santas son todos los ataques terroristas que llevan a cabo los musulmanes contra todos
aquellos que no se someten al islamismo. La palabra de Dios no dice que tenemos
que matar para ir al cielo ni someternos a ninguna religión. Lo que dice es: “el que
creyere
en el evangelio y se bautice será salvo”
(Marcos 16:16).
Lógicamente que todos los musulmanes irán al
infierno al morir, aunque no participen del terrorismo, porque no creen en el evangelio de Cristo. “El
que no cree en Cristo ya ha sido condenado porque no cree en el unigénito hijo
de Dios” (Juan 3:18).
5. Otra de sus falsas enseñanzas
es la doctrina de la predestinación.
Para ellos el hombre ya tiene una vida escrita, vive lo que ya estaba escrito
para él.
Falso: Si eso fuera así, Dios
sería un dios injusto. Dios nos da libre
albedrío. Dios nos predestinó
para que todos seamos adoptados como sus hijos (Efesios1:5). Lo que eso significa es que Dios quiere ese destino para nosotros, pero podemos rechazarlo o
aceptarlo, él no nos obliga.
A Adán y a Eva, Dios les puso las dos opciones simbolizadas
por dos árboles y ellos escogieron el árbol equivocado. Si hubieran estado
predestinados no hubiera sucedido lo que sucedió en el Edén y ellos hubieran tenido
que obedecer.
6. El Islam enseña que la mujer es un pedazo de tierra cultivable,
o sea que es como un objeto y que los esposos pueden pegarle a sus esposas.
Falso: la Biblia declara que
Dios creo al hombre, varón y hembra los creó para que fueran una sola carne (Génesis 1:27-2:24), la mujer no es cualquier objeto, es el complemente perfecto del varón, es el vaso frágil a la que hay que darle honor (1 Pedro 3:7).
RESUMEN
Podríamos seguir enumerando los errores del
Islam, pero para muestra un botón. No vale la pena dedicar tiempo para estudiar
a fondo las doctrinas de un extremismo religioso, que mata gente inocente a
diestra y siniestra, y que mantiene al mundo en vilo sin ninguna justificación.
Más que una religión, son los peores
terroristas del planeta.
Por ejemplo,
el Corán dice que Jesús no murió por nuestros pecados, que no fue crucificado y
que no es ningún salvador. También dice que Moisés vivía en los tiempos del
diluvio; que Dios duró ocho días y no seis en la creación de los cielos y la tierra;
que solamente dos hijos de Noé y no tres
se salvaron con él; que Abraham trajo a Ismael para sacrificarlo y no a
Isaac, entre tantas de sus contradicciones.
El simple hecho de que el Islam niegue que Jesús
es el hijo de Dios, es suficiente para catalogar esta religión como una secta diabólica que no gana almas para
Dios sino que las empuja al fuego del infierno.
¿Qué podemos esperar? Su creador fue un vil
asesino, violador de mujeres, pedófilo y un hombre que blasfemó una y otra vez contra el Espíritu Santo al contradecir su
Santa Palabra.
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