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La humanidad está siendo castigada,
terremotos, huracanes, desastres naturales uno tras otro se están sucediendo ¿Serán
los celos de Dios? Aunque parezca sorprendente, Dios declara en su palabra: “Yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso,
que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y
cuarta generación de los que me aborrecen” (Éxodo 20:5).
No hay nada más destructivo que los
celos, son una emoción que se niega a tolerar la traición y que puede llenar a
una familia de luto.
La frase “amores que matan” describe lo que son los celos, y a pesar de que
los celos parecen algo malo, en las Escrituras se enfatiza una y otra vez que
Dios es celoso, que se siente “aborrecido”
por los que lo traicionan y entonces toma represalias.
No se a qué religión perteneces
querido lector, pero quiero pedirte que te despojes de todo prejuicio y de todo
fanatismo religioso para que puedas ver la verdad que voy a mostrarte.
No se si has leído el viejo
testamento, allí se nos cuenta la
historia de Israel, un pueblo escogido
por Dios. A pesar de ser el pueblo
escogido es el pueblo que más ha sufrido y sigue sufriendo. Dios permitió que
fuera esclavizado, humillado, maltratado, que murieran por miles y que no
tengan paz ¿Por qué? Porque Israel traicionó a Dios con falsos ídolos.
1
Corintios 10:11 Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas
para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos.
Todo lo que le ha sucedido a Israel, está
escrito para amonestarnos, para que nos sirva de ejemplo, para que entendamos que
Dios es un Dios celoso que no soporta la
traición. Dios le habló al pueblo judío de la siguiente manera:
“Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la
tierra de Egipto, de casa de servidumbre. No tendrás dioses ajenos delante de
mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo,
ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a
ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que
visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen...” (Éxodo 20:1-5)
Dios le advirtió a su pueblo que no
tuviera otros dioses, que no hiciera ninguna imagen ni se inclinara ante ella para
darle honra. Sin embargo, el pueblo judío acostumbrado a ver los egipcios y a
otros pueblos vecinos que adoraban imágenes de falsos dioses, no cesaron en su
idolatría y Dios debió castigarlos una y otra vez. Pero no solamente Israel cayó en el engaño, el
mundo entero ha caído en la falsa idolatría y Costa Rica no es la excepción.
Debemos estar preparados porque Costa Rica es un país idólatra y el Dios celoso puede tomar
represalias. Vayas donde vayas verás la idolatría. Montones de templos cargados
de ídolos en donde se le da a los ídolos a gloria que se le debe al Padre. Tenemos
un puente que con el nombre de un ídolo, hospitales que le dan la gloria a
falsos ídolos dándoles su nombre, lo mismo sucede con las escuelas y con los colegios
que llevan el nombre de falsos dioses. Y ni me diga de los barrios, casi todos
con nombres de falsos ídolos. Y en cada pueblo celebran festejos en honor a
algún falso ídolo.
Jeremías
10:2 Así dijo Jehová: No aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales
del cielo tengáis temor, aunque las naciones las teman.
“No
se comporten como el resto de las naciones, no hagan caso de sus predicciones”,
en otras palabras olvídate de los que predicen el futuro, dice Jehová.
Esas palabras escritas hace miles de
años, pareciera que fueron escritas hoy. En las redes sociales estuvo
circulando la noticia de que el 23 de setiembre del 2017 se acababa el mundo. Ahora
corrigieron y dicen que será el 1 de octubre. “No le creas al hombre” nos dice Dios porque “el hombre no conoce el futuro”.
Jeremías
10:3 Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; porque leño del bosque
cortaron, obra de manos de artífice con buril. 10:4 Con plata y oro lo adornan;
con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva. 10:5 Derechos están como
palmera, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de
ellos, porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.
Las costumbres del mundo son vanas y
necias. Cortan un árbol y el artesano talla un ídolo. Lo decoran con oro y
plata y luego lo aseguran con martillo y
clavos para que no se caiga. Lo convierten en un ídolo, y ese ídolo es
como un espantapájaros en un campo de
pepinos.
No puede hablar y necesita que lo carguen
en los brazos porque tampoco puede caminar. No tengan temor de esos falsos dioses, porque no pueden hacerles ningún daño,
tampoco ningún bien, ha dicho Jehová.
Eso no sucedió solamente en la época
de Jeremías, es algo que sucede todos los días en el mundo. La religión se ha
encargado de crear un ídolo tras otro para que los fieles se inclinen ante
ellos y les den honra y hasta les hagan peticiones como si fueran dioses.
Pero esos ídolos no pueden hacer mal
ni bien, tampoco lo que ellos representan porque solamente hay un Dios
verdadero que puede hacer milagros y conceder peticiones.
No hay que buscarle explicaciones
científicas a todo lo que estamos padeciendo, el Dios celoso está descargando su ira y la seguirá descargando si el
mundo no se deshace de sus falsos dioses y se vuelve hacia él con el corazón
arrepentido.
Jeremías
10:8 Todos se infatuarán y entontecerán. Enseñanza de vanidades es el leño.
Se han infatuado y atontado, no ven
que la enseñanza del leño (la enseñanza
de la idolatría) es vanidad, ha dicho el Señor.
Jeremías
10:9 Traerán plata batida de Tarsis y oro de Ufaz, obra del artífice, y de
manos del fundidor; los vestirán de azul y de púrpura, obra de peritos es todo.
10:10 Mas Jehová es el Dios verdadero; él es Dios vivo y Rey eterno; a su ira
tiembla la tierra, y las naciones no pueden sufrir su indignación.
¿Qué dice allí? Que traen láminas de
plata desde Tarsis y oro desde Ufaz, y les entregan esos materiales a hábiles
artesanos para que hagan sus ídolos. Luego
los visten con ropas de púrpura y azul real hechas por sastres expertos.
Sin embargo, el Señor es el único
Dios verdadero. Él es el Dios viviente y el Rey eterno y toda la tierra tiembla
ante su enojo; y las naciones no pueden hacerle frente a su ira.
Jeremías
10:11 Les diréis así: Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra,
desaparezcan de la tierra y de debajo de los cielos.
¿Dónde están esos dioses? ¿Por qué no
evitan esas desgracias? Están cayendo derribados junto con sus templos ante el
poder del único Dios verdadero.
Jeremías
10:12 El que hizo la tierra con su poder, el que puso en orden el mundo con su
saber, y extendió los cielos con su sabiduría; 10:13 a su voz se produce
muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de lo postrero de la
tierra; hace los relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus depósitos.
El mismo Dios que hizo la tierra con
su poder y extendió los cielos con su sabiduría, es el mismo Dios que hace que
la tierra tiemble, que las nubes se levanten sobre la tierra, que los
relámpagos vengan con la lluvia, y que se produzcan los huracanes.
Jeremías
10:14 Todo hombre se embrutece, y le falta ciencia; se avergüenza de su ídolo
todo fundidor, porque mentirosa es su obra de fundición, y no hay espíritu en
ella. 10:15 Vanidad son, obra vana; al tiempo de su castigo perecerán.
Los hombres se han embrutecido, son necios y no tienen
conocimiento de Dios. Los artesanos quedan deshonrados por los ídolos que
hacen, porque sus obras hechas con tanto esmero son un fraude, no tienen ni
aliento ni poder, son inútiles; son mentiras ridículas; a su tiempo todos los
idólatras serán destruidos.
Jeremías
10:17 Recoge de las tierras tus mercaderías, la que moras en lugar fortificado.
10:18 Porque así ha dicho Jehová: He aquí que esta vez arrojaré con honda los
moradores de la tierra, y los afligiré, para que lo sientan. 10:19 ¡Ay de mí,
por mi quebrantamiento! mi llaga es muy dolorosa. Pero dije: Ciertamente
enfermedad mía es esta, y debo sufrirla.
Hagan las maletas y prepárense para
salir; pues el Señor ha dicho que de forma repentina echará a todos los que
viven en esta tierra. Derramará sobre la humanidad grandes dificultades, para
que sientan el enojo de sus celos.
“Mi
herida es profunda y grande mi dolor”,
dice el Señor, porque él ama al hombre, pero la enfermedad es incurable, y debe
soportarla.
Jeremías
10:20 Mi tienda está destruida, y todas mis cuerdas están rotas; mis hijos me
han abandonado y perecieron; no hay ya más quien levante mi tienda, ni quien
cuelgue mis cortinas. 10:21 Porque los pastores se infatuaron, y no buscaron a
Jehová; por tanto, no prosperaron, y todo su ganado se esparció.
Mi casa está destruida, y no queda
nadie que me ayude a reconstruirla. Se llevaron a mis hijos, y nunca volveré a verlos. Los pastores de mi
pueblo han perdido la razón. Ya no
buscan la sabiduría del Señor. Por lo tanto, fracasan completamente y sus
rebaños andan dispersos, ha dicho el Señor.
Esta profecía es para la iglesia de hoy en día. Los pastores
han perdido la razón, se olvidaron de enseñar la verdad, solamente les
interesan los diezmos de los fieles, por lo tanto los entretienen con palabras
bonitas, con promesas de bendición y con palabras de prosperidad.
Los pastores evangélicos están
enseñando a los creyentes a buscar las
cosas del mundo en lugar de enseñarlos a buscar el Reino de Dios y su justicia (Mateo
6:33) y eso también es traición e idolatría.
Efesios
5:5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es
idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.
Como vemos, el término idolatría se
utiliza también para describir a los avaros o amantes del dinero (Colosenses 3:5). La idolatría consiste en
poner
la fe en las cosas de este mundo, ya sea en esos falsos ídolos que son
totalmente mundanos, o en las cosas materiales.
"No podéis servir a Dios y al dinero", dijo Jesús (Mateo 6:24). La idolatría rechaza el único Señorío de Dios; es, por
tanto, incompatible con la comunión divina. El idolatra pone una persona, cosa
o deseo en lugar de Dios.
Salmo
15:4 Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres. 115:5
Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; 115:6 Orejas tienen, mas
no oyen; Tienen narices, mas no huelen; 115:7 Manos tienen, mas no palpan; Tienen
pies, mas no andan; No hablan con su garganta. 115:8 Semejantes a ellos son los
que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos.
Las gentes están embrutecidas dijo el
Señor ¿Cómo pueden hacerle peticiones a las obras de las manos? No ve que son
leños que no hablan, ni oyen ni sienten ni caminan.
Al igual que esos ídolos, son los que
los hacen y los que ponen su confianza en ellos, es decir tienen orejas pero no
escuchan lo que Dios les dice, están entontecidos ¿Cómo confiar en un leño?
El diablo se ha inventado miles de
dioses falsos ofreciéndoselos a la humanidad desde el principio del mundo, para
desviar la adoración para el único Dios verdadero y de esa manera poder
llevarlas al infierno cuando mueran.
El diablo ha hecho que la gente
adorare becerros, insectos, árboles, al sol, a la luna, a los muertos, a María
la madre terrenal de Jesús, a los apóstoles y hasta al mismo satanás.
La excusa de muchos religiosos, es
que no le piden a los leños sino a lo que éstos leños representan, o sea a los
muertos. Sin embargo, en la palabra de Dios usted nunca va a encontrar algo que
diga que María o cualquier muerto que se encuentre en el cielo puede interceder
o escuchar las oraciones de las personas que están en la tierra.
1
Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre.
¿Por qué son tan necios? Si la
palabra de Dios dice que solamente hay un mediador y ese mediador es Jesucristo
¿Por qué insisten en oraciones vanas dirigidas a los muertos?
¿Por qué ha aumentado la maldad? ¿Por
qué ha aumentado la homosexualidad? Solamente hay una respuesta y esa respuesta
es la idolatría.
Romanos
1:21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le
dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio
corazón fue entenebrecido. 1:22 Profesando ser sabios, se hicieron necios, 1:23
y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre
corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.
Dice la palabra de Dios, que el
hombre habiendo conocido a Dios a través de la creación, en lugar de darle
gloria, se envaneció en su corazón, se creyó sabio y se hizo necio y cambió la
gloria de Dios por la gloria a las imágenes de las cosas creadas.
Romanos
1:24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las
concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios
cuerpos, 1:25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y
dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los
siglos. Amén. 1:26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun
sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, 1:27 y de
igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se
encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos
hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su
extravío. 1:28 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los
entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; 1:29 estando
atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad;
llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; 1:30
murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios,
altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, 1:31 necios,
desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; 1:32 quienes
habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son
dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que
las practican.
El hombre traicionó a Dios, no hizo
caso de su advertencia de que no debía tener
otros dioses, ni debía inclinarse ante las imágenes y darles honra (Éxodo 20:1-5), entonces el Dios celoso
los entregó a una mente reprobada
para que hagan cosas que no convienen.
La homosexualidad, los homicidios, la
soberbia, la deslealtad, la falta de misericordia y toda clase de maldad es consecuencia de la
idolatría. “Pero mi hijo nació así”,
dirá alguien; claro, pero recuerda que Dios dijo que perseguiría la maldad hasta por cuatro generaciones, es decir que
llenaría de maldad a las generaciones siguientes por causa de la idolatría.
Esa es la herencia de la maldad, es lo que los idólatras heredan a sus
generaciones porque Dios es celoso y no pasa por alto la traición.
Apocalipsis
17:1 Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló
conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera,
la que está sentada sobre muchas aguas; 17:2 con la cual han fornicado los
reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino
de su fornicación.
La gran ramera, la cual será quemada
al final de los tiempos es la religión que
incita al hombre en particular y a las naciones en general, a fornicar
espiritualmente, es decir a traicionar a Dios con falsos dioses.
Dice la palabra de Dios en el libro
de Oseas, que Dios ordenó al profeta
que se casara con una prostituta. Lo hizo con el propósito de que el profeta
viviera en carne propia el sufrimiento que siente el mismo Dios cuando es
traicionado por lo que él estuvo dispuesto a enviar a su hijo a morir (Juan 3:16).
No quiero asustarte, pero los
terremotos continuarán y serán cada vez más fuertes, los huracanes también
seguirán sacudiendo la tierra, muchas cosas negativas sucederán porque Dios castiga
la traición.
Solamente puedes escapar de la gran
tribulación que se avecina y que está profetizada por Jesús en Mateo 24 y por Juan en el libro de Apocalipsis.
La única manera es volviéndote al
único Dios verdadero y renunciar a todo aquello que esté ocupando su lugar. De
lo contrario sufrirás las consecuencias de los celos de Dios ¡Estás avisado!
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