El Libro del Apocalipsis revela con lujo de
detalles los juicios que Dios tiene decretados sobre la tierra. También revela
que Jesús vendrá a rescatar a su iglesia
para evitarle el sufrimiento ocasionado por esos juicios. Pero hay algo que
debemos tomar muy en cuenta y es que “no
todos los que son parte de la iglesia serán rescatados”, sino únicamente “los vencedores”, lo que el Señor advierte claramente en siete mensajes que
envía a siete iglesias:
EFESO
LA IGLESIA SIN AMOR
El primer mensaje está dirigido a la iglesia de
Efeso de los tiempos del apóstol Juan. Pero ese mensaje en realidad no es
solamente para la iglesia de Efeso de
aquel momento, sino “para todas las
iglesias de todas las épocas que tengan el mismo comportamiento”. Así es
con los siete mensajes a las otras
iglesias.
En realidad solamente existe una iglesia
universal y esa iglesia es la iglesia de Cristo, compuesta por todos aquellos
creyentes que han tenido un nuevo nacimiento. No obstante esa iglesia universal
“se ha dividido doctrinalmente” en iglesias locales que han acomodado o pervertido
el evangelio de Cristo:
Apocalipsis
2:1 Escribe al ángel de la iglesia en Efeso: El que tiene las siete estrellas
en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto:
2:2 Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes
soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo
son, y los has hallado mentiroso. 2:3 y has sufrido, y has tenido paciencia, y
has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado.
El Señor Jesús elogia a esta iglesia porque está
compuesta por obreros arduos y pacientes. También porque es una iglesia que se
fundamenta en la palabra de Dios, por lo tanto no tiene problemas para probar a
los falsos maestros, aquellos que se hacen llamar apóstoles con el propósito de
tergiversar el evangelio de Cristo.
Apocalipsis
2:6 Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo
también aborrezco.
Además, es una iglesia que aborrece las obras de
los nicolaítas, una secta que convertía en libertinaje la gracia de Dios (Judas 4) e inducía a sus seguidores al
pecado. Hay muchos nicolaítas en la actualidad.
Apocalipsis
2:4 Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
Todo parece perfecto en la Iglesia de Efeso, pero a la vista de Cristo, esta iglesia
tiene una falla en su corazón, han dejado
el primer amor, es decir hacen muchas cosas en el nombre de Jesús, pero no aman a Jesús.
1 Juan
4:20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues
el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no
ha visto? 4:21 Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios,
ame también a su hermano.
Que palabras más ciertas las del apóstol Juan,
la mayoría de creyentes dicen amar a Dios pero no hacen nada por sus hermanos
¿Cómo pueden amar a quien no han visto si no aman a quien sí ven? Si amamos a Dios
y a Jesús, guardamos sus mandamientos, hacemos su voluntad, la cual consiste
prioritariamente en llevar el conocimiento de la verdad a nuestros semejantes
para que sean salvos (1 Timoteo 2:3-4).
2 Corintios
5:14 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió
por todos, luego todos murieron; 5:15 y por todos murió, para que los que
viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
Jesús dio su vida para que vivamos para Cristo.
No obstante, el 99% de los creyentes siguen viviendo para sí mismos, no para
Cristo. Si el amor de Cristo no los presiona es porque no son salvos. Si los presiona y no hacen nada es porque no aman a Cristo.
Apocalipsis
2:5 Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras
obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si
no te hubieres arrepentido.
Jesús habla claro y directo: “arrepiéntete, haz las primeras obras o quitaré
tu candelero”. En otras palabras, al igual que las vírgenes insensatas, “quedarás a oscuras y no podrás irte con el
Señor cuando venga por su novia”.
Marcos 4:21
También les dijo: ¿Acaso se trae la luz para ponerla debajo del almud, o debajo
de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero?
Los candeleros no están para ser puestos debajo
de la cama, sino para alumbrar a otros. Los creyentes somos los candeleros de
Dios, entre más luz hemos recibido, más luz debemos dar, de lo contrario,
nosotros también nos quedaremos sin esa luz.
Santiago
2:18 Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus
obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
“Muéstrame
tu fe a través de las obras” dice Santiago. En otras palabras demuestra con
tu misericordia y tu dedicación a la obra del Señor que realmente amas al Señor.
1 Juan
3:16 En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros;
también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. 3:17 Pero el
que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra
contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? 3:18 Hijitos míos, no
amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
A Dios le demostramos que lo amamos de dos
maneras: 1) llevando el evangelio a
toda criatura 2) ayudando a los más
necesitados. Jesús les dijo: “tuve hambre
y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me
vistieron, estuve en la cárcel y me visitaron”; ellos contestaron ¿Cuándo
hicimos eso? A lo que el Señor respondió:
“cuando lo hicieron a uno de mis
hermanos a mí me lo hicieron” (Mateo
25:35-40)
Hay personas que no evangelizan a nadie ni
ayudan a los más necesitados, pareciera que el amor de Dios no ha sido
derramado en sus corazones (Romanos 5:5),
lo que implica que su salvación está en duda.
Cuando la iglesia de Efeso se inició, Pablo les
alabó su amor por los hermanos (Efesios
1:15), pero cuarenta años después, a Juan, al único sobreviviente de los
doce apóstoles le tocó presenciar que el amor de esta iglesia se había
esfumado. Dios quiso preservar a Juan hasta este tiempo, para que él contemplara
esa decadencia amorosa. Pero no sólo
para que la contemplara, sino por sobre todo para que el apóstol del amor, nos mostrara el camino de regreso.
Jeremías
2:5 Así dijo Jehová: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se
alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad y se hicieron vanos?
2:13
Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y
cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.
La iglesia de Efeso tenía el mismo problema que
la nación de Israel. Dios les señala dos males: 1) dejaron a Cristo, fuente de agua viva y 2) cavaron para ellos cisternas rotas que no retenían el agua.
Diariamente tomaban agua de otras fuentes, no el agua viva que Jesús proveía.
Romanos
8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es
vida y paz.
La mayoría de creyentes se ocupan de la carne y
están cavando su propia tumba. No se alimentan de Jesús sino de lo que les da
el mundo. Están encerrados en medio de sus actividades, aman más el trabajo,
más el partido de futbol, más el dinero, más el Facebook, más a la familia que
a Jesucristo y eso los tiene al filo de la navaja.
“Arrepiéntete
y haz las primeras obras”, dice Jesús. No las obras de la ley sino las
obras del amor. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras,
las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10).
Para los efesios, el mensaje de Jesús de
arrepentirse y hacer las primeras obras, significó volver a algo que tuvieron y
que habían perdido. Pero, para muchos de nosotros, este mensaje no es volver a
algo que tuvimos porque es algo que nunca hemos tenido, es más bien la meta a
la cual tenemos que llegar.
Apocalipsis
2:7 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que
venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del
paraíso de Dios.
Si amas a Cristo, demuéstralo, haz tus primeras
obras como embajador de los cielos (2
Corintios 5:20). De lo contrario no podrás comer del árbol de la vida que
está en medio del paraíso de Dios, en otras palabras no serás arrebatado. Solamente los vencedores serán arrebatados,
si todos fuésemos arrebatados, Jesús no hubiera enviado estos mensajes.
ESMIRNA
La iglesia pobre que es rica
Algunos creyentes creen que la verdadera iglesia es aquella iglesia rica, que tiene un gran edificio,
que cuenta con cientos de miembros, que hay un gran coro y un pastor de “renombre”. Sin
embargo ese concepto es un concepto humano, ya que el concepto divino es
totalmente diferente y es el que veremos en este segundo mensaje:
Apocalipsis 2:8 Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero
y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: 2:9 Yo conozco tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia
de los que se dicen ser judíos,
y no lo son, sino
sinagoga de Satanás.
La iglesia de Esmirna era una iglesia
pobre (materialmente hablando),
que se reunía en una casa. No contaba
con ninguna ayuda externa y tenía muy pocos miembros.
Para contribuir, el diablo levantaba campañas de difamación en contra de esta iglesia acusándola de secta, porque no aceptaba las falsas enseñanzas de otras iglesias. Incluso, sus miembros eran considerados ateos porque se oponían
a la adoración
de imágenes. Y los tildaban de homosexuales porque enseñaban el amarse
los unos con los otros. El señor
tilda de sinagoga
de satanás a los religiosos que los calumniaban. Y a la iglesia de Esmirna le dice “tú eres rica”. Imagínese lo que es escuchar eso de la boca del hijo de Dios.
Lucas 12:32 No temáis, manada pequeña, porque a vuestro
Padre le ha placido daros el reino. 12:33 Vended lo que poseéis, y dad limosna;
haceos bolsas que no se envejezcan, tesoro en los cielos
que no se agote, donde
ladrón no llega, ni polilla destruye.
Esmirna es la manada pequeña que no hace tesoros en la tierra. En ella no se predican las falsas doctrinas humanas para
captar dinero, como la doctrina de pactos y de la prosperidad, muy en boga en nuestros
días.
Tampoco se cobran diezmos como se hace en las iglesias ricas, porque en Esmirna
tienen claro que el sacerdocio con la exigencia
del pago del diezmo ya fueron abolidos (Hebreos 7:18) y obligar
a pagarlo sería
un engaño.
Usted puede conocer
el corazón de sus líderes religiosos a través de su predicación, si hablan mucho de cosas materiales, allí está el corazón
de ellos.
Esmirna es pobre aquí en la tierra, pero tiene riquezas en el cielo. Sus miembros
no creen en la palabra
del hombre sino únicamente en la palabra de Dios, no son evangélicos ni católicos, simplemente son hijos de Dios. Ellos han sido enseñados
en la verdad absoluta de Dios. Por lo tanto han creído y se han bautizado
(Marcos 16:16- Hechos 2:38, Hechos 22:16) obedeciendo el evangelio. Lo sabemos
porque Jesús se presenta
como el que estuvo muerto y vivió, haciendo énfasis en que ellos también serán resucitados.
Esmirna es una congregación de pocos miembros pero todos salvos ¿Qué más riqueza
que esa? Han sido bendecidos con toda bendición
espiritual (Efesios 1:3) y están sentados en lugares celestiales con Cristo. Que privilegio.
Apocalipsis 2:10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará
a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados,
y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte,
y yo te daré la corona de
la vida.
Esta iglesia le está quitando miembros al reino de las tinieblas y esto enfurece
a su príncipe Satanás, quien la atribula y la persigue
para cansarla y desmotivarla. Sin embargo,
estos problemas permiten que sus miembros sean
probados en su fe y en su obediencia. “No teman, yo tengo el control” les dice Jesús.
Hebreos 5:8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 5:9 y habiendo
sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos
los que le obedecen;
La palabra
de Dios nos revela que Jesús aprendió la obediencia a través de las pruebas.
Si fue así con Jesús,
así será con nosotros. Las pruebas
a que pueda ser sometida
la iglesia, sirve para perfeccionar el poder de Dios en sus miembros
(2 Corintios 12:9), para enseñarlos a depender de la gracia y la fortaleza de Dios, entre más débiles,
más fuertes.
En segundo lugar, esas pruebas no son para siempre
sino que están limitadas a un término
de tiempo, son temporales. Y a cambio
de las pruebas
temporales, el Señor les dará algo eterno: la Corona de vida que
simboliza la vida eterna.
Apocalipsis 2:11 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.
Los miembros
de la iglesia
de Esmirna, que se mantengan firmes en la palabra de Dios, no serán lanzados al lago de fuego, serán resucitados y se les dará vida eterna, para que vengan
a gobernar con Cristo en el
milenio (Apocalipsis 20:6).
Dios no tiene ninguna
censura para esta iglesia, es la verdadera iglesia de Cristo,
que será arrebatada. Si perteneces a esta iglesia, alaba a Dios
y permanece en ella.
PERGAMO
La iglesia en el infierno
Pérgamo era una ciudad muy próspera y culta que
estaba situada al pie de una montaña. En la cima de la montaña se encontraba
una acrópolis dedicada a varios dioses
griegos: Zeus, Atenea, Dionisio y Esculapio, además de la adoración al
emperador romano. Existía una estatua enorme en que se veía a Zeus sentado en su trono, ese trono es
lo que Jesús describe como el “trono de
Satanás”. En la acrópolis de Pérgamo también se adoraba a “Esculapio”,
padre del dios griego de la medicina (Telesforo), el cual era representado como
una serpiente, serpiente que no es otra cosa que la “serpiente antigua que se
llama diablo y Satanás” (Apocalipsis 12:9).
No es casualidad que Pérgamo significa
“fortificado” ya que en ese lugar había una fortaleza de Satanás.
Apocalipsis
2:12 Y escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la espada aguda
de dos filos dice esto: 2:13 Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el
trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los
días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora
Satanás.
El Señor felicita a esta iglesia, porque a pesar
de vivir en un mundo idólatra, retiene su nombre y no ha negado su fe, ni aún
en los días en que el Antipas fue sacrificado. El Señor describe a Antipas como
su “testigo fiel”, en griego “pistos martus”, que se traduce como “mártir”. Y
es que Antipas defendió la verdad absoluta de Dios ante la idolatría, aunque eso
le costara su muerte.
Note usted que Jesús se presenta a esta iglesia
como “el que tiene la espada aguda de dos
filos” o sea que tiene “la palabra de Dios”, única y verdadera.
Esa palabra es viva y eficaz, y más cortante que
cualquier espada de dos filos; penetra hasta la división del alma y del
espíritu (Hebreos 4:12-13).
En otras palabras, el Señor usa la Palabra de Dios para descubrir
el engaño y la mentira del hombre que con miles de argumentos humanos invita a
la adoración de imágenes de dioses falsos, llámense vírgenes, santos o lo que
sea y también al libertinaje.
Apocalipsis
2:14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen
la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de
Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación.
Pero no todo era correcto en la iglesia de
Pérgamo. En esa iglesia retenían la
doctrina de Balaam ¿Quién era Balaam? Era un profeta que fue pagado por el rey
Balac para maldecir a los israelitas. Como Dios se lo impidió, entonces
aconsejó al rey para que enviara mujeres para seducir a los israelitas y
hacerlos caer, y así sucedió.
En la iglesia de Pérgamo enseñaban a comer cosas sacrificadas a los
ídolos falsos y a cometer fornicación con las mujeres de la congregación. Y además
retenían la doctrina de los nicolaítas:
Apocalipsis
2:15 Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que
yo aborrezco.
Ya vimos que los nicolaítas eran una secta que
enseñaba a vivir el evangelio en libertad, pero en realidad era “libertinaje”;
los nicolaítas malinterpretaron la gracia como una licencia para pecar, pero
gracia no es pecar, gracia es ser liberado del poder del pecado.
La iglesia de Pérgamo había permitido que ambas
doctrinas se introdujeran en sus filas. Ambos problemas están relacionados con
un alejamiento de la verdad. Permitieron así que Sastanás comenzara a destruir
la iglesia desde adentro.
Apocalipsis
2:16 Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra
ellos con la espada de mi boca. 2:17 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu
dice a las iglesias. Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le
daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual
ninguno conoce sino aquel que lo recibe.
Arrepiéntanse dice el Señor, la solución es volver a la Palabra de Dios y no tomar
en cuenta las mentiras o medias verdades que enseñan las religiones.
El que venciere recibirá el maná o pan del
cielo, lo que quiere decir que recibirá revelación de los secretos de Dios. Y
además recibirá una piedra blanca con el
nombre propio grabado, esto es como una medalla que se recibe al ganar una
olimpiada o el pase de entrada a un evento especial. Probablemente la piedrecita blanca represente
la entrada personal a las Bodas del Cordero que tendrán únicamente los que sean
arrebatados.
Pérgamo es ahora Bérgamo, y ya no existe el
trono de Satanás pues fue transportado a Alemania en la época de Hitler y ahora
se encuentra en el Museo de Pérgamo en Berlín.
Tome en cuenta que la iglesia a la que tú
asistes podría calificar como una de estas iglesias, y sus enseñanzas podrían
evitar que sus miembros sean arrebatados, al menos que venzan y no se dejen
llevar por esas falsas enseñanzas, de allí la importancia del estudio a estos
mensajes. Hablaremos de los cuatro
mensajes restantes en la siguiente entrega.
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