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El libro del Apocalipsis nos deja claro que “no
todos los que son parte de la iglesia serán arrebatados”, sino únicamente “los vencedores”, lo que el Señor advierte claramente en siete mensajes que
envía a siete iglesias. Entonces hablamos de los mensajes a las iglesias de
Efeso, Esmirna y Pérgamo. Hoy concluiremos con los mensajes a las iglesias de
Tiatira, Sardis, Filadelfia y Loadicea:
TIATIRA
La iglesia corrupta
Apocalipsis 2:18 Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira:
El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce
bruñido, dice esto: 2:19 Yo conozco
tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras
son más que las
primeras.
Jesús se presenta
en este mensaje como el hijo de Dios, que tiene "ojos como llama de fuego”, es decir ojos que
ven el corazón de las personas y no sus apariencias. También afirma tener pies "semejantes al bronce bruñido”, que pueden aplastar a cualquiera
que perturbe su verdad. Seguidamente reconoce que esa era una iglesia que tenía fe en su palabra
y que amaba a Dios, razón por la cual trabajaban para Cristo, y sus obras
eran cada vez mayores. Sin embargo había un pero, le estaban abriendo la puerta a Satanás:
Apocalipsis 2:20 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca
a mis siervos a fornicar
y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.
En esta iglesia estaban
permitiendo que una mujer ejerciera como “maestra” y
como “profeta”. Nuestro Señor Jesús la identifica con la Jezabel del antiguo testamento.
Jezabel era la esposa del rey Acab de Israel, era una mujer despiadada, inmoral y seductora
del pueblo. Esa
mujer adoraba al dios Baal de la fertilidad, y su adoración incluía fornicar
unos con otros. Esas enseñanzas eran las mismas de la maestra
y profeta de la iglesia de Tiatira, quien incitaba a los fieles a tener
relaciones con ella y con las demás damas de la congregación. Jesús califica esa
doctrina de “profundidades de Satanás” (verso
24). Además, enseñaba a comer lo sacrificado a los dioses falsos, introduciendo
la idolatría de manera solapada.
1 Timoteo 2:12 2:12 Porque no permito
a la mujer enseñar,
ni ejercer dominio
sobre el hombre,
sino estar en silencio.
Observe usted que la palabra de Dios dice que “no se debe permitir
a una mujer enseñar”. Esto no significa que una mujer no puede
enseñar, lo que significa es que “ninguna
mujer puede llevar el control de la enseñanza en una congregación”. Lo
sabemos porque la carta a Timoteo es una carta dirigida a un pastor para
decirle como debe funcionar una congregación. En ella se dice que el que dirija
la enseñanza tiene que ser
un varón.
1 Timoteo
2:13 Porque Adán fue formado primero, después Eva;
No es un asunto de machismo, es un asunto de
jerarquía y autoridad. Adán fue formado
primero, después Eva.
Génesis 2:18 Y dijo Jehová Dios:
No
es bueno que el hombre esté solo; le haré
ayuda idónea para él.
Dios hizo a la mujer
para el hombre, no hizo al hombre para la mujer, es decir el hombre es la
cabeza.
1 Corintios 11:3 Pero quiero que
sepáis que Cristo es la cabeza
de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
Dios es la cabeza de Cristo. Cristo es la cabeza del hombre
y el hombre
es
la cabeza de la mujer, no se pueden invertir
las cosas. Que la mujer
sea la cabeza del hombre
es como si el hombre fuera la
cabeza de Cristo o Cristo
la cabeza de Dios. Es un asunto de
jerarquías, si éstas no existieran todo sería un caos.
1 Timoteo 2:14 y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo
engañada, incurrió en
transgresión.
Además, Dios nos hace ver que fue la mujer la que fue engañada y no el varón. La mujer por su carácter inocente es más dada a ser engañada, ella fue engañada
y luego sedujo a su marido par que cayera en transgresión.
La mujer demostró
ante Dios que era fácil presa del engaño, pero que además tiene las armas de
seducción para hacer que el que el hombre caiga.
Entonces, que una mujer
dirigiera la enseñanza, ya eso estaba mal en la iglesia de Tiatira.
Peor aún, sus enseñanzas
no se ajustaban a la palabra de Dios, sino que inducía a los fieles a fornicar con ella y a fornicar entre ellos mismos. Si el ser humano es
presa fácil de la fornicación, imagínese ir a una iglesia en la que te enseñen
que eso no tiene nada de malo, y te seducen a tener sexo
dentro de la misma iglesia.
Y esta falsa profetiza también enseñaba a practicar la idolatría, en oposición total a lo que enseña la
palabra de Dios.
Fijémonos muy bien en que el Señor le dice a la iglesia
de Tiatira:
responsable de todo esto: "tengo contra ti que toleras a la
mujer Jezabel”. No se lo dice a la
mujer, se lo dice a
la iglesia
y la iglesia es toda
la congregación.
Este es un
problema con el que es preciso que se enfrenten en la actualidad
los dirigentes de las iglesias, pero también los fieles, quienes no se deben dejar de arrastrar por este tipo de prácticas
tan seductoras. Y deben enfrentarse a sus pastores cuando alguna
mujer dirige la enseñanza.
Apocalipsis 2:22 He aquí, yo la arrojo
en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. 2:23 Y a sus hijos heriré de muerte,
y todas las iglesias
sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón;
y os daré a cada uno
según vuestras obras.
El Señor determina el castigo para esta iglesia. Jesús dice:
“He aquí, yo la arrojo en cama y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten”. Hay una nota de ironía y de sarcasmo en las palabras de Jesús, lo que está diciendo es: “a ella le
gusta ir a la cama,
así que
yo la arrojo a una cama a ella y a los
que con ella adulteran, sino se arrepienten de sus obras”.
En cuanto a sus “hijos espirituales”, los
que sigan sus enseñanzas, los heriré de muerte, ha dicho el Señor,, para que
sepan que yo conozco sus corazones.
Apocalipsis 2:24 Pero a vosotros y a los demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina,
y no han conocido lo que ellos llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os impondré
otra carga; 2:25 pero lo que tenéis,
retenedlo hasta que
yo venga.
2:26 Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad
sobre las naciones,
Los fieles que no compartían esa doctrina, el Señor los liberó de toda carga,
pero debían retener lo que ya tenían hasta que Jesús viniera.
El que venciere, el que se mantuviere firme sería arrebatado y regresaría luego con Cristo para gobernar con él sobre
las naciones.
SARDIS
La iglesia viva que está muerta
Apocalipsis 3:1 Escribe al ángel de la iglesia en Sardis:
El que tiene los siete espíritus
de Dios, y las siete estrellas, dice
esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre
de que vives,
y estás muerto. 3:2 Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado
tus obras perfectas delante de Dios.
El siguiente mensaje está dirigido a la iglesia de Sardis. Jesús dice
que esta iglesia parece que está viva, pero en realidad está muerta ¿Qué es una
iglesia muerta? Es una iglesia en la que sus
miembros no tienen la vida eterna:
1 Juan 5:11-12
Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna;
y esta vida está en su Hijo. El que tiene
al Hijo, tiene la vida; el
que
no tiene al Hijo de Dios no
tiene la vida.
El que tiene al Hijo en la persona del Espíritu Santo tiene la vida,
el que no tiene el Espíritu Santo no tiene la vida. La iglesia muerta es aquella
iglesia cuyos miembros
creen que tienen la vida pero no la tienen,
por eso Jesús se presenta como el que tiene los siete Espíritus de Dios,
para decirles, que eso es lo que ellos no tienen.
Jesús enseñó que para ser salvos y recibir la vida eterna debemos
creer y bautizarnos (Marcos 16:16).
Es a través del bautismo que recibimos el perdón de pecados y es a través
del bautismo que recibimos el Espíritu Santo que nos da la vida (Hechos 2:38). Esa es la verdad absoluta
de Dios que nos ubica en Cristo Jesús.
El 99% de las iglesias actuales, al igual que la de Sardis, tienen nombre de que viven, pero están muertas. Tal vez son mega
iglesias o ministerios de gran prestigio, con un gran edificio,
su propio grupo musical
y enormes coros que se escuchan
a la distancia, por lo que da la apariencia que están vivas, pero nuestro
Señor les dice: “están muertas” porque
sus obras no son perfectas. ¿A qué obras se refiere?
A que sus enseñanzas no llevan a la salvación.
Apocalipsis 3:3 Acuérdate, pues, de lo que has recibido
y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y
no sabrás a qué hora vendré sobre ti
Arrepiéntete y vuelve a la verdad, a lo que yo enseñé y a lo que enseñaba la iglesia
primitiva, sino vendré por ti y no lo sabrás, dice nuestro Señor Jesús.
Apocalipsis 3:4 Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado
sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas,
porque son dignas.
Las manchas hacen referencia a las falsas doctrinas, con respecto
a la salvación, a la levadura que leuda toda la masa y en esa iglesia hay unas pocas personas
que se han
conservado en la verdad. El
fin del mensaje es el siguiente:
Apocalipsis 3:5 El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré
su nombre delante de mi Padre,
y delante de sus ángeles.
El que venciere será vestido de
vestiduras blancas, pero al que insista en las mentiras le irá mal, Dios
borrará su nombre del libro de la vida ¿Será acaso tu iglesia la iglesia de Sardis?
FILADELFIA
LA IGLESIA VERDADERA
Filadelfia era conocida como la “pequeña Atenas”
debido a sus numerosos templos y festivales paganos. Los creyentes de la ciudad
tenían que contender contra la fuerte corriente pagana y también recibieron un
fuerte rechazo por parte de la colonia judía del lugar.
A pesar de ello, esta es la única iglesia que
parece no recibir ningún llamado de atención por parte del Señor, porque ante
las dificultades que enfrentaron permanecieron firmes en la palabra de Dios y
en la fe.
Apocalipsis
3:7 Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el
Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y
cierra y ninguno abre:
Note usted que Jesús se presenta como El Santo,
el Verdadero, y el que tiene la llave de
David. Es Jesús y no ningún mesías falso, el que abre y nadie puede cerrar y si
cierra nadie puede abrir.
La “llave de David” es el acceso al palacio del
Rey. Jesús es el que decide si una persona entra o no al reino de los Cielos, y
en el caso de la iglesia de Filadelfia, les está diciendo que la puerta está
abierta para ellos:
Apocalipsis
3:8 Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta,
la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi
palabra, y no has negado mi nombre.
La iglesia de Filadelfia no se había dejado
engañar por las corrientes doctrinales de los religiosos. A pesar de tener poca fuerza, a pesar de ser una iglesia
pequeña que se oponía a la enseñanza de las iglesias grandes y poderosas, se
mantuvo firme, asida a la verdad absoluta de Dios. Y la puerta del reino de los
cielos estaba abierta para sus pocos miembros, ellos serían recibidos y
participarían en la cena de Bodas del Cordero.
Apocalipsis
3:9 He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos
y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus
pies, y reconozcan que yo te he amado.
Habrá un día en que las sinagogas de Satanás,
aquellas iglesias que se dejan llevar por sus mentiras, se arrodillarán ante
esta pequeña iglesia amada por Jesús reconociendo sus errores.
Apocalipsis
3:10 Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré
de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a
los que moran sobre la tierra.
Aquí está el cumplimiento de la promesa de Dios
para los que son fieles a su palabra. La iglesia de Filadelfia será guardada de
la gran tribulación que vendrá sobre el mundo entero porque Jesús la arrebatará en su momento
Apocalipsis
3:11 He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu
corona. 3:12 Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y
nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el
nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del
cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.
“Retén lo
que tienes, no te dejes influenciar por ninguna doctrina religiosa” dice el
Señor para que ninguno tome tu corona. Pero además no dejes que Jesús deje de ser tu primer amor, vive por él y para
él.
Si vences, Jesús te hará columna del templo de Dios y nunca más
saldrás de allí y escribirá tu nombre sobre el nombre de Dios, sobre el nombre
de la ciudad de Jerusalén y sobre el nombre nuevo de Jesús. Que privilegio ¡Y
todo es por gracia! ¡Alabado sea el
Señor!
LAODICEA
La Iglesia Tibia
El último mensaje de Jesús es para todas
aquellas iglesias que son como la iglesia de Laodicea:
Apocalipsis
3:14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo
fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto: 3:15 Yo
conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!
3:16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
Nuestro Señor Jesús dice que la Iglesia de
Laodicea es una iglesia tibia y por
tal razón la vomitará. Si la iglesia
es tibia, todos sus miembros también lo son ¿Qué es ser tibio? Para entenderlo
veamos otro versículo:
Colosenses
1:18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia.
La palabra de Dios revela que los creyentes
somos el cuerpo de Cristo, somos una sola
carne con Cristo (Efesios 5:31-32).
Supongamos que usted se come un bistec. En la digestión, los jugos gástricos
desintegran el bistec. Ese pedazo de carne perderá su identidad de vaca y
pasará a ser parte de su piel, de sus huesos y de sus músculos, será parte de
su cuerpo y por lo tanto será una sola carne con usted. ¿Pero qué sucede si el
bistec contiene algún elemento extraño que no puede ser digerido? Su organismo
lo rechazará y lo vomitará.
Así sucede espiritualmente, si usted se alimenta
de la palabra de Dios, su vida se funde con la de Jesucristo para ser una sola
carne. Pero si usted se alimenta además con la palabra del hombre, no puede ser
digerido, será rechazado y vomitado por el Señor.
Si Jesús nos vomita, no seremos parte de su
cuerpo que es la iglesia verdadera y no seremos arrebatados.
Note usted que Jesús se presenta a esta iglesia
como el "Amén”, palabra que
significa “ciertamente” o “así sea”. En otras palabras, Jesús se
presenta como “la verdad absoluta de Dios”.
Y es que Jesús es “el camino, la verdad,
y la vida” (Juan 14:6), la
palabra de Jesús es la palabra final de Dios al hombre. Cualquiera que vaya más
allá de las palabras de Jesús no nos está transmitiendo ninguna verdad.
Además, nuestro Señor se llama a sí mismo "el testigo fiel y verdadero”. No
solamente es la verdad, sino que Él mismo la respalda como testigo porque
quiere que esta iglesia lo entienda. Igual se presenta como “el principio de la creación de Dios”
porque “todas las cosas por él fueron
hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (Juan 1:3). Jesús es el origen, el principio
de la vieja creación de Dios, pero Jesús es además la fuente de la nueva
creación:
2 Corintios
5:17 Si alguno está en Cristo nueva criatura es, las cosas viejas pasaron y
todos son hechas nuevas.
Los creyentes somos “nuevas criaturas” porque estamos en Cristo. Sin Cristo seguiríamos
siendo “viejas criaturas”. Lo que
esto significa es que únicamente lo que
procede de Cristo es de Cristo, sino será vomitado.
Génesis
2:21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste
dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 2:22 Y de la
costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
2:23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne;
ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.
Mientras Adán dormía, Dios le quitó una costilla
que convirtió milagrosamente en mujer. Dios creo dos seres humanos, al varón lo
formó del polvo de la tierra, pero a la mujer no la formó del polvo, sino que
la formó de una costilla del varón ¿Por qué? Porque la única ayuda idónea para
el hombre tenía que salir de él. Los animales no podían ser ayuda idónea para
Adán. Eva fue hecha de una costilla de Adán, era parte integrante de Adán.
1
Corintios 15:45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma
viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.
Así como Eva
simboliza a la iglesia, Adán
simboliza a Cristo. Todo lo que Dios se proponía realizar en Adán, debía
hallar su cumplimiento en Cristo.
Efesios 5:31
Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los
dos serán una sola carne. 5:32 Grande es este misterio; mas yo digo esto
respecto de Cristo y de la iglesia.
En el libro de Génesis se nombra a una mujer: a
Eva y en el libro de Efesios se nombra otra mujer: la iglesia. Ambas mujeres
fueron proyectadas por Dios antes de la fundación del mundo; la primera
apareció antes de la caída del hombre, mientras que la segunda fue revelada
después de la caída. Independientemente de cual mujer fue primero, a los ojos de
Dios, no existe ninguna diferencia entre ellas. Dios creo a Adán, para
presentar una imagen de Cristo y creó a Eva para presentar la imagen de la
iglesia. Dios no puede llevar a cabo su propósito únicamente con Cristo, sino
que necesita una ayuda idónea para Cristo, esa ayuda debe proceder de Cristo y
es su iglesia.
Génesis1:27
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los
creó.
Note que este versículo dice que Dios creo al
hombre a su imagen, en singular, pero inmediatamente añade “varón y hembra los creó”. Dios creo a
Adán y Eva fue incluida en él, así lo
singular se convirtió en plural. El varón
simboliza a Cristo, y el varón más la hembra simbolizan a Cristo más la iglesia.
La iglesia
es el cuerpo de Cristo porque es la costilla
de Cristo. Eva fue tomada de Adán, así que Eva era Eva, pero siguió siendo
Adán, porque procedió de él. Lo mismo que
Eva era en Adán, la iglesia es en Cristo.
La iglesia no es simplemente un conjunto de
personas, la iglesia es la porción que es tomada de Cristo. Lo que proviene del hombre, no es de Cristo,
por eso Cristo lo vomita.
Dios creó al hombre, varón y hembra los creó, lo
que significa que el hombre es la suma del varón más la hembra. De igual
manera, todos los que estamos en Cristo, somos la iglesia y somos uno con Cristo.
La diferencia entre un verdadero hombre de Dios
y el que no lo es, se da que en que el
que es de Cristo habla
lo que Cristo
habló y no
incluye su propio pensamiento. Si incluye su propio
pensamiento no es un verdadero hombre de Dios y será vomitado.
Efesios 5:25
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se
entregó a sí mismo por ella, 5:26 para santificarla, habiéndola purificado en
el lavamiento del agua por la palabra, 5:27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia
gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese
santa y sin mancha.
Jesús santifica a la iglesia, para presentársela
a sí mismo, como una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga. La iglesia no tiene que santificarse,
sino que Jesús la santifica a través
de la palabra escrita (Juan 17:17).
Las arrugas,
son del viejo hombre, de tal manera que Dios no quiere nada del viejo hombre,
Dios quiere personas nuevas en Cristo Jesús, personas sin pasado, esa es la
razón del nuevo nacimiento (Juan 3:3),
esa es la razón por la cual debemos ser sepultados y resucitados mediante el bautismo:
Romanos
6:4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a
fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en vida nueva. 6:5 Porque si fuimos plantados
juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de
su resurrección; 6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado
juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no
sirvamos más al pecado. 6:7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del
pecado.
Para poder andar en vida nueva y ser parte del
cuerpo de Cristo, tenemos que ser sepultados en el bautismo. Porque el que ha
muerto ha sido justificado del pecado, ha sido limpiado. El que no ha muerto en
el bautismo, no puede ser parte del cuerpo de Cristo, porque conserva las
manchas y arrugas.
Ahora, Jesús santifica a su iglesia
purificándola por la palabra
escrita, no por
la palabra del
hombre. ¿Por qué
debe purificarla? Porque en el
cristianismo hay demasiadas manchas. Esas manchas son los argumentos humanos.
1 Corintios
2:3-5 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi
palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría,
sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté
fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
La fe nunca puede estar fundada en la sabiduría
de los hombres, sino en Cristo, no podemos utilizar nada de la carne en la obra
de Dios.
El problema con la iglesia de Laodicea es que
estaba contaminada por la palabra del hombre.
El tibio es aquel que cree en la palabra de Dios, pero a la
vez cree en la palabra del hombre. Todas
las religiones son tibias porque introducen la palabra del hombre en
sus enseñanzas.
La causa de que el cuerpo de Cristo no sea
edificado, se debe a que en las iglesias se enseña lo que piensan sus líderes,
no lo que piensa Cristo. Las iglesias han fracasado, permitiendo que Satanás se
meta no solo en su territorio terrenal sino también en su territorio
espiritual.
La iglesia de Laodicea necesita, de un modo muy
particular, conocer esa verdad.
Posiblemente alguna vez usted participo en un
juego que se llamaba “frío o caliente”,
donde se escondía un objeto. Si la persona que lo buscaba estaba cerca, estaba
casi caliente, si se alejaba estaba tibio y si se alejaba más entonces estaba
frío. El ejemplo es válido para entender esto. El caliente es el que contiene
la verdad absoluta de Dios, El frío es el que está bien largo de esa verdad y
el tibio es el que se encuentra no muy cerca, no muy largo.
Un ejemplo de una iglesia tibia es “la Iglesia católica”. En esta iglesia
creen en Dios y en Cristo, pero también creen lo que dice el Vaticano, como el
hecho de venerar imágenes y situar a María en el lugar de Cristo.
Apocalipsis
3:17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo
necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y
desnudo.
Hay una gran diferencia entre "tú dices” y "tú eres”. La iglesia
tibia es una iglesia rica, con muchos miembros que diezman y que creen que pueden comprar la gracia con sus diezmos
y ofrendas. “Quieres un milagro, entonces
haz un pacto con Dios, dale una buena ofrenda por mes y verás el milagro”,
es lo que enseñan.
La iglesia de Laodicea dice que tiene la verdad
y que son salvos, pero Jesús les dice; “una
cosa es lo que dices y otra es lo que eres”. “Tú dices que eres rica y que
no tienes necesidad de nada, pero tú eres una desventurada, miserable, pobre,
ciega y desnuda. La iglesia de Laodicea tiene bienes terrenales pero no tiene
tesoros en el cielo.
2 Timoteo
4:3 Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo
comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,
4:4 y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.
Las iglesias tibias son lideradas por maestros
que apartan de la verdad el oído para enseñar sus propias fábulas. La doctrina
de la prosperidad en algunas iglesias evangélicas y las indulgencias de la
iglesia católica romana son ejemplos de fábulas que contradicen la palabra de
Dios escrita.
Apocalipsis
3:18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para
que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la
vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
Jesús le aconseja a la iglesia tibia que compre
de Él oro refinado en fuego. El oro
simboliza la pureza de la palabra de Dios
que está en Jesús, la única fuente de verdad.
Lo segundo que Jesús les aconseja es que adquieran de Él las vestiduras blancas, sin
mancha alguna, que representan la
justicia impartida por Cristo, no su propia justicia. Al estar en Cristo, él
nos lava con su sangre y nos da vestiduras blancas.
La tercera recomendación de Jesús es que compren
colirio para los ojos. La ciudad de
Laodicea era famosa porque producía colirio para los ojos, y Jesús usa el
colirio como sarcasmo para decirles que necesitan colirio, pero colirio espiritual para sus ojos espirituales,
a fin de que puedan ver la verdad. Por último, Jesús le indica a esta Iglesia
cómo conseguir esos elementos necesarios para la salvación:
Apocalipsis
3:19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y
arrepiéntete.
Nuestro Señor le dice a la iglesia tibia, que a
pesar de su tibiez, la ama y por eso la reprende. Entonces le dice que sea celosa de la palabra de Dios. El
celoso es aquel que compara la enseñanza de las iglesias con la palabra de Dios
para no ser engañado. Además de ser
celosa, la iglesia debe arrepentirse, debe
dejar de creer en la palabra del hombre. Si no reacciona, Jesús la disciplinará
a través de las tribulaciones para ver si reacciona, es la última oportunidad.
Apocalipsis
3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la
puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
Primero vendrá el castigo para que la Iglesia
reaccione. Luego Jesús va a hablarle al corazón, pero es preciso que se despoje
de todo prejuicio y fanatismo religioso que le impide abrir la puerta. Hay
casas en donde tienen letreros en la ventana que dice “somos de tal religión”, no nos molesten. Su fanatismo religioso les
impide abrirle la puerta al Señor.
Si abren la puerta, Jesús entrará y una vez
adentró llenará de luz esos corazones y le revelará toda la verdad.
Apocalipsis
3:21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he
vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. 3:22 El que tiene oído, oiga
lo que el Espíritu dice a las iglesias.
El que venciere tendrá la oportunidad de
sentarse con Jesús en el trono. El que
no venciere tendrá un triste final. El Señor termina diciendo: "El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu
dice a las iglesias”. Si tienes el oído espiritual dispuesto, escucharás la
verdad que El Espíritu Santo tiene que decirte. Si tu oído no está afinado,
seguirás escuchando las mentiras de la religión.
Por favor amigo lector, escucha lo que Jesús te
está diciendo a través de estos mensajes, abre tu puerta para que tengas parte
en el arrebato y puedas sentarte con él en su trono.
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