Descargar pdf
Jesús les dijo a los religiosos
de su tiempo que ellos “invalidaban los
mandamientos de Dios con sus tradiciones” (Marcos 7:9) como lo había profetizado Isaías. Pero, esa profecía no
se cumplió únicamente en los religiosos de los tiempos de Jesús, sino que se cumple
en la actualidad, “nuestro cristianismo
es pagano”, porque ha sustituido la
palabra de Dios por las tradiciones de los hombres”.
En los tiempos de Jesús existían
dos bandos religiosos entre los judíos, que se oponían a Jesús: los fariseos y los saduceos, los
primeros “agregaron” a las escrituras una serie de costumbres o tradiciones
que llegaron a ser estimadas como parte del Viejo Testamento. Por su parte, los
Saduceos se quedaron solamente con la Ley de Moisés y “quitaron” de sus enseñanzas textos completos de las escrituras,
negando la existencia del alma, de la vida después de la muerte y la resurrección, entre otras cosas.
En nuestros tiempos también hay
dos bandos cristianos religiosos que “se
oponen a Jesús”: los católicos y los
evangélicos; ambos bandos han agregado tradiciones y han quitado textos a
las escrituras.
Los cristianos tenemos la Biblia,
pero la mayoría están condicionados a leerla “con los lentes” de la denominación cristiana a que pertenecen. A mí
me preguntan ¿A cuál denominación
pertenece usted? Cuando respondo: “a
ninguna”, entonces me señalan de liderar una secta.
Los cristianos que piensan así,
es porque han sido condicionados en sus
mentes, en el sentido de que deben “pertenecer”
a una denominación religiosa, ya sea a la Católica romana, a la Católica
ortodoxa, a Asambleas de Dios, a los Testigos
de Jehová, a los Bautistas o cualquiera de las muchas que existen.
Lo peor de todo, es que los
cristianos no son conscientes de ese condicionamiento mental, por lo tanto no
desafían las enseñanzas de su movimiento, como autómatas aceptan y continúan con
las tradiciones que han sido introducidas
en su movimiento religioso.
Por ejemplo, los católicos han sido enseñados que deben
inclinarse ante las imágenes y darles honra. Esa es una tradición pagana que la
religión católica incluyó en sus enseñanzas, lo que contradice totalmente lo
dicho por Dios en Éxodo 20:4-5. Sin
embargo, los católicos aceptan esa tradición y la cumplen al pie de la letra,
obedeciendo a la religión y desobedeciendo al Padre Celestial.
Ahora, vayamos a las denominaciones
evangélicas, en el 99% de ellas enseñan que “con solo aceptar a Cristo” las personas reciben la salvación, lo
que contradice lo escrito en Juan 3:3-5,
Marcos 16:16, Colosenses 2:12-15,
Romanos 3:3- 5 y en Hechos 2,38 que concuerdan que debemos creer el evangelio y bautizarnos.
Lo de aceptar a Cristo para salvación es una tradición pagana, no es algo que tenga fundamento bíblico. Por
creerle a la religión y no lo dicho por Dios en su palabra, la mayoría de
evangélicos mueren sin la salvación.
Hay un evangelio católico y un
evangelio evangélico que se oponen doctrinariamente al evangelio de Cristo,
pero hoy no hablaremos de los muchos errores doctrinarios en la enseñanza, ya
hemos hablado de ello en muchas ocasiones, hablaremos de los errores en lo litúrgico, entendiendo por ello el “método congregacional”, o sea el método
usado en “la misa” o en “el culto”.
Lo que sucede es que el error en
lo litúrgico nos lleva al error doctrinario, y mientras no se corrija lo litúrgico, no se corregirá lo doctrinario.
El culto evangélico es una copia casi exacta de la misa católica, mientras que la misa católica es una copia de los cultos paganos.
Con algunas pequeñas diferencias, en ambas se ocupa la mayor parte del
tiempo en “el sermón”. Eso parece lo correcto pero no lo es.
Desde niño y hasta mis treinta
años yo asistí a la misa ¿Y qué aprendí?
Absolutamente nada, por lo menos ninguno de los fundamentos básicos del
evangelio, porque en el catolicismo lo que hacen leer un texto de los
evangelios, sin profundizar en un tema
específico.
Luego asistí a los cultos evangélicos y sucedió lo mismo. Los
sermones evangélicos no son doctrinales
sino motivacionales, en su mayoría. En las pocas denominaciones que tocan
un tema doctrinal, lo hacen sobre un versículo
aislado que utiliza el pastor para enseñar lo que él piensa y no lo que dice la palabra de Dios. Y los asistentes
no tienen la oportunidad de opinar ni de
reconvenir al respecto, porque ese método litúrgico reprime la participación mutua, es decir, calla a los miembros de
la congregación, el asistente es un observador mudo que solo puede abrir su
boca durante la alabanza.
1 Corintios 14:26 ¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno
de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene
interpretación. Hágase todo para edificación.
En el texto anterior, “cada uno de vosotros” implica una
participación de “toda la congregación”.
Si queremos copiar lo correcto, debemos copiar la iglesia primitiva, en la cual
participaban todos. Tal vez alguien tenía un nuevo salmo que
cantar, una doctrina que discutir o una revelación que le vino de Dios.
Eso no es permitido en el
cristianismo moderno, usted no puede romper la liturgia, eso sería ultrajante, la palabra del pastor es la última palabra,
solamente debes escucharlo y aceptar como cierto lo que dice. Caso contrario, usted
estaría “fuera de orden” y le pedirían
que se saliera de la congregación.
¿Dónde está la libertad para que Jesús hable a través de los demás
miembros de la congregación?
La liturgia cristiana no
permite tal cosa y Jesucristo también es un espectador pasivo.
La liturgia evangélica dificulta
la transformación espiritual porque convierte
al cristiano en pasivo, el cual cree que con asistir al culto una vez a la
semana a escuchar el sermón, eso es “vivir
para Cristo” y que ese es el secreto de la vida cristiana victoriosa.
Es posible que estés pensando
que para eso están los estudios bíblicos durante el resto de la semana: para aprender. La frase “eso es problema de cada uno, el que quiere
aprender que asista a los estudios bíblicos” la he escuchado muchas veces.
Esa frase denota que estamos
siendo egoístas, pues quiere decir
que solo pensamos en nosotros y no en los demás. Eso es ignorar las dificultades
de muchos para asistir entre semana. Es ignorar si trabajan de noche, o si
tienen que llegar a hacer comida, o ayudar a sus hijos en las tareas de la
escuela.
Los domingos en diferente, ese
día, casi todos pueden asistir, ese día es el día para la enseñanza y para todo lo demás. Los padres de la iglesia
primitiva se reunían únicamente el primer
día de la semana, no tenían un día para la oración y otra para estudiar la
palabra de Dios, todo lo hacían el único día en que se reunían. Y es que en la iglesia
primitiva el tiempo no existía,
sacaban tiempo para orar los unos por los otros, para adoctrinar, para
exhortar, para considerarse unos a otros,
y para estimularse en el amor y las buenas obras (Hebreos 10:25-26).
En las congregaciones
contemporáneas limitan a Dios en el
tiempo, todos ven el reloj para que el culto termine a la hora exacta,
ignorando que el culto es para la transformación espiritual.
¿Por qué muchos prefieren reunirse otro día que no sea el domingo? Para
aprovechar ese día con el propósito de descansar o de divertirse, dejando de
lado el propósito del Señor, reconózcalo, esa es la realidad.
La liturgia evangélica es anti
bíblica, anti espiritual y anti práctica. La misma no copia a la iglesia
primitiva, sus raíces se encuentran en
la cultura del hombre caído.
Entienda de una vez por todas,
que el modelo del culto cristiano no puede ni debe conformarse al pensamiento humano
ni a la manera de adoración humana.
Cada domingo, el pastor sube al púlpito y ofrece un mensaje de aliento, de prosperidad y de bendición a un
público que aplaude y dice amén. Todos escuchan lo que quieren escuchar y
salen contentos para su casa a seguir su vida.
La razón por la cual la
mayoría de los cristianos asisten al culto es por la motivación que les da el sermón.
De hecho, todo culto es calificado como bueno o como malo, dependiendo de la
calidad motivadora del sermón. Los creyentes llegan al culto con el balde vacío esperando
que el predicador lo llene con un mensaje de ánimo.
Para el cristiano típico, el
sermón es la provisión principal de su
sostén espiritual, es más importante que la oración de los unos por los
otros, que la enseñanza, que la manifestación de los dones, que la
fraternización con los hermanos y la cena del Señor.
Hechos 2:42 Y perseveraban en la
doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del
pan y en las oraciones.
En la iglesia primitiva, se
reunían en primer lugar para perseverar en la doctrina de los
apóstoles, es decir, para darle seguimiento a las enseñanzas del Nuevo
Testamento. En segundo lugar para la
comunión unos con otros, es decir,
se preocupaban los unos por los otros y
vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad
de cada uno (Hechos 2;45). En tercer lugar, participaban en el partimiento del pan y en cuarto lugar oraban los unos por los otros.
Aquí podemos ver el propósito de la congregación y el
orden de la misma. Pero, eso no sucede así en la actualidad. En los cultos no hay perseverancia de la doctrina
de los apóstoles, eso fue sustituido por el sermón. Tampoco hay comunión unos con otros, nadie se preocupa por los demás
miembros de la congregación, ni le interesa, además el tamaño de las
congregaciones no lo permite. Tampoco nadie
comparte sus bienes para que los demás no tengan necesidades. A regañadientes
dan una limosna para no ser señalados de tacaños. El partimiento del pan ya no se hace cada primer día de la semana,
sino de acuerdo a lo que el pastor diga, ya sea cada mes, cada dos meses, cada
seis meses. Y no se ora los unos por los otros.
En la iglesia primitiva, cuando una persona creía en el evangelio, inmediatamente
lo bautizaban, en las denominaciones actuales, como los bautismos no son para salvación (según ellos), los
efectúan una o dos veces al año, y el fin del mismo es para ser miembros de la
congregación. Ah, y primero hay que llevar un curso sobre el bautismo.
En el Antiguo Testamento, los
hombres de Dios enseñaban, no sermoneaban.
El “Sermón del Monte” de
Jesús, como le llaman, no fue de motivación, fue de enseñanza, allí el Señor habló de
la ira, del adulterio, del divorcio, de los juramentos, del amor hacia los
enemigos, de la limosna, de la oración, del ayuno, de no hacer tesoros en la
tierra, del afán y la ansiedad, de no juzgar a los demás, de los falsos
profetas y de los dos cimientos. Fue un sermón rico en enseñanza que debió
durar mucho tiempo.
El primer discurso de Pedro que se encuentra registrado en el
Capítulo 2 de Hechos es totalmente
Cristo céntrico, es decir centrado en Cristo y no en palabras de motivación.
1 Corintios 2:4 y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras
persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder,
2:5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en
el poder de Dios.
El apóstol Pablo dijo que su predicación no estaba cargada de palabras
persuasivas o emocionales de humana sabiduría, sino con el Espíritu de Poder
que se encuentra en la palabra de Dios, para que la fe de los escuchas no
estuviera fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
El sermón estanca el crecimiento espiritual, por el hecho de que es un
asunto de una vía, que debilita a la
iglesia respecto al funcionamiento pues sofoca el ministerio mutuo y apaga la participación abierta,
ocasionando que los cristianos no crezcan y que actúen como carnales.
Como cristianos, necesitamos
crecer, y no podemos crecer si permanecemos sentados en un banco escuchando
motivaciones, semana tras semana.
1 Corintios 12:14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.
12:15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será
del cuerpo? 12:16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo,
¿por eso no será del cuerpo? 12:17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría
el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? 12:18 Mas ahora Dios ha
colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. 12:19
Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? 12:20 Pero
ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. 12:21 Ni el ojo
puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No
tengo necesidad de vosotros.
Uno de los propósitos de la
congregación es que usted active sus
dones, y que se anime a abrir su boca, pero el sermón convencional
obstaculiza este proceso. En las congregaciones modernas el pastor es la boca,
la oreja, la mano, el pie, él es el
cuerpo de Cristo completo, los asistentes
son admiradores que están allí solamente para aplaudir.
Y no crea que en las
denominaciones que hay estudios bíblicos,
las cosas cambian. El maestro es el especialista con el que no se puede
discutir, el cual trata a los asistentes como si fueron cristianos de segunda,
ignorantes y sin poder de entender las escrituras. Pareciera que solamente el maestro
tiene el Espíritu Santo.
Cuando yo asistía a los
estudios en Asambleas de Dios, un
día le pregunte al maestro, que por qué enseñaba que no se necesitaba el
bautismo para salvación, la respuesta fue ¿Quién eres tú para discutir conmigo? No te das cuenta que yo soy pastor
desde hace 25 años y tú eres tan solo un neófito más”. Siempre te ofenden,
te atacan o se agarran de razonamientos humanos para defender su torcida
postura.
Hace algún tiempo, junto con
un hermano en la fe, nos reunimos con uno de los principales de la “alianza
evangélica” para hacerle la misma pregunta en cuanto al bautismo. Su respuesta fue que esa era una revelación
del Espíritu Santo que había recibido un profeta. En otras palabras, era la palabra del hombre, era una tradición, la cual todos aceptan
como si fuera la palabra de Dios.
Cuando le dije a este
principal que eso no lo pudo revelar el Espíritu Santo, porque el Espíritu no
va a contradecir la palabra de Dios, su defensa fue gritarme y echarme de su oficina. Así que no esperes, que en los
estudios bíblicos vas a encontrar algo diferente a lo del culto dominical. Allí
también habrá alguien que habla, y tú solo debes escuchar ¿Cómo pueden los
hermanos aprender del uno al otro si están amordazadas en cuanto a hablar en
las reuniones?
Hay montones de cristianos que han sido “sermonizados” por décadas, y todavía
son bebés en Cristo. la fe viene por el
oír, pero por el oír la palabra de Dios (Romanos 10:17), no por el oír la palabra del hombre, no por oír
sermones motivacionales.
No estoy diciendo, que de vez en cuanto no hay que motivar a la
congregación, claro que hay que
motivarla, pero con la palabra de Dios y esa debe ser la excepción, no la regla, la regla es la enseñanza.
Un niño no crece por escuchar a su madre decirle que va a ser un
triunfador, o que va a ser millonario, un niño crece porque se alimenta. De igual
manera, ningún creyente crece espiritualmente por escuchar sermones
motivacionales, crece porque se alimenta de la palabra de Dios.
Efesios 4:11 Y él mismo constituyó
a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores
y maestros, 4:12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del
ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, 4:13 hasta que todos
lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 4:14 para que ya
no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina,
por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas
del error,
¿Con que propósito es que Dios constituyó apóstoles, profetas, evangelistas,
pastores y maestros? No para que motivaran a nadie, sino para perfeccionar a los santos para la obra
del ministerio, esto es
para que todos los creyentes lleguen
a una medida de fe y de conocimiento en el Señor Jesucristo, para que no sean niños en Cristo llevados por
doquiera por toda doctrina que usan los falsos maestros para engañar.
¿Cómo puedo escuchar al que no me
edifica, al que no me ayuda a crecer espiritualmente? Y, ¿Cómo puedo decir que soy cristiano, si mi
labor dentro del cuerpo de Cristo se limita a sentarme en un banco a aplaudir
una vez a la semana al motivador?
No me cabe duda, que en el proceso de protesta contra la religión
católica el cristianismo evangélico llegó
también a ser una religión.
¿Cuál sería la solución?
En primer lugar, que los
sermones sean sustituidos por la enseñanza bíblica. Y que esa enseñanza
no se fundamente en un versículo aislado, sino en varios, un tema bíblico no se
puede fundamentar sobre un texto bíblico, ni siquiera sobre una epístola, sino
en todo el Nuevo Testamento,
En segundo lugar, que todos los asistentes tengan el derecho
sagrado de opinar, de reconvenir y dejar que Cristo se manifieste en
ellos.
Debes estar pensando que eso no puede hacerse en una congregación grande
o institucional. Eso nos lleva al tercer punto: la denominación institucional debe desaparecer para darle lugar a las
iglesias en las casas. ¿Pero, si la congregación crece y ya no cabe en una
casa o en pequeño local? Entonces un hermano que ha demostrado tener los
fundamentos bíblicos para enseñar, que se lleve un poco de gente para otra
casa, porque no se puede perder la fraternidad.
Tal vez ustedes no lo saben, pero todas las denominaciones religiosas
son asociaciones ¿Por qué asociaciones?
Porque si no son asociaciones no pueden captar dineros de otras asociaciones extranjeras
y obtener otros beneficios que otorga la ley a las asociaciones, eso las
convierte en institucionales. Mi congregación no es una asociación porque no
tiene ni tendrá nunca esos intereses.
La iglesia no es un edificio
El cristiano moderno está enamorado de las denominaciones religiosas
porque el complejo del edificio está
inculcado en sus mentes. El cristiano moderno se pregunta ¿Cómo puede un grupo
de cristianos pretender ser una iglesia sin un edificio? La “Iglesia” como
edificio está conectada en sus mentes de manera inconsciente, cuando pasan por
algún lugar, ven un templo y dicen: “Que
bonita esa iglesia”.
Este pensamiento no es un pensamiento cristiano, porque la iglesia no es un edificio, tampoco
es una asociación religiosa, la iglesia es el cuerpo de Cristo, conformada
por todos los creyentes que han tenido un nuevo nacimiento.
El Judaísmo antiguo se
centró en 3 elementos: 1) el templo,
2) el sacerdocio y 3) el sacrificio. Jesús canceló esos tres
elementos, cumpliéndolos en sí mismo.
1 Corintios 3:16 ¿No sabéis que
sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
En el nuevo pacto, el templo somos los creyentes que hemos recibido el Espíritu
Santo. Dios no vive en templos hechos por los hombres, él vive en el espíritu
de cada cristiano nacido de nuevo.
Las denominaciones religiosas han heredado una mezcla del Judaísmo y de
la religión pagana, en cuanto a su idea de lo que es el templo.
El sacerdocio y los sacrificios fueron abolidos (Léase el capítulo 7 de Hebreos), pero aún son conservados en el
catolicismo romano.
En el paganismo Griego Romano, esos tres elementos también fueron presentes,
ellos tuvieron sus templos, sacerdotes y sus sacrificios.
El cristianismo fue la primera iglesia de Dios, la única, no era ninguna religión ni tenía templos
porque los templos y la religión son cosas del paganismo.
En la mente del cristiano primitivo, es el pueblo que constituye el espacio sagrado, no la arquitectura. Los primeros
cristianos entendieron que ellos mismos, corporalmente, fueron el templo de
Dios y la casa de Dios.
Notablemente, en ninguna parte del Nuevo Testamento, encontramos los
términos “iglesia”, “templo,” para
referirse a unos edificios. Al oído del cristiano del primer siglo, describir a
un edificio como una iglesia sería como llamarle a una mujer un rascacielos.
Cuando el catolicismo romano evolucionó en el siglo cuatro al seis,
este absorbió las prácticas religiosas
del paganismo y el Judaísmo. Instaló un clericalismo profesional y levantó
edificios sagrados. Y, convirtió la Cena
del Señor en un sacrificio misterioso.
Siguiendo el sendero de los paganos, el catolicismo adoptó la práctica
de quemar el incienso y tener vírgenes sagradas. Dichosamente, los protestantes
descontinuaron el uso del sacrificio de la Cena del Señor, quemar el incienso y
las vírgenes sagradas, pero retuvieron la casta sacerdotal (los cleros) y el
edificio sagrado.
Los cristianos de la iglesia primitiva reunieron consistentemente en
las casas. Hasta el año 300 d.C. no nos enteramos de ningún edificio construido
como iglesia. No fue sino con el nacimiento del catolicismo romano, que surgieron los
templos y las religiones institucionales.
Aunque el cristianismo estuvo rodeado por las sinagogas judías y los
templos paganos, ellos fueron las únicas personas en la tierra que no
edificaron templos sagrados de adoración. La
fe cristiana nació en los hogares, en los patios, por los caminos y en las
salas.
Durante los primeros tres siglos, los cristianos no tuvieron unos
edificios especiales. El cristianismo que conquistó el Imperio Romano era,
esencialmente, un movimiento hogareño. Algunos han dicho que el reunirse en
casas se debía al temor, pero esa no es
la verdad.
Cuando las congregaciones se aumentaron en tamaño, ellas empezaron a
remodelar sus casas para acomodar los números crecientes. Uno de los
descubrimientos sobresalientes de la arqueología es la casa Dura Europea en la Siria moderna. Esta
es la más temprana casa de reuniones cristianas que se ha identificado. Era un
hogar privado sencillo remodelada para acomodar los cristianos durante sus
reuniones alrededor del año 232 d.C.
La casa Dura Europea era, esencialmente, una casa donde se había
quitado la pared entre dos cuartos para crear una sala grande. Con la
remodelación, la casa pudo alojar aproximadamente unas 70 personas.
Y esas casas como la Dura Europea nunca fueron llamadas “templos,” el mismo
término que utilizaron los paganos y los judíos en cuanto a sus espacios
sagrados.
Fue el emperador Constantino
el que inició la construcción de los edificios eclesiásticos para la
cristiandad. Él lo hizo para ganar la popularidad y ser aceptado por el
cristianismo. Si los cristianos tuvieran sus propios edificios sagrados, como
tenían los Judíos y los paganos, la fe de ellos sería considerada legítima en el
Imperio. Es importante entender la resolución mental de Constantino porque era
la matriz que dio a luz al edificio de
la “iglesia.”
1 Corintios 3:9 Porque nosotros
somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de
Dios. 3:10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito
arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo
sobreedifica. 3:11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está
puesto, el cual es Jesucristo.
Note usted que el edificio de Dios somos los creyentes, no es un templo
hecho de manos humanas. El fundamento principal de ese edificio es Cristo. Que
cada uno sobre edifique significa que cada uno debe aportar su granito de arena
para que la iglesia crezca, para que más personas tengan un nuevo nacimiento y
sean parte del cuerpo de Cristo, que es la misma iglesia.
1 Corintios 3:12 Y si sobre este
fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno,
hojarasca, 3:13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la
declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el
fuego la probará. 3:14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó,
recibirá recompensa. 3:15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida,
si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
Algunos edificaran basados únicamente en la palabra de Dios, lo que él
considera como oro, plata y piedras
preciosas, elementos que no se queman con el fuego, y su predicación dará fruto. Estos recibirán su
recompensan.
Otros edificaran con madera, heno
y hojarasca, es decir predicaran con palabras persuasivas de sabiduría
humana, en lugar de la palabra de Dios, y como esos son elementos se queman con el fuego, no darán fruto. Éstos aunque
salvos, serán pasados por fuego.
1 Corintios 3:18 Nadie se engañe a
sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase
ignorante, para que llegue a ser sabio. 3:19 Porque la sabiduría de este mundo
es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la
astucia de ellos.3:20 Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los
sabios, que son vanos. 3:21 Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque
todo es vuestro:
Nadie se engañe a sí mismo, nadie puede hacer las cosas como le da la
gana. Dios estableció una manera y esa manera debe ser cumplida. Si te crees
muy sabio para actuar como quieres, mejor hazte ignorante para que el Señor se
apiade de ti.
El culto debe ser una vez a la semana, preferiblemente los domingos para que más personas puedan
asistir, no porque así esté establecido. Y en ese culto debe perseverar la doctrina de los apóstoles, la comunión unos con otros, el partimiento del pan y las oraciones (Hechos 2;42). De no ser así, estamos
practicando un cristianismo pagano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario