miércoles, 6 de septiembre de 2017

INCONSCIENCIA ESPIRITUAL

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El mundo se está islamizando, el nuevo orden mundial está tomando el control, el anticristo se prepara, el arrebato y la gran tribulación están a la vuelta de la esquina, las señales están por todo lado, pero las personas parecen no notarlo. “Así fue en los días de Noé, comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos” (Lucas 17:26-27), y los destruyó porque vivían en un estado de inconsciencia.
De acuerdo con el diccionario, la palabra “inconsciencia” es: 1) “el estado de la persona que ha perdido el conocimiento y por ello la capacidad de percibir y darse cuenta de lo que le rodea”,  2) “cualidad de la persona que obra de forma irreflexiva e imprudente o que no mide las consecuencias de sus actos ni el riesgo que comportan”,  3) “falta de juicio, de sensatez y de cuidados que una persona demuestra en sus acciones”.
El término inconsciente se utiliza para hablar de un individuo que actúa irresponsablemente. Un ejemplo de esa inconsciencia la vemos en aquellos que envían mensajes por el celular mientras conducen su automóvil pudiendo con ello causar un grave accidente.
Los inconscientes juegan con la vida de otras personas y con su propia vida, pero el problema grave de la inconsciencia es cuando ésta es llevada al plano espiritual, porque puede producir no solo la muerte física sino también la “muerte segunda” o muerte espiritual que los enviará al lago de fuego por toda la eternidad (Apocalipsis 20:14).

Jueces 16:20 Y le dijo: ¡Sansón, los filisteos sobre ti! Y luego que despertó él de su sueño, se dijo: Esta vez saldré como las otras y me escaparé. Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él.

Sansón vivía confiado de que podía jugar con los dones de Dios.  No sabía” que Dios se había apartado de él. Un día despertó y se dio cuenta de lo grave de su situación pero ya era tarde, su inconsciencia espiritual lo llevó a la muerte.
Muchos creyentes se creen salvos pero no lo son porque no han recibido la verdad absoluta de Dios, lo que han recibido son medias verdades, lo que han recibido es la palabra del hombre y no se han tomado la molestia de comparar lo que les enseñan con la Biblia.
Muchos otros adoran imágenes y creen que hacen lo correcto, eso es lo que les enseñaron en su religión y su inconsciencia espiritual les impidió buscar la verdad en la Palabra de Dios para darse cuenta que adorar imágenes es una abominación para el Padre Celestial. Los unos y los otros “no saben” que están apartados de Dios.

Éxodo 34:29 Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios. 34:30 Y Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí la piel de su rostro era resplandeciente; y tuvieron miedo de acercarse a él.

En este pasaje podemos que la gloria de Dios estaba sobre Moisés, por eso su rostro resplandecía, pero Moisés “no lo sabía”, no era consciente de ello.
Millones de creyentes, al igual que Moisés no son conscientes que la gloria de Dios ha llegado a ellos,  no son conscientes de la presencia del Espíritu Santo en sus vidas y de su responsabilidad para con Dios en el Ministerio de la reconciliación.
Muchos creyentes “no sabemos” que hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual (Efesios 1:3), entonces  vivimos rogando al Señor que nos bendiga en lugar de tomar las bendiciones; tenemos inconsciencia espiritual.
Muchos creyentes “no sabemosque hemos sido sentados en lugares celestiales junto al Señor Jesucristo (Efesios 2:6) por encima de todas las huestes de maldad y que tenemos que ejercer autoridad sobre ellos; tenemos inconsciencia espiritual.  No “sabemos” que Dios nos ha dado dones, los cuales implican una gran responsabilidad, pero, vendrá un día en que seremos llamados a cuentas. A uno pocos el Señor le dirá: “buen siervo y fiel”, pero a otro le dirá: “siervo malo y negligente”, y  “al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes” (Mateo 25:1-30).
La mayoría de los creyentes vamos al culto y participamos en el culto de manera inconsciente. Cantamos inconscientemente, simplemente seguimos la letra sin digerir su contenido y sin dirigírsela al Señor de corazón.
Participamos de la cena del señor inconscientes de que “aquel que come y bebe indignamente  sin discernir el cuerpo de Cristo, juicio come y bebe para sí”, y podría enfermar o morir (1 Corintios 11:29-30).
Nos distraemos en muchas cosas mientras se da la prédica o el estudio de la palabra de Dios. Muchos se mueven de lugar constantemente, otros viven pegados al celular, otros se duermen ¿Por qué? Porque viven en inconsciencia espiritual, “no saben” que el Señor Jesucristo está presente cuando dos o más se reúnen en su nombre (Mateo 18:20) y es al Señor Jesucristo al que le faltan el respeto, no es al que da la prédica o el estudio.
No damos ofrendas, damos limosnas porque nuestra inconsciencia espiritual no nos deja ver que el que anuncia el evangelio es un obrero digno de su salario (Lucas 10:7); “no sabemos” que le estamos poniendo bozal al buey que trilla (1 Corintios 9:9).
No le damos la importancia debida ni el valor necesario a las cosas de Dios, pensamos que en la Cena del Señor podemos sustituir el vino por cualquier otra bebida y el pan por una galleta o por cualquier otro aperitivo. Por esas cosas, es que el autor del libro a los hebreos nos dice:

Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (Hebreos 2:1-3)

La inconsciencia espiritual nos hace vivir al filo de la navaja y podríamos deslizarnos. Tal vez no perdamos la salvación, pero tampoco seremos parte del arrebato de la iglesia. Valoramos más las cosas de este mundo que las cosas de Dios, vivimos una vida cristiana inconsciente, nuestra relación con Dios es una vida de mentirillas, es una vida de pedir pero no de dar.

2 Corintios 5:14 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, luego todos murieron; 5:15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

Cuando nacemos de nuevo, Dios nos cambia el corazón de piedra por un corazón de carne (Ezequiel 36:26) y ese corazón se convierte en nuestra conciencia. Ese corazón nos va constreñir, es decir, nos va a despertar del letargo, nos va concientizar de que tenemos una obligación para con aquel que murió por todos nosotros. Esa obligación consiste en dejar de vivir nuestra vieja vida para vivir para Cristo.
Si el corazón no nos constriñe es porque no hemos tenido un nuevo nacimiento, pero si hemos tenido un nuevo nacimiento el corazón nos va a constreñir para recordarnos que tenemos una nueva vida.

Mateo 10:38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. 10:39 El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.

Jesús lo dijo claro, el que no toma su cruz para seguirlo a él, no es digno de él. El que sigue viviendo su vida no es digno de Jesús o quizás no ha tenido un nuevo nacimiento. El que sigue viviendo su vida, es posible que termine perdiéndola para la eternidad.
Seguir viviendo nuestra vida es seguir haciendo nuestra voluntad y no la voluntad de Dios que consiste en llevar el evangelio a todos los hombres para que todos sean salvos (1 Timoteo 2:3-4).
Ahora te pregunto ¿Qué harías por una persona que diera su vida por ti? Darías cualquier cosa ¿No es cierto? Pues bien, Jesús dio tu vida por ti, y la manera de agradecérselo es viviendo para él.
Pregúntate ¿Cuántas personas has llevado a Cristo? ¿Qué tan interesado estás en las cosas de Dios? ¿Estarías dispuesto a perder tu casa, tu trabajo, tu fortuna por el Reino de Dios?
La inmensa mayoría de cristianos creen que con asistir una vez a la semana al culto y dar una limosna ya están viviendo para Cristo. En nuestra congregación han pasado muchas personas y una vez que se bautizan y consideran asegurada su salvación se olvidan por completo de su relación para con Dios. 
Al igual que Sansón piensan que escaparán una y otra vez del enemigo. Y cuando éste los atrape entonces clamarán a Dios y la harán promesas que no cumplirán.
Toda transgresión y desobediencia tiene una justa retribución o un pago, nos recuerda el autor del libro a los Hebreos ¿Cómo escaparemos si descuidamos una salvación tan grande?
Nuestra inconsciencia “no nos deja saber” que Dios nos puede entregar en manos de Satanás para la destrucción de la carne, a fin de que nuestro espíritu sea salvo en el día del Señor (1 Corintios 5:5)
Dios podría entregarnos en manos de Satanás tal y como le sucedió a Job, con el propósito de acabar en nosotros con lo que el mundo nos ofrece: los deseos de los ojos, los deseos de la carne y la vanagloria de la vida (1 Juan 2:16).
Hebreos 12:5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo: Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, Ni desmayes cuando eres reprendido por él; 12:6 Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. 12:7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? 12:8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.

Si eres hijo de Dios, él te va disciplinar cuando menos lo esperas por causa de tu inconsciencia espiritual. De pronto te enfermas, de pronto pierdes tu trabajo, de pronto alguien te estafa. Comienzan a suceder cosas negativas en tu vida y culpas al diablo sin darte cuenta que el Padre Celestial lo está permitiendo para que vuelvas tus ojos hacia él.

1 Corintios 3:14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 3:15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.

Cuando la inconsciencia espiritual se apodera de nosotros no sobreedificamos, y si bien seremos salvos, lo seremos así como por fuego, a través de muchas tribulaciones.
Nuestra inconciencia va a evitar que seamos parte del arrebato de la iglesia y a muchos les robará la salvación.
Nuestro país está siendo tomado por el diablo, miles de personas van el 2 de agosto a adorar a la falsa reina del cielo. Una semana completa, del 23 de agosto al 2 de setiembre miles de personas fueron a adorar a  70 imágenes en San Ramón de Alajuela en Costa Rica, todo un record de idolatría.
En las escuelas se está enseñando a los niños que pueden escoger su sexo, pueden decidir si son hombres o mujeres o lo que quieran ¿Y qué hacen los que dicen ser cristianos? Callan para no ser señalados de panderetas o de homofóbicos. Agachan la cabeza y se convierten en cómplices de la muerte espiritual de miles de personas.

Ezequiel 8:5 Y me dijo: Hijo de hombre, alza ahora tus ojos hacia el lado del norte. Y alcé mis ojos hacia el norte, y he aquí al norte, junto a la puerta del altar, aquella imagen del celo en la entrada. 8:6 Me dijo entonces: Hijo de hombre, ¿no ves lo que éstos hacen, las grandes abominaciones que la casa de Israel hace aquí para alejarme de mi santuario? Pero vuélvete aún, y verás abominaciones mayores. 8:7 Y me llevó a la entrada del atrio, y miré, y he aquí en la pared un agujero. 8:8 Y me dijo: Hijo de hombre, cava ahora en la pared. Y cavé en la pared, y he aquí una puerta. 8:9 Me dijo luego: Entra, y ve las malvadas abominaciones que éstos hacen allí. 8:10 Entré, pues, y miré; y he aquí toda forma de reptiles y bestias abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel, que estaban pintados en la pared por todo alrededor. 8:11 Y delante de ellos estaban setenta varones de los ancianos de la casa de Israel, y Jaazanías hijo de Safán en medio de ellos, cada uno con su incensario en su mano; y subía una nube espesa de incienso.

Pareciera que Dios le está diciendo a Ezequiel que se asome a uno de esos templos católicos para que observe las abominaciones que se hacen, porque para Dios la idolatría es una abominación.

Ezequiel 8:12 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿has visto las cosas que los ancianos de la casa de Israel hacen en tinieblas, cada uno en sus cámaras pintadas de imágenes? Porque dicen ellos: No nos ve Jehová; Jehová ha abandonado la tierra.

“No nos ve Jehová”, es lo que piensan los idólatras, pero Jehová los ve y también ve que nosotros no hacemos nada al respecto.

Ezequiel 8:18 Pues también yo procederé con furor; no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia; y gritarán a mis oídos con gran voz, y no los oiré.

Su inconsciencia espiritual no los deja ver la verdad y Dios ha dictado sentencia: no perdonará ni tendrá misericordia contra todos aquellos injustos que se inclinen ante las imágenes y les den honra, al menos que hablemos con ellos y les hagamos ver la verdad para que su corazón se vuelva al Señor:

Ezequiel 3:18 Cuando yo dijere al impío: De cierto morirás; y tú no le amonestares ni le hablares, para que el impío sea apercibido de su mal camino a fin de que viva, el impío morirá por su maldad, pero su sangre demandaré de tu mano. 3:19 Pero si tú amonestares al impío, y él no se convirtiere de su impiedad y de su mal camino, él morirá por su maldad, pero tú habrás librado tu alma.

Y nosotros, aunque no seamos contados entre los injustos, seremos demandados por Dios a causa de nuestra inconsciencia espiritual. Dios demandará la sangre de todos aquellos que se pierdan en nosotros si no hacemos nada por ellos.
Debemos librar nuestra alma, llevándoles el conocimiento de la verdad a todos aquellos que anden en la oscuridad. Si tú le llevas la verdad al impío y éste no hace caso, él morirá por su maldad pero tu habrás librado tu alma. Pero, si no haces nada al respecto, Dios demandará la sangre del impío en ti.

Éxodo 32:19 Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte. 32:20 Y tomó el becerro que habían hecho, y lo quemó en el fuego, y lo molió hasta reducirlo a polvo, que esparció sobre las aguas, y lo dio a beber a los hijos de Israel.

A Moisés no le tembló la mano para destruir el falso dios que sus compatriotas hicieron mientras iba por las tablas de la ley ¿Te tiembla a ti la mano? ¿Tienes el valor de hablar claro ante los injustos? ¿Le dirás a Dios lo que le dijo Aarón a Moisés: “No se enoje mi señor; tú conoces al pueblo, que es inclinado a mal?” (Éxodo 32:22) ¿Bastará con eso?

Gálatas 1:10 Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.

No podemos quedar bien con Dios y con los hombres, o agradamos a Dios o agradamos a los hombres, no hay término medio. Dios vomita a los tibios. Yo prefiero ser aborrecido por los hombres y ser amado por Dios, que ser amado por los hombres y aborrecido por Dios.

Éxodo 32:31 Entonces volvió Moisés a Jehová, y dijo: Te ruego, pues este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro, 32:32 que perdones ahora su pecado, y si no, ráeme ahora de tu libro que has escrito. 32:33 Y Jehová respondió a Moisés: Al que pecare contra mí, a éste raeré yo de mi libro. 32:34 Ve, pues, ahora, lleva a este pueblo a donde te he dicho; he aquí mi ángel irá delante de ti; pero en el día del castigo, yo castigaré en ellos su pecado. 32:35 Y Jehová hirió al pueblo, porque habían hecho el becerro que formó Aarón.

Moisés clamó a Dios para que perdonara la idolatría de su pueblo.  Y Dios le respondió que cada quien llevaría el castigo de su pecado. Muchos se cuestionan el hecho de que a los idólatras les va tal vez mejor que a los que no lo son. Lo mismo ven en los narco traficante o en otro tipo de personas que viven en pecado. Solamente hay una respuesta, el castigo vendrá el día del juicio. Dios los deja disfrutar 80 años o menos aquí en la tierra, a sabiendas de que los espera una eternidad en el infierno.
Y la palabra de Dios nos deja claro que Dios no va a perdonar a nadie que nosotros se lo pidamos, tal y como lo hizo Moisés. Cada uno debe clamar por su perdón.

1 Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.

Si los injustos aceptan que son pecadores y solicitan su perdón, Dios los perdonará y los limpiará de toda maldad; Él los está esperando con los brazos abiertos ¿Quiénes son los injustos? Los que no han sido justificados en Cristo Jesús.
Aquí tenemos pastores que se han auto nombrado apóstoles como Raúl Vargas y Rony Chaves ¿Qué han dicho cuando han visto esas romerías y esos desfiles idólatras que se celebran en nuestro país? No han dicho nada, no pierden su comodidad en la inconsciencia que los envuelve. Se hacen llamar apóstoles (falsos por supuesto) pero le temen al enfrentamiento olvidando que Jesús dijo: “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama” (Lucas 11:23). Eso no es solamente para ellos, eso es para mí y para ti. Cuando no te opones al diablo, te unes a él y te pones en contra de Cristo.

Mateo 7:21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 7:22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 7:23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

No todo el que clama en el nombre del Señor entrará en el reino de los cielos. No debemos dejarnos llevar por las profecías, no debemos dejarnos llevar porque echen fuera demonios o porque hagan milagros.  Recuerda que muchos vendrán en el nombre de Jesús, harán milagros, profetizarán y echarán fuera demonios, pero no son de él.
Sabrás que no son de Jesús porque no hacen su voluntad, no llevan el conocimiento de la verdad a los hombres, lo que enseñan es la verdad del hombre no la verdad de Dios. Se jactan diciendo: “miles aceptaron a Cristo” ¿Y qué? ¿Eso los salvó? Nadie se salva por aceptar a Cristo.
Para salvarnos debemos creer en Cristo, pero además debemos bautizarnos (Marcos 16:16), lo que implica una renuncia a nuestra vieja vida, una renuncia de corazón a hacer nuestra voluntad para iniciar una nueva vida viviendo para Cristo.

2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Si alguno está en Cristo, está iniciando una nueva vida, una vida sin pasado, todo es hecho nuevo para que ya no vivas para ti ni para el mundo sino para que vivas para Cristo.

2 Corintios 5:18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 5:19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.

Eso de que seamos nuevas criaturas proviene de Dios. Él nos reconcilió consigo mismo en Cristo y nos dio el ministerio de la reconciliación para que vayamos al mundo a decirles que Dios quiere reconciliarlos, que Dios no quiere tomarles en cuenta sus pecados, que le entreguen sus vidas y él les dará vida eterna.

2 Corintios 5:20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

Somos embajadores en nombre de Cristo, Dios nos ruega que por favor hagamos nuestro trabajo, Dios nos ruega que dejemos de ser cristianos nominales, Dios nos ruega que dejemos de ser cristianos inconscientes y comencemos a hacer su voluntad. De lo contrario, la sangre de todos aquellos a los que tenemos la oportunidad de reconciliarlos con Dios y no lo hacemos, nos será tomada en cuenta. No lo olvides. No digas mañana “¡no lo sabía!”





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