viernes, 20 de abril de 2018

DEJADOS ATRÁS



DEJADOS ATRÁS
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Son las trece horas de un domingo, acabas de recoger a tu esposa de la iglesia y vas a toda prisa para la casa porque el “clásico” ya comenzó. En el momento justo en que estás pasando frente al cementerio de tu localidad escuchas un sonido que llena el aire. Tu esposa que venía a tu lado, ha desaparecido. Los niños que venían en el asiento de atrás tampoco están.

El sonido viene de lo alto. ¿Una trompeta? ¿Un coro? No estás seguro de lo que escuchas. Te detienes, sales del auto y miras hacia arriba. De pronto un avión cae sobre un edificio que está frente al cementerio y explota; el edificio se llena de llamas. Un automóvil sin chofer te choca por detrás. Un bus lleno de pasajeros tampoco tiene chofer y se estrella contra una casa y se vuelca.

Muchos incendios y muchas personas gritando, pidiendo auxilio, hay sangre por todos lados, muchos muertos y muchos heridos a la vez. La carretera se ha transformado en una pista de carros chocones. Muchos salen de sus autos mirando al cielo. Y muchos preguntan por sus niños que han desaparecido.  No hay un solo niño en los alrededores.

Vuelves a ver hacia el cementerio y lo que ves es espeluznante, muchas tumbas se abren y los muertos, como zombies cobran vida, dan un paso y de pronto son elevados hacia el cielo, parece una película de terror.

Segundos antes, como si el cielo fuera una cortina, la atmósfera se abrió, una luz brillante se proyec hacia la tierra. No había ni una sola sombra. De la luz empezó a surgir un río de colores, como agujas de cristal de todos los matices jamás vistos.

Y muchas personas fueron abducidas hacia esa luz. Y una sombra de lo que parecía ser la figura de Cristo estaba sobre una nube inflamada al final del haz de luz.

Todo ha sucedido en un abrir y cerrar de ojos, son segundos, pero tremendos segundos. La que parece ser una trompeta se calla, la nube y la luz desaparecen, los cielos se aquietan.

Caminas unos cincuenta metros, notas que en la ventana de una tienda hay una pantalla de un televisor, algunas personas se aglomeran para ver las noticias, están transmitiendo el partido y el locutor narra que algunos jugadores y también el árbitro fueron abducidos por extraterrestres, lo mismo que muchas de las personas que estaban en las graderías; el partido se ha suspendido.

De pronto, el televisor se apaga, los servicios de agua, luz, cable e internet han dejado de funcionar, todo es un caos. Las personas entienden que algo muy extraño y malo está sucediendo, que las abduciones pueden continuar, entonces corren hacia los supermercados en busca de alimentos y agua para guarecerse en sus casas, todos se empujan, todos se pelean, comienzan los saqueos.  

Los servicios de emergencia se activan, pero no hay suficientes choferes para las ambulancias, tampoco suficientes médicos ni enfermeras para que atiendan a los que han sobrevivido a tantos accidentes. No hay suficientes socorristas ni suficientes policías, todas las fuerzas están disminuidas, son millones de desaparecidos.  

Los que han quedado, tienen que ayudar a quitar escombros, a liberar las calles para que las ambulancias puedan transitar.

Quizás eres una futura madre, tal vez estabas por contraer matrimonio, o estabas a punto de graduarte en la universidad. El partido de futbol, tus diplomas, tu trabajo, aquello que te desvió la atención y que no te dejó escuchar “al pandereta”, que con la Biblia en la mano quiso advertirte que eso sucedería, ya no importa.
Todo aquello que importaba ya no importa s, porque el temor y la ansiedad se han apoderado de ti, solamente piensas en sobrevivir.

Si alguna vez había oído hablar del “arrebato de la iglesia”, entonces te darás cuenta que eso es lo que está pasando, te preguntarás ¿Qué hice mal? O ¿Qué no hice? Maldecirás a tu pastor que no te enseñó la verdad. Estarás desilusionado, se te pondrán los pelos de punta y buscarás un refugio, porque frases como:la gran tribulación”, “la marca de la bestia,el nuevo orden mundial”, “el anticristo”, “la batalla de Armagen”, como un eco resonarán en tu mente.

Sabes que vendrán por ti, tendrás dos opciones, “dejarte sellar” para “sobrevivir” a sabiendas de que “perderás la vida eterna”, o “dejarte ejecutar” para “salvar tu alma”.

Si nunca has oído hablar del “arrebato”, no sabrás lo que está pasando,  creerás que hubo un ataque extraterrestre, es lo que escucharás en las noticias cuando los servicios se reactiven. Y estarás asustado esperando el siguiente ataque.

Pero no es ningún ataque extraterrestre. Simplemente se cumplió lo que Jesús  había prometido: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. (Juan 14:1-3)

Eso sucederá en un tiempo muy cercano.  Ciertamente Jesús aparecerá en la nube, puedes irte con él o puedes ser dejado atrás. Si sucede lo segundo, entonces te quedarás a vivir “la gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados” (Mateo 24:21-22).

Si eres creyente y fuiste dejado atrás, comprenderás en aquel día, que no fuiste enseñado con la verdad sino con una media verdad, y por eso te quedaste. Si no eres creyente, como ya lo dijimos, creerás que seres extraterrestres ocasionaron todo aquello. Lo cierto del caso, es unos que unos y otros tendrán que enfrentar lo que viene.

Tendrán que soportar a un gobernador mundial, un tirano al estilo de Hitler, pero más villano y malvado, que muchos lo conocen como el “anticristo”.

Este señor tendrá el control de todas las personas; sabrá qué comen, de qué religión son, qué les gusta, qué hacen y qué no hacen. No necesita ir muy largo para saberlo, para ello tiene las redes sociales.

Y luego ordenará poner un chip en la mano derecha o en la frente a todas las personas (Apocalipsis 13:16), para que no puedan comprar alimentos al menos que tengan la marca, y para saber en dónde se encuentran en el momento que él los necesite.

Ese desalmado, tendrá un odio o rechazo especial hacia las mujeres y estará dispuesto a acabar con todo lo que suene a cristiano y a judío.

Además, tendrás que hacerle frente a la gran tribulación, al “derrame de las siete copas de la ira” de Dios sobre la tierra (Apocalipsis capítulo 16).

Estamos hablando de plagas y pestilencias. Estamos hablando de que las aguas del mar y de los ríos se conviertan en sangre. Estamos hablando de una explosión solar que acabará con la tercera parte de los habitantes de la tierra. Pero no solo eso, esa explosión acabará con las comunicaciones satelitales, no habrá teléfonos ni medios de comunicación ni electricidad por muchos meses.

También estamos hablando de úlceras malignas, de días de oscuridad espiritual, donde se dará la mayor posesión demoniaca de toda la historia, porque las puertas del infierno se abrirán para que eso suceda (Apocalipsis 9:2).

Estamos hablando de una tercera guerra mundial conocida como “la batalla de Armagedón” y de un terremoto tan grande como nunca lo ha habido, tan grande que dividirá Jerusalén en tres partes y no quedará una sola isla ni un solo monte de pie. Estamos hablando de la caída de granizos de treinta kilos.

Si no fuera por causa de los escogidos, esos días no serían acortados y no quedaría una sola persona viva sobre la tierra, pero por causa de ellos, esa tribulación será de tan solo tres años y medio. Desolación y muerte, eso será lo que les espera a los que se hayan dejados atrás.

¿Cuándo será eso? A Jesús le hicieron la misma pregunta, y  Él dijo que “del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo el Padre” (Mateo 24:36). Pero Jesús nos dio señales para que nos diéramos cuenta de que el tiempo se acercaba:

El dijo que vendrían muchos haciendo pasar por él, diciendo yo soy el Cristo; y a muchos engañarán (Mateo 24:5). El puertorriqueño José Luis de Jesús Miranda dijo que era Jesucristo y logró que miles de personas le creyeran en todo el mundo. En México hay otra persona que fundó una secta y dice ser Cristo. Lo mismo en China y otros lugares, estamos llenos de falsos cristos; la señal se está cumpliendo.

Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino” (Mateo 24:6-7).

Encienda la tele y verá que hay guerras y rumores de guerras en todo el mundo. Los tambores de guerra suenan a la vez en Irak, en Israel, en Rusia, en Siria y en muchos lugares del mundo.

Y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.  Y todo esto será principio de dolores” (Mateo 24:6) como los dolores que sufre la mujer antes del parto.

Eso está sucediendo en el mundo, terremotos en todos los países, los principios de dolores han comenzado.

Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos de todas las gentes por causa de mi nombre” (Mateo 24:9).

Será la época de mayor persecución religiosa de la historia, si eres cristiano serás tratado de homofóbico, y cuando el anticristo reine serás ejecutado, al menos que te dejes poner la marca de la bestia.

Entonces, muchos tropezarán (negarán su fe y se dejarán sellar), y se entregarán unos a otros, y unos a otros se aborrecerán” (Mateo 24:10).

Y muchos falsos profetas se levantarán, y engañarán a muchos” (Mateo 24:11).

Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos (Por Cristo) se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo (Mateo 24:12-13).

Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14). No sé si habrá alguna nación en el mundo donde no se haya predicado el evangelio. Lo que sí sé es que en muchos países se ha retomado la persecución y muerte hacia los cristianos como Jesús lo anunció. Son muchas las señales que nos indican que el tiempo está más cerca de lo que imaginamos.

LA GRAN SEÑAL

Pero hay una gran señal: “la higuera”. Un día Jesús caminaba con sus discípulos y vio una higuera sin fruto. Él le ordenó secarse y la higuera se secó inmediatamente (Mateo 21:19).

En las escrituras está claro que la higuera simboliza a Israel. Lo podemos ver en Oseas 9:10, en Jeremías 24:1:10, en Joel 1:7 y en muchos otros versículos. Tanto es así, que el escudo de Israel contiene un candelabro rodeado por una higuera.

Esta acción fue la profecía que señalaba el hecho de que la ira de Dios se derramaría sobre Israel debido a que había rechazado a Jesús como Mesías. Y la profecía se cumplió en el año 70 d.C. Ese año los romanos destruyeron Jerusalén y mataron a más de un millón de judíos. El resto de ellos fue echado de allí y esparcido por todo el mundo.

Al día siguiente en que Jesús maldijo la higuera, se refirió de nuevo a ella y dijo: “De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca” (Mateo 24:32-34).

La higuera reverdeció el día 14 de mayo de 1948, fecha en que Israel fue proclamado al mundo como nación independiente y se le dio parte de la tierra prometida para que sus ciudadanos habitaran.

Jesús dijo que los judíos caerían a filo de espada y serían llevados cautivos a todas las naciones. Luego, añadió que Jerusalén sería hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplieran (Lucas 21:24).

Pues bien, todo eso sucedió; Jerusalén pasó de los romanos a los bizantinos, y de ellos a los árabes, los cruzados, los mamelucos, los turcos, los británicos y finalmente los jordanos precarizaron la tierra y se hicieron llamar palestinos.

Durante más de 1800 años Jerusalén estuvo bajo control gentil. Pero llegó el día que los tiempos de los gentiles se cumplirían. Esto sucedió el 7 de junio de 1967 cuando Israel reconquistó Jerusalén. Allí se cumplió la profecía, ese día se acabó el tiempo de los gentiles.

Pero, volvamos a la frase más importante que Jesús dijo en Mateo 24:34: “De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca.”

Jesús dijo que no pasaría la generación de la higuera que reverdeciera sin que el arrebato y lo que está profetizado para los tiempos del fin se cumplieran.

Si Israel tomó posesión legítima de la tierra prometida en el año 1948, podemos entender que esa generación de que habló Jesús se inició en ese año.

Ahora, si una generación, según la biblia es de 70 a 80 años (Salmo 90:10), e Israel está cumpliendo 70 años en este 2018, podríamos afirmar sin temor a equivocarnos, que el arrebato se dará en el transcurso del siguiente periodo de diez años.

El apóstol Pablo nos dio otra señal. Dijo que el arrebato no se daría sin que antes se manifestara la apostasía y el hombre de pecado (2 Tesalonicenses 2:1-4), el hijo de perdición, el anticristo, el líder del nuevo orden mundial que gobernará la tierra durante los últimos 7 años antes del fin.

No debe quedar claro que el nuevo orden mundial ya existe, se inició con la Unión Europea y se está expandiendo mundialmente sin que nos demos cuenta. Digite usted la palabra “orden mundial” en el buscador de Google y se sorprenderá de lo que encontrará.

La apostasía ya llegó con toda su fuerza. Con el estribillo “igualdad de derechos” los estados están proclamando ser laicos. Pero un estado Laico es aquel que prohíbe que se hable de la palabra de Dios en las instituciones del Estado.

Ya usted no podrá hablarle del evangelio a sus compañeros del Ministerio como Dios lo ordena. Y eso implica que la educación religiosa ya no será permitida en las escuelas, sino que será sustituida por la enseñanza de la ideología de género para envenenar a los niños y enseñarles que “lo es bueno y lo bueno malo, que la luz es tinieblas y las tinieblas son luz,  y que lo amargo es dulce y lo dulce es amargo” (Isaías 5:20) para prepararlos para el anticristo.

Es lo que está sucediendo en todo el mundo, y Costa Rica no escapa, el nuevo gobierno está de acuerdo con esa apostasía.

LA FIRMA DE PAZ

Lo que marca el inicio del fin es la firma de paz con Israel. El apóstol Pablo enseñó que “cuando digan paz y seguridad, vendrá la destrucción repentina” (1 Tesalonicenses 5:3). Esta paz se refiere a la paz entre Israel y sus vecinos.

En Daniel 9:27 se nos dice lo siguiente: “Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador”.

Daniel profetizó acerca de los últimos siete años antes del fin. Habló de una semana de años o sea 7 años que darían inicio con la firma de un pacto de paz con Israel. Esa firma de paz mediada por el líder del nuevo orden mundial será vital para que se firme la paz con Israel. Pero, como dice la profecía de Daniel, a la mitad de esos siete años, este anticristo romperá el pacto y tratará de destruir Israel, lo que no conseguirá, porque Cristo vendrá personalmente en defensa de Israel y acabará con él. (Apocalipsis 19:11-21).

Ese líder mundial es el jinete del caballo blanco, el que da inicio al Apocalipsis. Su caballo es blanco (Apocalipsis 6:2) porque el blanco tipifica la paz.

Ese líder no se presentará como un tirano sino como un pacifista, como una persona que quiere “derechos para todos”. Luego, cuando tenga el poder y el apoyo de las naciones, sacará las uñas y empezará su destrucción, apoyado por un falso profeta que pedirá que lo adoren como un dios.

Lo cierto del caso es que la paz ha sido anunciada. El papa y el presidente de USA han hecho lo imposible porque se firme la paz entre Israel y sus enemigos. El fin está muy cerca.

EL GRAN ESCAPE

Aquí es donde quería llegar ¿Cómo podremos escapar de la gran tribulación y formar parte del gran escape que Dios nos ha dado a través del arrebato?

Solamente hay una manera: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:16).

Nuestro Señor Jesús nos dio dos requisitos: 1) creer y 2) bautizarnos. Él dijo que el que creyere en el evangelio de Cristo y se bautizare será salvo. Creer en el evangelio es creer que Jesús es el Señor y que Dios lo levanto de los muertos (Romanos 10:9). El que no cree está condenado. Y el que cree debe bautizarse para que sus pecados sean perdonados y ser salvo (Hechos 2:38, 22:16).

Las religiones son la esperanza falsa, ya que enseñan que con solamente creer en Cristo las personas son salvas, sin necesidad de otra cosa. Si le crees a las religiones y no a Cristo, entonces serás dejado atrás y en aquel momento tan cercano te acordarás de estas palabras. No tienes que creerme a mí, créele a la palabra de Dios, te lo suplico.

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