lunes, 19 de junio de 2017

EL PROFETA DELINCUENTE

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EL PROFETA DELINCUENTE
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Hubo un profeta falso. Desenmascararlo es arriesgar la vida porque sus seguidores no responden con argumentos sino con bombas. Me han consultado sobre él y debo contestar con la verdad sobre lo que fue su vida, y con la verdad sobre lo que son sus enseñanzas religiosas, porque nuestra misión siempre ha sido la defensa de la verdad. En este caso, estamos hablando de Mahoma.

SU VIDA

Es cuestión de estudiar la historia para saber  que  Mahoma fue un delincuente, un terrorista y un pedófilo. Nació el 29 de abril del año 570 después de Cristo, en la Meca, lo que hoy es Arabia Saudita, en una familia muy pobre perteneciente a la tribu de Quraish.
Su  padre Abdullah falleció antes de que él naciera y su madre  Amina falleció cuando tenía tan solo 8 años. Quedó huérfano siendo niño y fue su tío Abu Talib el que se encargó de su crianza. Su tía política lo humillaba y lo trataba muy mal, lo que resultó que a los 20 años abandonara su casa, lleno de odio y de rencor.
Pasado un tiempo, consiguió formar una pandilla de delincuentes para robarles a los ricos, pero además consiguió empleo en una empresa de La Meca para que nadie sospechara.
Enamoró a su patrona Khadijah, una comerciante viuda muy adinerada de cuarenta años, con la que contrajo matrimonio y con esta primera esposa tuvo una hija única de nombre Fátima.
Con el matrimonio no solamente consiguió un fuerte  vínculo afectivo y de familia, sino que ascendió socialmente, convirtiéndose en un respetable comerciante.
Al casarse con Khadijah y tener mucho dinero, Mahoma cambió su estilo de vida. Ahora podía viajar a donde quisiera, manipular influencias, y continuar ampliando su banda de delincuentes. Todo lo que era inaccesible para él anteriormente, ahora lo tenía al alcance de la mano. Así que hizo aún más grande su grupo de jóvenes delincuentes. Ahora incluso llegaban muchos jóvenes por sí solos a pedirle trabajo, ya que Mahoma se convirtió en un mafioso muy famoso y los contrataba para robar y asesinar.
Durante los asaltos, secuestraban mujeres y pedían un rescate por ellas, de esa manera amasó una enorme fortuna.

Llegado un tiempo, no sólo robaban, ahora violaban a las mujeres y mataban a todos los que se resistían. Hacían esclavas a sus mujeres y las llevaban con ellos para torturarlas y violarlas. Fue el grupo mafioso más horrendo de esta época.
De repente, Mahoma se dio cuenta de que la gente le tenía mucho respeto a los religiosos judíos y cristianos, la gente les seguía, y recibían mucho dinero por las donaciones religiosas.
Pensó que necesitaba ese respeto y esas donaciones y le vino una gran idea. Él acostumbraba refugiarse en la cueva de Hira para encontrarse allí con su banda de delincuentes. Entonces, decidió inventar que iba a la cueva a reflexionar, y que allí tuvo encuentros con el ángel Gabriel, el cual le hizo muchas revelaciones de parte de Dios. Esto sucedió en el año 610, cuando tenía 40 años de Edad.
Entonces comenzó a predicar en las calles argumentado ser un profeta como Jesús, pero mayor que Jesús, el mayor profeta de Dios para la humanidad, tal y como lo creen sus seguidores.
En la meca había más de 360 imágenes de dioses paganos y  Mahoma tomó el control de la meca y con 10.000 hombres destruyó todas las imágenes  excepta una: la del dios luna y le cambió el nombre por Alá.
Proclamó que solamente hay un Dios Padre, no hay ni hijo ni Espíritu Santo. Según él,  eso le fue revelado por el ángel Gabriel. Decidió crear una religión llamada el Islam y con un dios de nombre Alá. La palabra “Islam” significa “entrega” o “sumisión total”, que según Mahoma, es la única manera de complacer a Alá.
Los seguidores de esta falsa religión serían llamados musulmanes, y según Mahoma, el mundo habría sido hecho solamente para los musulmanes y que solamente ellos alcanzarían la gloria.
Con ayuda de sus amigos escribió un libro que llamó el Corán, el cual supuestamente contiene todas las revelaciones que le llegaron de parte de Alá. Allí estableció ritos; determinó reglas de cinco rezos diarios, el ayuno durante el mes de Ramadán, y la visita obligatoria a la Meca una vez al año.
Con la excusa de rezar, construyó templos a los que llamó mezquitas, que más bien servían para planificar las masacres humanas que llamó “guerras santas”.
Los terroristas Islámicos del mundo moderno siguen usando esa excusa para causar dolor, muerte y destrucción en todo el mundo.
Según Mahoma, es obligación de todo creyente participar en las guerras santas en el nombre del Alá, para acabar con todo aquel que no acepte su falso credo.
Aprovechando la influencia, y status social de su esposa, Mahoma introdujo la nueva religión del Islam públicamente y se declaró profeta. Cuando el pueblo de La Meca oyó acerca del Islam, Alá como dios y Mahoma como profeta, al principio nadie le quiso escuchar ni creer. Pero su esposa le ayudó a hacer llegar su mensaje a todo el pueblo y convencer a muchos de ellos.
Además, los delincuentes que formaban parte del equipo de Mahoma se convirtieron falsamente al Islam para enseñar al pueblo que había una revolución religiosa, que Alá había enviado su verdadero mensaje a este mundo, y que había elegido La Meca como su hogar sagrado.
La mujer de Mahoma y su equipo sobornaban sutil y astutamente a los pobres y mendigos para convertirlos al Islam, dándoles dinero, comida y otras cosas de primera necesidad. Así Mahoma incrementó la cantidad de gente que adoptaba su falsa fe. Luego le siguieron sus amigos y conocidos más cercanos.
Él actuaba como el falso profeta que era e intentaba convencer a todo el mundo de que estaba recibiendo mensajes de Alá y que venían los ángeles de Alá a verle. No lo podría hacer ni en su casa ni en las calles porque, al hacerlo en los lugares públicos su engaño se descubriría. Por eso eligió el lugar donde escondía su dinero de los robos: la Cueva de Hira.
La enseñanza de Mahoma tiene dos caras, por un lado que solamente hay un dios y ese dios es Alá, y por otro lado, el que no lo acepte ese dios y sus revelaciones debe morir.
Mahoma empezó a ser obstaculizado por las comunidades cristianas y judías, que sabían que sus enseñanzas era falsas, que no existía ningún Dios llamado Alá y que Mahoma era un profeta falso. Así que Mahoma tuvo que utilizar la violencia, el terror  y el poder de su mafia contra todos los que pusieran obstáculos en su camino.
Mahoma envió su mensaje a la comunidad cristiana y judía para que aceptaran el Islam, pero no tuvo éxito. Los judíos y cristianos a pesar de tener miedo a Mahoma le rechazaron y le dijeron que ellos tenían un dios que les salvaría.  Entonces Mahoma manifestó:

He sido ordenado por Alá para luchar contra todos los Infieles hasta que se sometan a la realidad de que no hay Dios pero sí Alá y que Mahoma es su mensajero. Sométanse y testifiquen que no hay Dios, pero sí Alá y que Mahoma es el apóstol de Alá, antes de que pierdan la cabeza”.

Mahoma transmitió al mundo a través del Corán: “ordeno a los musulmanes luchar contra los infieles hasta que éstos sean muertos o convertidos al Islam. Permitir a personas de otras fe vivir e ignorar el Islam no es una opción”.
Los siguientes años fueron de barbarie y violencia. Mahoma forzó a los cristianos y judíos a convertirse al islam a punta de espada. Sus mujeres eran violadas por Mahoma y sus seguidores. Y sus tierras eran capturadas. Muchos niños quedaron huérfanos y las chicas jóvenes perdieron a sus novios.
La barbarie de Mahoma no distinguió entre jóvenes, ancianos, o niños. Todos fueron víctimas de la espada de Mahoma. Mujeres viudas, niños huérfanos, maltratos físicos y psicológicos.
Mahoma sumía en la misma situación que él sufrió, sin padres, a otros niños árabes. Una parte de la población, con profundo horror y sufrimiento, lloró el resto de sus vidas.
El éxito rotundo de su estrategia atrajo varios grupos mafiosos de otros pueblos y países árabes, unos grupos de la ciudad árabe de Medina le invitaron a ir y negociar para agregarse al grupo de Mahoma.
A Mahoma le interesó esta oferta porque necesitaba más mano de obra y alianzas políticas con varios grupos, para seguir con el plan de ondear su bandera en todo el mundo.
Mahoma y sus alianzas mafiosas llegaron al acuerdo de compartir el poder pero siempre y cuando gobernaran el mundo bajo de la bandera de Mahoma. Y desde Medina empezaron una nueva historia.
La religión, que fue creada por Mahoma, estaba a punto de ser expandida internacionalmente, con muchos planes de guerras, violencia y acción militar islámica.
Mahoma y sus seguidores iniciaron la ofensiva contra países pacíficos para imponer el Islam. Usando la fuerza, violencia, eliminando a sus enemigos y obstáculos a su paso. Emprendió la Guerra Santa contra el paganismo, el cristianismo y el judaísmo. Esta guerra cobró incontables vidas en varias comunidades, ciudades y países.
Las guerras santas de Mahoma causaron la peor masacre humana de la historia de nuestra humanidad. Empezó por Medina, pasando por La Meca a todo el mundo árabe, conquistando muchos países y sometiéndolos bajo su bandera, y llegando a los pies de casi todo el mundo.
El palacio de su vida estaba lleno de las alegrías y lujo que construyó encima de los cadáveres de miles de víctimas inocentes, y le hacía sentir como un dios que podía hacer bailar a todo el mundo con un solo dedo.
Pasó de ser un huérfano pobre a convertirse en ladrón, después en un mafioso asesino, luego un falso profeta y en un fanático del sexo.
En las guerras mataban a judíos y cristianos, y las mujeres de estas víctimas las apresaba Mahoma. Era él quien elegía a las mujeres más atractivas y las que sobraban se las daba a su equipo.
Estas mujeres pasaban a ser esclavas de Mahoma. Les hacía bailar, las forzaba a darle placer sexual a punta de espada y, después de usarlas, las tiraba.
Las mujeres habían sido como un juguete para Mahoma. No las valoraba ni respetaba. Para él las mujeres eran de usar y tirar. Y era lo que enseñaba a todos los hombres que le seguían.
Es por eso que, hasta hoy, en el mundo islámico las mujeres no tienen los mismos derechos y el mismo respeto que los hombres.  Gracias a Mahoma hoy día en el mundo islámico las mujeres están sometidas, discriminadas y torturadas por los hombres.
Mahoma se casó muchas veces, divorciándose vez tras vez para casarse con otra. El Corán y la historia nos dice que Mahoma se casó once veces, pero según los indicios, Mahoma se casó muchas veces más. Se casó varias veces en un mes y hasta en una semana.
Para no ser cuestionado, cada vez que se casaba con una mujer decía a todo el mundo que Alá se  lo había ordenado. Para legalizar el asunto, dijo que Alá le había revelado que los “hombres podían tener cuatro esposas a la vez”.
De sus muchos matrimonios, el más cuestionable fue el que tuvo con la  hija de su mejor amigo Abu Bakar, una niña de 6 años. También, en el nombre de Alá, obligó a divorciarse a uno de sus hijos: Zaynab bint Khuzayma, para casarse con su nuera que le gustaba.
Mahoma tuvo relaciones sexuales con casi cualquiera que se le antojaba, gracias a las “órdenes que le venían de Alá”. Explotó sexualmente a las niñas menores y mantuvo muchas esclavas e incontables esposas, justificándose siempre el ser obediente a Alá.
Mahoma sentía un gran desprecio por las mujeres, porque a él le parecía que todas las mujeres eran tan malas y crueles como su tía y en consecuencia veía a su tía en cada mujer. Es por eso que a través de sus escritos y órdenes ha legado una vida muy difícil para las mujeres. Por ejemplo, entre sus órdenes se expresa la discriminación de la mujer en varias maneras.
Mahoma hizo tan fácil para los hombres destruir la vida de sus mujeres, que un hombre en cualquier momento, sin ningún aviso, preparación o un proceso legal puede divorciarse de su mujer en unos segundos, tan sólo diciendo la palabra “Talaq“, que significa divorcio, tres veces.
Pero la mujer no lo tiene tan fácil si quiere divorciarse de su marido. Primero la sociedad islámica no le permite hacerlo y si aun así ella quiere su libertad rebelándose, tiene que pasar por un largo y penoso proceso. Pero luego por ser divorciada no tendrá el mismo respeto en la sociedad como antes.
Cualquier religión permite a los hombres y mujeres rezar juntos a sus dioses bajo el mismo techo, pero Mahoma también discriminó a las mujeres. No les está permitido rezar en las mezquitas con los hombres. Esto porque según Mahoma las mujeres son personas de segunda clase y no están tan cerca de Alá como lo están los hombres. Es por eso que las mujeres rezan separadas de los hombres en sus casas.
Mahoma no permitió que las mujeres entraran a los cementerios. Tampoco pueden acercarse, hablar o hacer amistades con los hombres que no sean parientes cercanos. Siempre deberán estar cubiertas, tapando sus rostros y cuerpos enteros.
Mahoma no creía que las mujeres eran inteligentes o que su palabra tuviera valor, es por eso que en las leyes islámicas que inventó Mahoma, el testimonio de una mujer no es válido. Por ejemplo si una mujer ha sido violada y ella lo denuncia, ésta denuncia no será procesada hasta que no haya por lo menos un hombre que le sirva de testigo. Aunque haya cien mujeres de testigos, ninguno de sus testimonios será tomado en cuenta.
Al hacer todo eso Mahoma dejó a la mujer condenada a sufrir por siempre. Y no pueden cambiar o mejorar la situación, porque Mahoma a través del Corán dejó claro que no se permiten modificaciones.
También, a través del Corán, Mahoma prohibió a los musulmanes hacer amistades o tener relaciones con los “Qafir”, aquellos que no profesan su misma religión.
Después de ganar las guerras Mahoma y su equipo capturaban los edificios de las ciudades y los convertían en sus mezquitas, y en ellas erguían los altos Minaretes, que según Mahoma eran las señales de victoria del Islam. Las mezquitas no eran solamente un lugar para rezar, sino la gran oficina de su conquista del mundo y los minaretes demostraban su poder.
Mahoma inventó su bandera Islámica con la imagen de una espada, lo que significa que todos deben someterse al Islam o morir. La espada  todavía existe en la bandera nacional de Arabia Saudita, país donde nació.
Mahoma nunca permitía nadie a oponerse a él. Oponerse significaba perder la vida. Varias personas de su propio grupo que se rebelaron contra él fueron asesinadas brutalmente por Mahoma. Y hasta el día de hoy los musulmanes siguen la misma ideología. Según ellos, quien decida abandonar o criticar el Islam, será castigado.
Después de lograr todos sus objetivos de ser rico, poderoso y respetable, en el año 632 a la edad de 62 años, Mahoma murió. Pero antes de irse de este mundo dejó tanto radicalismo y violencia en los corazones de los musulmanes que nunca lo podremos quitar o cambiar.
Aunque Mahoma murió, sus seguidores, alianzas políticas y equipo de delincuentes siguieron con todas las injusticias, torturas y masacres que él les enseñó.
Desde entonces han extendido esta falsa religión en todo el mundo y todavía siguen con su ideología de gobernar el mundo a cualquier precio y de cualquier manera, tal como les enseñó Mahoma.
Y así, de generación en generación, el tiempo pasó, y las nuevas generaciones de musulmanes, cegados por el fanatismo religioso, no se dan cuenta de que siguen una religión erigida sobre las tumbas de muchos hombres inocentes, y que su religión es un mar lleno de las lágrimas de incontables mujeres.
Continuaron venerando a Mahoma como el mensajero de Alá, y al Islam como la religión que sus generaciones pasadas les legaron. Ellos no quieren aceptar la verdadera historia, se niegan a aceptar la realidad de que su profeta no era más que un ladrón, un asesino y un violador que inventó falsos mensajes para lograr poder y satisfacer su ambición desmedida.

SUS FALSAS ENSEÑAZAS

1.     El islamismo enseña que Dios es uno, es decir, que solamente hay un Padre, no hay ni hijo ni Espíritu Santo.

Falso: La palabra de Dios nos indica claramente que hay un solo Dios en tres personas. En Génesis 1:26 dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza.  Allí vemos que Dios habla en plural y no en singular.
En Juan 10:30 Jesús dijo: Yo y el Padre uno somos. En Juan 14:16 Jesús dijo: Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. Aquí se refiere al Espíritu Santo que sería enviado a morar en los hombres.
Y más adelante, en clara referencia al Espíritu Santo dijo: En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros (Juan 14:20).
Dios es uno, pero en tres personas. Es algo que no podemos comprender claramente, pero tampoco podemos negarlo como lo hace abiertamente el Islam.

2.   El Islam declara que el nombre de Dios es Alá y que es el único Dios verdadero.

Falso, no existe ningún dios llamado Alá, el único Dios verdadero declaró que su nombre es YO SOY:

Éxodo 3:14 Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY.  Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.

Dios habló como Jehová, el Dios auto existente. Él es el que provee, él es que sana, él es el que salva, él es el único creador del universo, por eso declara “Yo soy”.

Salmo 83:18 Y conozcan que tu nombre es Jehová;

Otros versículos dicen que el nombre de  Dios es Jehová. Esa palabra es una traducción de la palabra hebrea יהוה (YHWH), que no tiene vocales y significa el Eterno, el que fue, el que es  y será para siempre, o sea:  YO SOY. Han traducido la palabra como Jehová o como Yavé para que sea pronunciable.

3.   El islamismo enseña que Jesús fue un profeta, pero no fue  el hijo de Dios. Es decir, creen en Jesús pero no creen en Jesucristo. Y puntualizan que  Mahoma es el último de los profetas y es superior a Jesús.

Falso: La biblia dice en  1 Juan  2:22-23: ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre.

Con base en este versículo nos queda claro que Mahoma era un anticristo, que tenía el espíritu del anticristo porque negaba que Jesús es el Cristo, por lo tanto todas sus enseñanzas son doctrinas de demonios, son enseñanzas que vienen del diablo.
Para determinar lo falso que era, Mahoma dijo que él era superior a Jesucristo ¿Quién puede ser superior a Jesucristo? Solamente el Padre. ¿Qué fue, que Mahoma murió por los pecados de la humanidad?

4.   La falsa doctrina del islamismo enseña que los soldados muertos en las “guerras santas” tienen un lugar seguro en el cielo. Las guerras Santas, que de santas no tienen nada, son para expandir la fe. El que muere en ellas tiene el cielo ganado. Y también enseñan que los que no se someten al islamismo irán al infierno.

Falso: Jesús nos trajo su evangelio y lo trajo en santa paz. Las guerras santas son todos los ataques terroristas  que llevan a cabo los musulmanes contra todos aquellos que no se someten al islamismo. La palabra de Dios no dice que tenemos que matar para ir al cielo ni someternos a ninguna religión. Lo que dice es: “el que creyere en el evangelio  y se bautice será salvo” (Marcos 16:16).
Lógicamente que todos los musulmanes irán al infierno al morir, aunque no participen del terrorismo,  porque no creen en el evangelio de Cristo. “El que no cree en Cristo ya ha sido condenado porque no cree en el unigénito hijo de Dios” (Juan 3:18).

5.    Otra de sus falsas enseñanzas es la doctrina de la predestinación. Para ellos el hombre ya tiene una vida escrita, vive lo que ya estaba escrito para él.

Falso: Si eso fuera así, Dios sería un dios injusto. Dios nos da libre albedrío. Dios nos predestinó para que todos seamos adoptados como sus hijos (Efesios1:5). Lo que eso significa es que Dios quiere ese destino para nosotros, pero podemos rechazarlo o aceptarlo, él no nos obliga.
A Adán y a Eva, Dios les puso las dos opciones simbolizadas por dos árboles y ellos escogieron el árbol equivocado. Si hubieran estado predestinados no hubiera sucedido lo que sucedió en el Edén y ellos hubieran tenido que obedecer.

6.   El Islam enseña que la mujer es un pedazo de tierra cultivable, o sea que es como un objeto y  que los esposos pueden pegarle a sus esposas.

Falso: la Biblia declara que Dios creo al hombre, varón y hembra los creó para que fueran una sola carne (Génesis 1:27-2:24), la mujer no es cualquier objeto, es el complemente perfecto del varón, es el vaso frágil a la que hay que darle honor (1 Pedro 3:7).

RESUMEN

Podríamos seguir enumerando los errores del Islam, pero para muestra un botón. No vale la pena dedicar tiempo para estudiar a fondo las doctrinas de un extremismo religioso, que mata gente inocente a diestra y siniestra, y que mantiene al mundo en vilo sin ninguna justificación. Más que una religión, son los peores terroristas del planeta.
Por ejemplo, el Corán dice que Jesús no murió por nuestros pecados, que no fue crucificado y que no es ningún salvador. También dice que Moisés vivía en los tiempos del diluvio; que Dios duró ocho días y no seis en la creación de los cielos y la tierra; que solamente dos hijos de Noé y no tres  se salvaron con él; que Abraham trajo a Ismael para sacrificarlo y no a Isaac, entre tantas de sus contradicciones.
El simple hecho de que el Islam niegue que Jesús es el hijo de Dios, es suficiente para catalogar esta religión como una secta diabólica que no gana almas para Dios sino que las empuja al fuego del infierno.
¿Qué podemos esperar? Su creador fue un vil asesino, violador de mujeres, pedófilo y un hombre que blasfemó una y otra vez contra el Espíritu Santo al contradecir su Santa Palabra.





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