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El corazón de la
personas es como un depósito que puede estar lleno o vacío de amor. El depósito
vacío es la fuente de un comportamiento rebelde e incluso agresivo. Ese
comportamiento no es una expresión de odio, sino un clamor a voces de que necesita sentirse amado.
En la mayoría de
los casos, la delincuencia y la drogadicción son causadas por esos depósitos
vacíos. Muchachos que no encuentran el amor en sus hogares, buscan llenar el
tanque en las calles. Allí encuentran quien los escuche, quien les de un
apretón de manos y quien les de una palabra de aliento. Pero también encuentran
quien les de drogas y los impulse a delinquir.
Por otra parte,
millones de personas se casan por falta de amor en sus hogares. Y muchas veces
lo hacen con la persona equivocada, pero fue quizás la que los escuchó y la que
les dio cariño por vez primera.
Por la misma razón
surge el adulterio. La aparición de una persona en nuestras vidas, en el peor
de los casos, puede ser una tercera persona nos escucha, nos da cariño, nos
llena el tanque, mientras que de nuestra pareja solamente recibimos quejas,
desamor y agresión. En un 80% de los casos de adulterio, el inocente es
igual de culpable.
Cuando la esposa
dice “me ignora todo el día y en la noche solo quiere mi cuerpo”, no es
que odia el sexo, simplemente tiene el
depósito vacío y éste no lo llena el sexo sino el amor genuino. Si el
depósito estuviera lleno, ella estaría encantada de tener sexo.
Las discusiones en
una pareja, su enfriamiento, no son otra cosa que un semáforo amarillo, que
anuncia que el depósito se está vaciando o que ya está vacío.
El famoso sicólogo Gary
Chapman, escritor del libro “Los cinco lenguajes del amor”, dice que
las personas acudían a él y le confesaban que no se sentían amadas y él les
preguntaba ¿Qué quieren? ¿Qué les falta? Y luego de escuchar a tantas parejas,
llegó a descubrir que no se sentían amadas porque sus parejas no les hablaban
en su mismo lenguaje ¿Qué quiere decir? Que todos los seres humanos tenemos nuestro propio lenguaje de amor,
es decir, nuestra manera de expresarlo, y que raramente dos personas hablan el mismo
lenguaje. Como consecuencia, cuando a una persona no le hablan en su mismo
lenguaje, surgen problemas, a veces tan graves que pueden terminar en
separaciones y divorcios.
Si queremos que
nuestros matrimonios perduren para siempre, tenemos que aprender el lenguaje de
amor de nuestras parejas. El Señor Chapman llegó a la conclusión de que hay al
menos cinco lenguajes de amor:
1. LAS PALABRAS DE CONFIRMACIÓN
El lenguaje de amor
más importante es el de las palabras de confirmación o de reconocimiento. Mark Twain dijo: “puedo vivir por dos meses con
un cumplido.” Si tomamos esto literalmente diríamos que con seis buenos
cumplidos podríamos mantener nuestro taque lleno por un año.
Proverbios
18:21 La muerte y la vida están en poder de la lengua.
Hay poder en las
palabras que pronunciamos a otras personas. Una palabra de aliento te levanta
del suelo, te imprime vida, pero una palabra de crítica te puede llevar incluso
a un suicidio.
Proverbios
12:25 La congoja en el corazón del hombre lo abate; más la buena palabra lo
alegra.
Una palabra como “qué
hermosa estás”, alegra el corazón de una esposa, alimenta su ego y la hace
sentirse amada. Una palabra que diga: “Como te admiro mi amor” alegra el
corazón del esposo, lo hace sentirse amado, inteligente y le da fuerzas para
salir a conquistar el mundo.
Una palabra como: “que
gorda estás” o “eres un bueno para nada” es un balazo al corazón que
destruye a quien la recibe, y por supuesto acaba con la relación.
Hay esposas que
nunca le dicen “Te amo” a su marido”. Otras le exigen de todo a sus
maridos, pero son incapaces de prepararles un desayuno. Sus maridos jamás se
sentirán amados, saldrán con el tanque vacío, y esto es muy peligroso, porque
puede llenarlos con las palabras bonitas de terceras personas.
Por su parte, hay
maridos que siempre tienen alguna crítica que hacerle a la comida que sus
esposas les preparan. O buscan una mancha en el piso para hacerles ver no que
hacen bien su trabajo. Nunca hay una palabra de reconocimiento. No se extrañe
entonces si el día de mañana su esposa se haga de un amante, aquel que sí le
dijo palabras de reconocimiento y le llenó su tanque.
La Biblia nos dice
en 1 Corintios 13:4-5 que el amor es sufrido, no se irrita y no hace
nada indebido. Sin embargo, para muchos esposos o esposas, a veces, la
crítica es lo más fácil. O el pedir las cosas con despotismo: “¿Vas a sacar
la basura o esperas a que las moscas se la lleven?” Estas no son palabras
de reconocimiento sino todo lo contrario. Ese no es un lenguaje de amor,
sino de desamor. Recordemos que el amor no se irrita ni hace nada
indebido.
Lucas 6:45
El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo,
del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón
habla la boca.
De la abundancia
del corazón habla la boca. Lo que tenemos en el corazón, eso es lo que dejamos
salir por nuestras bocas. Si de nuestra boca solo salen críticas y palabras de
desánimo, mostramos que eso es lo que tenemos en nuestro corazón. Y lo que
damos con nuestras palabras son muestras de desamor.
Cuando recibimos
palabras de ánimo o gratitud respondemos inmediatamente a los deseos del otro,
no así, cuando recibimos una demanda cargada de sarcasmo.
Animar significa “dar aliento.” Todos nosotros tenemos áreas en las
que nos sentimos inseguros. Nos faltan esas palabras de ánimo para poder combatir
esa inseguridad.
Hay padres que en
lugar de animar a sus hijos, viven diciéndoles que son buenos para nada y eso es lo que serán, porque esas palabras no los
dejarán desarrollar su potencial, sino que aumentarán su inseguridad.
Eso sí, dar ánimo requiere
ver el mundo desde la perspectiva del otro. No se trata de animar para que
se hagan nuestros sueños sino de animar para que cumplan los sueños de ellos.
Hay abogados que
animan a sus hijos para que también sean abogados. Pero si eligen otra carrera
no los animan, no ven la perspectiva de sus hijos.
Hay personas que
siempre hieren al hablar. Si haces un comentario de alguien que hizo algo
indebido, inmediatamente te comparan con ese alguien. Están esperando cualquier
cosa para dispararte. Y lo peor, es que se atreven a decir que te aman. Eso no
es amor, el amor nunca hace nada indebido.
Proverbios
15:1 La respuesta blanda quita la ira; más la palabra áspera hace subir el
furor.
Ahora, por encima
del contenido de nuestras palabras es el tono el que da el significado. Una
misma frase puede invitar a la intimidad o puede quebrar la comunicación.
Las palabras pueden
provocar la ira o pueden aplacar un enojo. Podemos incluso hacer reclamos de
una manera que invite a la restauración en vez de a la discusión.
Si por nuestras
palabras ofendemos u ocasionamos la ira de nuestra pareja, debemos pedir
perdón. Las palabras de perdón son de
suma importancia, pues ayudan a la restauración de la relación.
Efesios 4:26
Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, 4:27 ni deis
lugar al diablo.
Nunca debemos dejar
esa palabra de perdón para el otro día. Ni siquiera para unas horas. Cuando
hacemos eso, el diablo toma ventaja y siembra rencor en los corazones de las
personas ofendidas haciendo que su corazón se endurezca, y de esa manera será
difícil el perdón.
Las palabras son un
vehículo de suma importancia en las relaciones humanas. Sirven para expresar lo
que sentimos, lo que queremos o lo que no queremos.
Hay personas que
por las circunstancias de su niñez, acostumbraron a callar y así llegan al matrimonio callando, lo que termina en un
fracaso. Esa forma de ser, impide que su pareja conozca lo que está en sus
adentros. Si la persona no cambia esa manera de ser, es casi un hecho que el
matrimonio no sobrevivirá. El callar es
una especie de agresión.
Podemos resumir,
que para que una relación subsista, se necesitan palabras de reconocimiento o
de confirmación, es el lenguaje mediante el cual podemos hacer que ella o él se
sientan amados. Y no te olvides de decirle diariamente que la amas.
2. TIEMPO DE CALIDAD
Tiempo de calidad
de resume en atención exclusiva. Podemos hablar a través de este tipo de
lenguaje y hacer que nuestra pareja se sienta amada. No es ir a compartir en
grupo, sino únicamente con nuestra pareja. No es necesario llevarla a
Paris, puede ser un paseo por el parque. No es lo que se haga, sino el
tiempo que se le dedique al ser amado. Es decirle a la pareja: “te amo y
por eso te quiero dedicar tiempo a ti, solamente a ti”.
A veces en un
restaurante, podemos ver la diferencia entre unos novios y una pareja de
casados. Los novios se miran a la cara, para ellos no hay nadie más en el
restaurante. Para los novios el objetivo no es ir a comer, sino el estar
juntos, sin nadie más. La pareja de casados va al restaurante a comer y no a
estar juntos. No se miran a la cara sino que están pendientes de las demás
personas que están en el restaurante. ¿Lo entiendes?
También lo vemos en
la relación de padres e hijos. Hay padres que salen a jugar con sus hijos y
mientras juegan están pendientes del celular y de otras cosas. Su atención no
está concentrada en sus hijos y ellos no se sentirán amados.
Muchas veces necesitamos
salir para ser escuchados. Tal vez hay distracciones en el hogar que impide
ser escuchados y debemos ir a un lugar en donde estemos solos.
Y entendamos, que
muchas veces la pareja nos cuenta su problema de trabajo, pero no espera que
le digamos que hacer, ni que la critiquemos, sino que la escuchemos y la
apoyemos. Lo que necesita es vaciar el tanque lleno de problemas para
llenarlo de amor. Y lo llena cuando la escuchamos y le damos palabras de
aliento. La separación no viene por diferencia de opiniones sino por la falta
de parejas que sepan escuchar.
No nos creamos más
inteligentes que nuestras parejas, ni pensemos que ellas deben acatar todo lo
que les decimos. El amor no es jactancioso, no se envanece (1
Corintios 13:4). Escuchémoslas, démosles palabras de aliento y nuestra
opinión si nos la piden.
Dale tiempo a tu
pareja, cómprale flores, llévala a un motel, como lo hacías cuando eran novios.
Que se sienta amada y deseada. El no darle tiempo, es interpretada como falta
de amor y produce separaciones. Debemos aprender este lenguaje del amor.
3. LOS REGALOS
Podemos hablar a
través de los regalos. No es el valor del regalo. El regalar flores es
muy significativo, porque no es algo que la pareja pueda darle uso, simplemente
es un recordatorio de que la amas. Lo que importa es su significado,
también puede ser una tarjeta.
Regalamos, porque
nos acordamos de las personas que amamos y nos tomamos el trabajo de buscar
algo con que hacérselo saber.
No es regalar en
navidad, ni en el cumpleaños, ni en el día del padre o día de la madre, es
regalar a menudo. ¿Cuántos regalos les distes a tus padres el año pasado?
¿Cuántos a tu pareja o a tus hijos, que no fuera en esos días marcados en el
calendario? Cuando das regalos, estás ayudando a llenar el tanque de amor a
alguien. Lo cierto es que la esencia del amor es dar, y para algunos eso se
materializa con objetos que se intercambian.
Mateo 6:38
Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en
vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.
Con la medida que
midamos, seremos medidos. No es el tamaño del regalo, no es el valor del
regalo. Es la frecuencia con que lo hacemos.
4. SERVICIO
Mateo 20:28
como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar
su vida en rescate por muchos.
Jesús no vino para
que le sirvieran, sino para servir y dar su vida por amor. Si Jesús, vino a
servir, nosotros también debemos hacerlo. Ese es un lenguaje de amor, es la
manera de hacer que otras personas se sientan amadas.
Aquí entramos en un
área que tristemente a menudo está rodeada de conflictos. El conflicto a veces
viene desde niños que fueron creados en machismo. Aprender este lenguaje quizás
para algunos significará modificar estereotipos o roles que han recibido por
tradición. Antes, los estereotipos venían de nuestros padres, ahora los medios
de comunicación han multiplicado los moldes o ejemplos.
El ayudar en los
quehaceres domésticos y las diversas tareas del hogar, son expresiones de amor.
Cuando un hijo le ayuda a su madre a lavar los platos, sin que ella se lo
ordene, le está diciendo que la ama.
Cuando un esposo
ayuda a su mujer en los quehaceres de la casa, ella se sentirá amada y le
corresponderá con más amor. Pero, se trata de ayudar, no de asumir la
responsabilidad de la mujer.
5. CONTACTO FÍSICO
Una manera de hacer
que una pareja se sienta amada es a través del contacto físico. Sólo tenemos
que ir a estadísticas médicas para constatar que niños que han recibido cariño
físico, tienen un mayor equilibrio emocional que quienes no lo han recibido.
Según los
científicos, debemos darles veinte abrazos diarios a nuestros hijos para que se
sientan amados. Darles un beso cuando se levantan, otro cuando llegan de la
escuela y otro cuando se acuestan. Ellos llenarán su tanque y no necesitarán
que nadie más se los llene.
1 Corintios
7:3 El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el
marido. 7:4 La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido;
ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. 7:5
No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento,
para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que
no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
En el matrimonio,
el contacto físico es de suma importancia. El marido no tiene potestad sobre su
cuerpo ni tampoco la mujer. Jamás deben negarse el uno al otro, al menos que
sea por mutuo acuerdo y para ocuparse de la oración.
Cuando las
parejas se niegan, Satanás toma ventaja y va poner a
alguien que no se niegue. Entonces, el que se niega, no culpe al otro. Si el
tanque está vacío, otro lo puede llenar.
Pero, no se trata
solamente de sexo en la intimidad; se trata de tomarse de la mano y de hacerse
cariño en cualquier lugar en donde vayan. Es sentirnos amados ante los demás.
Cuando no recibimos
cariño delante de otras personas, sentimos que la pareja se avergüenza de
nosotros y que no siente un amor verdadero. Además, cuando una mujer es
cariñosa con su pareja, ésta no tendrá tiempo de ver otra mujer, estará
concentrada en quien le hace cariño. Al revés es lo mismo.
Muchas veces uno es
dado a rozar al otro, a darle una nalgada, el tomar la mano con cariño, un
besito por aquí o por allá y si el otro lo ignora o lo rechaza, es una muestra
de desamor o una muestra que el otro no habla el mismo idioma. Es necesario por
lo tanto que lo aprenda.
Muchas veces nos
abrazamos el uno al otro ¿Por qué? Porque es un momento en que las palabras no
sirven para llenar el vacío. Aún más para quien habla este lenguaje de amor,
las palabras nunca serán suficientes. Solo abrazos y contacto físico
suplirán la necesidad. Cuando tenemos necesidad de afecto no hay
comprensión, solamente hay esa necesidad.
¿Qué te hace sentir
amado más que otra cosa? O ¿Qué te hace sentir menos amado? Eso es algo que
aprendemos en nuestro noviazgo. Al contraer matrimonio ya debemos saber los
lenguajes de amor de nuestra pareja. Por eso un noviazgo debe ser de por lo
menos dos años. Pero, lo cierto del caso, es que si queremos que la relación
perdure, ambos debemos hablar todos los lenguajes del amor. Sin uno de
ellos, la relación podría terminar. Si no hablamos uno de ellos, debemos
aprender a hacerlo, caso contrario, iremos al fracaso.
Para terminar,
diremos que hay dos tipos de personas. Un grupo lo componen aquellos
que han tenido su tanque emocional lleno por mucho tiempo. Y por otra parte
aquellos que lo han tenido tanto tiempo vacío que no recuerdan lo que
los hace sentirse amados.
Hemos de ser
conscientes que el amor es una elección, conlleva un esfuerzo por alguien, sin
esperar que nosotros mismos seamos gratificados. Si no adoptamos una actitud altruista,
habrá conflicto y nuestra pareja puede empezar a buscar amor fuera de la
relación.
Tal vez aborrezcas
lavar los platos, tal vez rehúses comprar detalles, tal vez no recibiste cariño
mientras crecías, tal vez nunca nadie te dio una palabra de reconocimiento,
mucho menos un abrazo o un beso. Pero si esa la forma en que la otra persona
percibe que tú la amas entonces debes hacerlo. No es opcional, es
obligatorio.
Contesta estas
preguntas para que obtengas una idea de tu nivel en los lenguajes del amor:
1. ¿Eres hiriente o
sarcástico?
2. ¿Haces
peticiones o exigencias?
3. ¿Le das a tu
pareja tiempo de calidad por lo menos 1 vez al mes?
4. ¿La escuchas sin
dar tus opiniones?
5. ¿Le das tarjetas
o le has envías flores fuera de las fechas de
calendario?
6. La ayudas en el
hogar?
7. ¿La rozas cuando
pasa a tu lado o la nalgueas de vez en cuándo?
8. ¿Le dices que se
conserva hermosa? ¿Le dices que es inteligente y
atractivo?
9. ¿Te niegas en el
sexo constantemente?
10. ¿Te preocupas
porque se vaya desayunado al trabajo?
Cada pregunta tiene
un valor de 10 puntos. Saca tu porcentaje y corrige lo que anda mal, si es que
en realidad amas a los tuyos
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