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Una de las grandes diferencias entre evangélicos y católicos se da con
respecto a la virgen María, ya que los
católicos afirman que los evangélicos no creen en María ¿Es esto cierto? Sí
y no, todo depende de cómo apliquemos el verbo creer.
Los evangélicos creen en María, creen que fue una mujer virtuosa, escogida
por Dios para ser la madre terrenal de Jesús, bendita entre todas las mujeres;
y que “era” virgen en el momento del
nacimiento de Jesús. Lo creen porque así está escrito en la Biblia.
Pero, los evangélicos, a
diferencia de los católicos, no creen que María sea la reina del Cielo exaltada
por Dios, objeto de culto y veneración ni tampoco la intermediaria entre Dios y
los hombres a la que hay que hacerle peticiones. Y no lo creen, porque no
está escrito que sea así; lo que está escrito es que hay que pedirle
al Padre en el nombre de Jesús para que el Padre sea glorificado en el Hijo
(Juan 14:13).
Antes de continuar, hay
algo que quiero dejar muy en claro, y es
en cuanto al evangelio. Jesús dijo: “el que creyere el evangelio y se bautizare
será salvo, el que no creyere será condenado” (Marcos 16:16).
Si no creemos el evangelio de Cristo estamos condenados,
eso es lo que quiere el diablo, que no creamos el evangelio de Cristo o que
creamos un evangelio adulterado, y para ello usa a las religiones.
¿Qué es el evangelio? El mismo se resume así: Jesús, el hijo de Dios, se despojó de su deidad y se hizo hombre para morir en la cruz por el
perdón de todos nuestros pecados.
Por su obediencia, Dios lo resucitó y lo exaltó hasta lo sumo, le dio un
nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda
rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el
Señor, para gloria de Dios Padre. (Filipenses 2:6-11).
Es sumamente importante
que entendamos que el evangelio
señala que Jesús es el Cristo, el Mesías,
el Señor y único Salvador enviado
por Dios y anunciado por los profetas. Sin
embargo, la iglesia católica enseña lo siguiente:
“Por su obediencia (María) fue
causa de la salvación propia y de la de todo el género humano” (Catecismo católico, numeral 494).
La iglesia católica
enseña en su catecismo que María, la
madre terrenal de Jesús es “la causa de
su propia salvación y la de todo el género humano”. ¿Acaso María es el
Cristo que dio su sangre por nuestro perdón? Esto contradice totalmente el
evangelio.
El apóstol Pablo dice
que no hay otro evangelio fuera del
Evangelio de Cristo, que el que predique
otro evangelio será anatema (maldecido) (Gálatas 1:7-8).
No obstante, la iglesia
católica insiste en enseñar el evangelio
de María, donde destacan a María como como la que produjo la salvación de
la humanidad y la exaltan como la reina del Cielo, restándole los méritos a
Cristo.
Esto amigos católicos,
no podemos aceptarlo, porque no hay un
solo versículo de la Biblia que hable del evangelio de María, no hay un solo
versículo que diga que ella fue la causa de la salvación a la cual debemos
venerar. No es un asunto de interpretación, simplemente no está escrito.
"En
efecto, con su asunción a los cielos, (María) no abandonó su misión salvadora,
sino que continúa procurándonos con su múltiple intercesión los dones de la
salvación eterna..." (Catecismo
católico número 969)
La iglesia católica afirma
que “María
fue ascendida a los cielos y allí continúa intercediendo por la salvación de los que siguen en la tierra”.
En qué parte de la Biblia se dice semejante cosa?
"Ella,
'llena de gracia', es 'el fruto excelente de la redención'; desde el primer
instante de su concepción, fue totalmente preservada de la mancha del pecado
original y permaneció pura de todo pecado personal a lo largo de toda su vida"
(Catecismo católico número 508)
La iglesia católica afirma:
1) que María es el fruto de la redención; 2)
que nació
sin pecado original y 3) que nunca pecó durante toda su vida.
Vuelvo a preguntar ¿En
qué lugar de la Biblia está escrito? NO hay un solo versículo en la Biblia que
afirme ninguna de esas tres cosas.
1)
No está escrito que María es el
fruto de la redención, lo que está escrito es que somos justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús
(Romanos 3:24), no en María.
2) No está escrito que María naciera sin pecado,
lo que está escrito es que “todos” nacemos sin pecado. En Ezequiel
18:20 leemos: “el alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre”.
Ni usted ni yo, ni María, ni Pedro, ni David,
nadie nace con pecado, porque Dios dejó claro en su palabra que el hijo
no llevará el pecado del padre. Lo que nacemos es con una naturaleza
pecaminosa, pero eso es otra cosa.
3) No
existe un solo versículo que diga que María no pecara durante su vida, lo que
está escrito es que “todos
pecamos, y estamos destituidos de la gloria de Dios (Romanos 3:23) y necesitamos la redención
de Cristo.
Pecó
Adán, pecó Noé, pecó Abraham, pecó Jacob, pecó David, pecó Moisés, pecó Pablo,
pecaron todos los apóstoles, pecó José, pecó usted, pequé yo y pecó María.
Lo
que sí está escrito es que Jesús “no conoció pecado" (2 Corintios 5:21). Y es que solamente alguien
sin pecado podría ser nuestro redentor y ese alguien sin pecado es Jesús, no es
María.
Lucas 1:46 Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; 1:47 Y mi
espíritu se regocija en Dios mi Salvador. 1:48 Porque ha mirado la bajeza de su
sierva;
Fíjese que la misma María
reconoce su bajeza y se regocija en su Salvador. La bajeza a que ella
se refiere es que es pecadora como
todos nosotros. Por lo tanto reconoce
que ella misma necesita de un salvador.
Dios escogió a María, por su fe y su obediencia, no porque estuviera libre de pecado.
Si María no hubiese
tenido fe, si no hubiese creído que Jesús era el hijo de Dios, no hubiera
servido para el propósito de Dios. Pero
ella creyó que había sido engendrada del Espíritu Santo y que ese niño que
habría de nacer era el hijo de Dios que venía a morir por nuestra salvación. Y
estuvo dispuesta a ser ese instrumento que Dios necesitaba.
Y era necesario que la
mujer escogida tuviera un esposo con la misma fe y obediencia. Si José hubiese sido un hombre sin fe, si
no hubiera creído que María estaba embarazada del Espíritu Santo, es posible
que hubiese pedido que la condenaran a morir lapidada (de acuerdo con la
ley). Pero, un ángel del Señor le
apareció en sueños y le dijo:
“José, hijo de David, no temas
recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu
Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a
su pueblo de sus pecados” (Mateo
1:19-21).
El ángel enviado por
Dios no le dijo a José que María sería
la salvadora de la humanidad, lo que le dijo es que ella fue engendrada por el
Espíritu Santo y que daría a luz un hijo
que salvaría a la humanidad de los
pecados.
José también creyó y
obedeció aceptando el embarazo de María. Dios necesitó de una mujer de fe, pero
también necesitó de un gran varón lleno de fe como José.
Ambos fueron instrumentos de Dios para llevar a cabo su
plan de salvación, pero nada más; y ambos están en el cielo disfrutando de la
gloria de Dios, gracias a su fe y obediencia. Y ninguno de los dos deben ser objeto
de veneración alguna.
Hechos 4:12 Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre
bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
El apóstol Pedro, a
quien el catolicismo romano señala como el primer “Papa” declaró que “en ninguno
otro hay salvación”, sino solamente en Jesús, negando que María fuese causa
de la salvación. Esas falsas enseñanzas de la iglesia católica no vinieron de
Pedro ni de ningún de los apóstoles.
"La
liturgia de la Iglesia celebra a María como la 'Aeiparthenos', 'la
siempre-virgen”; "María
'fue Virgen al concebir a su Hijo, Virgen durante el embarazo, Virgen en el
parto, Virgen después del parto, Virgen siempre” (Catecismo católico numerales 509 y 510).
La iglesia católica
enseña que María permaneció virgen en el parto, después del parto y por siempre. Sin embargo,
la lógica nos dice que María perdió la virginidad en el parto, a menos que Jesús
hubiese nacido por cesárea. Pero no solamente la lógica nos lo dice, sino también
los evangelios:
Mateo 1:25 Pero no la conoció hasta que dio a luz a su hijo primogénito;
y le puso por nombre JESÚS.
Mateo enfatiza que José
“no
conoció” a María hasta después
que dio a luz a su hijo primogénito. El término utilizado aquí es “ginosko” que significa “conocer”, en el sentido de “tener
intimidad” y se aplicaba a
las relaciones íntimas entre esposos.
Además, Mateo se siente
precisado a aclarar que Jesús fue el hijo primogénito de María, declarando con
ello que María tuvo más hijos. Si María no hubiera tenido más hijos, Mateo
hubiera escrito que María dio a luz a su hijo unigénito ¿No es cierto?
Mateo 13:53 Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábolas, se fue
de allí. 13:54 Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de
tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y
estos milagros? 13:55 ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre
María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas? 13:56 ¿No están todas sus
hermanas con nosotros? ¿De dónde, pues, tiene éste todas estas cosas?
En este relato se dice
claramente que Jesús es hijo del carpintero, que María es su madre, que sus hermanos son Jacobo, José, Simón y Judas. Además menciona que Jesús
tenía hermanas pero no da los nombres. En Marcos
6:3 también se lee lo mismo.
Juan 2:12 Después de esto descendieron a Capernaum, él, su madre, sus
hermanos y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días.
El apóstol Juan relata
que después de las bodas de Caná, el Señor Jesús se fue a Capernaum con su
madre, sus hermanos, y sus
discípulos. Como vemos, los apóstoles Mateo, Marcos y Juan, que conocieron muy
bien a Jesús y a sus familiares, dejan constancia de que Jesús tuvo más hermanos, todos hijos de María.
La Iglesia siempre ha entendido estos pasajes como no referidos a otros
hijos de la Virgen María; en efecto, Santiago y José hermanos de Jesús son los
hijos de una María discípula de Cristo (Catecismo católico numeral 500).
Dice la iglesia que siempre
ha “entendido” que Santiago y José eran hijos de otra María ¿Y por qué han
entendido eso, si escrito está de la
mano de tres evangelistas que ellos eran hijos de María?
Lo que la iglesia católica
está “entendiendo” o mejor dicho, “quiere que creamos”, es que José tuvo hijos con otra María y que
éstos eran medios hermanos de Jesús. Pero, eso es tergiversar lo que está escrito ¿Por qué lo hacen? Porque creen que
para exaltar a María como la reina del Universo, ella tenía que ser virgen, no
hay otra explicación.
“Todas las generaciones me llamarán
bienaventurada" (Lc 1, 48): "La piedad de la Iglesia hacia la
Santísima Virgen es un elemento intrínseco del culto cristiano" (MC 56).
La Santísima Virgen "es honrada con razón por la Iglesia con un culto
especial. Y, en efecto, desde los tiempos más antiguos, se venera a la
Santísima Virgen con el título de `Madre de Dios', bajo cuya protección se
acogen los fieles suplicantes en todos sus peligros y necesidades...” (Catecismo católico números 971)
La iglesia católica pide
que exaltemos a María, que le demos culto, que la honremos y la veneremos como
la “Madre de Dios”, que siempre nos
protege. Esa es una tradición que contradice la palabra de Dios.
La iglesia católica
también enseña que María es la madre de
Dios. Pero, está escrito que Dios no tiene principio ni fin, que Dios es el
alfa y el omega (Apocalipsis 1:8),
lo que significa que María no existió antes que Dios y no
puede ser su madre.
Juan 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el
Verbo era Dios.
Está escrito también que
en el principio de la creación, Jesús (el Verbo) estaba con Dios, así que María
tampoco pudo ser la madre de Jesús porque
Jesús existía antes que María.
A Jesús lo engendró el Espíritu Santo y no
necesitó el semen de José ni el óvulo de María. Simplemente, Jesús fue
depositado en el vientre de María, ella fue algo así como una madre sustituta, y las madres
sustitutas no son las madres verdaderas,
solamente cumplen con una misión.
Si consultas con un
médico, sabrás que la sangre de la madre sustituta no se mezcla con la del niño
que es puesto en su vientre. Por lo tanto, Jesús nunca tuvo la sangre de María,
y no podía tenerla, porque la sangre de
María era impura, como la de cualquier otro ser humano.
Además, Jesús nunca
exaltó a María, nunca le dio un lugar más allá del instrumento que ella fue, ni
pidió que se lo diéramos. Cierto día cuando María pidió ver a Jesús, él se
refirió a María de esta manera:
“¿Quién es mi madre, y
quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He
aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre".
(Mateo 12:48-50)
Jesús no dijo: "Dejen entrar a esta mujer que merece
veneración", más bien respondió que cualquiera que obedezca la Palabra
de Dios, es igual a María y rehusó exaltarla.
En otra ocasión, una
mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: “Bienaventurado el vientre que te
trajo, y los senos que mamaste”. Y él dijo: Antes bienaventurados los
que oyen la palabra de Dios, y la guardan". (Lucas 11:27-28).
Como vemos una mujer
quiso exaltar a María, ella dijo que María era bienaventurada, pero Jesús reaccionó
diciendo que bienaventurados son los que oyen la palabra de Dios y la guardan,
rehusándose a esa exaltación.
"Finalmente,
la Virgen Inmaculada, preservada inmune de toda mancha de pecado original,
terminado el curso de su vida en la tierra, fue asunta en cuerpo y alma a la
gloria celestial y enaltecida por Dios como Reina del universo” (Catecismo católico número 966).
La iglesia católica
enseña que María fuera ascendida a
la gloria celestial y enaltecida por Dios como reina del universo. No existe un solo versículo en toda la Biblia
que insinúe tal cosa.
Lo que está escrito es que Jesús fue ascendido a los cielos (Lucas 24:51) que fue enaltecido como Rey de reyes y Señor de señores (Apocalipsis 17:14), y que todas las cosas fueron sujetas bajo sus pies
(Efesios 1:22).
La iglesia católica
quiere darle a María un status como el de Jesús y un trono en los cielos, pero no está escrito que ese trono exista.
Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego, y las mujeres
amasan la masa, para hacer tortas a la reina del cielo y para hacer ofrendas a
dioses ajenos, para provocarme a ira 7:19 ¿Me provocarán ellos a ira? dice
Jehová. ¿No obran más bien ellos mismos su propia confusión?
(Jeremías 7:18-19).
"Ciertamente pondremos por obra toda palabra
que ha salido de nuestra boca, para ofrecer incienso a la reina del cielo,
derramándole libaciones, como hemos hecho nosotros y nuestros padres, nuestros
reyes y nuestros príncipes..." (Jeremías
44:17)
Lo que está escrito es que la reina del cielo es una tradición pagana que Dios aborrecía y
castigaba. Fue Pio XII, un “papa”
católico el que ordenó seguir con esa tradición, dándole el nombre de María a
esa diosa falsa. No está escrito que
Dios exaltara a María nombrándola reina del Universo, lo que está escrito es
que Dios exaltó a Jesús:
Hechos 5:31 A éste (Cristo), Dios ha exaltado con su diestra por
Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.
También está escrito que
Dios es glorificado mediante el Señor
Jesucristo y no mediante María: “para
que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y
el imperio por los siglos de los siglos. Amén" (1 Pedro 4:11).
“Por eso la Santísima Virgen es
invocada en la Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro,
Mediadora” (catecismo católico
numeral 969).
La iglesia católica le
da a María los títulos de abogada, auxiliadora,
socorrista, mediadora, algo que no está
escrito en la Biblia.
Lo que está escrito es que tenemos un abogado y este abogado es Cristo y no
María (1 Juan 2:1). Lo que está escrito es que el Señor Jesús es nuestro ayudador (Hebreos 13:6), por lo tanto es auxiliador
y socorrista.
Lo que está escrito es que solamente hay un mediador entre Dios y los hombres y
ese mediador es Jesucristo (1 Timoteo 2:5, Romanos 8:34), no es
María. Lo que está escrito en Efesios 2:18 es, que si alguno desea llegar al Padre, debe
hacerlo por medio de Jesucristo, no por medio de María.
Está escrito que Jesús es el único Abogado, Auxiliador, Mediador e
Intercesor ante el Padre. Sin embargo,
la iglesia católica le arrebata esos cuatro títulos y se los asigna a María.
Hemos hecho un pequeño
recorrido por el catecismo católico y lo hemos comparado con lo Biblia, como
una muestra, para concluir fácilmente que las enseñanzas de la iglesia católica
en cuanto a María no son bíblicas, son tradiciones
que contradicen la palabra de Dios y la invalidan.
Como lo dijimos al principio,
la diferencia entre los católicos y
evangélicos no es que los evangélicos no creen en María, claro que creen en María, como
la gran mujer virtuosa que sirvió de instrumento para que naciera el único
salvador de la humanidad.
Lo que los evangélicos
no creen es que María sea una semidiosa intercesora entre Dios y los hombres,
ante la cual tenemos que acudir a hacerle peticiones, porque eso no está escrito en la palabra de Dios,
lo que está escrito es que acudamos al
Padre en el nombre de Jesús para que el Padre sea glorificado en el Hijo (Juan 14:13) Amén!
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