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Hay una película con el nombre
de “El ala oeste de la Casa Blanca”,
y algunos de sus pasajes, en especial uno, ha sido tomado por algunos como caballo
de batalla para atacar la Biblia y afirmar que la misma es la peor arma para los creyentes y a la vez, la razón principal para el ateísmo.
En ese pasaje (https://www.youtube.com/watch?v=ImOsjOwWmAw),
el Presidente de los Estados Unidos se burla de una dama que basada en Levítico 18:21 sostiene que la homosexualidad es una abominación.
“Si eso es así”, le dice el Presidente, “entonces yo puedo vender a mi hija como esclava porque así está
permitido en Éxodo 21:7”.
Luego agrega que su Jefe de
Personal insiste en que hay que trabajar los sábados, lo cual es una razón
suficiente para matarlo porque así está establecido en Éxodo 35:2.
Seguidamente utiliza otros
versículos de la biblia con el único propósito de ridiculizar la palabra de
Dios y hacer ver que se contradice o que no es para nuestros tiempos.
Se me ha pedido que me refiera
a lo que se dice en ese película, en especial con respecto a la homosexualidad.
Lo primero que quiero decirles
a los de ala oeste es que La Biblia no se
contradice y se aplica para todos los
tiempos porque Dios es inmutable, ella misma nos enseña que “en Dios no hay mudanza ni sombra de variación”
(Santiago 1:17).
“Porque el Señor no cambia es que no hemos sido consumidos” (Malaquías 3:6), y “Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de
la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo
dulce por amargo” (Isaías 5:20).
Yo agrego: ay de los guionistas y productores del Ala oeste de la Casa Blanca,
algún día estarán frente al Señor y tendrán que darle cuentas.
Como Dios es inmutable y su
palabra es para siempre, tanto a las personas del Viejo Testamento como las del
Nuevo Testamento se nos aplica la Ley de Dios, la cual está allí señalándonos,
acusándonos y condenándonos. Pero hay una salida:
Romanos 7:2 Porque la mujer casada está sujeta por la ley al
marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley
del marido. 7:3 Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será
llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera
que si se uniere a otro marido, no será adúltera. 7:4 Así también vosotros,
hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que
seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto
para Dios.
El apóstol Pablo nos enseña que de acuerdo con la ley, la
mujer está sujeta al marido hasta que éste fallezca, que si la mujer deja a su
marido para irse con otro adultera. Pero, al morir el marido queda libre y
puede ir a casarse con otro.
El apóstol explica, que de
igual manera, nosotros estamos sujetos a la ley, que la única manera de
liberarnos de la ley es que la ley muera pera como la ley es eterna, entonces
Dios ideó que muriéramos nosotros
para poder así liberarnos de la ley:
“Así también vosotros, hermanos
míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo para que seáis del
que resucitó de los muertos”
¿Cómo se muere mediante el
cuerpo de Cristo? Mediante el bautismo. ¿Cómo entenderlo? Bueno, todos somos del
maligno y del reino de este mundo, pero al
bautizarnos Dios nos libra de la
potestad de las tinieblas, y nos traslada al reino de su amado Hijo, en quien
tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados (Colosenses 1:13-14).
En Hechos 2:41 se narra que como 3.000 personas creyeron el evangelio
y se bautizaron y fueron añadidas ¿Adónde? Esas 3.00o personas fueron libradas de la
potestad de las tinieblas y fueron trasladas al reino de Dios y añadidas al
cuerpo de Cristo que es la iglesia (Efesios
4:15-16).
Romanos 6:3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados
en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 6:4 Porque somos
sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como
Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros
andemos en vida nueva.
Al bautizarnos (para los
efectos del Cielo), somos sepultados con Cristo y al ser sepultados, somos
justificados de nuestros pecados, “Porque el que ha muerto, ha sido justificado
del pecado” (Romanos 6:7).
Para entenderlo, suponga por un
momento que usted mata a una persona. La policía va a venir a aprehenderlo para
llevarlo ante la justicia para que le apliquen todo el peso de la ley ¿Pero qué
sucede si usted se suicida antes que llegue la policía? Usted no puede ser
juzgado porque nunca un juez ha juzgado a un muerto, porque el muerto está muerto para la ley.
El bautismo es como un suicidio
espiritual, y al morir mediante el bautismo la ley no tiene ningún efecto en
nosotros. Eso es lo que no han entendido los “del ala oeste de la Casa Blanca”; que se burlan de la palabra de
Dios y la contradicen.
Por ejemplo, yo no soy
condenado por trabajar los sábados porque
estoy muerto para la ley y ésta no tiene ningún efecto en mi persona. Igual
en todas las demás cosas que la ley exige. Pero si no te has bautizado, la ley
te va a juzgar y te va a condenar.
Aclarado ese punto, vayamos a la
Biblia para ver qué tiene que decirnos en cuanto al homosexualismo.
Levítico 18,22: No te acostarás con varón como con mujer; es
abominación.
Levítico 20,13: Si alguien se acuesta con varón como se hace con
mujer, ambos han cometido abominación: morirán sin remedio; su sangre caerá
sobre ellos.
La ley es clara, para Dios el
homosexualismo es una abominación, o sea algo que va contra la naturaleza y el
castigo por ese pecado es la muerte eterna.
De aquí en adelante, voy a
referirme a los defensores del homosexualismo como “Los del ala oeste” porque se identifican con los argumentos de la
película.
Ellos afirman que los cananeos
participaban de rituales religiosos a sus dioses paganos, ofreciendo la unión
carnal entre personas del mismo sexo.
Por eso los hebreos, ante cuyos asombrados ojos se desarrollaban estos
rituales, asociaron la homosexualidad
con la idolatría. Por lo tanto, afirman que lo que Levítico rechaza no es la homosexualidad, sino su relación de
los actos homosexuales con la idolatría.
Además, agregan que Levítico castiga
con la muerte los actos homosexuales entre
hombres, pero no entre mujeres. La razón, según
ellos, es porque Israel valorizaba la fecundidad familiar como una verdadera
bendición de Dios y las prácticas homosexuales ocasionaban la pérdida del semen
viril, principio fundamental de la fecundidad humana, era lo que castigaban; algo
que no sucede en la homosexualidad entre mujeres.
Los del Ala oeste afirman que es
un hecho que egipcios y cananeos solían realizar actos homosexuales con los
vencidos en el combate, a manera de burla y escarnio, por lo cual los judíos consideraban
denigrante esa práctica para los varones que habían de sufrirla pasivamente.
¿Qué les parece ese razonamiento?
A mí, me parecen muy
interesantes las interpretaciones culturales que hacen los del ala oeste acerca
del castigo por la homosexualidad que señala Levítico. Pero, son solo eso: interpretaciones culturales
de los sabios de este mundo, y la
sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El
prende a los sabios en la astucia de ellos. (1 Corintios 3:19).
Isaías 55:8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos,
ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 55:9 Como son más altos los
cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis
pensamientos más que vuestros pensamientos.
Dios piensa diferente a como
pensamos los seres humanos, sus pensamientos parecen ilógicos para nosotros,
pero son los pensamientos de Dios y son sabios y correctos, de tal manera que
no debemos de “interpretar” humanamente
sus pensamientos para acomodarlos a nuestros pensamientos.
Los el ala oeste acomodan las
palabras de la Biblia a su gusto para justificarse, esto sale a la luz, cuando
afirman que Levítico se escribió como una defensa cultural de los judíos ante
las prácticas homosexuales de sus vecinos. Lo que están diciendo es que Levítico es la palabra del hombre.
Pero, Levítico no es la palabra
ni la voluntad del hombre, Levítico es la
Palabra y la voluntad de Dios. Levítico
18:1 dice: “Habló Dios a Moisés” o sea que Moisés escribió y le leyó al pueblo lo que
Dios le habló, no es nada cultural, ni es la voluntad de Moisés, es la voluntad de Dios expresada a través de
Moisés.
Los del ala oeste cuestionan el
hecho de que Jesús nunca se refirió al tema del homosexualismo. Para ellos,
llama la atención, la ausencia de cualquier referencia a la homosexualidad en
los evangelios, de parte de Jesús, lo que significa que Jesús lo aprobaba,
porque “el que calla, otorga”.
Nada más alejado de la
realidad. No todo lo que Jesús hizo o habló se encuentra en los evangelios ¿Por
qué creen que Dios levantó a Pablo
como el apóstol abortivo? Para que aclarase muchas de las cosas que no están
escritas en los evangelios y una de ella es el homosexualismo.
Usted no encontrará en los
evangelios detalles acerca del pecado, de la redención, del bautismo, de la
salvación, de la santificación, de la ley, del nuevo pacto, del rapto de la
iglesia, para ello debe acudir a las epístolas de Pablo.
1 Corintios 6:9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino
de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni
los afeminados, ni los que se echan con varones.
Según los del ala oeste, este
texto de Corintios no parece ser decisivo para la condena de las relaciones
homosexuales ¿Qué decir al respecto? Que la escritura es clara, ella dice que los homosexuales no tendrán herencia en el
reino de los Cielos, pero no
solo ellos, tampoco los injustos ni los
fornicarios, ni los adúlteros, ni los idólatras.
1 Corintios 6:11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados,
ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor
Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
Si seguimos leyendo vemos que
Pablo aclara: Y esto erais algunos, pero
ya han sido santificados y justificados en el nombre de Jesús ¿Cuándo
sucedió eso? Cuando se bautizaron y
dejaron esas prácticas.
Juan 3:9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado,
porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido
de Dios.
De acuerdo a la palabra de
Dios, todos pecamos, el que diga que no
peca es un mentiroso (1 Juan 1:8),
todos seguimos pecando aún después de bautizados, pero una cosa es pecar y otra es practicar el pecado. Es decir, yo puedo
resbalarme y caer en un hueco, pero otra cosa es vivir en el hueco.
Ahora, tome en cuenta que Pablo
dejó claro que ni los afeminados ni los
que se echan con varones heredarán el reino de Dios.
Según los del ala oeste, los “afeminados”
son los que tienen relaciones con otros hombres ocasionalmente (los que se resbalan), pero no son homosexuales;
que los verdaderos homosexuales
son los que tienen un amante y
una relación homosexual permanente (los que viven en el hueco).
Romanos 1:26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas;
pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza,
1:27 y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer,
se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos
hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su
extravío.
Ya vimos que los del ala oeste
dicen que Dios castiga la homosexualidad entre hombres, no así entre mujeres.
Sin embargo, en este versículo el apóstol Pablo también dice que las mujeres cambiaron el uso natural que es
contra naturaleza, al igual que los hombres, para referirse a la homosexualidad
entre mujeres.
Para algunos del ala oeste, que
las mujeres cambien el uso natural contra
naturaleza y lo mismo los hombres, no se refiere a la homosexualidad, sino a su posición en el coito, o sea, que es contra naturaleza que la mujer
esté arriba durante el coito y es contra naturaleza que el hombre esté abajo, dándose
en este caso una subordinación de la mujer al hombre, porque siendo el hombre
la cabeza, debe estar arriba.
Otros afirman que cambiar el uso natural no se refiere a
los verdaderos homosexuales, sino a los “bisexuales”, aquellos cuya
naturaleza es ser heterosexuales pero que cambian de vez en cuando y van y
tienen relaciones sexuales con personas del mismo sexo.
Lo que están diciendo, es que
el anterior texto de Romanos no estaría señalando a los "verdaderos homosexuales” y su razonamiento
es el siguiente:
“Cuando un heterosexual tiene sexo con una persona de su mismo sexo,
actúa contra su propia naturaleza. Lo
mismo haría un homosexual que tuviera sexo con una persona que no fuera de su
mismo sexo.
Tal argumentación reconoce la
diferencia que existe entre la homosexualidad de nacimiento (verdaderos homosexuales) y el hábito
adquirido (heterosexuales que se
meten con personas del mismo sexo). A esa argumentación, yo diría: “mejor no me defiendas compadre”.
Judas 7 como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las
cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de
vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del
fuego eterno.
El apóstol
Judas habla sobre el castigo de Sodoma y Gomorra, y afirma que fueron
destruidas por haber fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza.
Judas no
solamente afirma que los habitantes de Sodoma y Gomorra fornicaron de manera natural, sino que fornicaron yendo
en vicios CONTRA NATURALEZA, la misma
palabra que Pablo usa en Romanos, lo que nos confirma que Pablo está hablando
de las relaciones homosexuales.
Génesis 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen
de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
Varón y hembra, Dios los creó,
esa es la imagen natural que nos presenta el Génesis en el relato de la
Creación. No dice: “varón y varón o
hembra y hembra”.
A eso se
refiere la escritura cuando habla de relaciones
naturales y no tiene nada que
ver con posiciones durante el coito. Las relaciones que van contra naturaleza
son lógicamente las relaciones homosexuales.
Génesis 2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el
hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
“No es bueno que el hombre esté solo, le haré
ayuda idónea para él”, dijo Dios. Entonces hizo dormir a Adán y de una
costilla formó a la mujer. El relato de la formación de la mujer indica la
necesidad de integración de los dos seres
de diferente sexo, para complementarse y para poder multiplicarse.
La imagen
bíblica de la pareja heterosexual, en plena comunión de vida y amor, es la
máxima expresión figurativa del amor humano, y por lo tanto, como Dios es Amor,
es símbolo de la imagen de Dios en el hombre.
Todos los textos
bíblicos, en los cuales se habla de
acciones homosexuales o intentos de las mismas, lo hacen para rechazarlas o condenarlas porque definitivamente,
la
Biblia condena la homosexualidad.
Por su parte,
los defensores de la homosexualidad, reconocen que el valor de sus afirmaciones
se basan en el razonamiento, o sea en la sabiduría humana, que como ya vimos, es
insensatez para con Dios.
La imagen
bíblica del hombre contenida en el relato de la creación da a mi juicio, la
clave de lectura para todos los demás textos estudiados. Esa imagen tiene de
suyo una validez normativa fundamental y absoluta para la ética sexual. Es una
imagen unitaria, muy concreta y precisa, que no se puede escindir
arbitrariamente en fragmentos separados sin que pierda al punto toda su nitidez
simbólica.
No estoy
juzgando a los homosexuales, no soy homofóbico, tengo parientes y muchos amigos
homosexuales a los cuales quiero mucho, solamente estoy enseñando lo que dice
la Biblia y diciéndole a “los del ala
oeste” que la Biblia es la palabra de Dios, no se contradice y que tiene
aplicación en nuestros días.
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