EL ESPÍRITU DE JEZABEL
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La segunda venida de
Cristo está cada vez más cerca; lo sabemos porque el apóstol Pablo dijo que él
no vendría sin que antes viniese la
apostasía y (2 Tesalonicenses 2:3), y la
apostasía ha llegado.
La ONU, siguiendo las
órdenes del Nuevo Orden Mundial le está
ordenando a naciones como la nuestra, que no usen la palabra de Dios para oponerse a las “doctrinas apóstatas” que ellos están implantando
en todas las naciones.
¿Qué es una doctrina
apóstata? La que se oponga o contradiga la palabra de Dios escrita, esto es, la
Biblia.
“Ellos”, los que están
detrás dando las órdenes, los que no dan la cara, quieren a toda costa que
hagamos la palabra de Dios a un lado, que veamos “lo malo como bueno, y lo bueno como malo; que hagamos de la luz
tinieblas, y de las tinieblas luz; que pongamos lo amargo por dulce, y lo dulce
por amargo” (Isaías 5:20).
Ellos dicen defender los
derechos humanos, dicen defender a las personas del bulling y de la discriminación. Pero eso es un
engaño, a ellos lo que menos les importa son los derechos humanos y las
personas, si fuera así ¿Por qué no intervienen Venezuela? Eso, para dar un
pequeño ejemplo.
Después de la apostasía (que
estamos viviendo) se manifestará “el
hombre de pecado, el hijo de perdición que se opone y se levanta contra todo lo
que se llama Dios” (2 Tesalonicenses
2:3-4).
Lo que “ellos” están
haciendo es preparando las bases para el imperio de este anticristo, el cual
prohibirá que se hable de la palabra de Dios, y “hará que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y
esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino
el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre”
(Apocalipsis 13:15-17).
El que no se deje sellar
será ejecutado! Es lo que viene, está profetizado!
Y hay algo muy
importante, la gran estrategia del diablo es utilizar a las mujeres a través
del “espíritu de Jezabel”. A eso voy a referirme en esta oportunidad.
Cuenta la historia que
el pueblo de Israel, el cual había sido llamado a ser santo, le había vuelto la
espalda a Dios. Esta nación estaba siendo gobernada por el Rey Acab, un hombre despiadado y sin ningún
temor a Dios.
Acab se había casado con
Jezabel, una profetiza que aprovechó
su poder para sembrar una fanática devoción por Baal, deidad masculina del poder y la sexualidad, y por Astarot, diosa femenina de la
fertilidad, el amor y la guerra.
Baal semejaba el órgano
sexual masculino, mientras que el altar de Astarot semejaba el órgano sexual
femenino.
No satisfecha con que la
adoración a Baal contase con la aprobación oficial del gobierno y tenía muchos
seguidores, Jezabel intentó desarraigar de Israel la adoración a Jehová,
intentó callar la palabra de Dios.
Con ese fin ordenó matar
a todos los profetas de Jehová, pero Dios advirtió a Elías para que escapase al
otro lado del Jordán y Abdías, el mayordomo de palacio, escondió a otros cien
profetas en cuevas. (1Reyes 17:1-3;
18:4, 13)
Al final fueron los 450 profetas de Baal y los 450 profetas de Asera los que murieron en manos de Elías (1 Reyes 18:40), profetas que Jezabel
atendía y alimentaba de su propia mesa
real, a expensas del Estado (1 Reyes
18:19).
No obstante, a pesar de
sus fanáticos esfuerzos por eliminar la adoración de Jehová, 7.000 personas no se doblaron a Baal ni lo besaron (1 Reyes 19:18).
De igual manera, hoy en
día hay un remanente escogido que no se rinde y se mantiene firme en defensa de
la palabra de Dios.
Por la manera como
Jezabel trató a Nabot, se observan
rasgos del carácter inicuo de esta mujer: era egoísta en grado sumo, sin
escrúpulos, arrogante y cruel.
Acab estaba malhumorado
porque Nabot había rehusado venderle su viña hereditaria, entonces Jezabel con
arrogancia le dijo: “Yo misma te daré la
viña de Nabot” (1 Reyes 21:1-7).
Luego escribió cartas,
las firmó y las selló en el nombre de Acab, y ordenó a los ancianos y a los
nobles del pueblo natal de Nabot que consiguieran que unos individuos lo
acusaran injustamente de maldecir a Dios y al rey, y que lo lapidasen.
De esta manera se dio
muerte a Nabot y Acab tomó posesión de la viña y la convirtió en un huerto (1Reyes 21:8-16).
Entonces Dios dictó sentencia: “He aquí yo traigo mal sobre ti, y barreré tu posteridad y destruiré
hasta el último varón de la casa de Acab” (1Reyes 21:21).
Dice la escritura que “a la verdad ninguno fue como Acab, que se
vendió para hacer lo malo ante los ojos de Jehová; porque Jezabel su mujer lo
incitaba”( 1 Reyes 21:25).
Acab era como un niño
sin voluntad, él hacía lo que Jezabel quería, y el juicio de Jehová contra esta
mujer fue: “Los perros mismos se comerán
a Jezabel” (1Reyes 21:23).
Con el transcurso del
tiempo, Acab murió y fue sucedido primero por Ocozías, hijo de Jezabel, que reinó por dos años, y después por Jehoram, otro de sus hijos, que reinó
durante los siguientes doce años(1Reyes
22:40, 51-53; 2Reyes 1:17; 3:1), después de lo cual por fin desapareció la
dinastía de Acab.
Durante los reinados de
estos hijos, Jezabel, que entonces desempeñaba el papel de “reina madre”, continuó promoviendo en el
país sus fornicaciones, sus maldades y sus
hechicerías (2Reyes 9:22).
Su influencia llegaba
hasta Judá, donde su hija Atalía, que se había casado con el rey
de Judá, perpetuó el espíritu de Jezabel en el reino meridional por seis
años más después de la muerte de su madre (2Reyes
8:16-18, 25-27; 2Crónicas 22:2, 3; 24:7).
Cuando le llegaron a
Jezabel las noticias de que Jehú había
matado a su hijo, el rey Jehoram, y que estaba en camino a Jezreel, astutamente
se pintó los ojos, se arregló el cabello y se colocó en una ventana superior
que daba a la plaza del palacio.
Algunos opinan que quería seducir a Jehú para que fuera su
pareja y continuar siendo reina. Desde allí lo saludó diciendo: “¿Le
fue bien a Zimrí, el que mató a su señor?”
La respuesta de Jehú a
este recibimiento fue: “¿Quién está
conmigo? ¿Quién?”. Entonces se inclinaron ante él dos o tres eunucos. Y él
les dijo: “Echadla abajo”. Y ellos la
echaron; y parte de su sangre salpicó en la pared, y en los caballos; y él la atropelló.
“Pero cuando fueron para sepultarla, no hallaron de ella más que la
calavera, y los pies, y las palmas de las manos. Y volvieron, y se lo dijeron. Y él dijo: Esta
es la palabra de Dios, la cual él habló por medio de su siervo Elías tisbita,
diciendo: En la heredad de Jezreel comerán los perros las carnes de Jezabel, y el cuerpo de Jezabel será como estiércol
sobre la faz de la tierra en la heredad de Jezreel, de manera que nadie pueda
decir: Esta es Jezabel”. (2Reyes 9:30-37).
Nuestra sociedad actual,
al igual que sucedió con la nación de Israel de aquel momento, le está dando la espalda a Dios. Una parte de la población, incluyendo pastores
evangélicos está aceptando las propuestas apóstatas que quiere imponernos “la bestia que sale del mar” (Apocalipsis
13:1).
Entonces, se burlan de
la Biblia, argumentando que lo que allí está escrito es “únicamente para los del viejo testamento”, usando sarcásticamente
versículos aislados.
Ejemplo de ello es el
conocido pastor Milton Rosales, el cual publicó un video defendiendo el
homosexualismo como algo natural que no está prohibido por Dios, y
emprendiéndola contra todos aquellos que digan lo contrario.
No hay la menor duda, el
“espíritu de Jezabel” anda rondando y tiene a muchos “abrumados”.
Aunque la frase "espíritu de jezabel" es utilizada
en ciertos círculos religiosos, pocas
personas comprenden realmente cómo opera esta fuerza demoniaca.
Lo primero que tengo que
decir es que este espíritu maligno opera únicamente sobre “las mujeres”, trascendiendo
límites geográficos específicos y afectando congregaciones cristianas y a
naciones enteras.
El espíritu de Jezabel
es un “espíritu de apostasía, de
feminismo, de manipulación, de control, de lujuria desmedida, de perversión
y ocultismo”, lo sabemos
porque así era la dueña de ese nombre.
Cuando un “virus”
infecta la memoria de la computadora, hace que la misma responda a los datos de
una manera ilógica, porque el virus “corrompe,
desvía y distorsiona toda la información”.
El virus también influye
indirectamente sobre la actividad de
otros que estén conectados en la red.
Esta ilustración es un
dramático paralelo de lo que sucede cuando el espíritu de Jezabel se descarga sobre una o varias mujeres de una
denominación religiosa, de un partido político, de un sindicato o de cualquier
otra organización.
La meta del espíritu
demoniaco de Jezabel es “tomar poder”
sobre las naciones, las personas, las organizaciones y los ministerios cristianos, para al igual
que el virus, distorsionar la verdad.
El espíritu de Jezabel no ataca directamente a los varones, lo
hace con las mujeres, pero muchos varones que “están en la red”, sino están vacunados con la “sana doctrina” de la palabra de Dios, se verán seriamente
afectados:
“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que
teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias
concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”
(2 Timoteo 4:3).
Eso es lo que está
sucediendo, fábulas como “la teoría del
género” están siendo recibidas por mujeres y por varones que no están
vacunados con la sana doctrina.
Es importante notar que
el espíritu de Jezabel utiliza a mujeres que por alguna circunstancia se
sienten “discriminadas”, ellas o sus parientes, ya sea por sus
preferencias sexuales o por otras circunstancias. Esa discriminación que
sienten las hace débiles ante ese espíritu demoniaco que ataca sus mentes como
una fortaleza.
Y es interesante notar,
por los casos que se han dado en muchas congregaciones religiosas, que el
espíritu de Jezabel se descarga sobre
las mujeres que tienen “un gran carisma y don de liderazgo”, y
no sobre cualquier mujer.
Además, tienen un “feminismo” que les “impide sujetarse a sus parejas”, razón por la cual, escogen como
tales, a aquellas que se dejan dominar fácilmente, para ellas sujetarlas.
Cuando Acab asumió el
poder en Israel, Jezabel lo fue opacando a tal punto que era ella la que gobernaba. Con ese dominio que obtuvo sobre el rey,
además del carisma, se ganó un respeto que la ayudó a convencer a los judíos sobre
las prácticas sexuales dentro de la
iglesia, y sobre la idolatría.
No es difícil identificar
a las mujeres que tienen el espíritu de Jezabel, además de las cualidades
señaladas, son sumamente orgullosas,
y tienen un desprecio desmedido por el
sexo opuesto.
Note usted que en
nuestro país, por ejemplo, la consulta sobre el matrimonio igualitario, la
consulta sobre el aborto y la enseñanza de la teoría de género, entre otras
cosas, no ha venido de varones, sino que
han sido promovidas por “mujeres” que
han opacado incluso al “gran jefe”; son mujeres las que han dado
la cara.
Visite la redes sociales
y se dará cuenta que allí sucede exactamente lo mismo. Los que defienden el aborto,
el matrimonio igualitario y la teoría del género, son en gran mayoría del sexo
femenino.
Hay muchas congregaciones
cristianas a las que asisten las mujeres bajo la influencia del espíritu de
Jezabel. Éstas comienzan ayudando y por la gran influencia que ejercen, en muchos casos terminan deshaciéndose de los
pastores para ocupar sus puestos.
Generalmente los
critican de machistas, y tratan de ensuciarlos moralmente, aunque ellas sean amorales y al igual que
Jezabel no creen ni en el matrimonio ni en la familia, a la manera de Dios.
Para ello, promueven una
propaganda simulada, mediante la cual hacen ver a la comunidad religiosa que a los
pastores se les acabó el ciclo, y que ellas tienen una “doctrina” más fresca.
Lo cierto es que la congregación
termina desapareciendo o cae en manos de la Jezabel.
Dada su entusiasta participación
en las depravadas enseñanzas de Jezabel, Israel, un pueblo creyente en un solo Dios
verdadero, abandonó sus creencias, aceptó la idolatría y las practicas
inmorales; cambiando lo santo por lo profano.
La Biblia también indica
que Jezabel era prostituta y adúltera, además de practicar la hechicería (2 Reyes 9:22).
El nombre Jezabel, de
origen fenicio, significa “sin esposo” ¿Qué
casual, no les parece? Aunque estaba
casada, la “falta de sumisión” de Jezabel
a su esposo y sus infidelidades, demostraban que el matrimonio no significaba
nada para ella, sino solamente un “instrumento
para sus fines”.
Jezabel no era una mujer
común, era una figura intimidatoria, una rosa con agudas espinas, era imposible
ignorarla, porque podía costarle la vida al que lo hiciera.
Como está sucediendo en
muchos países del mundo, el reino de
Acab se caracterizó por ceder a las exigencias de Jezabel, tolerando las
abominables prácticas y los detestables decretos de su esposa.
Acab permitió que Jezabel
ofreciera niños en sacrificio como forma de adoración. Muchos de los
Presidentes y diputados actuales permiten dicho sacrificio de manera simulada,
dejándose influenciar por las mujeres que tienen el espíritu de Jezabel, decretando
leyes que permiten “el aborto”. Es exactamente lo mismo que sacrificar los niños.
Por medio de
maquinaciones, este espíritu feminista trata de abordar a los que son
“más jóvenes”, en especial a “los niños”, y a los “desconocedores de
la palabra de Dios” para lograr sus objetivos.
Apocalipsis 2:20 Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que
esa mujer Jezabel, que se dice
profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos afornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.
Dios prohíbe que la
mujer enseñe en un púlpito (1 Timoteo
2:12) porque podría estar bajo la influencia del espíritu desobediente,
apostata, feminista y dominante de Jezabel.
Apocalipsis 2:22 He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a
los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. 2:23 Y a
sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que
escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras.
Dios da solamente una
opción: sacar del medio a la Jezabel impenitente o sufrir el juicio divino. La
muerte y la enfermedad rondarán las casas de todos aquellos que permitan que el
espíritu de Jezabel anide en ellas o en sus congregaciones.
Qué solemne
responsabilidad, qué desafío enfrentaba el pastor de Tiatira. No solo el Señor
iba a hacer saber a todas las iglesias el resultado de lo que estaba
sucediendo, sino que les iba a dar a conocer el juicio que caería sobre Tiatira
si no se arrepentían.
Al hacerlo, Dios no solo
estaba juzgando sus acciones, sino los motivos escondidos en lo más profundo de
sus corazones, que les permitían tolerar la anarquía que traía “Jezabel”.
Apocalipsis 2:26 Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo
le daré autoridad sobre las naciones, 2:27 y las regirá con vara de hierro, y
serán quebradas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi
Padre; 2:28 y le daré la estrella de la mañana.
Estas promesas son dadas
a los que vencen a un espíritu de Jezabel. Primero, se les dará autoridad sobre
las naciones, ahora y en el reino
milenario de Cristo.
No es extraño que los
políticos que levanten la Espada del Espíritu que es la palabra de Dios contra
las enseñanzas apóstatas que vienen de Jezabel, terminen gobernando sus países,
porque Jesús así lo ha profetizado.
No cabe la menor duda,
estamos al final de los tiempos, la segunda venida de Jesús está cada vez más
cerca, la apostasía de Jezabel que está tomando fuerza, es la señal que el
apóstol Pablo nos dio para saberlo.
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