lunes, 26 de septiembre de 2016

ENOC, EL AUSTRONAUTA DE DOS MUNDOS

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Enoc,  hijo de Jared y padre de Matusalén, cuyo nombre significa "el iniciado", fue un patriarca anti diluviano que “viajó por el espacio en un palacio de cristal transparente.” Moisés menciona  a Enoc como sétimo en la descendencia de Adán y afirma que “no murió sino que fue arrebatado por Dios” (Génesis 5:24). Moisés no dice nada más sobre la vida de este importante personaje bíblico, la cual, ha sido rodeada de un halo de misterio. Pero, Enoc nos dejó un libro, escrito por él mismo, en el cual cuenta de su primera abducción y de las revelaciones que recibió de Dios.
Y es que según el libro, Enoc fue abducido dos veces, la primera para ser revelado de todo lo que había que suceder, pero fue devuelto a la tierra para que diera testimonio de todo ello. Y al año siguiente fue nuevamente abducido para siempre, fue rescatado por Dios para que no viera muerte (Hebreos 11:5) en la gran tribulación pre-diluviana que se acercaba y que se relata en el mismo libro:

Enoc 81:5 Esos siete santos me llevaron y me colocaron sobre la tierra frente al portón de mi casa y me dijeron: "Da a conocer todo a Matusalén tu hijo; enseña a todos sus hijos que ningún ser de carne es justo ante el Señor, porque Él es su Creador. 6 "Te dejaremos un año al lado de tu hijo hasta que des tus instrucciones, para que enseñes a tus hijos, escribir para ellos lo que has visto y lo testifiques a todos tus hijos; luego, en el segundo año se te separará de ellos.

Algunos afirman que Enoc no pudo escribir el libro porque en esa época no existía la escritura, pero Enoc mismo afirma que fue enseñado a escribir por los ángeles, quienes le llamaban “el escribiente” (Enoc 12:3) y fue comisionado para que escribiera todo lo que había visto. Es lógico pensar que Enoc debió enseñar a sus hijos la escritura.
El “libro de Enoc” no entró en el canon de libros bíblicos por decisión eclesiástica, porque según el Vaticano, el libro "No fue revelado por Dios". Otros estudiosos afirman que el libro ha sido “manoseado y adulterado”.
Sin embargo, el libro de Enoc es parte del canon de la Biblia de la Iglesia ortodoxa etíope quien ha conservado por cientos de años los textos originales.  También está incluido en la Biblia Septuaginta y sus textos fueron utilizados por los cuatro evangelistas: Mateo, Marcos, Lucas y Juan, además por los apóstoles Judas,  Pedro y Pablo.
El apóstol Judas dice literalmente: “De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán” (Judas 14), reconociendo a Enoc como el primer “profeta de Dios”.
No es que los textos de Enoc coincidan con muchos textos del “Nuevo Testamento”, sino que muchos textos del nuevo Testamento coinciden con los del Libro de Enoc o son copia de ellos.
Algunos importantes teólogos católicos, como Justino Mártir, Atenágoras; Tatiano; Irineo, Obispo de Lyon; Clemente de Alejandría; Tertuliano; Lactantio; Metodio de Filipo, Minucius Felix; Comodiano y Prisciliano, también se apoyan en muchos de sus escritos en el libro de Enoc.
Lo cierto es que el libro de Enoc “no contradice en nada a los libros de la Biblia, sino que “revela detalles que no se encuentran en ellos, detalles tan sorprendentes y únicos, que bien pudiera ser la causa por la que el libro fue desechado del canon bíblico.
Yo no puedo afirmar que el libro de Enoc fue revelado por Dios, pero tampoco puedo afirmar lo contrario, y si los apóstoles de Cristo usaron sus textos, es un indicativo de que  no es un libro que nos pueda extraviar de la verdad. Luego de estudiarlo, cada quien tenga su propio concepto.

LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO

Los capítulos 1 al 5 del libro de Enoc, son palabras de bendición dirigidas a los justos que serán rescatados de la gran tribulación del final de los tiempos:

Enoc 1:1 Palabras de bendición con las que bendijo Enoc a los elegidos justos que vivirán en el día de la tribulación, cuando serán rechazados todos los malvados e impíos, mientras los justos serán salvados. 2 Enoc, hombre justo a quien le fue revelada una visión del Santo y del cielo pronunció su oráculo y dijo: la visión del Santo de los cielos me fue revelada y todas las palabras de los Vigilantes y de los Santos y porque las escuché he aprendido todo de ellos y he comprendido que no hablaré para esta generación sino para una lejana que está por venir.

Note usted que Enoc no empieza su libro dirigiéndose a sus contemporáneos, sino a la generación que “estará por venir”, generación que en parte será salvada de la gran “tribulación” o de la ira de Dios (Romanos 6:9), y en parte sufrirá las calamidades de esa tribulación que finalizará con la segunda venida de Cristo, tal y como lo profetizó Enoc, quien dejó claro que lo que escribió le fue revelado por Dios a través de los “vigilantes”, o sea,  a través de los “ángeles de Dios”.

Enoc 1:3 Es acerca de los elegidos que hablo y a causa de ellos que pronuncio mi oráculo: el Único Gran Santo vendrá desde su morada 4 El Dios eterno andará sobre la tierra, sobre el monte Sinaí aparecerá con su gran ejército y surgirá en la fuerza de su poder desde los altos de los cielos. 5 Y todos los Vigilantes temblarán y serán castigados en lugares secretos y todas las extremidades de la tierra se resquebrajarán y el temor y un gran temblor se apoderarán de ellos hasta los confines de la tierra. 6 La altas montañas se resquebrajarán y derrumbarán y las colinas se rebajarán y fundirán, como la cera ante la llama. 7 Y la tierra se dividirá y todo lo que está sobre la tierra perecerá y habrá un juicio sobre todos. 8 Pero con los justos Él hará la paz y protegerá a los elegidos y sobre ellos recaerá la clemencia y todos ellos pertenecerán a Dios, serán dichosos y benditos, los ayudará a todos y para ellos brillará la luz de Dios. 9 Mirad que Él viene con una multitud de sus santos, para ejecutar el juicio sobre todos y aniquilará a los impíos y castigará a toda carne por todas sus obras impías, las cuales ellos han perversamente cometido y de todas las palabras altaneras y duras que los malvados pecadores han hablado contra Él.

Como mencionamos, el mensaje de bendición es para los elegidos, o sea para los que han aceptado el llamado de salvación ofrecido por Dios a través de Cristo.
Según Enoc, el Gran Santo, nuestro Señor Jesús  vendrá a la tierra, aparecerá en el cielo con su gran ejército tal y como lo confirmaron el apóstol Judas (Judas 14:15) y el apóstol Juan (Apocalipsis 19:11,14). La diferencia es que Enoc nos dice el lugar por el que aparecerá Jesús, dice que lo hará sobre el monte Sinaí. 
En ese momento, las montañas se resquebrajarán, las colinas se fundirán y la tierra se dividirá por un tremendo terremoto,  causando mucha muerte y destrucción. Además, Jesús aniquilará a todos los impíos, tal y como está profetizado en el libro del Apocalipsis, o sea que lo que el apóstol Juan vio, ya Enoc lo había visto miles de años antes.

LOS GIGANTES

Enoc 3:1 Así sucedió, que cuando en aquellos días se multiplicaron los hijos de los hombres, les nacieron hijas hermosas y bonitas; 2 y los Vigilantes, hijos del cielo las vieron y las desearon, y se dijeron unos a otros: "Vayamos y escojamos mujeres de entre las hijas de los hombres y engendremos hijos".

Si los primeros capítulos del libro de Enoc nos llevan al final de los tiempos, los capítulos  6 a 36 nos devuelven a los primeros tiempos, nos llevan a la época anterior al diluvio. Allí se nos cuenta que unos ángeles  abandonaron el cielo para tener relaciones sexuales con mujeres y engendrarles hijos, lo que coincide plenamente con lo relatado por Moisés en Génesis 6:1-2.

Enoc 6:3 Entonces Shemihaza que era su jefe, les dijo: "Temo que no queráis cumplir con esta acción y sea yo el único responsable de un gran pecado". 4 Pero ellos le respondieron: "Hagamos todos un juramento y comprometámonos todos bajo un anatema a no retroceder en este  proyecto hasta ejecutarlo realmente". 5 Entonces todos juraron unidos y se comprometieron al respecto los unos con los otros, bajo anatema. 6 Y eran en total doscientos los que descendieron sobre la cima del monte que llamaron "Hermon", porque sobre él habían jurado y se habían comprometido mutuamente bajo anatema.

La diferencia con el relato de Moisés, es que Enoc da más detalles, dice que fueron 200 ángeles los que a espaldas de Dios, decidieron descender a la tierra, y lo hicieron sobre la cima del monte Hermón. Este monte de 2.814 metros de altitud sirve como frontera entre Israel, el Líbano y Siria. En Israel es llamado «los ojos de la Nación» debido a su altitud, ya que por ser el pico más alto de Israel, les sirve como  el principal Sistema Estratégico de Alerta Temprana. Este alto monte es para muchos estudiosos el lugar en que Jesús se transfiguró (Mateo 17:1-8)

Enoc 7: 1 Todos y sus jefes tomaron para sí mujeres y cada uno escogió entre todas y comenzaron a entrar en ellas y a contaminarse con ellas, a enseñarles la brujería, la magia y el corte de raíces y a enseñarles sobre las plantas. 2 Quedaron embarazadas de ellos y parieron gigantes de unos tres mil codos de altura que nacieron sobre la tierra y conforme a su niñez crecieron; 3 y devoraban el trabajo de todos los hijos de los hombres hasta que los humanos ya no lograban abastecerles. 4 Entonces, los gigantes se volvieron contra los humanos para matarlos y devorarlos; 5 y empezaron a pecar contra todos los pájaros del cielo y contra todas las bestias de la tierra, contra los reptiles y contra los peces del mar y se devoraban los unos la carne de los otros y bebían sangre. 6 Entonces la tierra acusó a los impíos por todo lo que se había hecho en ella.

Tal y como lo confirma Moisés en Génesis 6:4, de esa mezcla de los ángeles con las mujeres nacieron gigantes (nephilim), seres famosos que desataron la violencia sobre la tierra y pervirtieron a la humanidad con la brujería, la magia y el mal uso de las plantas, posiblemente haciendo de ellas venenos y drogas.
Hubo un momento en que los humanos no podían mantener a los, gigantes, entonces éstos  comenzaron a matarlos y devorarlos, la tierra se volvió un infierno. Imagine usted a criaturas enormes que  obligaban a los hombres a trabajar para ellos, les quitaban las mujeres, y cuando ya no podían mantenerlos, entonces los devoraban. Fue la primera gran tribulación que sufrió la raza humana.

Enoc 8: 1 Y 'Asa'el enseñó a los hombres a fabricar espadas de hierro y corazas de cobre y les mostró cómo se extrae y se trabaja el oro hasta dejarlo listo y en lo que respecta a la plata a repujarla para brazaletes y otros adornos. A las mujeres les enseñó sobre el antimonio, el maquillaje de los ojos, las piedras preciosas y las tinturas  2 Y entonces creció la mucho impiedad y ellos tomaron los caminos equivocados y llegaron a corromperse en todas las formas. 3 Shemihaza enseñó encantamientos y a cortar raíces; Hermoni a romper hechizos, brujería, magia y habilidades afines; Baraq'el los signos de los rayos; Kokab'el los presagios de las estrellas; Zeq'el los de los relámpagos; -'el enseñó los significados; Ar'taqof enseñó las señales de la tierra; Shamsi'el los presagios del sol; y Sahari'el los de la luna, y todos comenzaron a revelar secretos a sus esposas. 4 Como parte de los hombres estaban siendo aniquilados, su grito subía hasta el cielo.

Dice Enoc que el ángel Azael enseñó a los hombres a fabricar espadas de cobre, también a extraer oro y plata para hacer brazaletes y adornos, a las mujeres les enseñó el maquillaje, las piedras preciosas y las tinturas. Pero no solo eso, otros ángeles les enseñaron a hacer encantamientos y a romper esos  hechizos, también les enseñaron brujería, magia y cosas semejantes, así como el tarot y la astrología.
Esa es la explicación de que civilizaciones tan antiguas tuvieran esos conocimientos. Es cierto, no hay discusión, fuimos visitados por extraterrestres, como lo afirman los estudiosos, pero no eran seres de otros planetas, eran ángeles del cielo que vinieron a convivir con los hombres. Eso explica las grandes construcciones, las señales en los campos y hasta las pirámides antiguas.

Enoc 10:1 Entonces el Altísimo, Grande y Santo habló y envió a Sariel al hijo de Lamec. 2 Y le dijo: "Ve hacia Noé y dile en mi nombre, 'escóndete'; y revélale la consumación que viene, pues la tierra entera va a perecer, un diluvio está por venir sobre toda la tierra y todo lo que se encuentre sobre ella perecerá. 3 "En seguida enseña al Justo, al hijo de Lamec, lo que debe hacer para preservar su alma para la vida y escapar definitivamente, pues por él será sembrada una planta y serán establecidas todas las generaciones". 4 Y además, el Señor le dijo a Rafael: "Encadena a 'Asa'el de pies y manos, arrójalo en las tinieblas, abre el desierto que está en Dudael y arrójalo en él.

Enseguida Dios envió al ángel Sariel para que hablara con Noé, nieto de Enoc, a quien había escogido, para que se preparara para el diluvio que habría de enviar sobre la tierra por causa de los gigantes. Y ordenó al ángel Rafael que encadenara a Azael y que abriera un hoyo el desierto de Dudael para arrojarlo en las tinieblas del abismo. Esto nos confirma que el abismo se encuentra en el centro de la tierra.  El desierto de Dudael, que significa "caldero de Dios" está situado al este de Jerusalén.

Enoc 10:11 Y a Miguel le dijo el Señor: ve y anuncia a Shemihaza y a todos sus cómplices que se unieron con mujeres y se contaminaron con ellas en su impureza,  12 ¡que sus hijos perecerán y ellos verán la destrucción de sus queridos! Encadénalos durante setenta generaciones en los valles de la tierra hasta el gran día de su juicio. 13 "En esos días se les llevará al abismo de fuego, a los tormentos y al encierro en la prisión eterna”.

Luego Dios le ordenó al arcángel Miguel que le comunicara a Shemihaza, ya los ángeles que se rebelaron con él, que fueron sentenciados a ser encadenados por 70 generaciones en prisiones eternas (Judas 6), pero antes verían a sus hijos morir.

Enoc 12:6 "Y así como gozaron a causa de sus hijos ellos verán la muerte de sus bien amados y llorarán por la pérdida de sus hijos y suplicarán eternamente, pero no habrá para ellos misericordia ni paz".

Así como gozaron de sus hijos, ahora los verán morir y suplicarán eternamente por ellos, pero no habrá ni misericordia ni paz, los gigantes  serían arrastrados por el diluvio.
Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová” (Génesis 6:7-8), tal y como lo había profetizado Enoc.

Enoc 13:9 Cuando desperté fui a ellos. Todos estaban reunidos juntos y sentados llorando, en la Fuente del Llanto que está entre el Líbano y Senir, con los rostros cubiertos. 10 Conté delante de ellos todas las visiones que había visto en sueños y me puse a hablar con palabras de justicia y de visión y a reprender a los Vigilantes celestiales.

Dice Enoc, que él mismo fue enviado a darles esa noticia a los ángeles sentenciados mientras éstos se encontraban reunidos llorando en la fuente del llanto que se encuentra en el Líbano.

Enoc 14:3 Vigilantes: yo escribí vuestra petición y en una visión se me reveló que no será concedida nunca y que habrá juicio por decisión y decreto contra vosotros, 4 que a partir de ahora no volveréis al cielo y por todas las épocas no subiréis, 5 porque ha sido decretada la sentencia para  encadenaros en las prisiones de la tierra por toda la eternidad. 6 Pero antes veréis que todos vuestros seres queridos irán a la destrucción con todos sus hijos y las riquezas de tus seres queridos y de sus hijos no las disfrutaréis y ellos caerán en vuestra presencia por la espada de destrucción. 7 Pues vuestra petición por ellos ni la petición por vosotros serán concedidas. Continuaréis pidiendo y suplicando y mientras lloráis no pronunciéis ni una palabra del texto que he escrito.

Los ángeles le pidieron a Enoc que intercediera por ellos, pero Dios rechazó la petición, la sentencia estaba decretada, serían encadenados pero antes verían la destrucción de sus seres queridos y de sus riquezas, las que no disfrutarían.

EL ORIGEN DE LOS DEMONIOS

Enoc 15:11 "Y los espíritus de los gigantes, de los Nefilim, que afligen, oprimen, invaden, combaten y destruyen sobre la tierra y causan penalidades, ellos aunque no comen tienen hambre y sed y causan daños. 12 "estos espíritus se levantarán contra los hijos de los hombres y contra las mujeres porque de ellos proceden.

Los espíritus de los gigantes que serían muertos en el diluvio, no serían enviados al abismo,  sino que vagarían en la tierra.  Aunque no comen, tendrían hambre y sed, y se levantarán contra los hombres porque de ellos proceden, afligiéndoles, invadiéndoles, combatiéndoles, destruyéndolos y causándoles daños.
Aquí se nos da una revelación muy interesante, es el origen de los demonios, origen que no se encuentra en ningún lugar de los libros de la Biblia.
La diferencia entre los ángeles caídos y los demonios, es que los ángeles caídos tienen cuerpo y pueden tomar cualquier forma, mientras que los demonios no tienen cuerpo, por eso ellos buscan introducirse en los cuerpos de las personas o de los animales (Lucas 11:24. Marcos 5:12).
Cuando las personas dicen que los asustan los fantasmas, que los muertos les hablan y  cosas semejantes, no son ni fantasmas ni muertos, son los espíritus de los gigantes, ahora demonios, que Dios los ha dejado vagando en la tierra, y ellos  afligen, destruyen y le causan daños a los hombres, y si es posible,  los poseen.

Enoc 16:1 Después me llevaron a un sitio cuyos habitantes son como el fuego ardiente, pero cuando desean aparecen como humanos. 16:2 Me llevaron a la casa de la tempestad, sobre una montaña cuya cima tocaba el cielo, 3 y vi las mansiones de las luminarias y los tesoros de las estrellas y del trueno, en los extremos del abismo donde están el arco de fuego, sus flechas y carcaj, la espada de fuego y todos los relámpagos.
¿Quiénes son esos habitantes como fuego ardiente, pero cuando desean aparecen como humanos? Veamos algunos versos de la Biblia:

Hebreos 1:7 Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y a sus ministros llama de fuego.

Deuteronomio 4:12 y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego.

Hebreos 12:18 Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad,

La Biblia presenta a los ángeles y al mismo Dios como fuego ardiente, son las luminarias que habitan en la casa de la tempestad que queda sobre una cima que toca el cielo, y sus habitaciones están llenas de tesoros, según nos relata Enoc.
Esas luminarias o ángeles pueden tomar forma humana. Hay muchos casos en la Biblia, en donde los ángeles aparecen con apariencia de hombres. Y en algunos pasajes de la Biblia, los ángeles son comparados con las estrellas  porque son como el fuego ardiente.
No es extraño pensar que la estrella que guiara a los reyes magos era en realidad un ángel. Muchas veces vemos hacia el cielo estrellas que tienen un brillo diferente, tal vez más intenso, quizás no sean estrellas sino ángeles que están vigilando y cumpliendo su trabajo.

Enoc 16:4 Luego me llevaron hasta las aguas de vida y hasta el fuego del occidente, el que recogió todas las puestas de sol. 5 Llegué hasta un río de fuego cuyas llamas corren como agua y desemboca en el gran mar que está al lado del poniente; 6 vi grandes ríos y llegué a una gran oscuridad y hasta donde ningún ser carnal camina; 7 vi las montañas de las tinieblas de invierno y el sitio hacia donde fluyen todas las aguas del abismo; 8 y vi la desembocadura de todos los ríos de la tierra y la desembocadura del abismo.

La majestuosidad de lo que vio Enoc es imposible de visualizar, este prominente hombre de Dios se convirtió en un viajero espacial que fue llevado de un lado a otro  del universo.
Enoc vio lo que ningún astronauta ha visto jamás. Es posible que lo que Enoc vio es lo que corresponde al mundo espiritual paralelo al mundo natural, fue un austronauta de dos mundos.
UNA VISION DEL ABISMO

Enoc 18: 11 Luego me fue mostrado un profundo abismo entre columnas de fuego celeste, y vi en él columnas de fuego que descendían al fondo y cuya altura y profundidad eran inconmensurables; 12 y más allá de este abismo vi un sitio sobre el cual no se extendía el firmamento, bajo el cual no había tampoco cimientos de la tierra; sobre el que no había ni agua ni pájaros, sino que era un lugar desierto y terrible. 13 Allí vi siete estrellas parecidas a grandes montañas, que ardían, y cuando pregunté sobre esto, 14 El ángel me dijo: "Este sitio es el final del cielo y de la tierra; ha llegado a ser la prisión de las estrellas y de los poderes del cielo. 15 "Las estrellas que ruedan sobre el fuego son las que han transgredido el mandamiento del Señor, desde el comienzo de su ascenso, porque no han llegado a su debido tiempo;

Posteriormente Enoc fue llevado a un profundo abismo, a un lugar lleno de columnas de fuego,  desértico y terrible, donde no hay cimiento de la tierra, ni agua ni pájaros, es el final del cielo y de la tierra, es el lugar de prisión de los ángeles caídos.

Enoc 19:1 Después Sariel me dijo: " Aquí estarán los Vigilantes que se han conectado por su propia cuenta con mujeres. Sus espíritus asumiendo muy diversas apariencias se han corrompido y han descarriado a los humanos para que sacrifiquen a demonios y dioses, hasta el día del gran juicio, en que serán juzgados y encontrarán su final.2 "En cuanto a sus mujeres, las que fueron seducidas por los Vigilantes, se volverán sosegadas". 3 Yo Enoc, solo, he visto la visión, el final de todas las cosas y ningún humano ha visto lo que yo he visto.

Se dice que en ese lugar se encuentran los ángeles que se mezclaron con las mujeres y se enfatiza, que ellos pueden adquirir múltiples apariencias y se valen de ello para hacer que la humanidad adore y haga sacrificios a falsos dioses y demonios.
Esos ángeles caídos pueden tomar la apariencia de cualquier “santo” o de “la virgen María” para que les hagan imágenes y les rindan culto. Ellos mismos pueden hace aparecer imágenes para que las adoren hasta el día del gran juicio. Es decir, detrás de cada imagen hay un ángel caído.

Enoc 22:1 Desde allí fui a otra parte, a una montaña de roca dura;  2 había ahí cuatro pozos profundos, anchos y muy lisos. Y dije: "¡Qué lisos son estos huecos y qué profundos y oscuros se ven!".  3 En ese momento, Rafael el Vigilante y el Santo, que estaba conmigo, me respondió diciendo: "Estas cavidades han sido creadas con el siguiente propósito; que los espíritus de las almas de los muertos puedan reunirse y que todas las almas de los hijos de los hombres se reúnan ahí. Así pues esos son los pozos que les servirán de cárcel;  4 "Están hechos para tal cosa, hasta el día en que sean juzgados hasta momento del gran juicio que se les hará el último día".

Enoc fue llevado a otra parte, y allí había una montaña de roca dura y cuatro pozos profundos. Es el abismo o Hades,  en donde son enviados los espíritus de los muertos y que les sirven de cárcel hasta que sean juzgados en el juicio del gran trono blanco.

Enoc 22:5 Vi allí al espíritu de un hombre muerto acusando, y su lamento subía hasta el cielo, gritando y acusando. 6 Entonces pregunté a Rafael el Vigilante y el Santo, que estaba conmigo: "¿De quién es este espíritu que está acusando que se queja de tal modo que sube hasta el cielo gritando y acusando?".  7 Me respondió diciendo: "Este es el espíritu que salió de Abel, a quien su hermano Caín asesinó; él lo acusa hasta que su semilla sea eliminada de la faz de la tierra y su semilla desaparezca del linaje de los hombres".

De pronto Enoc vio a un espíritu que se lamentaba, gritaba y acusaba, era el espíritu de Abel que acusaba a su hermano Caín. Siempre hemos supuesto que Caín está en el abismo pero no así Abel el justo.  Sin embargo esto tiene una explicación:

Enoc 22:8 Entonces pregunté observando todos los pozos: "¿Por qué están separados unos de otros?" 9 Me respondió diciendo: "Esos tres han sido hechos para que los espíritus de los muertos puedan estar separados. Así una división ha sido hecha para los espíritus de los justos, en la cual brota una fuente de agua viva.

El abismo era el lugar de los muertos y allí había divisiones para que los espíritus estuvieran separados. En la primera división se encontraban los espíritus de los justos, allí había una fuente de agua viva y allí se encontraba también el espíritu de Abraham, según nos cuenta Jesús en el capítulo 16 de Lucas.  A esta división, el Señor Jesús le llama “el seno de Abraham”, También se le llama el Paraíso.

Enoc 22:10 "Y así ha sido hecha ésta para los pecadores cuando mueren y son sepultados y no se ha ejecutado juicio contra ellos en vida.11 "Aquí sus espíritus serán colocados aparte, para esta gran pena, hasta el día del gran juicio y castigados y atormentados para siempre quienes merecen tal retribución por sus espíritus.

En la segunda división se encontraban los espíritus de los muertos que no eran considerados justos, los cuales eran atormentados en una llama (Lucas 16:24) esperando el juicio ante el Gran Trono blanco (Apocalipsis 20:11-15).

Enoc 22:12 "Esta división ha sido separada para quienes presentan su queja y denuncian su destrucción cuando fueron asesinados en los días de los pecadores. 13 También ha sido hecha ésta para los espíritus de los hombres que no fueron justos sino pecadores, para todos los transgresores y los cómplices de la trasgresión; que en el día del juicio serán afligidos fuera de allí, pero no serán resucitados desde allí". 14 Entonces bendije al Señor de Majestad y dije: "Bendito sea el juicio de justicia y bendito sea el Señor de Majestad y Justicia que es el Señor del mundo".

La tercera división es también para los pecadores y para los que fueron asesinados y denuncian su destrucción, dice Enoc. En la actualidad al abismo van únicamente los muertos que no están en Cristo. Antes iban todos los muertos, porque Cristo no nos había justificado y ningún pecador podía entrar al cielo.
Jesús le dijo a uno de los malhechores que murieron con él, que ese mismo día lo vería en el Paraíso, refiriéndose al Seno de Abraham (una división del abismo), que se encontraba frente al Hades (otra división del abismo), no al cielo.  El ladrón no podía ir al cielo porque Jesús no había resucitado.
Pero una vez que Jesús fue resucitado, los que hemos creído y nos hemos bautizado, hemos sido justificados en Cristo, y al morir vamos directamente al cielo porque el paraíso o seno de Abraham está ahora en el cielo, esa división del abismo ha sido quitada. En 2 Corintios 12:11 el apóstol Pablo dice que fue arrebatado al cielo y que allí estaba el Paraíso.
Los que estaban en el seno de Abraham también fueron trasladados con Abraham al nuevo Paraíso en el cielo.

1 Pedro 3:18 Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el  justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; 3:19 en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, 

La palabra de Dios dice que cuando Cristo murió, su espíritu viajo al abismo y le predicó a los espíritus encarcelados que posiblemente no habían oído hablar de él, para que creyeran  y pudieran salir de ese encarcelamiento.  
Parece increíble que alguien pudiese haber visto tantas cosas increíbles, parece mentira que alguien pudiese ser enseñado acerca de esos secretos de Dios, debe ser la razón por la cual el libro no fue contado entre los libros de la Biblia, pero nadie puede negar su veracidad, y es un libro fascinante. Yo quiero seguir leyendo acerca de Enoc el astronauta de dos mundos. Si usted también está fascinado, entonces nos vemos en la siguiente entrega.
















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