martes, 23 de enero de 2018

EL ALA OESTE DE LA CASA BLANCA

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Hay una película con el nombre de “El ala oeste de la Casa Blanca”, y algunos de sus pasajes, en especial uno, ha sido tomado por algunos como caballo de batalla para atacar la Biblia y afirmar que la misma es la peor arma para los creyentes y a la vez, la razón principal para el ateísmo.

En ese pasaje (https://www.youtube.com/watch?v=ImOsjOwWmAw), el Presidente de los Estados Unidos se burla de una dama que basada en Levítico 18:21 sostiene que la homosexualidad es una abominación.

Si eso es así”, le dice el Presidente, “entonces yo puedo vender a mi hija como esclava porque así está permitido en Éxodo 21:7”.

Luego agrega que su Jefe de Personal insiste en que hay que trabajar los sábados, lo cual es una razón suficiente para matarlo porque así está establecido en Éxodo 35:2.

Seguidamente utiliza otros versículos de la biblia con el único propósito de ridiculizar la palabra de Dios y hacer ver que se contradice o que no es para nuestros tiempos.  

Se me ha pedido que me refiera a lo que se dice en ese película, en especial con   respecto a la homosexualidad.

Lo primero que quiero decirles a los de ala oeste es que La Biblia no se contradice y se aplica para todos los tiempos porque Dios es inmutable, ella misma nos enseña que “en Dios no hay mudanza ni sombra de variación” (Santiago 1:17).

Porque el Señor no cambia es que no hemos sido consumidos” (Malaquías 3:6), y “Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo” (Isaías 5:20).
Yo agrego: ay de los guionistas y productores del Ala oeste de la Casa Blanca, algún día estarán frente al Señor y tendrán que darle cuentas.

Como Dios es inmutable y su palabra es para siempre, tanto a las personas del Viejo Testamento como las del Nuevo Testamento se nos aplica la Ley de Dios, la cual está allí señalándonos, acusándonos y condenándonos. Pero hay una salida:

Romanos 7:2 Porque la mujer casada está sujeta por la ley al marido mientras éste vive; pero si el marido muere, ella queda libre de la ley del marido. 7:3 Así que, si en vida del marido se uniere a otro varón, será llamada adúltera; pero si su marido muriere, es libre de esa ley, de tal manera que si se uniere a otro marido, no será adúltera. 7:4 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.

El apóstol Pablo  nos enseña que de acuerdo con la ley, la mujer está sujeta al marido hasta que éste fallezca, que si la mujer deja a su marido para irse con otro adultera. Pero, al morir el marido queda libre y puede ir a casarse con otro.

El apóstol explica, que de igual manera, nosotros estamos sujetos a la ley, que la única manera de liberarnos de la ley es que la ley muera pera como la ley es eterna, entonces Dios ideó que muriéramos nosotros para poder así liberarnos de la ley:

Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo para que seáis del que resucitó de los muertos

¿Cómo se muere mediante el cuerpo de Cristo?  Mediante el bautismo.  ¿Cómo entenderlo? Bueno, todos somos del maligno y del reino de este mundo, pero al bautizarnos Dios nos libra de la potestad de las tinieblas, y nos traslada al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados (Colosenses 1:13-14).

En Hechos 2:41 se narra que como 3.000 personas creyeron el evangelio y se bautizaron y fueron añadidas ¿Adónde?  Esas 3.00o personas fueron libradas de la potestad de las tinieblas y fueron trasladas al reino de Dios y añadidas al cuerpo de Cristo que es la iglesia (Efesios 4:15-16).
Romanos 6:3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? 6:4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

Al bautizarnos (para los efectos del Cielo), somos sepultados con Cristo y al ser sepultados, somos justificados de nuestros pecados, “Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado” (Romanos 6:7).

Para entenderlo, suponga por un momento que usted mata a una persona. La policía va a venir a aprehenderlo para llevarlo ante la justicia para que le apliquen todo el peso de la ley ¿Pero qué sucede si usted se suicida antes que llegue la policía? Usted no puede ser juzgado porque nunca un juez ha juzgado a un muerto, porque el muerto está muerto para la ley.

El bautismo es como un suicidio espiritual, y al morir mediante el bautismo la ley no tiene ningún efecto en nosotros. Eso es lo que no han entendido los “del ala oeste de la Casa Blanca”; que se burlan de la palabra de Dios y la contradicen.

Por ejemplo, yo no soy condenado por trabajar los sábados porque estoy muerto para la ley y ésta no tiene ningún efecto en mi persona. Igual en todas las demás cosas que la ley exige. Pero si no te has bautizado, la ley te va a juzgar y te va a condenar.

Aclarado ese punto, vayamos a la Biblia para ver qué tiene que decirnos en cuanto al homosexualismo.

Levítico 18,22: No te acostarás con varón como con mujer; es abominación.

Levítico 20,13: Si alguien se acuesta con varón como se hace con mujer, ambos han cometido abominación: morirán sin remedio; su sangre caerá sobre ellos.

La ley es clara, para Dios el homosexualismo es una abominación, o sea algo que va contra la naturaleza y el castigo por ese pecado es la muerte eterna.

De aquí en adelante, voy a referirme a los defensores del homosexualismo como “Los del ala oeste”  porque se identifican con los argumentos de la película.

Ellos afirman que los cananeos participaban de rituales religiosos a sus dioses paganos, ofreciendo la unión carnal entre personas del mismo sexo.  Por eso los hebreos, ante cuyos asombrados ojos se desarrollaban estos rituales, asociaron la homosexualidad con la idolatría. Por lo tanto, afirman que lo que Levítico rechaza no es la homosexualidad, sino su relación de los actos homosexuales con la idolatría.

Además, agregan que Levítico castiga con la muerte los actos homosexuales entre hombres, pero no entre mujeres. La razón, según ellos, es porque Israel valorizaba la fecundidad familiar como una verdadera bendición de Dios y las prácticas homosexuales ocasionaban la pérdida del semen viril, principio fundamental de la fecundidad humana, era lo que castigaban; algo que no sucede en la homosexualidad entre mujeres.

Los del Ala oeste afirman que es un hecho que egipcios y cananeos solían realizar actos homosexuales con los vencidos en el combate, a manera de burla y escarnio, por lo cual los judíos consideraban denigrante esa práctica para los varones que habían de sufrirla pasivamente. ¿Qué les parece ese razonamiento?

A mí, me parecen muy interesantes las interpretaciones culturales que hacen los del ala oeste acerca del castigo por la homosexualidad que señala Levítico.  Pero, son solo eso: interpretaciones culturales de los sabios de este mundo, y la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. (1 Corintios 3:19). 

Isaías 55:8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 55:9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

Dios piensa diferente a como pensamos los seres humanos, sus pensamientos parecen ilógicos para nosotros, pero son los pensamientos de Dios y son sabios y correctos, de tal manera que no debemos de “interpretar” humanamente sus pensamientos para acomodarlos a nuestros pensamientos.

Los el ala oeste acomodan las palabras de la Biblia a su gusto para justificarse, esto sale a la luz, cuando afirman que Levítico se escribió como una defensa cultural de los judíos ante las prácticas homosexuales de sus vecinos. Lo que están diciendo es que Levítico es la palabra del hombre.

Pero, Levítico no es la palabra ni la voluntad del hombre, Levítico es la Palabra y la voluntad de Dios. Levítico 18:1 dice: “Habló Dios a Moisés” o sea que  Moisés escribió y le leyó al pueblo lo que Dios le habló, no es nada cultural, ni es la voluntad de Moisés,  es la voluntad de Dios expresada a través de Moisés.

Los del ala oeste cuestionan el hecho de que Jesús nunca se refirió al tema del homosexualismo. Para ellos, llama la atención, la ausencia de cualquier referencia a la homosexualidad en los evangelios, de parte de Jesús, lo que significa que Jesús lo aprobaba, porque  el que calla, otorga”.

Nada más alejado de la realidad. No todo lo que Jesús hizo o habló se encuentra en los evangelios ¿Por qué creen que Dios levantó a Pablo como el apóstol abortivo? Para que aclarase muchas de las cosas que no están escritas en los evangelios y una de ella es el homosexualismo. 

Usted no encontrará en los evangelios detalles acerca del pecado, de la redención, del bautismo, de la salvación, de la santificación, de la ley, del nuevo pacto, del rapto de la iglesia, para ello debe acudir a las epístolas de Pablo.  

1 Corintios 6:9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones.

Según los del ala oeste, este texto de Corintios no parece ser decisivo para la condena de las relaciones homosexuales ¿Qué decir al respecto? Que la escritura es clara, ella dice que los homosexuales no tendrán herencia en el reino de los Cielos, pero no solo ellos, tampoco los injustos ni los fornicarios, ni los adúlteros, ni los idólatras.

1 Corintios 6:11 Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.

Si seguimos leyendo vemos que Pablo aclara: Y esto erais algunos, pero ya han sido santificados y justificados en el nombre de Jesús ¿Cuándo sucedió eso? Cuando se bautizaron y dejaron esas prácticas.

Juan 3:9 Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.

De acuerdo a la palabra de Dios, todos pecamos, el que diga que no peca es un mentiroso (1 Juan 1:8), todos seguimos pecando aún después de bautizados, pero una cosa es pecar y otra es practicar el pecado. Es decir, yo puedo resbalarme y caer en un hueco, pero otra cosa  es vivir en el hueco.

Ahora, tome en cuenta que Pablo dejó claro que ni los afeminados ni los que se echan con varones heredarán el reino de Dios.

Según los del  ala oeste, los  afeminados” son los que tienen relaciones con otros hombres ocasionalmente (los que se resbalan), pero no son homosexuales;  que  los verdaderos  homosexuales son los que tienen un amante y una relación homosexual permanente (los que viven en el hueco).

Romanos 1:26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, 1:27 y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.

Ya vimos que los del ala oeste dicen que Dios castiga la homosexualidad entre hombres, no así entre mujeres. Sin embargo, en este versículo el apóstol Pablo también dice que las mujeres cambiaron el uso natural que es contra naturaleza, al igual que los hombres, para referirse a  la homosexualidad entre mujeres.

Para algunos del ala oeste, que las mujeres cambien el uso natural contra naturaleza y lo mismo los hombres, no se refiere a la homosexualidad, sino a su posición en el coito, o sea, que es contra naturaleza que la mujer esté arriba durante el coito y es contra naturaleza que el hombre esté abajo, dándose en este caso una subordinación de la mujer al hombre, porque siendo el hombre la cabeza, debe estar arriba.

Otros afirman que cambiar el uso natural no se refiere a los verdaderos homosexuales, sino a los “bisexuales”, aquellos cuya naturaleza es ser heterosexuales pero que cambian de vez en cuando y van y tienen relaciones sexuales con personas del mismo sexo.

Lo que están diciendo, es que el anterior texto de  Romanos no estaría señalando a los "verdaderos homosexuales” y su razonamiento es el siguiente:

Cuando un heterosexual tiene sexo con una persona de su mismo sexo, actúa contra su propia naturaleza. Lo mismo haría un homosexual que tuviera sexo con una persona que no fuera de su mismo sexo.

Tal argumentación reconoce la diferencia que existe entre la homosexualidad de nacimiento (verdaderos homosexuales) y el hábito adquirido (heterosexuales que se meten con personas del mismo sexo). A esa argumentación, yo diría: “mejor no me defiendas compadre”. 

Judas 7 como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno.

El apóstol Judas habla sobre el castigo de Sodoma y Gomorra, y afirma que fueron destruidas por haber fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza. 

Judas no solamente afirma que los habitantes de Sodoma y Gomorra fornicaron de manera natural, sino que fornicaron yendo en vicios CONTRA NATURALEZA, la misma palabra que Pablo usa en Romanos, lo que nos confirma que Pablo está hablando de las relaciones homosexuales.

Génesis 1:27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

Varón y hembra, Dios los creó, esa es la imagen natural que nos presenta el Génesis en el relato de la Creación. No dice: “varón y varón o hembra y hembra”.
A eso se refiere la escritura cuando habla de relaciones naturales y no tiene nada que ver con posiciones durante el coito. Las relaciones que van contra naturaleza son lógicamente las relaciones homosexuales.

Génesis 2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.

No es bueno que el hombre esté solo, le haré ayuda idónea para él”, dijo Dios. Entonces hizo dormir a Adán y de una costilla formó a la mujer. El relato de la formación de la mujer indica la necesidad de integración de los dos seres de diferente sexo,  para complementarse y para poder multiplicarse.

La imagen bíblica de la pareja heterosexual, en plena comunión de vida y amor, es la máxima expresión figurativa del amor humano, y por lo tanto, como Dios es Amor, es símbolo de la imagen de Dios en el hombre.

Todos los textos bíblicos,  en los cuales se habla de acciones homosexuales o intentos de las mismas, lo hacen para rechazarlas o condenarlas porque definitivamente, la Biblia condena la homosexualidad.

Por su parte, los defensores de la homosexualidad, reconocen que el valor de sus afirmaciones se basan en el razonamiento, o sea en la sabiduría humana, que como ya vimos, es insensatez para con Dios.

La imagen bíblica del hombre contenida en el relato de la creación da a mi juicio, la clave de lectura para todos los demás textos estudiados. Esa imagen tiene de suyo una validez normativa fundamental y absoluta para la ética sexual. Es una imagen unitaria, muy concreta y precisa, que no se puede escindir arbitrariamente en fragmentos separados sin que pierda al punto toda su nitidez simbólica.


No estoy juzgando a los homosexuales, no soy homofóbico, tengo parientes y muchos amigos homosexuales a los cuales quiero mucho, solamente estoy enseñando lo que dice la Biblia y diciéndole a “los del ala oeste” que la Biblia es la palabra de Dios, no se contradice y que tiene aplicación en nuestros días.  


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