domingo, 4 de septiembre de 2016

LA FABRICA DE DIOSES

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 Hay una fábrica de dioses en Roma Italia, en un pequeño país llamado “el Vaticano”;  allí les hacen una imagen a los muertos y las presentan como dioses que pueden escucharnos y concedernos favores.
Lógicamente que esos muertos no pueden escucharnos ni concedernos favores, sus espíritus están en un lugar que Dios tiene preparado para ellos, esperando el juicio, y no les está permitido comunicarse con los vivos. Esto es tan cierto, que Dios no permite la comunicación con los muertos,  para él, evocarlos, es una abominación:  

Deuteronomio 18:10 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, 18:11 ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. 18:12 Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas.

Evocar un muerto es abominación para Jehová, es decir, provoca en Él, rechazo y condena enérgica de algo que causa repulsión, consecuentemente eso le traerá maldición sobre su vida al invocador.

Levítico 20:27 Y el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de morir; serán apedreados; su sangre será sobre ellos.

Ponga mucha atención, Dios dice que el que evocare a los muertos debe morir. Ya que en nuestra cultura occidental, por la ceguera espiritual que vivimos se ha hecho común que se evoque a los muertos, no te van a apedrear por hacerlo, pero si lo haces estarás renunciando a  la vida eterna, porque Dios sí te tomará en cuenta esa abominación. 
Según el catecismo católico en  su numeral 957, orar a los muertos que Roma ha declarado como santos, acerca a las personas a Cristo. ¿Cómo puede acercarnos a Cristo lo que es una abominación para Dios?.
Una vez que  el Vaticano fabrica esos dioses falsos, a los que llama “santos”, ordena a sus fieles que se inclinen ante sus imágenes y les den honra, pero ¿Qué dice la palabra de Dios al respecto?

Éxodo 20:4 20:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,

Dios ordena todo lo contrario, Él prohíbe que nos inclinemos ante las imágenes y les demos honra porque para él eso es una maldad que solamente la practican quienes lo aborrecen.
Cuando nos inclinamos ante una imagen y le damos honra o le hacemos alguna petición a la imagen o a lo que está representa, Dios emite un decreto, que va a afectar no solamente nuestra vida sino también la de nuestros descendientes hasta por cuatro generaciones.
Dios decretó que no tuviéramos dioses ajenos delante de él (Éxodo 20:3). Un dios ajeno es  aquel que ocupa el lugar de Dios, es aquel que te puede conceder milagros.
Si tienes dioses ajenos, eres un idólatra y los idólatras no tienen herencia en el reino de Dios (Gálatas 5:19-21). Eso significa que al morir, irás al infierno porque no tienes la vida eterna.  Yo no tengo dioses ajenos”. Entonces ¿Qué son esas imágenes ante las cuales te inclinas y les haces peticiones?
Dios también decretó que no nos inclináramos y le diéramos honra a las imágenes, no es una opción, es una orden. Sin embargo, la soberbia del hombre lo hace menospreciar la palabra de Dios y continuar con su necedad.

Éxodo 34:14 Porque no te has de inclinar a ningún otro dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.

Vea el mandato: No te has de inclinar ante ningún otro dios pues el nombre de Dios es CELOSO, porque Él no soportará que nos inclinemos ante ninguna imagen, sea de quien sea; para Dios, eso es una traición.
Al ver la creación, no podemos negar la existencia de un único Dios verdadero que creó los cielos y la tierra. Sin embargo, habiendo conocido a Dios a través de la creación, el hombre no lo glorifica, sino que glorifica a las imágenes de los hombres y de los animales creados, es decir no glorifica al Creador sino a la creación:

Romanos 1:22 Profesando ser sabios, se hicieron necios, 1:23 y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.

 Cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible”. El hombre que hace esto, se cree sabio, pero es un necio, dice la palabra de Dios.
Algunos adoran a la imagen de Buda, otros a la de Mahoma, otros han adorado al sol, otros a imágenes de animales, como lo hicieron los judíos y los paganos. Si usted lo ve objetivamente, no podrá más que darle la razón a Dios y decir: “que necios son” ¿No es cierto?
De acuerdo al diccionario de la real academia, un necio es aquel que insiste en los propios errores o se aferra a ideas o posturas equivocadas, demostrando con ello poca inteligencia. Pues bien, ¿Qué diferencia hay entre aquellos que veneran imágenes de Buda y los que veneran a los muertos, se inclinan ante sus imágenes, les prenden velas, les piden milagros y les dan gracias? No hay diferencia, son tan necios como aquellos.

Romanos 1:24 Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, 1:25 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.1:26 Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, 1:27 y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.

Observe usted que si una persona se inclina ante una imagen para darle honra,  ese acto enciende la ira de Dios y corre el riesgo de que sus descendientes sean extraviados sexualmente. Esta es la visita de la maldad que habla Éxodo 20:5.

Romanos 1:28 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; 1:29 estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; 1:30 murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, 1:31 necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; 1:32 quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.

Pero no solamente se corre el riesgo de tener hijos homosexuales, sino hijos atestados de todo tipo de maldad, no lo digo yo, lo dice Dios. Él  enviará la maldad por culpa de la idolatría, hijos, nietos, bisnietos o tataranietos nacerán perversos, soberbios, desleales, sin afecto natural, sin misericordia, por culpa de una tradición tan mala como es la idolatría.
Si los fieles a Roma ven a una persona inclinarse ante las imágenes de Mahoma o de Buda, o de cualquier otro falso dios pagano, lo señalarán como idólatra, y dirán que no sabe lo que hace y que con su actitud ofende al único Dios verdadero.
Pero, ellos se inclinan ante la imágenes de los muertos, “es diferente”, dirán ¿Cuál es la diferencia? En todos los casos se trata de imágenes inanimadas que no pueden hacer nada por nadie.

Salmo 115:4 Los ídolos de ellos son plata y oro, Obra de manos de hombres. 115:5 Tienen boca, mas no hablan; Tienen ojos, mas no ven; 115:6 Orejas tienen, mas no oyen; Tienen narices, mas no huelen; 115:7 Manos tienen, mas no palpan; Tienen pies, mas no andan; No hablan con su garganta. 115:8 Semejantes a ellos son los que los hacen, Y cualquiera que confía en ellos.

La palabra de Dios dice, que las imágenes de dioses falsos, y esto incluye a los “santos de Roma”,  tienen boca y no hablan, tienen ojos y no ven, tienes orejas y no oyen, narices y no huelen, manos y no palpan. En otras palabras,  no tienen vida, no pueden escucharte ni concederte ningún favor.
Semejantes a esas imágenes son los que confían en ellas”, son ciegos, sordos y mudos que no pueden ver ni escuchar la verdad y tampoco tienen vida. Tú puedes estar muy vivo, pero si te inclinas ante las imágenes y les das honra,  no tienes vida eterna.
La imagen no puede escucharte, no puede hacerte ningún milagro, no
puede bendecirte. ¿Cómo es posible que te inclines ante ella y le des honra? ¿Por qué lo haces? La respuesta es una: Lo heredaste de tus padres. Yo soy un testimonio vivo, me incliné ante las imágenes, les hice peticiones, les di honra. ¿Por qué lo hice? Porque lo aprendí de mis padres, quienes a la vez lo aprendieron de los suyos, es lo que enseña la religión de Roma. Pero, una vez que comencé a estudiar la palabra de Dios, pude ver la verdad, entonces le pedí perdón a Dios y dejé esas prácticas.
¿Por qué crees que Dios permitió que los judíos fueran esclavos por más de cuatrocientos años en Egipto? Porque se inclinaron ante las imágenes de los dioses paganos y les dieron honra. Dios se sintió traicionado y les quitó toda protección. Y eso hará contigo si insistes en lo mismo.

Isaías 2:8 Además su tierra está llena de ídolos, y se han arrodillado ante la obra de sus manos y ante lo que fabricaron sus dedos. 2:9 Y se ha inclinado el hombre, y el varón se ha humillado; por tanto, no los perdones. 2:10 Métete en la peña, escóndete en el polvo, de la presencia temible de Jehová, y del resplandor de su majestad. 2:11 La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día.
2:12 Porque el día de Jehová de los ejércitos vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, y será abatido.

Dios le dijo a Israel que su tierra estaba llena de ídolos ante los cuales  se arrodillaban y se humillaban. Y Agregó, que no les perdonaría ese pecado. “el día de Jehová vendrá sobre todo soberbio y altivo, sobre todo enaltecido, que serán abatido, en el día de Jehová”.
Dios trata de soberbios, altivos y de enaltecidos a los judíos por inclinarse y darle honra a los ídolos paganos. La palabra soberbia es un sentimiento de superioridad, en donde el soberbio se cree dueño de la verdad y menosprecia las ideas ajenas; lo mismo es el enaltecido.  Los judíos eran soberbios, altivos y enaltecidos, porque menospreciaban la palabra de Dios, para idolatrar imágenes.
La soberbia no es algo del pasado, es algo actual. Si te digo que eres idólatra porque te inclinas ante las imágenes de los muertos  y les da honra, te molestas, tu soberbia no te permite razonar ni ver la verdad. Al igual que los judíos, menosprecias la palabra de Dios, no la escuchas, te aferras a tu altivez, la cual justificas con argumentos humanos.
Nuestro país es un país soberbio, es un país idólatra, el mundo entero lo
Hace unos años tuvimos una cita con el sacerdote de la iglesia católica de Cinco Esquinas de Tibás,  para hablar de este tema, entre otras cosas. El sacerdote dijo que la iglesia católica no era idólatra. No obstante, nos dijo que la imagen de San José que tenía en su parroquia, le concedía todos los favores que le pedía. “Llévensela una semana para su casa y verán lo que está imagen hará por ustedes”, dijo.  Que contradicción y que necedad,  
Si  creemos que la imagen de San José o de cualquier otro santo, nos puede hacer un milagro, entonces esa imagen es un dios que ocupa el lugar del único Dios verdadero.
No, es la imagen, es lo que ella representa, es el San José que está en el cielodirás. Entonces el San José que está en el cielo  es el dios que te concede milagros,  igual, eres un idólatra.
Además de idólatra, eres un insensato, porque ninguna imagen puede escucharte, ni concederte milagro alguno.  Pero, es que no es María ni los santos los que hacen los milagros, ellos son simples intermediarios  ¿Qué dice la Biblia?

1 Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.

La Biblia dice que solamente hay un mediador entre Dios y los hombres y ese mediador no es María, ni son los muertos declarados como santos. Ese único mediador es Jesucristo.
Si eso es lo que dice la palabra de Dios, significa que no puede haber ningún otro intermediario. “Estás equivocado, la Biblia dice que oremos y hagamos peticiones unos por otros”. Eso es otra cosa, eso es pedirle al Padre, a través de Jesús, que obre un milagro en otra persona, pero siempre a través de Jesús. El intermediario directo es Jesús, no somos nosotros. Nosotros le pedimos a Jesús que intermedie por esa otra persona. Y los que intermediamos, para que Jesús intermedie, estamos vivos, no muertos.  

EL MOTIVO DE TANTO SANTO

¿Cómo y por qué en Roma deciden fabricar tantos santos que se convierten en dioses de muchos? Le duela a quien le duela, Satanás está detrás de todo esto.  Cuando Satanás tentó a Eva se disfrazó de serpiente, hoy se disfraza de ángel de luz y sus ministros como ministros de justicia (2 Corintios 11:4-5).

Proverbios 14:12 Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte.

El camino que pareciera derecho de acuerdo a la religión, podría ser el camino que te lleve a la muerte y al castigo eterno.

Mateo 4:8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró   todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 4:9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.

Satanás tentó a Jesús para que le adorara, ofreciéndole todos los reinos de este mundo y la gloria de ellos. Satanás no quiere que adores a Dios, él quiere desviarte de la salvación haciendo que adores dioses falsos y para ello te ofrece sus favores como lo hizo con Jesús. Detrás de cada ídolo religioso hay un demonio.
La religión te pide que adores dioses falsos a cambio de favores materiales, y eso es un principio satánico.  

Hechos 9:23 Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del Camino. 19:24 Porque un platero llamado Demetrio, que hacía de plata templecillos de Diana, daba no poca ganancia a los artífices; 19:25 a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio obtenemos nuestra riqueza; 19:26 pero veis y oís que este Pablo, no solamente en Efeso, sino en casi toda Asia, ha apartado a muchas gentes con persuasión, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos. 19:27 Y no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero. 19:28 Cuando oyeron estas cosas, se llenaron de ira, y gritaron, diciendo: ¡Grande es Diana de los efesios! 19:29 Y la ciudad se llenó de confusión, y a una se lanzaron al teatro, arrebatando a Gayo y a Aristarco, macedonios, compañeros de Pablo. 19:30 Y queriendo Pablo salir al pueblo, los discípulos no le dejaron.

En este pasaje de la Biblia, podemos ver claramente, que la idolatría es un negocio. La venta de imágenes es un negocio millonario; esa es quizás la razón, por la cual Roma la fomenta.
En Efeso, los comerciantes de ídolos,  acostumbrados a adorar a Diana la diosa falsa, la emprendieron contra Pablo, porque enseñaba que Diana no era una diosa, ya que los dioses no se hacen con las manos. Pablo estaba acabando con su negocio, al enseñar la verdad.
La idolatría es un gran negocio, estampas, adornos, collares con la imagen de una virgen o de un santo, velas de diferentes formas y tamaños, y muchas cosas más. Es un negocio que no puede terminar.
¿Cómo fabrican un santo? Le atribuyen sus buenas obras en vida y le agregan algún milagrito.

Romanos 1:17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

El evangelio de Dios nos revela que somos justificados por fe, no por nuestras buenas obras. Este versículo fue uno de los que hizo que Lutero se revelara contra Roma, quien enseña que somos justificados por nuestras buenas obras y por nuestro comportamiento, en otras palabras que debemos ganarnos el cielo.

Efesios 2:8 Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 2:9 no por obras, para que nadie se gloríe.

Somos salvos por medio de la fe, no es algo de nosotros, no es algo que nos podemos ganar, es un regalo de Dios, no es por obras, para que nadie se gloríe.

Romanos 3:24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 3:25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,

Somos justificados gratuitamente por gracia, mediante la redención en Cristo, no por nuestras obras. Si tenemos que hacer  obras para ser justificados y santificados por Dios, entonces por demás murió Cristo (Gálatas 2:21).
Dios no quiere que nadie se gloríe, por eso nos justifica a través de la fe, sin embargo Roma declara “santo” a un muerto, por sus buenas obras mientras estuvo vivo, y le da gloria, quitándole toda la gloria a Dios y a Cristo.
Eso no es algo que viene de Dios, es algo que viene del diablo ¿’Qué sabe Roma adónde se encuentra ese muerto? ¿Cómo puede tomarse la atribución de declararlo santo?  Solo Dios conoce el corazón de las personas y no su apariencia.
La madre Teresa, la última santa de Roma era idólatra, hay muchas fotos en las que se la ve inclinada ante las imágenes ¿Cómo podríamos decir que es salva? Solo Dios lo sabe y si la justificó no fue por sus obras.
Lo otro por lo que declaran santo a un muerto, es porque le atribuyen milagros. Por ejemplo, el año pasado el Vaticano  hizo santo a Juan Pablo II y con ello autorizó a los fieles católicos a que le hicieran peticiones  ¿Por qué lo hizo? Porque le atribuyeron un milagro que supuestamente le efectuó a una costarricense ¿Y quién puede probar que ese milagro lo hizo Juan Pablo II? “Porque la señora dijo escuchar su voz”. ¿Y cómo sabe que era su voz? “Porque lo único que tenía al frente en ese momento, era la imagen de Juan Pablo Segundo”.  Acaso las imágenes hablan?, los muertos tampoco y Juan Pablo II está muerto.

Juan 14:13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14:14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

Jesús dijo que todo lo que pidiéramos al Padre en su nombre, él lo concedería, para que el Padre fuese glorificado. Jesús no dijo que pidiéramos a un muerto, lo que dijo fue que le pidiéramos al Padre, y no en nuestro nombre, porque no somos nada, lo que dijo que fue, que pidiéramos en su nombre, para poder ser escuchados. Esto es lo que dijo Jesús. ¿Pero qué dice la fábrica de dioses?

"Los testigos que nos han precedido en el Reino, especialmente los que la Iglesia reconoce como 'santos', participan en la tradición viva de la oración, por el testimonio de sus vidas... Contemplan a Dios, lo alaban y no dejan de cuidar de aquellos que han quedado en la tierra... Su intercesión es su más alto servicio al plan de Dios. Podemos y debemos rogarles que intercedan por nosotros y por el mundo entero" (Catecismo católico, numeral 2683).

Supuestamente, los llamados "santos" interceden ante el Padre por nosotros. Pero ya hemos visto que Jesucristo es nuestro único intercesor. Por tanto, sugerir lo contrario es apostasía.
La fábrica de dioses, contradice la palabra de Dios y afirma que los santos son intermediarios ante Dios. ¿A quién le cree usted? Yo creo lo que dice la palabra de Dios. ¿Por qué tienes que orar a quien no te escucha?
Cuando le pides a otro que no sea el Padre, le quitas la gloria al Padre, para otorgársela a ese otro. Al hacer esto, el Padre no te concede el milagro.
Escuchamos a diario decir, que la Virgen o los santos concedieron este o aquel milagro ¿Y cómo lo saben? ¿Cómo lo comprueban? Ellos no hacen milagros, si lo hicieran, la palabra de Dios se contradeciría.

Mateo 12:28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.

Jesús dijo que era el Espíritu Santo el que hacía los milagros por él. Cuando le pides un milagro al Padre en el nombre de Jesús, el milagro lo hace el Espíritu Santo. Si es el Espíritu Santo es el que te hace el milagro y le atribuyes ese milagro a un muerto o a María, entonces estás cometiendo la blasfemia contra el Espíritu, que es el único pecado que no tiene perdón (Mateo 12:31-21). Así que no te dejes engañar tan fácilmente, porque ningún muerto hace milagros, ni tampoco María.
Por otro lado, el diablo tiene poder para concederte algunas cosas, con la intención que desvíes la adoración que le debes a Dios hacia un muerto.
Satanás es capaz de hacer sanidades, es capaz de hacer que descienda fuego del cielo para engañar a las personas. Es capaz de darle vida a una imagen y hacer que hable (Apocalipsis 13:12-15). Así que no te extrañes si una imagen llora o emana sustancias extrañas, porque Satanás lo puede hacer.
No te dejes engañar. No le creas a ningún hombre, cree únicamente en la palabra de Dios. Él quiere que todas las personas sean salvas (1 Timoteo 2:4) llegando al conocimiento de la verdad, pero no te puedes salvar si continúas en la mentira de la idolatría.
Muchos defienden su idolatría argumentando que Dios le dijo a Moisés que hiciera la imagen de unos arcángeles para ponerlos en el Arca de la Alianza, y que también le dijo que hiciera la imagen de una serpiente, por lo tanto, no tiene nada de malo tener imágenes.
Eso es un engaño del diablo, no hay nada malo en las imágenes; lo malo es verlas como dioses,  inclinarse ante ellas y darles honra. Dios le dijo a Moisés que hiciera las imágenes, pero nunca le dijo que había que inclinarse ante esas imágenes y darles honra.

Deuteronomio 4:15-19 Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra, figura de animal alguno que está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire, figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra. No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.

Ponga mucha atención a este pasaje. “Guardad vuestras almas” dice Dios, pues “ninguna figura vio Moisés el día que él le habló de en medio del fuego”.  Dios no se dejó ver de Moisés, para que éste no hiciera alguna imagen de él y se viese impulsado a inclinarse ante ella y le sirviera. ¿Qué más claro que esto? Dios no quiere ni siquiera una imagen de sí mismo, ante la cual se inclinen los hombres y le den honra. Tampoco quiere imágenes de Jesús.

Isaías 57:6-8 En las piedras lisas del valle está tu parte; ellas, ellas son tu suerte; y a ellas derramaste libación, y ofreciste presente. ¿No habré de castigar estas cosas? Sobre el monte alto y empinado pusiste tu cama; allí también subiste a hacer sacrificio. Y tras la puerta y el umbral pusiste tu recuerdo; porque a otro, y no a mí, te descubriste, y subiste, y ensanchaste tu cama, e hiciste con ellos pacto; amaste su cama dondequiera que la veías.

Muchos creyentes dicen que tienen imágenes, no porque los santos sean sus dioses, sino para acordarse de ellos. “Es como tener una foto de nuestros padres”. Eso está bien, pero nadie se inclina ante la foto de sus padres para darles honra y hacerles peticiones.
Dios nos dice en su palabra, que tener imágenes, es algo más que un recordatorio: es un pacto. “¿No habré de castigar?”, dice Dios, a aquellos en que ponen su fe en los ídolos. “Porque a otro recuerdan y no a mí. Hiciste pacto con ellos”.
Cuando las personas, tienen imágenes de santos en sus dormitorios, están pactando con esas imágenes y con ello, atrayendo la ira de Dios. Esto es poner celoso al CELOSO. Dios quiere que nos acordemos de él y no de otro.

Isaías 57:13 Cuando clames, que te libren tus ídolos; pero a todos ellos llevará el viento, un soplo los arrebatará; mas el que en mí confía tendrá la tierra por heredad, y poseerá mi santo monte.

Ponga atención a lo que dice la palabra de Dios. En aquel día, cuando clames a Dios, él no te escuchará, “que te libren tus ídolos” dirá, aunque a esos ídolos se los llevará el viento.
Pero, si has dejado de lado las imágenes y has puesto tu fe en Dios, alcanzarás la salvación y tendrás la tierra por heredad y tus descendientes no serán visitados por la maldad.
Si eres idólatra, arrepiéntete, cambia tu camino, olvídate de los ídolos y adora al único Dios verdadero y a su hijo Jesucristo. Dios te perdonará y te restaurará.
Tal vez, a muchos no les ha gustado lo que aquí se ha dicho, pero deben comprender que es mi obligación para con Cristo a quien le sirvo “Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo” (Gálatas 1:10).




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