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En la Biblia se menciona
un personaje que se le apareció a Abraham, y éste le dio los diezmos de todo.
Se dice que es un sacerdote del Dios altísimo, Rey de Salen, sin padre, sin
madre, sin genealogía, sin principio ni fin y su nombre es Melquisedec ¿Quién
es en realidad? Algunos creen que se trata de un caso de Cristofanía.
Génesis 14:17 Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes
que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es
el Valle del Rey. 14:18 Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios
Altísimo, sacó pan y vino; 14:19 y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del
Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; 14:20 y bendito sea el
Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos
de todo.
Todo lo que se dice en
el antiguo Testamento de Melquisedec está registrado en este pasaje del libro
del Génesis. Se relata que Abraham venía
de derrotar a varios reyes y se encontró con Melquisedec a quien identifica
como el rey de Salen (Jerusalén), y
como sacerdote del Dios altísimo.
Melquisedec le dio pan y vino a
Abraham y luego lo bendijo. Por su
parte Abraham le dio los diezmos de todo el botín.
Hebreos 7:1 Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios
altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes,
y le bendijo, 7:2 a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre
significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de
paz; 7:3 sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días,
ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para
siempre. 7:4 Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el
patriarca dio diezmos del botín.
En este pasaje Pablo
dice que Melquisedec es Rey de Justicia, Rey de Paz, sin padre, sin madre, sin
genealogía, sin principio ni fin, sacerdote para siempre. ¿Quién sino
Jesucristo es el único que tiene estos atributos? Razón de sobra tienen los teólogos para
afirmar que lo que sucedió con Abraham fue un caso de Cristofanía. ¿Qué es eso? Es la aparición de Cristo en el Antiguo
Testamento. En el Nuevo Testamento no se mencionan casos de Cristofanía porque Jesús
se hizo hombre y vivió entre los hombres durante 33 años, revelánoles todo lo
que Dios les quería revelar. Y en segundo lugar, porque una vez que Jesús dejó
esta tierra nos envió al Espíritu Santo.
Génesis 12:7 Y apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia
daré esta tierra.
Génesis 17:1 Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le
apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé
perfecto.
Génesis 32:26 Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió:
No te dejaré, si no me bendices. 32:27 Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre?
Y él respondió: Jacob. 32:28 Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre
Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has
vencido. 32:29 Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y
el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.
32:30 Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios
cara a cara, y fue librada mi alma.
En estos casos y muchos
otros, es posible, se dice que apareció Dios, pero el que se apareció no fue Dios Padre sino
Jesús, quien es la imagen del Dios invisible (Colosenses 1:15), y que también es Dios. Además, porque Dios Padre
dijo lo siguiente:
Éxodo 33:20 No podrás ver mi
rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.
Dios dejó claro que
nadie puede verlo y permanecer vivo, así que debemos suponer que Abraham y Jacob al que vieron fue a Jesús y
no a Dios Padre, porque si hubiesen visto al Padre hubiesen muerto al instante.
Daniel 3:24 Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y se levantó
apresuradamente y dijo a los de su consejo: ¿No echaron a tres varones atados
dentro del fuego? Ellos respondieron al rey: Es verdad, oh rey. 3:25 Y él dijo:
He aquí yo veo cuatro varones sueltos, que se pasean en medio del fuego sin
sufrir ningún daño; y el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses.
Note en este pasaje, que
fue el mismo Cristo el que vino a estar con Sadrac, Mesac y Abednegó cuando fueron echados en el horno de fuego. Dios
no envió a un ángel a estar con ellos. Dios envió a su hijo a estar con ellos y
a librarlos de la muerte personalmente. El rey dijo: “el aspecto del cuarto es semejante a hijo de los dioses”. Como los
tres valientes jóvenes dijeron que era el mismo Dios quien los libraría (Daniel
3:16), Dios no los decepcionó al enviar a su hijo unigénito.
Filipenses 2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en
Cristo Jesús, 2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a
Dios como cosa a que aferrarse, 2:7 sino que se despojó a sí mismo, tomando
forma de siervo, hecho semejante a los hombres; 2:8 y estando en la condición
de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y
muerte de cruz. 2:9 Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio
un nombre que es sobre todo nombre, 2:10 para que en el nombre de Jesús se
doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de
la tierra; 2:11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria
de Dios Padre
Nuestro Señor
Jesucristo, en un gesto infinitamente magnánimo dejo atrás su deidad para
convertirse en hombre y morir en la Cruz en vez de nosotros; eso es Cristofanía verdadera ¿No crees? Volvamos
al libro de Hebreos:
Hebreos 7:5 Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el
sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es
decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de
Abraham. 7:6 Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de
Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas. 7:7 Y sin discusión
alguna, el menor es bendecido por el mayor. 7:8 Y aquí ciertamente reciben los
diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que
vive.7:9 Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe
los diezmos; 7:10 porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec
le salió al encuentro.
La palabra de Dios habla
de dos tipos de sacerdocios, un sacerdocio es el sacerdocio humano que
ejercían los hijos de Leví, también conocido como el sacerdocio Levítico o de Aarón (primer sacerdote humano).
De acuerdo con este
sacerdocio, los sumos sacerdotes entraban al lugar santísimo a encontrarse con
Dios una vez al año.
Allí le ofrecían a Dios el sacrificio de un cordero para el perdón de los pecados de todo
el pueblo. Ese era el propósito del
sacerdocio levítico. Por su parte los judíos debían dar los diezmos de sus cosechas para mantener a
los sacerdotes.
Y la escritura dice que Abraham le dio los diezmos a Melquisedec,
cuando aún no se había establecido el sacerdocio levítico, ni siquiera había
nacido ni Leví ni Aarón, solamente había un
sacerdote que aún vive y ese sacerdote es Melquisedec. Abraham le dio los diezmos porque Melquisedec es
sacerdote y su sacerdocio es mayor que el sacerdocio humano o levítico. Además su
sacerdocio es eterno y único.
Salmo 110:4 Tú eres sacerdote para siempre Según el orden de Melquisedec
Ese sacerdocio lo ejerce
únicamente nuestro Señor Jesús. Jesús es el único sacerdote para siempre según
la orden de Melquisedec, porque Jesús es
el mismo Melquisedec.
La palabra Melquisedec
procede del hebreo “Malkî-tsedeq;
Meljisédek,” que significa "mi rey es justo", "mi rey es justicia" o "rey de justicia".
Jesús es el Rey de
justicia.
Hebreos 7:11 Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico
(porque bajo él recibió el pueblo la ley), ¿qué necesidad habría aún de que se
levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado
según el orden de Aarón? 7:12 Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que
haya también cambio de ley;
Si el sacerdocio
levítico hubiese sido perfecto, no habría necesidad de un nuevo sacerdocio.
Pero no era perfecto porque no limpiaba
los pecados para siempre.
Hebreos 7:18 Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su
debilidad e ineficacia 7:19 (pues nada perfeccionó la ley), y de la
introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.
De tal manera que el
sacerdocio levítico quedó abrogado por ineficaz. Ya no se necesitan sacerdotes humanos porque Dios estableció un mejor
sacerdocio:
Hebreos 7:21 porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos
sacerdotes; pero éste, con el juramento del que le dijo: Juró el Señor, y no se
arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre, Según el orden de Melquisedec.
Jesús es ahora el único
sacerdote para siempre, no según la orden sacerdotal humana sino según la orden
eterna y divina de Melquisedec
Hebreos 7:24 mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un
sacerdocio inmutable; 7:25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los
que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
El sacerdocio de Jesús
es inmutable, permanece para siempre y puede salvar perpetuamente a los que se
acercan a Dios, porque perdona los
pecados pasados, presentes y futuros.
Hebreos 7:27 que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos
sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por
los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí
mismo. 7:28 Porque la ley constituye sumos sacerdotes a débiles hombres; pero
la palabra del juramento, posterior a la ley, al Hijo, hecho perfecto para
siempre.
Hebreos 9:25 y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo
sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. 9:26 De otra manera
le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo;
pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para siempre
por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.
Jesús no tiene necesidad
cada día como los sacerdotes terrenales de estar ofreciendo sacrificios, porque
se ofreció una vez y para siempre
por sí mismo, obteniendo el perdón
eterno y quitando de en medio el pecado.
Cuando los sacerdotes
católicos (que no son de la orden de Leví ni de la orden de Melquisedec)
ofrecen el sacrificio de Jesús en la misa, no saben lo que hacen ni lo que
dicen. Jesús no necesita ser sacrificado cada día, fue sacrificado una vez para
siempre. Esa actitud católica romana contradice totalmente las Escrituras.
1 Timoteo 2:5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y
los hombres, Jesucristo hombre, 2:6 el cual se dio a sí mismo en rescate por
todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.
Solo hay un mediador
entre Dios y los hombres, ese mediador no es un hombre, tampoco es un santo
católico ni la madre terrenal de Jesús, el
único mediador es Cristo Jesús porque es el único sacerdote según la orden divina de Melquisedec.
Hebreos 7:26 Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente,
sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;
Cuando las personas le
piden a un santo católico o le piden a la madre de Jesús que intercedan por
ellas, no saben lo que hacen. Ni María ni los muertos que la iglesia ha
declarado como santos no son
intermediarios ante Dios porque no
son sacerdotes. ¿De qué orden lo serían? No lo pueden ser de la orden de
Leví porque esa orden ya no existe, y no pueden ser de la orden de Melquisedec
porque esa orden es exclusiva para nuestro Señor Jesús.
Solamente hay un sacerdote y ese sacerdote es
santo, inocente, sin mancha, apartado para los pecadores y más sublime que los
cielos. Ese sacerdote es Cristo Jesús,
el mismo Melquisedec que bendijo a Abraham y le dio pan y vino como un símbolo del Nuevo Pacto.
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