miércoles, 18 de abril de 2018

EL CAMINO DE ENOC




EL CAMINO DE ENOC
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Se narra en el capítulo 6 del libro del Génesis que Dios envió un diluvio sobre la tierra. Pero antes de ello arrebató a un solo hombre, a Enoc  y lo arrebató porque Enoc caminó con Dios.

Hasta que Enoc fue arrebatado hubo diluvio y no antes. Del resto de la humanidad que debió quedarse, solamente Noé, su esposa, sus tres hijos y las esposas de sus hijos lograron sobrevivir a la catástrofe.

Enoc simboliza a la iglesia que será arrebatada por Cristo, mientras que Noé (nieto de Enoc) y su familia simbolizan a los creyentes que deberán pasar por la gran tribulación.

Enoc significa “consagración”, y consagración significa “caminar con Dios”, que era lo que Enoc hacía.

Enoc es nuestra luz de esperanza, él es el único que no tuvo que pasar por el diluvio, y es destacado como una imagen de la vida en el así llamado “capítulo de los muertos”, en Génesis 5:

Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años; y murió” (Génesis 5:5). “Y fueron todos los días de Set novecientos doce años; y murió” (verso 8). “Y fueron todos los días de Enós novecientos cinco años; y murió” (verso 11). “Y fueron todos los días de Cainán novecientos diez años; y murió” (verso 14). “Y fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años; y murió” (verso 17). “Y fueron todos los días de Jared novecientos sesenta y dos años; y murió” (verso 20). “Fueron, pues, todos los días de Matusalén novecientos sesenta y nueve años; y murió” (verso 27). “Y fueron todos los días de Lamec setecientos setenta y
siete años; y murió” (verso 31). “Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios” (verso 24).

Enoc simboliza a todos los miembros del cuerpo de Cristo, esto es, a la Iglesia, que ha pasado de muerte a vida y tiene la promesa de ser arrebatada. Por su parte, Noé, simboliza al remanente del mundo que deberá pasar por la gran tribulación.

Noé sobrevivió a la destrucción del mundo antiguo y fue guiado hacia uno nuevo, pues la tierra después del diluvio no era más como antes “...el mundo de entonces pereció anegado” (2 Pedro 3:6).

Así como Noé, el resto de las personas del mundo serán llevadas a través de las aguas de la Gran Tribulación y llegarán a la “nueva tierra” del Reino mesiánico, si es que logran evitar el sello del anticristo.

El único sobreviviente de los muertos de Génesis 5 había profetizado del regreso de Jesús en gloria, juntamente con Su Iglesia ya arrebatada.: “He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares...” (Judas 14).   

Sin embargo, es extraño que en nuestras congregaciones  no le den la importancia que merece el mensaje de Enoc. Y es que hay dos cosas que casi no se mencionan por los predicadores: 1) lo que sucede con Israel (señales del cumplimiento de las profecías y 2)  el rapto de la iglesia.

Enoc también anunció el juicio de Dios: “...para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él” (Judas 15).

Un día el Señor responderá a todas las blasfemias y mentiras que se han pronunciado contra Él, contra su Palabra y contra Israel.

Pensemos en las burlas que se hacen de la palabra de Dios utilizando versículos aislados y negando que la palabra de Dios sea para nuestros días.

Leemos acerca de todas las falsas inculpaciones por parte de los medios de comunicación y de la ONU contra Israel. Y de las pensiones millonarias que les dan a los palestinos que asesinen a un judío; entre más judíos maten, mayor será su pensión.

En realidad estas blasfemias se dirigen contra el Dios de Israel y no quedarán impunes.

Ya acerca de Edóm se profetizó: “Y sabrás que yo Jehová he oído todas tus injurias que proferiste contra los montes de Israel, diciendo: Destruidos son, nos han sido dados para que los devoremos. Y os engrandecisteis contra mí con vuestra boca, y multiplicasteis contra mí vuestras palabras. Yo lo oí” (Ezequiel 35:12-13).

Los edomitas son los descendientes de Esaú, o sea los árabes enemigos de Israel.

Pero volvamos a Enoc, la Biblia testifica que “Enoc caminó, con Dios, y desapareció, porque se lo llevó Dios” (Génesis 5:24).

La pregunta es ¿Estamos caminando con Dios para obtener el derecho a ser arrebatados?

Lo que podemos ver es que la gran mayoría no está interesada en los planes de Dios, sino en sus propios planes y simplemente le piden al Señor que los acompañe en la realización de los mismos; es decir, no creen que el arrebato y la gran tribulación está cerca y continúan con sus vidas. Ese no  es el camino de Enoc.

Casarse con un incrédulo a sabiendas de las advertencias de Dios de que no debemos hacer yugo desigual (2 Corintios 6:14), ese no es el camino de Enoc.

Jesús va a vomitar a los tibios (Apocalipsis 3:16). Esto significa ni más ni menos que ningún tibio será arrebatado. Entonces muchos cristianos dirán ¿Acaso somos tibios? Claro que lo son, o están  a favor de la palabra de Dios o están en contra, no hay término medio.  No puedes apoyar la “ideología de género”, por ejemplo y decir que caminas con Dios.

Para poder saber si caminamos con Dios como lo hizo Enoc, simplemente tenemos que preguntarnos ¿Qué haría Cristo en mi lugar? ¿Apoyaría Cristo la ideología de género? ¿Apoyaría Cristo el aborto? ¿Apoyaría Cristo esto o aquello?

Seguir el camino de Enoc, es hacer la voluntad de Dios en todo y no la nuestra. En cuanto antepongamos nuestra voluntad, estamos caminando sin Dios y Dios sin nosotros.

Puedes justificar lo que no tiene justificación ante Dios, puedes acomodar la palabra de Dios a tu favor, pero ese no es el camino que tomó Enoc. 

No necesitamos ser personas que no cometemos pecados, no necesitamos ser personas que no cometemos errores, siempre nos vamos a resbalar y nos vamos a caer. Pero, eso sí, siempre debemos defender la palabra de Dios, aunque ella nos juzgue; y el Señor nos va levantar y a sacar del fango porque eso es caminar con él.
 
Enoc estaba dispuesto a caminar con Dios. Su corazón estaba dirigido completamente hacia Él. También a nosotros el Señor nos invita: “Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará” (Juan 12:26).

Imagínese lo que es estar donde está Cristo y ser honrado por el Padre Celestial.

La primera pregunta de Pablo después de su conversión, fue: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” (Hechos 9:6). Aunque dijo ser el primero de los pecadores (1 Timoteo 1:15), también pudo decir: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe(2 Timoteo 4:7).

El señor Henri Nouwen escribió: “No tratemos de reservar para nosotros un lugar seguro, en el cual podamos descansar. No nos encarguemos de la coreografía de nuestra vida, sino descansemos en las manos de Dios, a quien amamos y en quien confiamos...

¿Podemos aplicar el siguiente versículo a nuestras vidas:
Compañías de impíos me han rodeado, mas no me he olvidado de tu ley. A medianoche me levanto para alabarte por tus justos juicios” (Salmo 119:61-62)?

Un impío no es el que peca, porque todos pecamos y todos seríamos impíos. Un impío es alguien que carece de fe en Dios. También es aquel que contradice la palabra de Dios y la niega como tal.

Enoc caminó durante 300 años con Dios y durante ese tiempo, nunca regresó a su vida anterior. Por supuesto que esto no significa que no tenía debilidades. Pero en todas las situaciones, su vida estaba centrada en Dios.

Enoc comenzó a caminar con Dios a la edad de 65 años, en el año en que nació su hijo Matusalén: “Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén. Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, trescientos años, y engendró hijos e hijas. Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años” (Génesis. 5:21-23).

¿Por qué inició ese camino poco después del nacimiento de su hijo? Bueno, Matusalén tiene dos significados: “flecha” y “después de muerto, enviará”.

Este segundo significado es muy peculiar, pues en el mismo año en que Matusalén murió, vino el diluvio. ¿Tuvo Enoc una revelación? “Después de muerto, enviará.” ¿Qué enviará? ¿El diluvio? ¿Sabía Enoc acerca de la catástrofe que se acercaba, y por eso dio este nombre a su hijo? Y ¿fue ésta la razón de su caminar con Dios? Claro que lo sabía, él era un profeta (Judas 14) y fue revelado de todo lo que vendría y lo escribió en el Libro de Enoc.

Enoc dedicó trescientos años a profetizar sobre el diluvio y sobre muchas otras cosas. Y es muy claro que nadie le creyó, excepto Noé. Dice la Biblia que Dios le habló a Noé confirmándole lo que Enoc había escrito para que construyera el Arca. Y a Noé, tampoco nadie le creyó.

Si podemos entender esto, nosotros también tendríamos que reflexionar seriamente sobre nuestras vidas.

El conocimiento acerca del juicio futuro tendría que llevarnos a trabajar duro para que todos tengan el mismo conocimiento. Muchos creyentes me dicen que ya saben todo acerca del arrebato y de la gran Tribulación, pero pareciera que ese conocimiento es mental, no es conocimiento espiritual porque no hacen nada al respecto.

La profecía tiene que impulsarnos a caminar con Dios. Nosotros tenemos la revelación bíblica de que un día Dios juzgará a la humanidad caída; Ya son visibles las nubes apocalípticas en el cielo.

Pues: “El día del Señor vendrá como ladrón en la noche...” (2 Pedro 3:10). Y “Cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán (1 Tesalonicenses 5:3)”

La firma de la paz con Israel está muy cerca, la semana pasada, las mujeres judías se unieron a las palestinas para desfilar unidas por la paz, algo que para el mundo parecía imposible.
 
Hebreos 11:5 Por la fe Enoc fue traspuesto para no ver muerte, y no fue hallado, porque lo traspuso Dios; y antes que fuese traspuesto, tuvo testimonio de haber agradado a Dios.

Antes de ser arrebatado, Dios dio testimonio de que Enoc le agradaba. No sabemos la manera en que Dios le dio ese testimonio, pero debe haber sido muy honroso para Enoc. Alguna señal visible dará Dios de que le agradamos, tal y como lo hizo con Enoc, si es que seguimos el mismo camino.

La única manera de agradar a Dios es a través de la fe (Hebreos 11:6), pero la fe siempre va acompañada de acción. La fe verdadera es la fe obediente, por eso Santiago escribe: “Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras” (Santiago 2:18).

Enoc camino con Dios porque le creía a Dios y le obedecía Al igual que sucedió en los días de Noé, en un futuro muy cercano vendrá un castigo tremendo sobre los habitantes del planeta tierra. Conforme se abran siete sellos, se toquen siete trompetas y se vacíen siete copas, se irán sucediendo eventos cada vez más  terribles que darán muerte a millones de personas. Todo está detallado debidamente en el libro del Apocalipsis.

Entonces, una parte de la iglesia vivirá esa gran tribulación y llegará a la nueva tierra. Otra parte morirá en el intento. Pero antes de ello, otra parte de la iglesia, al igual que Enoc será arrebatada y se evitará todo ese sufrimiento.

Y es nuestra obligación llevar este mensaje a la mayor cantidad de personas posibles. Día a día, hasta el día de nuestra muerte o hasta el día del arrebato, debemos hablar de ello hasta el cansancio. Eso es caminar con Dios.

Muchos se aferran a 1 Tesalonicenses 4:16 diciendo “si estamos en Cristo” tenemos que ser arrebatados. Entonces ¿Por qué Jesús dice en el Mensaje a las  siete iglesias que solamente los que vencieren serán arrebatados?

Apocalipsis 12:11 Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

Los vencedores que serán arrebatados cumplen con 3 requisitos: 1) son lavados con la sangre del Cordero, al creer y bautizarse; 2) Dan testimonio de Cristo, no se recuestan en un sillón a ver televisión, sino que aportan su granito de arena en la edificación del cuerpo de Cristo. Y 3) Están dispuestos a renunciar a sus vidas hasta el día de su muerte.

Romanos 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

La palabra de Dios dice que no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús. Y aclara que los que están en Cristo no son los que creen en Cristo y lo confiesan, tampoco los que se bautizan. Hay algo más en los que están en Cristo y ese algo más es que andan conforme al Espíritu Santo.

Andar es sinónimo de caminar y es un estilo de vida. Podemos caminar hacia el lugar que nosotros queremos y eso es caminar conforme a la carne.

O podemos caminar hacia el lugar que Dios quiere que caminemos, y eso es caminar conforme al Espíritu, eso es caminar con Dios, ese es el camino que siguió Enoc.

Podemos hacer nuestra voluntad o hacer la voluntad de Dios. Cuando hacemos la voluntad de Dios, estamos caminando con Dios y nos estamos asegurando un lugar en el arrebato.

La mayoría de creyentes se acuerdan de Dios cuando necesitan algo o cuando tienen un problema, pero no caminan con Dios. No están interesados en las cosas de Dios y no hacen ningún esfuerzo por servirle. Creen que asistir al culto una vez a la semana y dar de lo que les sobra, ya caminan con Dios.

Que Enoc caminara con Dios, nos dice que no era algo esporádico sino algo diario y continuo. Vivía con Dios a la luz del día y en la oscuridad de la noche; no importaba si estaba solo o acompañado. Dios era el centro de su vida siempre.
Nosotros tenemos la profecía de la gran tribulación y la profecía de la segunda venida de Cristo. Sabemos que el tiempo está muy cerca, porque la  higuera que es Israel reverdeció (Mateo 24:32) en 1948.

Jesús dijo que no pasará esa generación sin que esas cosas sucedan. Una generación son de 70 a 80 años e Israel cumple 70 años en mayo de este 2018.  El verano está a la puerta y se acerca la cosecha. ¿Cómo es posible que sigamos durmiendo en lugar de velar?

Mateo 24:37 Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. 24:38 Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, 24:39 y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.24:40 Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado.

Jesús dijo que todo sería como en los días de Noé. La gente sigue viviendo su vida e ignorando las profecías. Entonces estarán dos en el campo, uno será tomado, el otro será dejado.

Enoc fue revelado del diluvio, entonces le creyó a Dios y activó su fe. Dedicó 300 años de su vida a servirle y el Padre lo honró. Hoy se encuentra sentado junto a Jesús. Si caminamos con Dios, Dios nos honrará de la misma manera.

Como lo dije unos párrafos antes, en muy pocas congregaciones hablan de este tema. En muchas congregaciones ya ni creen que estas cosas sucederán. Algunos “hombres de Dios” están enseñando la doctrina de “el Reino hoy” y afirman que no habrá segunda venida.  

Dice la escritura que Enoc no fue hallado. Esto quiere decir que lo buscaron. La esposa esperaba el regreso de Enoc. La comida estaba lista. Los hijos preguntaban: “¿Dónde está papá?” Pasaron las horas y todavía Enoc no había llegado a casa. Su familia se preocupó por él y empezó a buscarlo. También los vecinos y los nietos ayudaron, pero sin éxito. Al final enviaron un gran equipo de búsqueda, pero después de varios días se desistió del esfuerzo. Enoc había desaparecido para siempre.

El arrebatamiento será algo sumamente hermoso para los que serán llevados, pero será aterrador para los que se queden. Vendrá el día en el que innumerables personas buscarán  a  sus  familiares y no los encontrarán porque fueron arrebatados. ¿Quisieras estar entonces entre los que buscan, o entre los que son buscados? La clave está en seguir el camino de Enoc.



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