jueves, 18 de mayo de 2017

ES PECADO TATUARSE?

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Me preguntan: ¿Es pecado tatuarse? ¿Se molesta Dios si lo hacemos? Ya hemos hablado en el pasado sobre el tema, pero vamos a aclarar algunas cosas. En las redes sociales circula una nota donde algunos “maestros” de la Biblia inculpan al que se tatúa y casi que le niegan el derecho a la salvación. “Un cristiano no se tatúa”, “¿Qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?”, “mira con diligencia como andéis”, no te dejes engañar por las corrientes mundanas”, “¿Ignoráis que tu cuerpo es templo del Espíritu?”, “conviértanse ellos a ti y no tú a ellos”, “eso es un culto al cuerpo”, “eso es para narcotraficantes y delincuentes, no para un cristiano”, “eso es demoniaco”, son algunos de los comentarios que le han agregado a esas notas.
Todos sabemos lo que es un tatuaje, es marcar la piel con un texto o con un dibujo o figura ¿Qué hay de malo en eso? Bueno, desde el punto de vista físico se corren riesgos de infecciones, alergias y hasta adquirir la enfermedad del sida por la contaminación de las agujas, pero cada quien es cada quien ¿Y desde el punto de vista espiritual? ¿Es pecado u ofende a Dios de alguna manera?
En toda la Biblia solamente existe un versículo que se refiere al tema, es el versículo que usan en las redes sociales para inculpar a los creyentes ¿Qué dice ese versículo?

Levítico 19:28 Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová.

El pasaje prohíbe “hacerse rasguños” por un muerto o imprimirse “alguna señal” en el cuerpo.
Lo que sucede, es que en épocas pasadas las creencias paganas hacia los muertos eran una costumbre muy arraigada. Las personas les hacían peticiones a los muertos, trataban de comunicarse con ellos, y les daban honra como si fuesen dioses y Dios prohibió esa práctica:

Deuteronomio 18:10 No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,  18:11 ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos.

Como vemos, Dios prohibió que  consultemos con los muertos, aún más, prohibió que le hagamos peticiones que les demos honra, eso es  abominación para Jehová (Deuteronomio 18:12)
Para identificarse con esos muertos, los de aquellos tiempos se hacían “rasguños” en el cuerpo, es decir, se tatuaban los nombres de los muertos o imágenes que los relacionara con ellos.
De igual manera, “las señales” en el cuerpo, eran para identificarse con algún dios o con alguna religión pagana.
Por estas cosas, Dios agregó la prohibición de tatuarse (Levítico 19:28) con ese propósito.
En realidad, los tatuajes eran una señal de devoción sobre el muerto y de pertenencia a la religión pagana. El que se hacía un tatuaje, estaba haciendo pública su devoción hacia el muerto y hacia aquella religión pagana.
Dios no quiere que tengas otros dioses (Éxodo 20:3), en otras palabras no quieres que le hagas peticiones ni confíes en un muerto al que ves como un dios.
Tampoco quiere que te hagas imágenes de nada de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra para que te inclines ante ellas y les des honra (Éxodo 20-4-5), mucho menos que te imprimas esa imágenes en la piel (Levítico 19:28) porque Dios es celoso y no soporta la traición; Dios quiere toda la gloria y toda la honra para él y para su hijo Jesucristo.
Esa costumbre de comunicarse con los muertos sigue más vigente que nunca, muchas personas tratan de comunicarse con “María”, la madre terrenal de Jesús o con los muertos que el Vaticano ha declarado como “santos”, les hacen peticiones, se inclinan ante sus imágenes y les dan honra y aunque no se tatúen sus imágenes, porque se oponen a esa práctica, están provocando la ira divina. “Ciegos, guías de ciegos, sácate la viga de tu ojo antes de que veas la pestaña que está en tu prójimo”, diría nuestro Señor Jesucristo.
El punto es este: si te tatúas cualquier imagen o dibujo que no tenga nada que ver con darle devoción a un muerto o que te identifique con una religión o dios pagano, no veo que eso vaya a provocar la ira de Dios, porque no veo que estés traicionándolo.
No estoy ni a favor ni en contra de los tatuajes, de hecho nunca me he hecho ninguno, cada quien que haga con su cuerpo lo que quiera, lo que estoy diciendo es que la imagen o el tatuaje no son el problema. El problema es el propósito por el cual te haces el tatuaje.
Dios nunca prohibió que hiciéramos imágenes, de hecho, él le dijo a Moisés que hiciera algunas imágenes. Lo que Dios prohíbe es que tengamos imágenes con el propósito de darles honra y verlas como dioses y esa es la misma prohibición con respecto a los tatuajes.
Lógicamente, si te haces un tatuaje emulando al diablo o a prácticas ocultas, estarías cometiendo el mismo error de aquellas culturas paganas y cometiendo un grave pecado contra Dios.
Pero tatuarse por verse diferente o por otro motivo, no veo yo que tenga nada de malo, o que ofenda a Dios. Si fuera así, los varones no deberíamos cortarnos la barba ni mucho menos dejarnos una punta, como hacen algunos (Levítico 19:27).   
Si cortarse la barba no es pecado ¿cómo podemos concluir  que tatuarse sí lo es? Lo que es bueno para el ganso lo  es para la gansa ¿No es cierto?
Los cristianos no estamos bajo la Ley de Moisés, pero eso no significa que está bien mentir, engañar o robar. Lo que significa es que no tenemos que guardar la Ley para obtener o sostener nuestra salvación.

Gálatas 5:3 Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley.

Santiago 2:10 Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.

Si vas a guardar la ley, debes hacerlo de manera total, sino, te condenas y te cae todo el peso de la misma.

Romanos 7:1 ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que éste vive?

Romanos 7:4 Así también vosotros, hermanos míos, habéis muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, del que resucitó de los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.

¿Cómo entender estos versículos? Suponga que usted mata a una persona, entonces la policía viene a buscarlo para aplicarle todo el peso de la ley porque la ley tiene poder sobre usted (se enseñorea).
Suponga entonces, que usted se suicida antes que llegue la policía. La ley no tiene poder sobre usted porque usted está muerto para la ley. Tanto es así que un juez nunca ha juzgado un muerto.
Pues bien, quiero que te quede muy claro que los que hemos sido bautizados, estamos hemos muerto para la Ley  (Romanos 6:7) y la ley no tiene poder sobre nosotros, la ley de Moisés no nos afecta en nada. Si no te has bautizado, no has sido sepultado con Cristo, entonces sí te cae todo el peso de la ley.
Debido a que estoy muerto para la ley, porque he sido sepultado con Cristo en el bautismo, todas las cosas me son lícitas, mas no todas me convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna (1 Corintios 6:12).
Pongamos un ejemplo: me es lícito tomar cerveza, no me es pecado hacerlo ni me está prohibido, pero no me conviene tomarme muchas cervezas porque me emborracho y eso sería dejarme dominar por la bebida.
Si yo voy a un bar con el propósito de emborracharme, eso estaría mal, porque me estaría dejando dominar, pero si el propósito es compartir con amigos y comer algo sin emborracharme, eso no está mal. De hecho, eso hacia nuestro Señor Jesús,  y entonces los legalistas lo  señalaban como comilón  bebedor de vino y amigo de publicanos y pecadores (Mateo 11:19). Y Jesús no pecó, porque eso no es pecado.
Hoy, los legalistas te señalan porque te tomas una cerveza, porque te pones un arete, porque oyes música secular, porque compartes con “pecadores”, porque te tatúas, la verdad es que te señalan por todo y con ello demuestran su ignorancia en cuanto a la palabra de Dios. El Señor no te señala, ni te juzga, más bien intercede por ti ante el Padre (Romanos 8:34).
Si un “maestro de la Biblia” sostiene que un cristiano debe guardar la Ley del Antiguo Testamento con relación a los tatuajes, entonces, debería también guardar la Ley con relación a no puntearse la barba (Deuteronomio 19:27) y a toda la ley en su totalidad.
Además, ¿qué harían “estos maestros” con las Escrituras que dicen que hemos muerto a la ley, y que todas las cosas me son lícitas?
La Palabra de Dios también claramente declara: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres;” (Colosenses 3:23). 
Lo que eso quiere decir es que vivas para Dios y no para los hombres, que te importe lo que Dios piensa, no lo que piensan los hombres.

1 Corintios 6:18 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 6:20 Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

Los que se oponen a los tatuajes, se apoyan también en el anterior pasaje bíblico. Lo que dicen es que nuestros cuerpos no son nuestros, que son de Dios y que debemos glorificarlos.
Eso es cierto, en cuanto pequemos contra el cuerpo, como en el caso de la fornicación. Todos los demás pecados excepto la fornicación son fuera del cuerpo. Inclusive el tatuarse, es en el exterior del cuerpo, no dentro del cuerpo, y la biblia no dice que sea pecado, al menos que sea con el propósito de darle honra a los muertos o dioses ajenos.
¿Puede un creyente hacerse un tatuaje? Cada quien puede hacer con su cuerpo lo que le parezca. Un creyente puede hacerse los tatuajes que le de la gana, sin embargo, antes de hacérselos, debería considerar el motivo por el cual lo haría, que no sea algo que lo identifique con otros dioses o demonios, ni con prácticas ocultas.
Los cristianos legalistas se oponen radicalmente a que los creyentes se tatúen. Sin embargo, sus opiniones o emociones, nunca deben reemplazar las enseñanzas escriturales, con relación a nuestra libertad en Cristo, porque con ello crean divisiones. Por cosas así, es que existen tantas denominaciones religiosas, “cada una jalando para su saco”.





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